Abascal, a propósito de nada

Quien sienta a Abascal en una butaca, le pone unos focos amables, le da agua y un micro, y le pide que se explaye aunque el tema no tenga nada que ver con lo que es Abascal (un político tradicional de la extrema derecha de manual), tiene un nombre. Colaboracionista. Es lo que son los de Vocento que, en un foro sobre el agua, sí, el agua, han invitado a Santiago Abascal. ¿En calidad de qué? Ni lo sabemos ni les importa. Pero él ha aprovechado para colocar su mensaje: los privilegios de vascos y catalanes y, agárrense, los pozos como el tristemente famoso de Totalán, que ya son “la España de la que nadie habla”.

Comprar un piso es de pobres

Seguramente usted, como yo, habrá comprado a lo pobre el piso en el que vive: con un notario y declarando lo que toque. Los ricos lo hacen de otra manera, vía sociedad, que da más caché. Es una rutina tan arraigada que hasta se olvidan de darse de baja de esas sociedades que, por supuesto, se someten a otra fiscalidad. Todo esto le ha pasado a Begoña Villacís: la cara de Ciudadanos en Madrid no declaró como concejala (pese a estar obligada) la existencia de la sociedad junto a su marido con la que en 2008 compró una parcela de 2.000 metros cuadrados para edificar una vivienda de 667.

Ciudadanos, en su trinchera

A Albert Rivera no le molesta su foto con Santiago Abascal y Pablo Casado en la Plaza de Colón, diga lo que diga. Si le molestara haría algo para no repetirla, y no todo lo contrario: ya ha anunciado que no pactará con el PSOE después de las elecciones. Es decir, que se mete en la trinchera de la derecha. Pedro Sánchez, encantado: le dejan todo el centro español para él mientras Podemos sigue buscándose la mano izquierda. Fuera de esta disputa española están los que presionan de verdad: PNV, ERC y PDeCat tendrán la llave de la gobernabilidad y las negociaciones en España.

La izquierda ha perdido la brújula

Lo de la izquierda española es de chiste malo. No puede ser que sus máximos exponentes tengan tan poca idea de las cosas, sean tan manipulables o unos manipuladores tan burdos. Por ejemplo, Pablo Hasel, elevado por la injusticia española a máximo exponente de la libertad de expresión, lamenta que en España no haya chalecos amarillos como en Francia. Por suerte, son muchos los que saben (y por eso afean su comentario) que ese ejército de saqueadores han sido alentados por la extrema derecha francesa, por Le Pen, que perdió la segunda vuelta contra Macron. Que alguien le dé una brújula. O un periódico.

A Arrizabalaga no la va bien

No dudo ni por un segundo que Kepa Arrizabalaga puede ser un gran portero. Pero la presión a la que está sometido y la mala prensa le pueden sepultar. No creo que sea el peor de un Chelsea que acumula decepciones, pero sí al que muchos señalan entre los que no se salvan. Solo hay que meter en el buscador de Twitter “Kepa” y “71” (que son los millones de libras que recibió el Athletic) para ver la cantidad de chistes y chascos que tuitean en inglés. ¿Y si en verano los de Londres fichan a otro portero y el de Ondarroa se tira tres o cuatro años en el banquillo? Para tomar decisiones hay que madurar.

Vox no rasca bola

En la calle son estrellas del rock, y en WhatsApp e Instagram los que llenan todo de mierda y mentiras. Pero cuando llega la hora de la verdad, de momento, vemos que se achantan: en la primera semana del juicio a los independentistas catalanes, los abogados de Vox que ejercen la acusación particular no han logrado ni medio titular. Cuando la cosa se pone seria y juegan los mayores el populismo sufre para hacerse un hueco. Ojalá lo viese todo el mundo antes de que llegue el 28 de abril y sea irremediable que la extrema derecha cabalgue el caballo de la indignación insatisfecha.

