Democracia capciosa

Izaskun Bilbao fue contundente en Twitter: “Una decisión arbitraria e injustificable. Carles Puigdemont y Toni Comín han sido elegidos eurodiputados con el apoyo de 1.025.000 votos. Los que presumen de ‘cumplir la ley’ saltándosela a la torera y pisoteando derechos fundamentales. Lamentable”. Su afirmación fue retuiteada más de 2.300 veces y acumuló más de 4.000 “likes” rápidamente por la sencilla razón de que le asiste la razón. Si pueden presentarse y pueden ser elegidos lo lógico es que puedan ejercer. Quien se lo impida estará manipulando los resultados electorales porque no le gustan.

Menos lobos…

¿Se acuerdan de Yanis Varoufakis, aquel ministro de Economía griego que puso en jaque a Europa porque no quería aceptar las normas de juego? Al final, Alexis Tsipras le pegó la patada porque vio claro que Varoufakis estaba poniendo en riesgo la viabilidad de su gobierno y de la economía griega para mayor gloria… de él. Después de visitar a Assange y vivir bien (porque como economista ha sabido hacer dinero en un sistema neoliberal), el 26-M se presentó a eurodiputado en Alemania. ¿Saben qué resultado obtuvo? El 0,30% de los votos en el país. Su partido fue la decimoprimera opción de las y los votantes alemanes.

La democracia de Change.org

Desconozco si, finalmente, hoy se celebrará la manifestación que, al parecer, han convocado vía Change algunos incautos como Noelia Lozano, una de las primeras que tuiteó al respecto: “Y si pedimos muy fuerte con un @change_es que Carmena se quede? que salga la gente a las calles a pedir que se cumpla la mayoría? lo que ha votado el pueblo madrileño!” (sic). Me sorprende el desconocimiento de muchos de cómo funciona el sistema democrático, empezando por asumir que su ruido en Internet vale menos que los votos y, en el caso de Madrid, la falta de escrúpulos del PP y Ciudadanos para pactar con Vox.

La propia Noelia Lozano me escribe en Twitter para aclarar que ella no convocó ninguna manifestación. En el texto de la columna, por culpa de una mala redacción por mi parte, exclusivamente, puede entenderse que sí. En este caso, como en otros que me he equivocado, por supuesto, aclararé lo que sea necesario.

Jugar como modelo de negocio

Sí, jugar a videojuegos es un negocio muy rentable pero para muy pocos. En El Confidencial se han fijado en las grandes estrellas mundiales de este nuevo modelo: Richard Tyler Blevins (alias “Ninja”), Turner Tenney (más conocido como “Tfue”, polémico por sus comentarios cercanos a la extrema derecha), Michael Grzesiek (“Schroud”) han ganado 10, 5 y 2 o 3 millones de dólares, respectivamente grabándose mientras juegan en sus casas (o estudios) con los juegos que les pagan por promocionar. El negocio, según el digital, es sostenible pese a estas cifras por los beneficios que generan los desarrolladores.

Las otras consecuencias del Brexit

Está por ver la consumación del Brexit tras la salida de Theresa May, pero lo que es innegable es que la situación de zozobra se extiende en el tiempo y esta no beneficia a nadie (aunque lo que de verdad perjudica al Reino Unido es la salida definitiva). Uno de los puntos de conflicto es la frontera entre Sur y el Norte de Irlanda, y dentro de ese conflicto hay otro, muy importante para muchas y muchos ciudadanos, ya que el Derry juega en la liga irlandesa desde que equipo y afición se cansaron de ser atacados por su condición de católicos en todos los campos de la liga, casi totalmente unionista.

Ella era Pecas

Parece que el community management se ha institucionalizado por fin: ya hay profesionales de la comunicación especializados en el manejo de las herramientas y los códigos que se usan en redes sociales. En el camino hemos visto (y algunas las he presenciado en primera persona) situaciones muy curiosas, como la que hemos conocido estos días: Isabel Díaz Ayuso, que puede ser presidenta de la Comunidad de Madrid con los votos de Vox y Ciudadanos, llevó la identidad digital de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre, cuando esta era presidenta de Madrid. ¿Algo de lo que avergonzarse? Haber tenido una idea tan horrorosa.

