Cuarto día, cuarto traspié

Pablo Iglesias se ha debilitado. Lógico: ha demostrado que carece de visión política. Tiene tantas dioptrías que es incapaz de ver que un escaño en la Asamblea de Madrid no merece abandonar una vicepresidencia del gobierno español. Y cuando uno primero siembra vientos y, después, muestra que se ha olvidado del paraguas del criterio, por lo que es claramente débil, la tempestad va a por él. Así que, sí, en solo unos días Ábalos se la ha jugado en Vivienda y Calviño con la reforma laboral. Iglesias ya tiene los dos pies fuera del gobierno, así que puede que no haya más ajustes de cuentas, pero a la política se llega con gafas y paraguas.

Ha quedado claro

Si un presidente es capaz de entregar su departamento de Educación a Vox da igual lo que haga después, ya ha dejado claro el tipo de político que es. Ha sucedido en Murcia y es una de las consecuencias de la moción de censura fallida, la que inició el larguísimo Sainete protagonizado por Iglesias, un actor en decadencia. Pero no la única, porque un gobierno autonómico menor ha hecho que todo estalle: Ciudadanos se precipita pero por el sumidero, el futuro de Podemos se complica, PP y PSOE se refuerzan absorbiendo lo que pierden los anteriores, y Vox coge aire y un departamento de Educación, consumando este absurdo.

Precisamente les falta educación

Vox es una especie de colector: primero recogieron a los fascistas que pulularon por la Falange o el PP de Aznar. Con este núcleo duro se dedicaron a recoger a quienes no se enteraban de nada y a quienes se engorilaban ante la perspectiva de una pseudodictadura olvidando cómo fue la de verdad. No hay una sola manifestación de Vox, en el sentido amplio de la palabra, que hable bien de ellos. Lo hemos comprobado en Sevilla, en otro de sus mítines encubiertos: “Simpatizantes de Vox llaman ‘puta’ y ‘zorra’ a una periodista” (El Plural) porque, para ellos, una fiesta también va de cebarse con lo que odian. Lo dicho: fascistas.

Hoy es 20-M

Marcelino Madrigal avisaba en Twitter de que el 20 de marzo, es decir, hoy, hay convocadas en varias capitales del mundo manifestaciones de ultras y negacionistas de tendencias de derechas. En realidad, Madrigal rebatía la noticia de El Español que hablaba de manifestaciones “de ultraizquierda”, argumento que han copiado otros diarios como La Razón. Pero a estas alturas, lo que diga El Español es lo de menos salvo para quienes le necesitan para hacer los coros: Pedro J. Ramírez ha fracasado en su intento de montar un digital que sea referencia de algo o alguien salvo sí mismo y su clac.

Cantó está amortizado

En República.com leemos este otro titular: “Toni Cantó no descarta ir a un mitin de Ayuso y llama al ‘voto útil’ ante la ‘desaparición’ de Cs en Madrid”. Este digital no es el único medio que convertido en noticia la última llamada de atención de Cantó. Pero me temo que su camino se ha agotado: Cantó no tiene nada que ofrecer en política y, sí, puede que el PP le exprima las últimas gotas en campaña pero no creo que vaya más allá. ¿Quién va a confiar en un tipo que salta de partido en partido despreciando a quienes han sido sus compañeros de filas? Me temo que el telón esta vez cae sobre los escaños que ha ocupado.

Tercer día, tercer traspié

Primero fue la negativa de Más Madrid a presentar una única candidatura, después, la negativa de Pedro Sánchez a nombrar a Yolanda Díaz vicepresidenta segunda de modo automático (parece que será vicepresidenta tercera, finalmente). Y en el tercer día desde que Iglesias hizo su gran anuncio (sí, solo han pasado tres jornadas), nos enteramos de que la negativa se la da la ciudadanía: “Activa el voto para Ayuso y deja en manos de Cs el resultado en Madrid” (La Información), según los primeros sondeos que ya cuentan con el candidato Iglesias que dejaría a Podemos como quinta fuerza en la Asamblea.

