La milonga del marinero y el capitán

Está claro que Pablo Iglesias se pide ser el marinero porque el capitán, oh, capitán, mi capitán, para él es Jaume Roures. Su columna en Público es pastosa y en ella omite, porque lo sabe, cómo su líder empresarial mando a FOGASA a trabajadoras y trabajadores de Público, ese diario que él podía “comprar en Madrid” (el resto somos de provincias). El texto de Iglesias es previo a su ingreso en la Complutense que, además de perfectamente lógico, espero que le calme, y también a que haya alcanzado 100.000 euros en unas horas para su canal de televisión, que huele desde ya y desde aquí a Fox cutre con una altura moral estratosférica.

Periodismo de “ir allí y contarlo”

Después del pasteleo gratuito (o no tanto) de Iglesias con Roures, caí en el tuit de Miguel de la Fuente, el cámara de RTVE que ha vuelto a Ucrania, en el que mostraba una cena de periodistas en Odesa junto a Óscar Mijallo, Gervasio Sánchez o Mikel Ayestarán, entre otros y otras. Personalmente, prefiero ese periodismo de “ir allí y contarlo”, que el metaperiodismo de Pablo Iglesias, que no deja de reflexionar sobre qué es, qué debería de ser, quién lo hace mal (básicamente, todos menos él) y la excelencia que han alcanzado en La Base él y sus compañeras y compañeros (elegidos por él).

Alex Scott, en mi equipo

Cada torta que caiga sobre la FIFA y Qatar durante este Mundial están bien dadas. La desvergüenza de Infantino y la soberbia de los emires merecen un buen equilibrio y, para lograrlo, nos necesitamos todas y todos. Por ejemplo, necesitamos a la exfutbolista Alex Scott, que comenta partidos para la BBC y que apareció en una previa con uno de los brazaletes que eran motivo de amonestación solo por llevar los colores del arco iris. La indecencia de quien los ha prohibido, insisto, necesita contrapesos como el de Scott y como todas las críticas que, además, son muchas gracias a una prensa que no se está cortando.

Irán va ganando

No en fútbol pero sí en dignidad Irán va ganando: la negativa de los jugadores a cantar su himno nacional como símbolo de solidaridad a su pueblo, reprimido por el régimen, ha sido un gesto muy significativo e importante. De momento, ningún capitán de una gran selección se ha expuesto a recibir una tarjeta por portar el brazalete arco iris, pero un equipo humilde sí se ha jugado mucho más que una amonestación. Por suerte, hay periodistas en Qatar, por suerte, el boicot (promovido por quienes no iban a ver el Mundial de ninguna manera) no ha impedido que veamos este valiente gesto que esperamos que no sea el último.

Pues a mí no me gusta

No resto ni un ápice de mérito ni talento a Annie Leibovitz que, como escriben en Photolari, ha conseguido que casi cada foto suya sea una noticia en sí misma. Pero tengo que confesar que la que ha hecho a Leo Messi y Cristiano Ronaldo para una campaña de Louis Vuitton no me gusta. El cuadro, la composición y la luz son impecables, pero la imagen no transmite nada: es fría (una crítica que no es solo mía) y es forzada. Ponerles a jugar al ajedrez no me parece una buena idea cuando sus talentos son, evidentemente, otros, y competir en un juego de mente no es sacarles de contexto, es no tener ni idea de qué van el fútbol y la competición.

¡Claro que tenemos que pagar!

Es una millonada, estamos en plena crisis y parece que tenemos problemas más urgentes (en ningún caso, más importantes), pero es evidente que los países industrializados tenemos que pagar por haber calentado el planeta de todas y todos. Tenemos que pagar para revertir lo hecho, tenemos que pagar para que los países menos desarrollados mitiguen los efectos de las consecuencias, y tenemos que pagar para cambiar un modelo económico que hemos desarrollado hasta convertirlo insostenible. Tiene que ser difícil oírlo, entenderlo y ser el que pague la primera factura, pero este tema no podemos demorarlo más.

