Un nazi es un nazi

Bohemian Browser Ballett, una especie de grupo de creadores que se dedican a generar contenidos para, en forma de sátira, llamar la atención sobre temas que deberían de ser evidentes, acaban de producir un vídeo sobre por qué hay que llamar nazis a los nazis, del que se ha hecho Sonia Andolz en Twitter, entre muchos otros. En el clip, un mando de las SS pregunta a un ciudadano alemán si tiene pinta de nazi, si se comporta como un nazi y si acaso el Führer le parece también un nazi. Es ridículo, lo sé, y ahí radica la denuncia porque en 2019 estamos blanqueando a los nazis y no podemos permitírnoslo.

Y si lo reconoce, más

Vox celebró el lunes su resultado en Madrid con una foto del Ayuntamiento y unas letras cutres sobreimpresionadas: “Ya hemos pasao”, decían, apócope incluido. Y no es casual: se trata de una parte de una canción falangista que habla de la toma de Madrid. Vamos, que no se esconden, al contrario: se ríen de que, como los fascistas, han vencido en Madrid de la mano del PP y de Ciudadanos, sin cuya colaboración necesaria los de Santiago Abascal no tocarían poder ni de casualidad. Así están las cosas: algunos hacen suyos lemas falangistas y otros colaboran en su ascenso. ¿1936? No, 2019.

No fue la división

En este contexto, el dato que ofrecen los de “Madito Bulo” es importante: Manuela Carmena no ha perdido el ayuntamiento de Madrid por la división de voto de la izquierda. De hecho, según los cálculos de esta web, si los votos de la alternativa de Podemos hubieran ido directamente a la de la alcaldesa en funciones, el resultado hubiera sido el mismo: PP, Ciudadanos y Vox sumarían para gobernar. ¿La fragmentación de la oferta ha desmovilizado a los votantes de izquierdas? Puede ser, pero también puede ser que la gestión en el Ayuntamiento no haya sido suficientemente buena.

Un peligro “público”

A los nazis les sigue otro grupo ideológico peligroso: el de los neoliberales radicales. Economistas que creen que la libertad absoluta y lo privado es la solución a todos los males. Sobre todo a los suyos. Uno de los especímenes más peligrosos es Juan Ramón Rallo, que tuvo un fin de semana “glorioso” en varias discusiones en Twitter sobre la sanidad pública. Decía Rallo, sin miedo al ridículo, que la sanidad privada era suficiente y, más adelante, que lo era en el caso de enfermedades menores, que para un cáncer estaba bien lo público, pero que no podía financiarse vía impuestos. De locos.

La némesis

La némesis de estos neoliberales a los que no debemos permitir que tengan capacidad de decisión nunca podrían ser las mujeres progresistas y feministas. Pero que sean lo contrario en el aspecto ideológico no significa, necesariamente, que generen más seguridad. Este tuit reciente de Pikara Magazine es un buen ejemplo: “La epidural convierte el parto en un acto silencioso y desconectado del cuerpo. En el parto gemimos, como cuando tenemos orgasmos. Pero el silencio es más cómodo en un entorno aséptico”. Simplemente, no hay nada que justifique esta opinión salvo la libertad de expresión que nos asiste a todos.

Celebrar derrotas

“Hay que celebrar” es una frase a la que recurro habitualmente. Cuando aparece una razón hay que celebrarla, porque motivos para pasar otro día cansado y corriendo de un lado para otro siempre hay. Pero una cosa es celebrar con facilidad y otra hacerte trampas al solitario como está haciendo Bildu: festejar, como Otegi, que su formación ha sacado “en las europeas 1.250.000 votos y 3 eurodiputados. Son unos resultados históricos” es engañarte a ti mismo y a tus votantes para darles un motivo que les permita abrir una cerveza. Pero también es ridículo, se ponga como se ponga la clac.