La gran juerga madrileña

No me refiero a la de los franceses en Madrid, sino a la que va a haber en todas las casas de la capital en las que haya hijas e hijos en edad escolar el próximo 4 de mayo. Ese día, martes y jornada de votación según designó la presidenta de la comunidad, los centros escolares no impartirán clases y se convertirán en colegios electorales. Lo que deja a las y los niños en sus casas y a sus madres y padres, con un problema añadido. Por si el curso no estuviera siendo bastante difícil ya. El guionista portugalujo afincado en Madrid, Raúl Díaz, ironizaba en Twitter: “Currar y votar mientras cuidamos de los hijos. Suena a plan sin flecos”.

Por qué debe ser cesado

Creo que Carmelo Romero, el diputado que gritó “vete al médico” desde su escaño después de que Íñigo Errejón hablase en la tribuna del Congreso sobre la salud mental y los suicidios, no debería de dimitir. Es el PP el que debería cesarle. Sin ninguna duda. Ni Romero ni su partido tienen excusa, y los intentos de justificarlo de periodistas y contertulios son vergonzantes. Nada explica lo que hizo: ni que el nivel político haya descendido en España ni que podamos haber oído algo similar en parlamentos extranjeros. Romero se ciscaba en la salud mental de una ciudadanía agotada por la pandemia, y eso le inhabilita para votar por ella.

Esto también es cierto

Sobre el tema, esto que tuitea el periodista José Precedo es absolutamente cierto: “Si a Errejón no le hubiera gritado un energúmeno con escaño, los medios no le hubiéramos hecho mucho caso al problema de la salud mental en medio de esta montaña rusa. Y los lectores tampoco hubieran corrido a leerlo. Dan para reflexionar estos tiempos de dictadura del espectáculo”. Por desgracia, fue Romero y no Errejón quien hizo que nos fijáramos en el tema, y eso habla mal de los periodistas, los primeros. Por eso algunos reclamamos la política como forma de gobierno y no como modelo de negocio para los de las campañas.

Mira, no

Es cierto que el nivel de la política en España ha bajado muchísimo. Es cierto que en Euskadi algunos han importado y otros han copiado esas formas y fórmulas. Es cierto que los periodistas no ayudamos ni con el grano, ni con la paja, ni con el culo, ni con las témporas. Y es cierto, finalmente, que a la ciudadanía no se la damos con queso tan fácilmente: por mucho que algunas como Ruth Goñi ofrezcan explicaciones sobre por qué dejan su partido (Ciudadanos) pero no su escaño, nadie se lo traga. Es una decisión evidentemente egoísta y que descansa sobre los impuestos de todos sin aportar nada.

Miserables de aquí

Quien ha pintado con una plantilla “urteko salto onena” en el lugar en el que un coche de la Ertzaintza cayó al río Urumea y falleció un agente es un miserable. Quien ha diseñado, quien ha impreso, quien ha llevado en el bolsillo y quien ha pegado en un cristal una pegatina en la que se lee “zipaiorik onena errekan dagoena” y se ve cómo una grúa saca el vehículo del río, es un ruin y un canalla. Y como bien apunta Javier Salvador en Twitter, se trate de la misma persona o de varias, también es un cobarde. Tan miserables y cobardes como quienes ahora callan pero han promovido, amparado y justificado a estos mierdas.

Miserables de allí

El de la pintada, el de la pegatina y el del silencio ante la mofa por el fallecimiento de un ertzaina no se ven igual que Carmelo Romero, pero son el mismo tipo de espécimen despreciable. El diputado del PP por Huelva era un desconocido hasta que ayer gritó a Íñigo Errejón “vete al médico” después de que el de Más Madrid preguntara en el Congreso por la asistencia psicológica y recordara que en España hay 10 fallecidos por suicidio cada día. Romero está inhabilitado para la política y el PP debería cesarle sin dudas. También en Madrid hay un mierda visible y quien ha promovido su ánimo guarda silencio.