No Fox, no party

El anuncio de Trump de que volverá a presentarse para ser elegido por el partido republicano para la carrera presidencial estadounidense no me ha sorprendido. Pero sí lo ha hecho esto que lleva César Calderón a Twitter: “Fox News no respaldará la nueva intentona de Trump por llegar a la casa blanca,  tras el desastre de las midterms su apuesta es Ron DeSantis”. La victoria del millonario no puede entenderse sin la participación de Fox y el cambio de caballo de Murdoch puede llevarnos a otra situación que el mismo Calderón avanzaba: si Trump no es elegido por los republicanos podría presentarse por su cuenta y alfombrar el paseo demócrata.

Algo está mal hecho

No tengo pruebas pero tampoco dudas de que hay jueces que están haciendo una lectura de la ley de Igualdad para perjudicar a quien la ha promovido beneficiando a condenados por delitos probados. Pero de lo que estoy seguro al cien por cien es de que algo está mal hecho si cabe esa interpretación evidentemente machista y malintencionada. Así que, además de señalarlo, en el ministerio de Igualdad y en Podemos deberían ponerse a trabajar para rectificar los errores. Y tampoco me vale la llantina de “nos quieren joder”. A estas alturas de la peli si no saben cómo funciona la política que se dediquen a dar charlas.

Este es el escenario

Del mismo modo que creo que Podemos tiene que abandonar el victimismo para darse cuenta de que la política va de hacerlo todo bien y, además, sacar el paraguas para protegerte de las críticas y las malas intenciones, creo que la justicia (igual que las cloacas) no tienen nada especial en contra de Podemos (por mucho que lo griten). Lo que tienen es con su propia ideología reaccionaria, y ese es el verdadero problema: que un juzgado paralice “la emisión del sello del centenario del Partido Comunista tras una denuncia de Abogados Cristianos” (El Diario) es la mejor muestra de lo que escribo. Y para cuando Podemos nació el PC ya peinaba canas.

También a los sindicatos

Tenemos que parar los pies a quienes más contaminan, tenemos que parar los pies a los más reaccionarios en la política y la justicia, tenemos que parar los pies a quienes más lecciones dan y más pena intentan dar, y tenemos que parar los pies a los sindicatos que intentan hacer política paralizando un país. En España, el fracaso de la huelga del transporte promovida por un sindicato afín a Vox es una gran noticia. En Euskadi, tenemos que empezar a hacer lo mismo con esos sindicatos afines a partidos políticos que evitan condenar el fascismo que vivimos en nuestras calles y que pretenden hacer política paralizando un país.

Una buena noticia. O casi

Cuando vi la última hora de Público en Twitter con este titular (“España registra la mayor cifra de empleo desde el tercer trimestre de 2008”), tuiteé que me parecía una buena noticia. Luego vinieron otros datos que relativizan las campanas que ya lanzábamos (yo, incluido) al vuelo. No soy nuevo en esto y sé perfectamente que medios, periodistas y redactores jefe titulan como les da la gana (no siempre de la misma manera dentro de la misma redacción, además), pero a estas alturas todavía me incomoda ver entrar a las cabeceras en campaña, la que sea, por voluntad propia y con más anticipación que los propios partidos.

El contexto

Hace años que un tuitero (me resulta imposible recordar quién fue) escribió “baja el paro, sube el pero”, una frase que he repetido casi cada trimestre bueno para el empleo vasco o español. Empeñado como estoy en distinguir una noticia buena de una mala (algo que no es tan fácil como parece en Internet), celebré la que leí en Público, hasta que empecé a leer otro tipo de titulares que ponían los datos en su contexto: “El paro sube en 60.800 personas en el tercer trimestre pese a crearse 77.700 empleos”, y no es República, precisamente, un medio de noticias tendenciosas ni especialmente duras contra el gobierno español.

Sí lo es

Que Euskadi cuente con selecciones oficiales en surf y pelota es una buena noticia. Sin duda. Sin reflexiones añadidas. Sin peros. Es un avance, y no uno pequeño. Por supuesto, todas y todos deseamos que la oficialidad se extienda a otras disciplinas y alcance rápidamente a los deportes mayoritarios, que son los que darán más visibilidad al País y a nuestra aspiración nacional. Pero atacar el logro solo retrata a quien lo hace. No hay apenas distancia entre quienes lo critican con una bandera de España en la muñeca y quienes lo hacen tras una pancarta por la oficialidad pero un pensamiento limitado, el que limita Euskadi a la CAV.