Cuestión de pureza

Manuel Valls es un viejo diablo político. Lo ha demostrado ofreciendo a Ada Colau la alcaldía de Barcelona si se alía con el PSC y con él, y si “rompe” con el independentismo catalán. El francés le ha pasado con cara amable el balón… Y toda la presión. Ahora Colau tiene que decidir si sigue siendo un ser de luz y justicia autoatribuidas o si acepta los votos y las condiciones de quien se alía con Ciudadanos y a la vez exige a los de Rivera que no pacten con Vox. Valls sigue con las manos libres mientras va poniendo lazos sobre las de los demás. Solo falta que veamos si sus nudos aprietan o nadie se siente atado.

Podemos y el sentido de la responsabilidad

Ícaro Moyano tuiteaba esto hace un par de días: “Acabo de leer que Podemos no descarta forzar un adelanto electoral si no hacen ministro a Pablo. Si sacaron un 14% en abril y un 10% en mayo no podemos descartar que para unos nuevos comicios los de Echenique y Monedero quepan todos en un bar pequeño”. El periodista madrileño se fija en cómo los de Podemos hayan apostado por avanzar con paso firma hacia la irrelevancia, pero lo verdaderamente grave es cómo demuestran que no tienen reparos en perjudicar a la ciudadanía provocando otra vez una repetición de elecciones.

La sátira sigue estando permitida

No es lo mismo que un periódico como este informe a cinco columnas de que hay agentes de la Policía Nacional que se drogan sin aportar ni una sola prueba de dicha afirmación, que El Jueves haga un chiste evidentemente satírico sobre que se disparó el consumo de drogas en Catalunya los días previos al 1-O. Parece evidente… Pero ha tenido que sentenciarlo un juez. El abogado Jacobo Dopico se pregunta en Twitter: “¿Algún graduado en Derecho podía esperar otro final para esta causa? Y si era obvio que no podía haber condena, ¿por qué se admite a trámite y se imputa a estos ciudadanos?”.

A ver si, de una vez, somos

Dani Álvarez lo describió muy bien en Twitter: “Futbola: Panama 0 – 0 Izenik gabeko herria”. Evidentemente, se refería a la selección de Euskadi (yo nunca he dejado de llamarla por su nombre) y se refería, evidentemente, al resultado del desastre que generaron los que quisieron apropiarse de la selección vasca como han intentado apropiarse de otros espacios culturales o deportivos. Simplemente, la tontería se tiene que acabar: desde que alguien maniobró para sacrificar el nombre histórico de una selección que compitió representando a un país, no solo a una Autonomía, el apoyo no ha dejado de bajar.

Y Tabarnia, ¿qué?

Cuando Ciudadanos ganó las elecciones catalanas cuatro nacionalistas españoles entre los que destacan Albert Boadella o Federico Jiménez Losantos, crearon Tabarnia, un país dentro de Catalunya que no era independentista. Se inventaron un gobierno (que preside Boadella, bufón de referencia en El Gato Al Agua) e hicieron varias parodias. Hasta el 25 de mayo, momento en el que la cuenta en Twitter “oficial” de aquel invento se quedó callada. Ciudadanos no ha ganado ninguna alcaldía, ni siquiera en los feudos más relevantes de Tabarnia, que empieza ya a ser un recuerdo ridículo.

Vox es un colector

Lo bueno que tiene Vox es que es una especie de colector o vertedero. En ese partido está acabando lo que, en plata, llamaríamos “lo puto peor”. Políticos que solo han vivido de ser enchufados, militares ultraderechistas, neonazis condenados por dar palizas y, ahora, un candidato que mostraba en un vídeo cómo usar algo parecido a la Burundanga, esa sustancia que inhibiría la voluntad de las mujeres. Según El Confidencial, Luis Mántaras, candidato en Moguer, en ese vídeo también hacía referencia a “La Manada”. El de Vox dice ahora que se trataba de una broma privada y anuncia demandas.