Decir y hacer

Del mismo modo, ahora que se acerca una campaña electoral larga, es el mejor momento para tener en cuenta noticias como la que hemos encontrado en El Plural: el consejero de Economía andaluz, de Ciudadanos, dice que los 600.000 nuevos empleos en la legislatura que prometió Juanma Moreno, del PP, en campaña (150.000 al año), son una forma de hablar. Se ve que cuando llegaron a un pacto entre ellos y con Vox para formar gobierno no entraron a discutir una promesa electoral tan importante. Se ve que el poder es lo primero, y si se alcanza con mentiras y falta de compromiso a algunos no les importa.

Toca hacer las listas

Me contaba un representante en Madrid que en el PP los sorayistas estaban sorprendidos ante la forma de hacer política de Pablo Casado, que no se reconocían. Supongo que además, ahora, estarán preocupados por sus puestos: Pablo Casado, atrevido como pocos, estaría preparando según Vozpópuli una “limpia” para asegurarse de que sus representantes en el Congreso después de las elecciones le sean todos leales. Eso significa que la manera de pensar y actuar de Casado puede extenderse al resto de portavoces, miembros de comisiones y, en general, diputados. Qué miedo.

El libro de Sánchez

Pedro Sánchez cometió un error publicando su libro durante la legislatura, y creo que solo incidirá en la equivocación si no cambia de opinión entre que escribo estas líneas y usted las lee. Si no lo ha hecho, esta noticia en El Español seguirá teniendo una terrible validez: “Sánchez ‘ficha’ a Mercedes Milá y Jesús Calleja para presentar su ‘Manual de Resistencia’. El libro, disponible desde el martes, será presentado el próximo 21 de febrero en Madrid con la ayuda de los dos populares presentadores”. Si todo sonaba mal ya, conocer a sus compañeros ha roto la partitura.

La cantera del Athletic

La cuenta sobre estadísticas del Athletic más interesante en Twitter lanzaba hace unos días estas cifras: “En los últimos 5 años, Lezama ha sido la séptima cantera de las 5 grandes Ligas Europeas en minutos jugados y la sexta en número de jugadores (48 en 21 clubes). El Athletic es el equipo que más jugadores usa de su propia cantera. 116.000 minutos, un 60% del total”. Es decir, la cantera sigue siendo importante para nosotros no sólo por sus máximos exponentes hoy (Williams y Muniain), sino por todos esos que forman parte de los equipos de las grandes ligas.

La verdad

Los políticos catalanes que están siendo juzgados en Madrid lo que necesitan es que salga la verdad, porque solo así podrán librarse de las penas que quieren imponerles con saña. Como bien dijo Joaquim Forn en su defensa, Catalunya no declaró la independencia: todo era papel mojado. Así lo hicieron (y así se lo contamos) precisamente para tener una salvaguarda legal. Ahora, después de sufrir a una justicia española vengativa, ese relato, el de la verdad, es el único que puede salvarles. Más les vale a los presos que quienes sostienen y alientan el otro, el falso, dejen de hacerlo cuanto antes.

Y nada más que la verdad

Durante el juicio a los políticos catalanes, el periodista Rafael Méndez tuiteaba: “Junqueras dice que la DUI era parte del diálogo y la negociación. Destaca que él asume las responsabilidades para que no caigan sobre otros. Le ha faltado añadir que no como otros”. Junqueras carga, además de con su responsabilidad, con la de Puigdemont, el mismo que servía de justificación al juez para mantener la prisión preventiva por riesgo de fuga y reiteración en el delito. Urge que empiecen y empecemos a contar la verdad y a explicar los actos de cada uno sin épica ficticia.

