El caos nuestro de cada día

Pedro Sánchez lleva una racha muy mala: si lo suyo claramente era su porte y su voz (además de su capacidad de resistencia) y falla en cada intervención pública que hace, malo. Muy malo. Pero es lo que vemos: el plan de desescalada, si es que se puede llamar “plan”, es una llamada al desastre que solo invita a pensar que volveremos a confinarnos. Sánchez y su equipo de gobierno intentan contentar a todo el mundo: a las personas que seguimos confinadas, a los empresarios que se desesperan cada día y a todas las facciones del PSOE y Podemos. Y, claro, como cantaba Iván Ferreiro, el equilibrio es imposible.

Lo que nos viene

Me temo que, hoy más que nunca, ser realista es ser pesimista. Si en Alemania un confinamiento suave está llevando a un repunte de la pandemia y a medidas más restrictivas, según la web especializada DW.com, el caos español, que afectará sin salvedad a Euskadi, nos devolverá a la cuarentena. Las barbas alemanas señalan el remojo de las nuestras no tanto por Alemania como por país que avanza un poco más rápido. En resumen: si eso pasa allí me temo lo peor aquí, sobre todo, porque cada día es más difícil defender que se deje actuar al gobierno español ante una situación inesperada y terrible.

Noticias que igual no lo son

Siempre he preferido un medio honesto, que deje claro de qué parte está, que uno que vaya de objetivo (y al final resulta el más tendencioso). Pero lo que mina la credibilidad del periodismo es convertir en noticia lo que se explica como contexto: puede ser normal que el gobierno socialista cuente con proveedores de afiliación socialista como importadores de China. Primero, porque un importador puede tener afiliación. Después, porque en esta situación es normal llamar a quien ya conoces. Lo raro sería contratar a importadores sin experiencia que se arriman al ascua del negocio rápido.

Política que no lo es

Lo que seguro que no es política es lo que hace el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando. Lo suyo es activismo, agitación, lo suyo es vivir como un hooligan de derechas. No solo tuitea mentiras: cuando le pillan tiene una forma muy particular de pedir perdón, acusando a los demás de hechos más graves, como las “miles de vidas” que, según él, son responsabilidad del gobierno español. Hernando no tiene vergüenza, eso está claro. Por sus actos cabe pensar que carece de ética y valores. Desde luego, los partidos que alientan a estos personajes no son los que recibirán mi voto.

El futbolista que abrió la puerta a las historias

Estoy seguro de que Michael Robinson tuvo sus sombras: nadie puede ser tan universalmente querido. Yo lo conocí como espectador de sus programas, no me dio tiempo a verlo como futbolista. Y en lo mío, que fue lo suyo, solo puedo darle las gracias: Michael Robinson nos mostró que había otra manera de informar sobre el fútbol, que este deporte que tanto amamos tantos es algo más que crónicas escritas rápidamente y ruedas de prensa insustanciales, que hay historias de jugadores, de clubes y de aficionados, que el análisis táctico se puede explicar, que lo más bello del fútbol se puede contar.

Rafa Hernando pide más

Más de la mitad de esta columna va a ocuparla Rafael Hernando si alguien quiere dejar de leer o pasar directamente a los párrafos finales, lo entiendo porque el portavoz del PP es un sinvergüenza insoportable. Un tipo capaz de reclamar al gobierno español material de protección para los sanitarios dando la cifra de muertos… Como si su partido no gobernase en cinco comunidades autónomas, incluida la de Madrid, donde la gestión privada de la Sanidad ha podido llevar a la precarización cuyas consecuencias sufrimos hoy. Como si Díaz Ayuso no se sacara fotos junto a aviones que vienen cargados desde China.

Rafa Hernando dice “soplapolleces”

Rafael Hernando está confirmando durante esta crisis que es un político despreciable, de los que sobran, de los que no necesitamos. No solo porque se dedique a hacer populismo barato, dando la cifra de muertos mientras lanza la responsabilidad al aire, a ver quién la coge. También porque tuitea de esta manera: “Sánchez traslada el Aló Presidente del sábado al domingo. Y suelta las mismas soplapollaces y mentiras a las que nos tiene habituados. Churchill, Kennedy o Suarez no son nada comparados con él. Gran Timonel al que debemos nuestra subsistencia Nos trata como a idiotas. ¡Basta ya!”.