Hemos naturalizado la esclavitud

El titular en la pieza de Directo Al Paladar sobre cómo va a afectar a la hostelería la obligación de registrar las horas extras, es gravísimo: “La mayoría de negocios no son viables pagando las horas extras”. Lo explica, no exento de crítica, un asesor en el área, Luis Salinas, e insisto en la gravedad del asunto: hemos naturalizado la esclavitud, damos por hecho que podemos regalar nuestro tiempo a quien hace caja con él, y hay empresarios (de la hostelería y fuera de ese sector) que directamente hace cálculos contando con que obtendrá más horas de las que pagará. Tenemos que parar esto, por las buenas o las malas.

E Iglesias, su liderazgo

Según El Independiente, Pablo Iglesias dice que él seguirá al frente de Podemos porque es el que tiene capacidad de influencia en el PSOE. Ya lo veremos, porque de momento Pedro Sánchez está jugando muy bien sus cartas despreciando a quien no supo gestionar su éxito ni sabe gestionar su partido. Según Ana Cabanillas, autora de la pieza, Iglesias estaría ganando tiempo en el ostracismo (no ha dado la cara después de dos derrotas importantes seguidas) para obtener su ministerio y dejar el partido en manos de la madre de sus hijos. Un cambalache que le beneficia, sobre todo, a él. España y su partido van por detrás.

¿Qué supone?

El guionista portugalujo Raúl Díaz ironizaba sobre el anuncio de Juan Carlos I de su salida de la vida pública: “Está bien que el Rey avise de que se retira, por si acaso no nos dábamos cuenta”. Porque, ¿qué supone esa retirada? ¿Dejará de viajar a cuenta de todos? ¿Dejará de dejarse agasajar por empresarios y jeques que, luego, colarán como gastos indirectos esas cortesías? Si algo hemos aprendido con la restauración de la monarquía es que por un lado van las fotos oficiales y por otro, el dinero. Ya sé que no va a pasar pero estaría bien que nos contaran la verdad de una vez.

Un nazi es un nazi

Bohemian Browser Ballett, una especie de grupo de creadores que se dedican a generar contenidos para, en forma de sátira, llamar la atención sobre temas que deberían de ser evidentes, acaban de producir un vídeo sobre por qué hay que llamar nazis a los nazis, del que se ha hecho Sonia Andolz en Twitter, entre muchos otros. En el clip, un mando de las SS pregunta a un ciudadano alemán si tiene pinta de nazi, si se comporta como un nazi y si acaso el Führer le parece también un nazi. Es ridículo, lo sé, y ahí radica la denuncia porque en 2019 estamos blanqueando a los nazis y no podemos permitírnoslo.

Y si lo reconoce, más

Vox celebró el lunes su resultado en Madrid con una foto del Ayuntamiento y unas letras cutres sobreimpresionadas: “Ya hemos pasao”, decían, apócope incluido. Y no es casual: se trata de una parte de una canción falangista que habla de la toma de Madrid. Vamos, que no se esconden, al contrario: se ríen de que, como los fascistas, han vencido en Madrid de la mano del PP y de Ciudadanos, sin cuya colaboración necesaria los de Santiago Abascal no tocarían poder ni de casualidad. Así están las cosas: algunos hacen suyos lemas falangistas y otros colaboran en su ascenso. ¿1936? No, 2019.

No fue la división

En este contexto, el dato que ofrecen los de “Madito Bulo” es importante: Manuela Carmena no ha perdido el ayuntamiento de Madrid por la división de voto de la izquierda. De hecho, según los cálculos de esta web, si los votos de la alternativa de Podemos hubieran ido directamente a la de la alcaldesa en funciones, el resultado hubiera sido el mismo: PP, Ciudadanos y Vox sumarían para gobernar. ¿La fragmentación de la oferta ha desmovilizado a los votantes de izquierdas? Puede ser, pero también puede ser que la gestión en el Ayuntamiento no haya sido suficientemente buena.