Si no, la solución la impondrán otros

Si los catalanes y quienes queremos ayudarles no empiezan a desanudar sus problemas serán otros los que aporten soluciones, como Vidal Quadras en Twitter: “La solución al problema separatista: cirugía (155 amplio por tiempo indefinido) y rehabilitación (cambio en la opinión pública mediante la educación, las redes y los medios de comunicación). Duración del tratamiento: el necesario (mínimo una generación)”. Es decir: borrado de cerebros y aniquilación de ideas. Esto es a lo que se exponen quienes no quieren ser posibilistas por miedo a sus propias mentiras.

Las urgencias de la policía

El Sindicato Unificado de Policías no tuvo ningún reparo en empezar la semana subiendo a Twitter una foto de sus representantes en la manifestación del trifachito junto a Santiago Abascal. Aseguraban que ellos estarán con quien les apoya, independientemente del partido al que pertenezca. Sin embargo, terminaba la semana reclamando junto a otros sindicatos que Pedro Sánchez blinde la equiparación salarial antes de abandonar Moncloa. ¿Es compatible esta exigencia con la foto del domingo, como se preguntaba en Twitter Jorge Matías? ¿O es una especie de chantaje?

Las purgas preelectorales

Por desgracia, hay un Jorge Bustos anterior a su nombramiento como jefe de Opinión en El Mundo, y otro, posterior. El primero era un columnista y cronista extraordinario. El segundo es un hooligan que ya ha dilapida todo su crédito. Sin embargo, a veces surgen destellos en Twitter de lo que fue: “En la Diputación Permanente se están produciendo escabechinas soviéticas. El sanchismo se carga a Barreda y Soraya Rodríguez -por criticar al líder-, el casadismo prepara otra contra el marianismo y el pablismo se dispone a laminar el errejonismo. Ah, el familiar olor de la purga”.

Al final, elecciones

“¿No queríais votar? Os vais a aburrir”, tuiteaba Schultz (uno de esos perfiles que no pertenecen a grandes estrellas pero son especialmente interesantes) con bastante acierto. Llevo años reclamando a los políticos valentía para pilotar también en aguas complicadas: con presupuestos prorrogados, con mayorías parlamentarias que exigen negociar cada ley, con presiones de la prensa y la oposición. Gobernar cuando tienes mayorías amplias que aseguran presupuestos y un calendario legislativo, y con la prensa aplaudiendo, lo hace cualquiera. Bien o mal. Sánchez tampoco ha estado a la altura: elecciones.

Las explicaciones de Sánchez

Pedro Sánchez sabía que todos los periodistas y muchos curiosos estábamos delante de la televisión o el ordenador a las 10:00 de la mañana de ayer, así que aprovechó para lanzarnos el primer mitin de la precampaña. Hizo lo lógico: colocarnos 20 minutos de discurso antes de dar la fecha porque lo que nos contara después poco iba a importar. Lo más llamativo es que Sánchez hiciera suyos los buenos datos económicos… Derivados de la reforma laboral del PP. ¿Acaso cree que alguien va a pensar que sus ocho meses de gobierno han revertido la gran crisis española?

¿Mejorará algo en España?

Esa es la gran pregunta y la respuesta la conocemos: no. El frente nacional de PP, Ciudadanos y Vox no solo estará en la calle, estará también en el Congreso. El PSOE seguirá débil y Podemos seguirá desangrándose. Los partidos catalanes, cada vez más rotos, y los vascos, por suerte, como rocas (aunque eso en Bildu signifique que mantienen graves problemas sin resolver). Lo peor para España, y por extensión para Euskadi, es lo que sugieren en El Plural: nadie quiere pactar con nadie. Salvo Pablo Casado, que estaría encantado de asegurarse y encabezar desde ya la entente con Rivera y Abascal.

Y el PSOE, ¿mejorará?

Esa pregunta es irresoluble: incluso con un resultado extraordinario (e inesperado) del PSOE, es posible que quedaran tensiones y desconfianzas en Ferraz y que, en la campaña de las elecciones municipales y forales, cada barón y baronesa fuera por su cuenta. Pero lo más probable es que el resultado del PSOE sea escaso para todo mientras de rencillas seguirán sobrados. Un ejemplo meridiano: solo unas horas antes de la convocatoria electoral Sánchez laminaba a otros dos críticos: Soraya Rodríguez y José María Barreda, que habían colaborado con la oposición en la crisis del relator.

