Ponte a barrer

Cuando después de un estropicio casero o un desastre natural te ofreces a ayudar y te muestran una escoba solo puedes hacer dos cosas y ambas te definen: o te pones a barrer o te escaqueas. Y Felipe VI se escaqueó cuando Óscar Tarela le ofreció en Mallorca compartir ese artilugio que para el Borbón sería tan extraño y que sirve para limpiar. Hace bien el joven también en explicarse antes de que le señalen por enemigo de España: “Decía que venía ayudar y le ofrecí mi escoba, porque con un apretón de manos, a mí por lo menos no me ayuda en nada”. Necesitamos más Tarelas.

Un año en la cárcel injustamente

Jordi Sànchez y Jordi Cuixart llevan ya un año en la cárcel por haberse conjurado para romper España. Eso es lo que asegura el juez que les mantiene en prisión, aunque no ha mediado juicio ni, por lo tanto, posibilidad de defensa. Su detención preventiva porque ellos solos eran capaces de desmembrar España, según aprecia Llarena, es la imagen de ese Estado para mal y para peor. Si se trata de un país tan débil, malo. Si están en la cárcel de un modo ilógico, incomprensible e injusto, como parece a todas luces, España sería un país con una justicia vengativa e irracional.

El Español blanquea a la extrema derecha

Hasta tres noticias sobre Vox encontrábamos en la web de El Español ayer, y en ninguna dejaban claro que se trata de un partido de ultraderecha. Más bien, al contrario: el colaboracionismo de Pedro J. Ramírez y los suyos es una evidencia y, como tal, tenemos que tratarla: “Vox recupera el brindis de los Tercios de Flandes: ‘Que el traidor a España no encuentre perdón’”, “tatuado con el Che, alcaldable de IU y ahora en VOX: ‘Que me llamen facha o lo que quieran’” y “Los jesuitas niegan un local a Vox en Valencia pero apoyan en Cataluña la autodeterminación”.

Subir los sueldos es bueno

Entre EAJ-PNV apretando al gobierno español para que suban las pensiones y Podemos apretándole para que suba el SMI, el español casi va a parecer un estado que cuida a sus habitantes y no solo a sus élites. Y los que se ponen claramente en contra de esas subidas o forman parte de esa élite o quieren hacerlo como sea. En Twitter respondían al economista utraliberal Juan Ramón Rallo, que preguntaba por evidencias positivas sobre la subida de salarios, con un buen chorro de ellas. En Euskadi es Pedro Azpiazu, no otro, el que lleva meses reclamando la subida de sueldos.

Ya no quedan entrenadores

No hago leña del árbol caído: Luis Enrique no me ha gustado nunca, y menos desde que es un entrenador permanentemente ofendido con la prensa. Su equipo perdió contra Inglaterra pero él saca pecho: que el partido acabara 2-3 en vez de con el 0-3 que llegó al descanso se debe a los cambios y la charla que les soltó entre los dos tiempos. Ahí es nada. Mientras lo leía me acordaba de mi amigo Aner Gondra, que hace meses me alertaba de que ya no quedaban entrenadores. Hoy me resigno a darle la razón: ya casi no quedan “místeres” a los que admirar.

Debatamos

Sigo la recomendación de María José Canel de mantener vivo el debate sobre la posverdad preguntándome: ¿no es hora ya de que dejen de meternos goles a los periodistas con este término y volvamos a hablar, de una vez, de “mentira”? Porque no conozco a nadie que le haya venido mejor la creación de este nuevo concepto que a Donald Trump o Nigel Farage, que mintieron en sus respectivas campañas para ganar asumiendo las consecuencias de la “posverdad”, que nadie ha definido. Si les señalásemos como mentirosos y tramposos, ¿no cambiaría algo a mejor?

Y hablemos claro

Lo más fácil para mí sería que en esta columna les trajese constantemente la opinión de los tuitstars como Gerardo Tecé, pero reconozco que me gusta complicarme la vida y rebuscar. No obstante, a veces los más seguidos, los más retuiteados, llevan toda la razón y la exponen muy bien. Lo ha hecho el mencionado periodista en Ctxt, donde alerta de que los grandes medios españoles no avisan de que Vox es un partido fascista ni de que PP y Ciudadanos no están muy lejos de los de Abascal. Al contrario, según Tecé, esos mismos grandes medios seguirán haciéndoles el peligrosos juego.

Seamos también precisos

Vox no solo es un partido que basa su política en las mentiras que vierten sobre la inmigración, Catalunya o la alarma social. Vox es un partido que ha presentado un programa económico que no aguanta ni media lectura crítica. En El Blog Salmón lo han expuesto en su crudeza: se trata de una serie de soflamas sin base firme, tales como mantener el estado de bienestar bajando los impuestos o ser liberales recentralizando las transferencias de las Autonomías. Por supuesto, también contemplan la supresión del Concierto vasco y el Convenio navarro, como en Ciudadanos.