Un peligro “público”

A los nazis les sigue otro grupo ideológico peligroso: el de los neoliberales radicales. Economistas que creen que la libertad absoluta y lo privado es la solución a todos los males. Sobre todo a los suyos. Uno de los especímenes más peligrosos es Juan Ramón Rallo, que tuvo un fin de semana “glorioso” en varias discusiones en Twitter sobre la sanidad pública. Decía Rallo, sin miedo al ridículo, que la sanidad privada era suficiente y, más adelante, que lo era en el caso de enfermedades menores, que para un cáncer estaba bien lo público, pero que no podía financiarse vía impuestos. De locos.

La némesis

La némesis de estos neoliberales a los que no debemos permitir que tengan capacidad de decisión nunca podrían ser las mujeres progresistas y feministas. Pero que sean lo contrario en el aspecto ideológico no significa, necesariamente, que generen más seguridad. Este tuit reciente de Pikara Magazine es un buen ejemplo: “La epidural convierte el parto en un acto silencioso y desconectado del cuerpo. En el parto gemimos, como cuando tenemos orgasmos. Pero el silencio es más cómodo en un entorno aséptico”. Simplemente, no hay nada que justifique esta opinión salvo la libertad de expresión que nos asiste a todos.

Celebrar derrotas

“Hay que celebrar” es una frase a la que recurro habitualmente. Cuando aparece una razón hay que celebrarla, porque motivos para pasar otro día cansado y corriendo de un lado para otro siempre hay. Pero una cosa es celebrar con facilidad y otra hacerte trampas al solitario como está haciendo Bildu: festejar, como Otegi, que su formación ha sacado “en las europeas 1.250.000 votos y 3 eurodiputados. Son unos resultados históricos” es engañarte a ti mismo y a tus votantes para darles un motivo que les permita abrir una cerveza. Pero también es ridículo, se ponga como se ponga la clac.

De izquierdas, pero menos

Marcelino Madrigal no puede ser más lapidario con su tuit: “No. Madrid no es de derechas. Madrid es de izquierdas menos los domingos si hace solecito”. Y Madrid es de derechas: la ciudadanía ha elegido votar a las opciones que posibilitan una mayoría de izquierdas menos y que a las opciones que posibilitan una mayoría de derecha y extrema derecha. El problema es de los que han ejercido su sufragio pasivo: los que han partido la izquierda en demasiados cachitos y los que no tienen pudor en contar con Vox para la suma. Pero a la ciudadanía no se le puede culpar por lo que elige. De primero de democracia.

Errejón y los “balones fuera”

Juan Carlos Monedero se apresuró a decir que la culpa no era de los suyos, sino de los que se fueron. Pero quien puso la excusa más peregrina a su derrota es Iñigo Errejón, que pidió a Podemos que analice los resultados y que no eche “balones fuera”… ¡El mismo que acaba de echar balones fuera pidiendo a otros que se responsabilicen de sus malos resultados derivados de sus malas decisiones! Lo de la izquierda española en general (también en Euskadi) y, en concreto, lo de la izquierda madrileña, parece de chiste. Siempre lo ha parecido, pero Podemos ha logrado que pongamos el foco sobre sus autoparodias.

No solo Madrid

Pero el desastre de Podemos supera las barreras de Madrid. Ícaro Moyano destacaba en Twitter que las opciones de Pablo Iglesias para la capital y la comunidad habían quedado en el sexto puesto electoral, pero en general el descenso es notorio. Empezando por la CAV donde la pérdida de apoyos y capacidad de influencia es indiscutible (y que maquillarán regalando algunas alcaldías de Bildu), siguiendo por Navarra, donde han hecho perder a GeroaBai sus opciones de gobierno, y terminando en España, donde han perdido muchísimos diputados en las autonomías que estaban en liza.

Deporte femenino en EITB

La televisión pública vasca hoy es “causus belli” especialmente para Bildu, Podemos y PP. A veces, con cuestiones peregrinas y, en otras ocasiones, con noticias generadas a partir de la nada con la colaboración de medios privados. Pero hay méritos que hay que reconocer a los profesionales y la dirección del ente: Sara Gándara y Janire Fragua han hecho una sección de deportes de la que presumir en cuestión de género. ¿Se puede mejorar? Seguro que sí y es labor de todos y todas, pero la cobertura y la información (porque las deportistas no son tan conocidas como los chicos) me parecen las mejores del panorama actual.