Rafa Hernando difunde bulos

Quien miente y quien escribe provocando, por supuesto, también difunde bulos. Por ejemplo, ese que tanto han movido en Vox sobre que el gobierno español ha limitado la comunicación en WhatsApp. La propia empresa lo ha desmentido, explicando lo que ya sabíamos: que ha sido una medida a nivel mundial para evitar la propagación de información falsa. Información como la que difunde Rafael Hernando en Twitter. ¿Qué no moverá en WhatsApp, donde solo le ve quien él quiere? Este es el nivel de algunos políticos actuales. Si desde la oposición no quieren colaborar, que no estorben, por lo menos.

Arturo Puente lo resume bien

¿Por qué políticos con experiencia hacen esto? Arturo Puente lo explica también en Twitter: “Todo el mundo con alguna responsabilidad de gobierno está nervioso, porque una crisis así tiene enorme potencial desestabilizador. Y por lo mismo, todo el que tiene intereses está activado, a ver qué cae. La guerra de propaganda es tan intensa que todo puede ser campo de batalla”. Y en medio está la ciudadanía y un Periodismo que no está a la altura, dejándose llevar por la propaganda y el populismo, sin aportar el contexto necesario ni recordar debidamente por qué estamos así.

El pesimismo que comparto

Ando con cierto pesimismo, es cierto. Estos días, en los que he podido alzar la vista del ordenador, he visto en televisión y en los medios digitales la peor versión de lo que somos, como periodistas y como personas. Así que comparto irremediablemente lo que tuiteaba Lontzo Sáinz: “A veces creo que todos tenemos algo importante que aportar, somos personas inteligentes que conocemos nuestras limitaciones y somos capaces de pensar y escribir respetando todas las opiniones. Entro en Twitter y se me pasa”. Yo ni vi lo que venía, ni sé lo que hay que hacer, ni veo lo malvados que son todos los que mandan.

No es el qué, es el quién y el cuándo

El incumplimiento del Estatuto de Gernika y el Amejoramiento navarro lleva ahí 40 años. Eso es lo que han tardado en Bildu en preocuparse por ello (no todos, que a algunos en ese partido les da igual, como me corregían en Twitter). La semana que viene, Mertxe Aizpurua preguntará a Pedro Sánchez si piensa cumplirlos. Y así es como la izquierda abertzale salva Euskadi. Aitor Esteban, por supuesto, se lo afeó, y Aizpurua respondió: ha llegado el momento de ir juntos. Yo no escupiría para arriba, ¿o se creen de verdad que su simple presencia lo facilita todo? Más bien, será al contrario si repasamos su historia.

Y nadie dice nada

Si el jefe de un Estado en el ejercicio de su cargo cobra 100 millones de dólares por una comisión que tiene que ver con el blanqueo de una dictadura y los posteriores negocios de empresas españolas en el país que suelta la millonada, es un escándalo. Se llame como se llamen el Estado y el jefe del mismo… A menos que sea España y Juan Carlos I, al parecer. Daniel Arjona, de El Confidencial, así lo expresa en Twitter: “No es por nada pero este es el mayor puto escándalo de corrupción de la democracia”. Pero salvo algún digital y poco más, nadie está diciendo nada en la España juancarlista.

Ya te gustaría, Rafa

Rafael Hernando llevará traje, pero es un macarra. Habla como un macarra y actúa como un macarra. Sobre Manuel Castells tuiteaba esto esta semana: “Lo de q los Ministros vengan al Senado con la camiseta del pijama, el pelo alborotado y recién levantados de la siesta…. como q no lo veo” (sic). El ministro de Universidades tiene un currículum académico envidiable y todos los que hemos hecho investigación en Ciencias Sociales le hemos leído. Hernando solo es un portavoz conocido porque no le importa llegar al ataque personal y por flotar por muy revueltas que estén las aguas en el PP. Ya le gustaría parecerse a Castells.