Si mezclas ganan ellos

Me ha sorprendido para mal la relación de ideas que tuiteó hace unos días un tuitero tan interesante como Don Mitxel Erreaga. Sugería que, como Santiago Abascal y Ortega Lara habían sido víctimas de ETA, hoy eran los buenos de la película en los medios (supongo). Por medio de algún retuit vi que le respondían con acierto: su condición de víctimas es indiscutible. Lo discutible son sus posiciones políticas actuales. Y lleva razón. De hecho, nadie más contento que ellos, que necesitan la notoriedad, de que sea un tercero el que relacione su ideología con la tragedia de ETA.

Zabalgarbi, desde dentro

Tengo a Josean del Moral por un buen amigo y por un tío crítico con su entorno. Así que tengo dos buenos motivos para leer su blog en el que, por su condición de crítico y porque le conozco, me he encontrado un post especialmente destacado: el de su visita a Zabalgarbi. Un relato meramente descriptivo en el que expone el funcionamiento de la planta de valorización: “Gracias a este sistema, Zabalgarbi produce actualmente un tercio del consumo eléctrico doméstico de Bizkaia”, y pone en valor su existencia, recomendando, a la vez, más sencillez en el acceso de los datos vía web.

Dos periodistas asesinados

Victoria Marinova y Jamal Khashoggi son dos periodistas que han sido brutalmente asesinados por hacer su trabajo hace tan solo unos días. La primera fue violada y golpeada hasta la muerte después de haber investigado una serie de fraudes en Bulgaria con partidas de la Unión Europea. El segundo no salió de la embajada saudí en Turquía, donde fue a continuar con su investigación, crítica con el régimen, y terminó torturado, asesinado y desmembrado. Mientras tanto, los periodistas de Reuters, Wa Lone y Kyaw Soe Oo siguen en la cárcel porque el gobierno birmano ha querido impedir que hicieran su trabajo.

Esta vez, sí: fachas

Tiene toda la razón Isidoro Tapia cuando argumenta que en España hemos usado el término “facha” con demasiada ligereza y que, cuando por fin tenemos enfrente a los verdaderos fascistas, no tenemos una manera lógica de denominarlos. Pero eso es lo que son los de Vox y “los constitucionalistas” que se han manifestado en Catalunya varias veces sin que casi ningún medio les llamara fachas. Hasta las teles más progres, esas que en los programas presumen de izquierdas y en las ficciones solo exhiben a policías gringos ultraconservadores, han colaborado en este blanqueo que hay que parar ya.

Y la izquierda, a sus cositas

Ya no es una deriva política en Hungría o Polonia, no son los frikis Le Pen o Farage, no es la excepción italiana de Salvini: la ultraderecha española ha salido de la caverna y pretende ser llave en todos los parlamentos. Así que urge que el primero de nuestros argumentos, el de todos y todas, sea detener a los fascistas. Después, todas y todos podemos seguir con nuestros objetivos políticos legítimos. Lo que no es recomendable ni parece muy inteligente es la autocrítica que ahora se hace “la izquierda” de que mientras estaban con los huertos urbanos los fachas les han comido la tostada.

Les hemos hecho el caldo gordo

El hilo de Pedro Vallín en Twitter sobre cómo los medios han colaborado en el ascenso de la ultraderecha en España como en el resto del mundo me parece de lo más interesante que he leído últimamente: Vallín cree que les hemos hecho el juego colocando en la agenda mediática sus argumentos. La peor cara de la inmigración, el conflicto catalán exagerado, una sensación de inseguridad irreal, dar voz las corrientes críticas a la reinserción de las personas presas… Toda esa alerta que generamos “los medios”, en genérico, es lo que necesitan los fachas para triunfar. Y lo aprovechan bien.

La voz de Coque Malla

No me voy a quedar sin comentar la respuesta que Coque Malla ha dado a Vox por medio de su página de Facebook. El partido de ultraderecha había usado una de sus canciones durante el mitin, “No puedo vivir sin ti”, una canción con una historia curiosa que el propio Malla explica con regocijo: el bulo sobre que esta canción iba sobre la adicción a la cocaína fue muy efectivo, pero nunca dejo de ser una canción de amor. Lo que no sabía y el cantante madrileño explica, es que se trata de una canción de amor entre dos hombres, dos amigos suyos, a los que quiso dedicársela.

La España «viva»

Ha sido un ejercicio interesante observar las diferentes crónicas que los digitales han colgado sobre el acto de Vox en Vistalegre. Sin duda, me quedo con la de Ángeles Caballero en El Confidencial. Caballero “pinta” muy bien el fresco de asistentes al mitin de Santiago Abascal, y concluye que lo previsible se hizo realidad: “Por eso, cuando se habla de tramos del IRPF y exenciones aplauden pocos, por eso cuando se habla de ‘invasión de inmigrantes’ se recogen ovaciones”. Se trata, como afina Caballero, de la España del cabreo, la de la víscera, la que necesita atizar para triunfar.

Los blanqueadores, en la lista

La ola de la extrema derecha llega desde Europa y la hemos detectado hace tiempo. En estos mismos meses muchos han optado por blanquear a los fascistas. ¡Hasta en las teles más progres han hablado de manifestaciones de constitucionalistas en Catalunya para referirse a los cabeza rapadas que ahora se disfrazan de hípsters! Pero para tomar nota, el blanqueamiento de Gonzalo Adán, que defienden que Vox no es ultraderecha en El Español el mismo día que en Pedro J. Ramírez enfoca una noticia tirando claramente de racismo y publica una entrevista a Aznar.