¿Nos toman por idiotas?

Este titular en El Diario es de esos que es mejor que no leas si tienes la tensión alta y la tolerancia a las gilipolleces, baja: “El PP rechaza cambiar en Madrid la calle Caídos de la División Azul porque homenajea a ‘voluntarios contra la dictadura comunista’”. El entrecomillado es de Borja Fanjul, que ha defendido con especial vehemencia, según la crónica, el rodillo del trifachito, PP-Vox-Ciudadanos, que ha impedido el cambio de nombre de calles en la capital de España con nombres franquistas. ¿Nos toman por idiotas?  Pues quien ha quedado de menos listo es quien defiende un revisionismo que no vamos a permitir.

No eran las palancas

La situación del FC Barcelona es terrible: endeudado hasta las cejas y sobreendeudado este mismo verano, vendiendo lo que aún no tiene, fiaba su carta de la viabilidad económica a su camino en la Champions League, la competición que más riega de millones a los equipos. Pero no ha sido así: una decepción tras otra han llevado al equipo a no pasar a la fase de eliminatorias, que es en la que se juega la pasta gansa. ¿Y ahora, qué? ¿Liga y UEFA van a seguir permitiendo al Club endeudarse aún más el próximo verano? ¿Podrá el Barcelona fichar en el mercado de invierno como si no pasara nada? Porque pasa.

¡Pero qué me estás contando!

Me parece bien que algunas empresas decidan hacer incursiones en el metaverso como algo exótico, diferente, llamativo. Todas y todos intentamos diferenciarnos de la competencia y mostrar que nos adaptamos mejor a los cambios. Pero no por ello hay que dulcificar hasta el empalago una tecnología que, de momento, es un gigante bazar al que no entra nadie: “Un año de revolución del metaverso: el nuevo mundo en el que se mueven 120.000 millones de euros”, titulan en El independiente, medio que “celebrará su Congreso de Inteligencia Artificial en el metaverso” y que lanza cifras como quien lanza confeti.

Un poco de realismo

Es evidente que me gustan más las noticias que hablan de la realidad cotidiana del uso de Internet que hacen las personas normales y los negocios a pie de calle. Y en Pymes y Autónomos encontramos una de esas: en primera persona exponen el motivo por el que una tienda ha decidido lanzarse a las redes sociales. Porque si exponen lo que tienen en ese escaparate virtual pueden ganar clientes potenciales que se dan cuenta de que cerca tienen también lo que piden on-line. Y subraya, además, otra realidad: mantener esa identidad digital no puede suponer un esfuerzo añadido excesivo al o la comerciante.

A ver, Pablo…

Dice Pablo Iglesias que sugerir que La Base, su espacio en Público desde el que analiza cualquier cosa que pase en el mundo, es un poquito prorruso “es una falsedad y una indecencia, propias de El Mundo o de Ok Diario”. Bueno, esa es su opinión, como dice el chiste, pero si nos ponemos serios, yo he leído en sus textos y en los de sus colaboradoras argumentos que aplaudirían en Rusia Today, y no he leído ninguno que agradaría especialmente a Zelenski. Tiene que haber opiniones para todos los gustos, es cierto (salvo para los gustos fascistas), pero también es necesaria, siempre, una dosis de humildad.

El hombre que solo veía impuestos

Martin Varsavsky es de ese tipo de personas que atraviesa un túnel o un puente y solo ve el peaje que le han cobrado por hacerlo, en vez de la obra civil. Literalmente. De hecho, ha publicado un tuit enumerando todas las infraestructuras que ha atravesado durante un viaje en EE.UU. destacando que le han cobrado 140 dólares por hacerlo, según él, “en impuestos”. El analista Markos Moulitsas cogió el tuit del emprendedor al vuelo y lo comentó de manera muy contundente en la misma red social: “Esta es la mierda más tonta que he oído nunca”, en referencia clara a la ceguera selectiva de Varsavsky.