Ni en sus mejores sueños

Aunque la actualidad política y futbolística me ha impedido hacerlo antes, no quiero acabar la semana sin comentar la que para mí ha sido una de sus grandes noticias: la rueda de prensa que Albert Rivera convocó para anunciar que había encontrado trabajo. Irrisoria hasta el extremo, la situación le retrata a él, a los suyos y a la nueva política. El periodista Héctor Millano lo resumía en Twitter como nadie: “¿A vosotros también os han nombrado presidente de un bufete de abogados tras 13 años sin ejercer y con tan solo cuatro de experiencia? Yo hoy no he tenido la suerte, a ver si mañana…”.

Hoy es 8 de marzo

Este tuit del PP, sin embargo, me lo he guardado hasta hoy porque es el mejor ejemplo de por qué es necesario el 8-M: le pelea marrullera que empiezan los de Casado respondiendo al ministerio de Igualdad traspasa lo político. Porque, sí, una mujer tiene derecho a emborracharse cuando le dé la gana y volver a casa haciendo eses sola, como hemos hecho todos alguna vez. Todos. En masculino, no en genérico. Porque ellas tienen miedo por culpa también de quienes invisibilizan su realidad. ¿Un ministerio debe calcar un lema de una manifestación? Ese es otro debate. Pero los derechos de ellas no se discuten.

¿Por qué?

Ya que no lo han hecho los anteriores, ni los presididos por el PP ni los presididos por el PSOE, este gobierno español tendrá que demostrar que es de un perfil distinto atajando la mayor estafa legalizada a la que yo he asistido, esa que permite a los productores de energía fijar los precios que quieran. El recibo de la luz “aumentó un 66,8% entre 2008 y 2018” en España (y en Euskadi) cuando la media en Europa fue “del 28,2%”. “Respecto al gas, España es el tercer país europeo con la mayor subida para los usuarios domésticos entre 2008 y 2018: un 25,4%, frente al 9,1% de media en Europa” (Eldiario.es). ¿Por qué?

La cruda realidad

La periodista Patricia Fernández de Lis tiraba de sarcasmo al reproducir en Twitter la indignante noticia que lanzaba la SER: “Arabia Saudí vuelve a separar a las mujeres en los estadios tres días después de la Supercopa. Sorpresón”. Esta es la realidad del país que nos ha intentado vender la RFEF a cambio de una millonada para la propia federación y los equipos más fuertes de la competición (que sí, que a los más pequeños les ha tocado la pedrea, ya lo sé). Y ahora, ¿qué? De momento, el año que viene volverán a contarnos milongas desde allí porque el contrato de blanqueo es hasta 2022.

No lo leerás en los digitales de derechas

Teruel Existe ha tuiteado esta semana que “las 142 estaciones de tren de la España vaciada vuelven a abrirse. Un compromiso del Acuerdo de Teruel Existe: durante 6 meses se estudiará el papel del transporte ferroviario en el medio rural, alternativa a la lucha del cambio climático y la despoblación”, y Rodrigo Cuevas apostillaba: “Pues Teruel Existe ya fizo más por la estación de tren de Piloña que tolos diputaos por Asturies xuntos”. Esto no lo leerán quienes siguen la prensa de derechas, pero es por lo que Tomás Guitarte ha dado su apoyo al nuevo gobierno español. La política es esto. Lo otro es populismo.

Hablando de eso…

España tiene un problema precisamente con el populismo de extrema derecha: que no para de crecer. La cuenta en Twitter del programa de radio de Federico Jiménez Losantos ha superado los 100.000 seguidores e Intereconomía lo ha aplaudido. El radicalizado periodista crece en una red social que no lo hace. ¿Qué significa eso? Que los ultras son muchos y están organizados, que encuentran sus canales para difundir y consumir sus asquerosos argumentarios y, lo más preocupante, que nadie les detiene aunque no se escondan. Al contrario, se sienten empoderados y lo celebran.