Segundo día, segundo traspié

Hoy también toca escribir sobre Pablo Iglesias, por supuesto. Si ayer abríamos la columna con el primer traspié del vicepresidente español y futuro candidato de Podemos a la comunidad de Madrid, que Mónica García rechazaba su oferta en los medios de una candidatura unitaria y le acusaba de machismo, hoy toca que hablemos de su segundo traspié consecutivo. Pedro Sánchez acepta a Yolanda Díaz de vicepresidenta, como Iglesias había designado, pero vicepresidenta tercera. Iglesias se ha debilitado mucho en solo dos días y su carrera hacia la Asamblea solo acaba de empezar. No todo es retórica, amigo.

Madridcentrismo

Iba a titular el párrafo con un “catetos de ciudad”, pero me parece injusto para las y los madrileños, pues no todos son tan madridcentristas y reduccionistas (de ahí el catetismo) como Pablo Iglesias, que evidentemente no mide bien en política cuando abandona la vicepresidencia del gobierno (que se forma después de una repetición electoral entre otros motivos porque el líder de Podemos tenía que estar integrado en el ejecutivo) para liderar una candidatura que intenta entrar en un parlamento autonómico. Insisto en que este movimiento muestra los dos fallos: el de mesura y el de centralidad jacobina.

La intrahistoria

Las formas son claramente diferentes y Pablo Iglesias tiene mejores intenciones que Isabel Díaz Ayuso, evidentemente. Pero el mismo punto de partida no es una casualidad: el mesianismo de ambos políticos, su tendencia al populismo, su costumbre de vestir con gravedad lo ligero y sus decisiones, que huelen a irresponsabilidad, son puntos en común en esta lucha que PP y Podemos plantean como un antagonismo atávico. Pero nada hoy es tan dramático como el coronavirus y en Magnet lo recuerdan bien: ambos participaban en el programa La Tuerka y admitían tomar cervezas juntos hace solo unos años.

Primer día, primer traspiés

Uno de los problemas de Podemos lo vimos en las primeras Generales en las que se presentó y favoreció una repetición electoral por unas encuestas en las que se merendaba a IU: En Podemos creen que los demás nunca se mueven. Es el vicio del teórico. Pero vaya si lo hacen: Mónica García, la candidata de Más Madrid, da una contundente respuesta a Pablo Iglesias, que había hablado en público de la unión de fuerzas (en su cabeza: merendarse a Errejón) sin llamar a nadie del partido madrileño. García, en su breve vídeo, también critica la testosterona y ese tono de serie de televisión que gasta Iglesias.

Iglesias, en un tuit

El periodista Miquel Ramos radiografía Al vicepresidente en este tuit: “El líder de Unidas Podemos propone lista conjunta con Más Madrid, y primarias para decidir si la encabeza Mónica García o él. Pablo Iglesias deja el Gobierno para disputar la presidencia de Madrid a Isabel Díaz Ayuso y cede el liderazgo a Yolanda Díaz”. Iglesias es un líder poderoso que decide dónde va y quién le sustituye, y que en cada movimiento intenta dos jugadas, porque acabar con Más Madrid era uno de sus objetivos. También es sibilino, porque para lograrlo, como hemos visto, sugería unas primarias plenamente consciente de su notoriedad.

¿Quién se lo permite?

¿Quién permite a Pablo Iglesias manejar a su antojo el partido, apartando candidatas, imponiéndose de candidato y dejando programadas las sustituciones? Lo hacen quienes viven de esas decisiones. ¿Alguien se acuerda de los círculos? Y en el gobierno español parece que es Sánchez el que le deja manejar la esquiladora incluso arriesgándose a salir trasquilado: “Lo de contraprogramar a Sánchez en su día de gloria con Macron, rompiéndole la coalición a la vez que le pone ministra y vicepresidenta (como aquella vez en que pidió varios ministerios mientras Sánchez estaba con el Rey), es de una crueldad muy refinada”, tuiteaba Jorge Bustos.

La pandemia sigue

Mientras todo esto sucede, la pandemia sigue azotándonos (especialmente, en Madrid). De hecho, de no ser por este tuit de Ana Pastor, ni siquiera parecería algo grave: “Sanidad paraliza ahora el uso de la vacuna AstraZeneca. Lo hace después de Francia, Alemania, Italia, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Islandia… Otro ejemplo más de anticipación y buena gestión de este Gobierno en la lucha contra la covid”. Si nos vuelven a vacunar con AstraZeneca es posible que Pastor tuitee lamentando el tiempo perdido. ¿Qué más da? La moda política manda ser cortoplacista y combinar contradicciones. En España y en Euskadi.