Bonito no es

Me sorprende y me desasosiega la decisión que ha tomado Unai Emery de desvincularse del Villarreal con más de media temporada por delante para empezar a dirigir al Aston Villa. Entiendo que en el fútbol inglés el dinero corre más y mejor porque el reparto es más justo y porque permiten que los dueños inyecten más dinero a los clubes que en otras ligas. No es bonito lo que le ha pasado al próximo rival del Athletic pero estoy seguro de que Emery, igual que a la salida de un córner, ha pensado en todas las posibilidades. Y eso me lleva a preguntarme: ¿qué es lo que nos motiva a tomar las decisiones importantes?

Ahora sí va a Bruselas por Euskadi

Tengo que confesar mi sorpresa cuando vi en la cuenta en Twitter del PP vasco a Carlos Iturgaiz en Bruselas hablando de Euskadi. Hablando mal de Euskadi, claro. En concreto, de su Gobierno. Después de tres legislaturas en el Parlamento Europeo, en las que fue uno de los diputados vascos menos activos (si no el que menos participó) y en las que no tuvo ninguna iniciativa destacada sobre la alta velocidad ferroviaria o la pesca (y eso que presidió la comisión correspondiente), ahora tira de contactos para unos vídeos, unas fotos y unos tuits. Algunos han logrado más con el “parecer” que con el “hacer”. Y así, toda la vida.

La “purga”

No lo digo yo, sino el jefe de gabinete de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay: “Como no hay sentido de Estado, no mantienen ni el mínimo ‘servicio diplomático’ que tenemos: es una purga, no un cambio de Gobierno” (El Nacional). Lo tuitea al respecto del cese de Gorka Knörr, hasta esta semana “delegado del Govern de la Generalitat en la Unión Europea”. El suyo es el caso que más puede impactarnos en Euskadi, pero solo es uno más en Catalunya: “Hasta 11 altos cargos” han sido cesados “en el Departamento de Acción Exterior y Unión Europea” de la Generalitat después de la crisis de gobierno.

Ya está en “casa”

Cuando una deportista de élite llega al aeropuerto más próximo a su casa después de haber protagonizado una gesta lo normal es que se sienta bien. Por desgracia, no es el caso de la escaladora iraní Elnaz Rekabi, aunque haya sido recibida al grito de “campeona” (Vozpópuli). La deportista ha tenido que pisar territorio iraní con el velo puesto y con miedo por si el régimen tomará represalias contra ella por haber participado en una competición sin esta prenda. La propia Rekabi ha explicado en Instagram que con la tensión de la competición se le olvidó ponérselo cuando se le cayó. Solo imaginar su temor ahora genera escalofríos.

Yo no sería capaz

Pablo Iglesias es mucho más listo que yo. Por eso llegó a vicepresidente. Y por eso es capaz de escribir una columnita en Público para hablar de su programa de televisión en esta misma web, La Base, sobre el futuro de China, sin mencionar en ningún momento que se trata de una dictadura férrea en un país con unas diferencias socioeconómicas brutales. Sí admite un “control estatal”, pero como consecuencia: “Por lo que no rompe con Mao”. Pero incluso parece que ve con buenos ojos el “desarrollo” de “la burguesía nacional progresista” “como potencial motor económico”. Ahora desea ver a Xi Jinping librar “la guerra comercial”.

Ha fallecido Claudio Biern Boyd

El tuit de la cuenta de RTVE en la que hablan del inmenso archivo del ente es suficiente: “Ha fallecido Claudio Biern Boyd, el ‘Walt Disney español’, creador ‘David el gnomo’, ‘Dartacan y los tres mosqueperros’ o ‘La vuelta al mundo en 80 días’”. Pocas biografías laborales serán tan conmovedoras para tanta gente y una muestra tan grande de saber hacer. Sí, soy un señor mayor con canas en la barba y un reloj analógico en la muñeca, que disfrutó de la obra de Biern Boyd como un niño, literalmente. Incluso durante el confinamiento Willy Fog nos acompañó varias noches, antes de dormir a mi hija y a mi hijo.