Este es el nivel

Todos debemos arrimar el hombro para frenar a la ultraderecha, pero será especialmente importante lo que haga la derecha: si se desmarca y se suma a la mayoría acertará. Si le compra el discurso y se convierte en colaboracionista se lo tendremos en cuenta y actuaremos en consecuencia. El primer paso que tiene que dar Casado para volver al carril de la sensatez es el más obvio: apartar a insensatos como Rafael Hernando, el único capaz de tuitear sobre los conocimientos técnicos de Pedro Duque porque tuvo problemas en público con un iPad. Pedro Duque. El astronauta. Rafael Hernando. El machacas del PP.

Al fascismo, leña

En este tema tengo dudas. Sí tengo claro que a la extrema derecha solo hay una manera de tratarla: mal. El rechazo a quien defiende sus ideas tiene que ser activo, no vale pasar de largo. Por otro lado, soy plenamente consciente de que Vox, Ciudadanos y PP vinieron a Euskadi a provocar, a buscar pelea (y la encontraron), a generar vídeos para las televisiones y las redes sociales, a mostrarse como héroes cuando, como bien dice un tuitero, no pasan de “macarras”, y buscabocas (esto lo añado yo). Lo mejor que podíamos hacer para frenarles, esta vez, era ser activos… En inteligencia. Lo nunca han sido los del pasamontañas y la gasolina.

Antifascistas de postal

Muchos de los que se manifestaron contra Vox o quisieron dejar claro a los de Ciudadanos que en Errenteria no pintaban nada no son antifascistas. Porque al fascismo se le combate siempre, y quien estuvo callado ante el fascismo de ETA (que asesinaba a quien pensaba diferente) ahora se puede manifestar contra quien le dé la gana, pero no puede ir de antifascista por la vida, porque no lo es. Además, en este caso, como destaca Pello Salaburu en Twitter, es un error porque le han hecho la campaña a los ultras a los que, sin duda, siempre, hay que combatir. ¿O estos antifascistas de postal también estaban de campaña?

Ultras de verdad

Muchos que van de antifascistas en Euskadi lo son a medias, porque contra otros no se enfrentaron. Pero los que sí son ultras de verdad son los que vinieron este fin de semana: palizas a manifestantes, como denuncia Pedro Vallín en Twitter, comparando los violentos hechos de Oviedo protagonizados por la extrema derecha española la semana pasada con los de los nazis alemanes; neonazis con condenas por haber salido “de caza” y haber dejado hasta con minusvalías a sus víctimas, como leemos en La Marea; negacionistas del holocausto con espacio en medios igualmente ultras para su paranioas. Esto va en serio.

Abascal salió “corriendo”

Rafa Hernando nunca ha sido un tipo comedido. De hecho, si de algo ha pecado es de lo contrario. Esta semana, para variar, le ha tocado a la cuña de su madera ser el blanco de su trazo grueso: “A ver @Santi_ABASCAL ya está bien de atacar a los del PP y pretender regalar lecciones de valentía porque la realidad es que mientras cientos de concejales y cargos del PP permanecieron en el Pais Vasco y no se rindieron nunca, tú saliste corriendo. No te fue fácil pero respeta” (sic). Pero la pelea de gallos entre un Hernando que tiene que defender su parcela y Abascal no ha dado más de sí: el de Vox no entra al trapo ante nada.

Todo puede darse la vuelta

Solo puedo dar la razón a Iñaki Ortiz ante el notable éxito de Podemos del fin de semana: “Hoy Pablo Iglesias y Alberto Garzón han llenado el Astelena en Eibar, pero como han ido a pedir el voto y no a tocar los cojones para salir en las noticias, han pasado más desapercibidos”. Lo que dice es tan cierto como que cada día hay partidos vascos que llenan plazas en paz sin la repercusión mediática de Vox, Ciudadanos, PP… O Podemos. Por otro lado, la relación con los medios de Iglesias, últimamente, se basa precisamente en esa notoriedad por medio de enfrentamientos, así que, lecciones de humildad, pocas.