Cantó, qué personaje

Toni Cantó ha hecho política en dos partidos pero de la misma manera: pisando moqueta de la buena y dando lecciones a todos. A los suyos y a los que no lo eran. Y ahora abandona Ciudadanos asegurando que volverá a su profesión, la de actor. Pero España es muy grande y los escenarios que le esperan igual se le hacen pequeños. Su manera de irse, con exigencias y críticas a su jefa hasta el último minuto, y poniendo en valor a Albert Rivera le ponen en el escaparate de la función. Lo que está claro es que él no se queda a recoger los restos: no lo hizo en UPyD y no lo hará en Ciudadanos, porque hundirse es de pobres.

Superman, chorizo con pan

Si algo ha puesto en evidencia Pablo Iglesias es que solo cree en Pablo Iglesias. No debemos olvidar que en las encuestas, hasta ayer, limitaban las opciones de Podemos a entrar o no en la Asamblea. En ningún caso arrancaban la precampaña con opciones de pugnar por la presidencia de la Comunidad. Iglesias y Podemos demuestran mesianismo y centralismo en ese vídeo de más de ocho minutos en los que el gran líder mira a cámara y hace pasar la política de toda España por su persona: busca cargarse a Más Madrid y obligar al PSOE a hacerle presidente (si los números les dan) para mantener el gobierno en Moncloa.

La derivada española

La campaña en Madrid puede ser, a la vez, la precampaña en España: me temo que solo si Isabel Díaz Ayuso arrasa nos libramos de unas generales en otoño, a más tardar. Una vez más, es Podemos quien nos lleva a una campaña. Una vez más, quienes se creen que viven en El Ala Oeste (y no entendieron la serie) nos empujan a la inestabilidad. Pero esta vez es diferente: quien desarrolla su juego de tronos (desde una vicepresidencia, que hay que tener cuajo) lo hace en plena pandemia y sin dedicarle tiempo a lo urgente y lo importante, que esta vez coinciden salvando la salud, la economía y las emociones agotadas.

No puede ser verdad

Solo unas horas antes del anuncio, Isabel Díaz Ayuso hacía de Isabel Díaz Ayuso y afirmaba que ella está en el lado bueno de la historia si es una fascista. Es la misma que cree que está en el lado bueno de la pandemia porque ha convertido Madrid en el bar de Francia mientras mantiene una de las medias más altas de incidencia del coronavirus. Y es la misma que cree que está en el lado bueno de la política adelantando unas elecciones que congelan la entrega de recursos económicos a autónomos y paralizan la recuperación. Isabel Díaz Ayuso también cree, como Pablo Iglesias de sí mismo, que ella es una política audaz.

Cantó actúa

“Toni Cantó responsabiliza a Arrimadas de la gestión ‘bochornosamente torpe’ que ha dejado a Ciudadanos en una situación ‘dramática’”. Este titular de El Independiente es suficiente para dibujar lo que está pasando en Ciudadanos. Cantó tiene toda la razón: Arrimadas ha sido torpe, habrá provocado bochorno entre los suyos y, sin duda, ha dejado a su partido en una situación que alienta el drama. Pero lo peor de todo es que tenga la razón un político como Toni Cantó, otro que confía en exceso en su audacia después de abandonar UPyD antes del naufragio y apadrinar a Alvise Pérez que le mejoró abandonando el barco.

Pues no les sostengas

Esta grave crisis de gobierno en España empezó en Murcia, con la moción de censura propiciada por Ciudadanos que no saldrá si sus tránsfugas funcionan. Este paso en falso y la posible desaparición de la Asamblea de Madrid son un certificado de defunción por duplicado y por anticipado: en solo unos meses, después de las previsibles Generales, Ciudadanos desaparecerá en una agonía breve pero intensa con declaraciones como las de Edmundo Bal sobre su hoy todavía socio en varias comunidades: “El PP ‘tiene en marcha una nueva trama de corrupción’ y está teniendo ‘comportamientos mafiosos’” (República.com).