De izquierdas, pero menos

Marcelino Madrigal no puede ser más lapidario con su tuit: “No. Madrid no es de derechas. Madrid es de izquierdas menos los domingos si hace solecito”. Y Madrid es de derechas: la ciudadanía ha elegido votar a las opciones que posibilitan una mayoría de izquierdas menos y que a las opciones que posibilitan una mayoría de derecha y extrema derecha. El problema es de los que han ejercido su sufragio pasivo: los que han partido la izquierda en demasiados cachitos y los que no tienen pudor en contar con Vox para la suma. Pero a la ciudadanía no se le puede culpar por lo que elige. De primero de democracia.

Errejón y los “balones fuera”

Juan Carlos Monedero se apresuró a decir que la culpa no era de los suyos, sino de los que se fueron. Pero quien puso la excusa más peregrina a su derrota es Iñigo Errejón, que pidió a Podemos que analice los resultados y que no eche “balones fuera”… ¡El mismo que acaba de echar balones fuera pidiendo a otros que se responsabilicen de sus malos resultados derivados de sus malas decisiones! Lo de la izquierda española en general (también en Euskadi) y, en concreto, lo de la izquierda madrileña, parece de chiste. Siempre lo ha parecido, pero Podemos ha logrado que pongamos el foco sobre sus autoparodias.

No solo Madrid

Pero el desastre de Podemos supera las barreras de Madrid. Ícaro Moyano destacaba en Twitter que las opciones de Pablo Iglesias para la capital y la comunidad habían quedado en el sexto puesto electoral, pero en general el descenso es notorio. Empezando por la CAV donde la pérdida de apoyos y capacidad de influencia es indiscutible (y que maquillarán regalando algunas alcaldías de Bildu), siguiendo por Navarra, donde han hecho perder a GeroaBai sus opciones de gobierno, y terminando en España, donde han perdido muchísimos diputados en las autonomías que estaban en liza.

Deporte femenino en EITB

La televisión pública vasca hoy es “causus belli” especialmente para Bildu, Podemos y PP. A veces, con cuestiones peregrinas y, en otras ocasiones, con noticias generadas a partir de la nada con la colaboración de medios privados. Pero hay méritos que hay que reconocer a los profesionales y la dirección del ente: Sara Gándara y Janire Fragua han hecho una sección de deportes de la que presumir en cuestión de género. ¿Se puede mejorar? Seguro que sí y es labor de todos y todas, pero la cobertura y la información (porque las deportistas no son tan conocidas como los chicos) me parecen las mejores del panorama actual.

Europa importa

Hoy elegimos a quien nos pone luces, nos pavimenta y gestiona nuestros residuos. Hoy elegimos cosas muy importantes. Pero todo ello viene marcado, aunque no lo parezca, desde hace un par de años por Bruselas. Cuando uno va de visita al Parlamento te lo advierten rápidamente: si sigues su actualidad podrás anticipar la legislatura local de cada estado miembro. Así que hago mío el post en El Blog Salmón sobre lo importante que es votar hoy en las Elecciones Europeas, y hacerlo pensando en cada uno de nosotros y no en la foto de reparto de escaños de los grandes partidos españoles esta noche.

Madrid y las afueras

Pese a lo muy pegadas a nuestro día a día que están las elecciones que hoy celebramos en Euskadi (insisto, empezando por las europeas), esta noche sufriremos en las televisiones de ámbito español una atención exagerada a las elecciones en Madrid. Es una de las perversiones del sistema de medios en España: Madrid carece de prensa local porque los medios “nacionales” ejercen además como regionales allí. Así que la batalla de Madrid, especialmente relevante por el peso de Vox y “las izquierdas”, no lo negaré, va a dar guerra informativa a quien elija medios españoles para informarse de su pueblo y territorio.

La segunda vuelta de Vox

Los 24 escaños que ha logrado Vox en el Congreso de los Diputados, sin duda, es un resultadazo. Parece hasta un milagro si uno dedica más de dos minutos a escuchar los argumentos de sus principales líderes. Pero España es así a veces. Hoy, sin embargo, Vox parece que no es tan importante porque, como le pasó a Podemos aunque quiso evitarlo proponiendo otras marcas, en las municipales han saltado a la luz casos de ultraderechistas o candidatas como María Salud Anguita Verón, número uno a la alcaldía de Jaén y acusada en 2009 por haber sustraído productos de un supermercado sin abonarlos.