¿Y la derecha tradicional, qué?

Además de interesante, en el caso de Libertad Digital u OK Diario, ha sido divertido observar la posición que han adoptado. Los de Inda han hecho una pieza pulcra que han colocado en medio del marasmo. Sus hermanos mayores, los fachorros tradicionales, han publicado un editorial en el que, cómo no, para hablar de Vox hablan primero de “la izquierda siniestra” y en el que dejan claro que “Vox no es el enemigo” porque, evidentemente, ¿cómo van a señalar a sus propios lectores, compradores y votantes? La derecha se reestructura pero en su conjunto: también los medios.

Las cosas, por su nombre

Pocos han sido tan valientes como los de República.com, que han titulado con esta claridad: “Los ultraderechistas de Vox llenan el Palacio de Vistalegre con más de 10.000 seguidores”. Llevo tiempo diciéndoles que en este digital conservador hacen bien las cosas, pero no logran diferenciarse del resto porque les falta esa personalidad que sí tienen el resto de medios tirando a la derecha que les he mencionado en esta columna. Lo dicho, que bien dicho (permítanme el trabalenguas) porque casi nadie se ha atrevido a llamar por su nombre a los fachas de Vistalegre.

No son pocos. No somos cobardes

Llevo meses escribiéndolo y diciéndolo donde me piden opinión: la amenaza de la extrema derecha es real y seria. No ya solo en Europa (Francia, Italia, Reino Unido, Hungría, Polonia, Holanda…), en Brasil el líder del partido más a la derecha ha barrido en las primarias y, salvo sorpresa, seré el próximo presidente. Ese país gigantesco en el que Lula encabezó una revuelta progresista en el mundo, ha reaccionado apostando solo unos años después por el extremo derecho. Así, Bolsonaro sigue la estela de Trump que, por supuesto, también forma parte de esta liga ultra.

Revelaciones de un marciano

El relato se construye solo: José Antonio Campoy dirige una revista en la afirma que el cáncer se desarrolla por motivos temperamentales, que la quimioterapia no es efectiva o que el ébola no es una enfermedad real. Esa revista, según El Español, llega a facturar 500.000 euros anuales difundiendo semejante contenido, sugerido, y aquí viene lo más interesante, por las revelaciones que en los años 90 sufrió Campoy en sus repetidos encuentros con los extraterrestres. Él lo cuenta, él se lo cree, él se lo guisa y se lo come gracias a quienes coleccionan sus mentiras.

Vox crece

Veremos si finalmente materializan alguno de esos escaños o concejales que diferentes fuentes dan al partido de Abascal, pero es evidente que Vox crece en número de afiliaciones y donaciones: de 3.000 afiliados que tenía en julio de 2017 habría pasado a 11.000 actualmente, según El Plural. Y en lo que vamos de año habría ingresado un millón de euros en donaciones para, entre otras cosas, cambiar su sede a una mucho mayor. Cómo ha logrado llegar hasta aquí, fracaso electoral tras fracaso electoral, es un misterio. Pero el contexto europeo les ayuda a seguir creciendo.

Pérez-Reverte es la valentía

Arturo Pérez-Reverte empieza a convertirse en un personaje delirante, un tipo duro que ha visto más horrores que nadie y que ha estudiado más guerras cruentas que ninguno. Un hombre de acero, como las espadas y las bayonetas de sus personajes de novela. Un tipo capaz de despreciar a Picasso porque, entre otros motivos, nunca estuvo en una guerra. Dejando a un lado el talento para lo suyo del pintor y el escritor, no me parece muy inteligente desacreditar a Picasso como persona que hizo frente a una dictadura creando una obra icónica y convirtiéndose en un modelo cultural.

Otra burbuja

Ahora que ha pasado el verano esos pisos de alquiler ocasional de los que tanto hemos hablado tienen mucha menos actividad y, por lo tanto, generan menos ingresos (y problemas). Ahora, en definitiva, el cuento de la lechera cambia y podemos echar un ojo a otro tipo de cálculos más conservadores: en El Confidencial leemos que solo dos de cada diez pisos que se ofertan en Airbnb generan más ingresos que si estas viviendas tuvieran un alquiler tradicional. Pero el daño ya está hecho y el negocio, para los de la App y otras empresas, generado y ganado.

Una inmensa burbuja

Bill Gates está teniendo una madurez muy interesante: después de reinventar el negocio del software y manejar casi un monopolio informático, se ha asentado como un interesante filántropo y un empresario que supo definir el negocio de los intangibles y hacer mucho, muchísimo dinero con ello. Tanto que ha sido el más rico del mundo… Hasta este año, que le ha desbancado Jeff Bezos. La fortuna de este último no tiene nada que ver: está basada en la especulación (la promesa de lo que Amazon será), el abaratamiento constante de costes y un marketing gigantesco.