Lo importante

Ayer, además del día del adelanto electoral pegado a la cita que ya conocíamos, y el caos siguiente, fue un día muy importante: el de visibilización del cáncer infantil. Entre la gran discusión política se colaron mensajes en redes sociales de reconocimiento a los pequeños gladiadores y a sus familias, que plantan cara a la mala noticia con una sonrisa durante el tratamiento. Internet ha servido para que tengan el debido eco estas jornadas que permiten que nos acerquemos, que nos sensibilicemos y que conozcamos mejor a los superhéroes del día a día.

No, no son cuatro gatos

Primero, porque sí parece que hubo más de 45.000 personas manifestándose el domingo tras la llamada de Casado, Rivera y Abascal. Segundo, porque que 45.000 ya son muchísimas personas dispuestas a hacer visible que el pacto de las tres derechas con apoyo expreso de los ultras es una opción política con respaldo. Así que la izquierda tuitera y el nacionalismo con cabeza (que pensamos que esto es cosa de españoles pero, no, nos va a afectar directa o indirectamente en las próximas elecciones) tendrán que ponerse las pilas en vez de ponerse condescendientes y soberbios en Twitter.

Va a acabar peor que Podemos

No me cabe duda de que el “trifachito” va a acabar peor incluso que Podemos, pero mientras tanto pueden hacer un daño terrible: una vuelta a las cavernas real en materia social (¿mantendrán el matrimonio entre personas del mismo sexo?), económica (en nombre del liberalismo), sanitaria (el aborto puede volver a ser criminalizado), de memoria histórica (como estamos viendo en Andalucía)… Con todo atado y bien atado, como dijo el referente de alguno, no importará que el pacto salte por los aires. De hecho, ya hay grietas, como el enfado de Rivera, que se vio en una foto con Abascal a su pesar.

El monstruo muerde a todos

Tampoco tengo duda de que, como en Italia, PP y Ciudadanos están pagando la fiesta pero los ligues se los llevará Vox. Casado y Rivera están alimentando a un monstruo que no van a poder domar, y parece que no lo saben o no quieren enterarse, que es todavía peor. De hecho, el monstruo ya muerde manos: ante el malestar de Rivera por la foto con Abascal (según el de Ciudadanos estaba pactado no hacerla), en Vox han querido dejar claro que los primeros en romper el pacto fueron los naranjas, portando en la manifestación “banderas bruselenses” en referencia a las europeas.

Son los votos, no es España

A estas alturas creo que todos lo tenemos claro: lo del domingo no fue por España, fue por los votos. Pero también espero que todos lo tengamos claro: esa manifestación, con más de 45.000 personas avalando un pacto de derechas que integra a un partido de extrema derecha, a Banon y a asociaciones fascistas, suma votos. Porque son muchos los que se quedaron en casa pero son bombardeados por medios colaboracionistas y discursos irresponsables vía tuit y grupo de WhatsApp, que están valorando como opción votar a esa suma de derechas ante la inacción de Podemos y los tumbos del PSOE.

Y si son en sentido contrario, ojo

Algunos en Twitter hicieron una lectura contraria con la que estoy bastante de acuerdo: también habrá quien, después de ver las fotos del domingo, tenga claro que irá a votar para detener a los cavernícolas. Y ese voto útil suele dar sorpresas, por ejemplo, en Euskadi. Ya hemos visto a Podemos ganar solo en la CAV en unas generales, y el desencanto con los morados puede suponer una oportunidad para el PSOE, objetivo de un extremismo que a los vascos siempre nos ha dado un miedo especial. Así que más vale a todos los partidos que estén espabilados, que la ola ya se dirige al puerto.