Y la doble moral de Podemos

Creo sinceramente que Iñigo Errejón ha explicado mejor que nadie lo que ha pasado con Amancio Ortega: uno puede dejar la propina que quiera después de pagar la cuenta. ¿Aporta en impuestos directos y directos un gran capital a la hacienda española? Seguro. ¿Habrá usado arquitectura financiera para pagar menos impuestos? Entra dentro de lo posible. ¿Es bueno que gracias a sus donaciones haya nuevos equipos médicos contra el cáncer? Sin duda. Y llegamos a la última pregunta: ¿gobiernos apoyados por Podemos han aceptado esas donaciones a las que se oponen? Según La Información, sí.

Guardiola, siempre en mi equipo

Ojalá después de haberlo ganado todo a Guardiola le apetezca enfrentarse a retos como el que supone el Athletic. Mientras llega ese momento y pese a tener a la prensa española en su contra porque es nacionalista catalán (¿quién es el que señala y maltrata al que piensa diferente?), sigue dándonos lecciones de fútbol y de vida. Fonsi Loaiza, oportunista como pocos, esta vez acertaba tuiteando la respuesta del se Santpedor: preguntado por cómo se sentía siendo el suyo el primer equipo que ganaba todos los títulos de Inglaterra en un año, Guardiola respondió que ya lo había logrado antes un equipo femenino.

Un mitin para nadie

Albert Rivera ha inventado una nueva categoría de mitin, el mitin para nadie. En Ugao, ayer, había más gente sobre el escenario, todos los de Ciudadanos de fuera del municipio e incluidos los gorilas, que escuchando el mitin si no contamos a los muchísimos periodistas que cubrieron la última provocación de Rivera y los suyos, que tienen todo el derecho a hacer un mitin donde quieran. Pero lo de ayer no fue un mitin. La política de la foto en Instagram, el tuit y el vídeo en Facebook sustituye preocupantemente a la de las ideas porque algunos la hacen suya sin vergüenza y sin que les importe la democracia que debemos preservar.

Un nazi es otra cosa

Un nazi es otra cosa, es alguien que cree que matar por millones al que es diferente solo por serlo estuvo bien, es alguien que cree que hay seres humanos de primera y de segunda, y que practica cada día esa diferencia con violencia estructural y directa, es alguien que está fuera de su tiempo y fuera de cualquier espacio, que sobra. Odiar a un nazi, por lo tanto, no es como odiar a un semejante, e incitar esa repugnancia a quien defiende la ideología que más daño ha hecho a la humanidad no debería de ser delito, como sugiere la fiscalía del Estado y recoge La Vanguardia, sino una obligación. Así que la fiscalía puede irse a la mierda.

Un silencio es divino

Txema Ramírez de la Piscina escribió en su libro sobre asesores de comunicación que “un ‘eeeh’ es humano pero un silencio es divino”. En general, creo que callarte cuando no sabes qué decir no está suficientemente valorado. Así no perderíamos el tiempo escuchando gilipolleces. Pero lo de perseverar en el cagarro que acabas de soltar (y ninguno estamos libres de decir una tontería) ya es otra categoría: Isa Serra ha lanzado un tuit con su propia intervención en la que quiere revertir la desigualdad en la Sanidad Pública que nos segrega, según ella, hasta por ser hombres y mujeres.

Poco a poco

Lo de los influencers lleva tiempo pareciéndose más a una moda que a un cambio real. Una moda que, en esta época de intensidad virtual, en realidad solo lleva unos pocos años funcionando pero ya da síntomas de agotamiento. Ícaro Moyano ha compartido en Twitter un estudio sobre marketing en moda que incluye “dos conclusiones valiosas: la fuerza de los influencers se desploma y la importancia de las marcas con valores y misión se dispara”. A veces cuesta pero el sentido común suele acabar por imponerse. Por si acaso, lo que nunca, nunca falla es preservar tu marca contra las modas y quienes viven de ellas.

“Futbolistas descubren lo que es ir a trabajar”

Si Petite Brunette lo ha dicho mucho mejor de lo que yo sería capaz la cito y termino antes. Esta tuitera se refería a las declaraciones de Gareth Bale en las que se quejaba de que en le imponen horarios y le dicen dónde tiene que estar y qué tiene que hacer (supongo que cosas tan locas como jugar, entrenar, descansar o posar para un spot). Por ese sufrimiento parece que cobra unos 15 millones de euros anuales (algunos patrocinios y primas de su selección, aparte). Terrible. Horroroso. Inhumano. Para que se hagan una idea, en la entrevista posa jugando al golf una mañana cualquiera. Algunos se ganan la antipatía con esfuerzo.

Por donde han venido

Me gusta ver turistas en Euskadi, me alegra ver a profesionales descubrir la ciudad después de un congreso, me enorgullece saber que han venido de instituciones lejanas o cercanas a conocer cómo hemos salido de la violencia y las sucesivas crisis económicas. Pero no soporto ni soporté que vengan a utilizarnos, a decirnos lo que nos pasa y qué tenemos que hacer, y a exhibirnos como aborígenes incivilizados. Así que, por mí, hoy Albert Rivera puede irse por donde ha venido y, a poder ser, con la mayor indiferencia de las y los Ugaotarras, pero seguro que hay alguno que hace justo lo que Rivera espera y desea.

Vox y los derechos de los otros

Ocupar el que tradicionalmente ha sido tu sitio en el Congreso es un derecho adquirido, y cobrar por usar una foto que has sacado, un derecho laboral, que es bastante más grave. Vox ha empezado la legislatura sentándose donde le correspondería al PSOE por cortesía parlamentaria, y Santiago Abascal, utilizando una foto de Dani Gago (fotógrafo de Podemos en el Congreso, para más retranca) sin pagarla que se sepa ni atribuirla (eso es más palpable). Un comienzo prometedor para ver lo que les importan los demás y que viene a confirmar eso de que a veces los ogros parecen ogros.

Algunos no se dejan tomar por tontos

El periodista madrileño Ícaro Moyano tiraba de sarcasmo para dejar claro que a él tampoco le gusta que otros le tomen por tonto: “Ya veréis el disgusto que se lleva Borja cuando se entere de quién gobierna en Andalucía”. Se refiere a Borja Sémper y al titular que el candidato a alcalde de Donostia dejaba en Eldiario.es: “Vox es un partido diametralmente opuesto a lo que representa el PP”. En efecto, el PP de Sémper es el mismo que alcanzó un acuerdo con Vox para gobernar en Andalucía, y el jefe de Sémper, Pablo Casado, hace solo unas semanas cerraba la campaña del PP ofreciendo ministerios a Vox.

El periodismo que iba a cambiar el periodismo

Miren, todos hacemos lo que podemos en este oficio: los medios luchan por seguir en antena o en las imprentas otro año, y los periodistas peleamos por mantener nuestros puestos de trabajo para seguir pagando hipotecas, cuentas en el Eroski y, de vez en cuando, unas cervezas. Y si hay que hablarles de Twitter otro día lo haremos. Pero, ¡líbrenme de directores como Pedro J. Ramírez que se pasaron meses asegurando que sus medios iban a revolucionar el periodismo y hoy informan de que hay Apps que convierten nuestros rostros en caras de perros y gatos! Que no pasa nada… Si no lo has dicho todo antes.

Así es

Josu Eguren tuiteaba hace un par de días con su habitual mala uva que “si una serie, libro o película no aguantan un spoiler es que son una puta mierda. Y ahí está ‘Psicosis’ como prueba eterna de esa afirmación”, y solo pude rendirme a la evidencia. Nunca he visto un capítulo de Juego de Tronos y ahora que conozco el final y, sobre todo, que todo se basaba en la expectativa de una sarracina maniquea en la que ganaran los buenos (así escrito promete poco), dudo de que empiece a hacerlo. Invertiré mi tiempo en cosas igual de mainstream pero disfrutando del camino, que es lo que siempre me ha gustado.