Cuando la sigla estorba

Si el partido al que perteneces tiene una pésima reputación tienes un problema, está claro. Y forma parte del juego tomar la decisión de esconder el logotipo. Pero lo que no puedes jugar es a ser lo que no eres, por eso del viejo dicho de que podrás engañar a poca gente mucho tiempo o a mucha, poco tiempo, pero no podrás engañar a todo el mundo todo el tiempo. Y en Euskadi tenemos uno de esos casos que enumeran en El Español sobre los políticos del PP que han ocultado su sigla. ¿También ocultan su ideología? ¿O están a disgusto? Entonces, ¿por qué siguen con esas siglas aunque las oculten? No me gusta que me tomen por tonto.

¿Y tú?

No me gusta Gabriel Rufián aunque nunca negaré que la primera vez que le vi en el Congreso me sorprendió para bien. Una compañera, mucho mejor periodista y analista que yo me advirtió de que no tardaría en ver lo que era realmente. Cuando vi una segunda intervención y una tercera y comprobé que era más de lo mismo, supe a qué se refería. Ahora, Rufián se queja de que Ortega Smith represente a cualquiera con un pensamiento anclado que podemos encontrar acodado en un bar. Lo dice él, que parece el típico progre de postal acodado en la barra de un bar dando lecciones a quien no le pregunta.

Deciden por nosotros

Marcelino Madrigal lanzaba el pasado fin de semana una reflexión al vuelo especialmente relevante: “Nos han colonizado. Es así. Sin pegar un tiro. Y no han sido los Estados Unidos, no. Han sido multinacionales de Estados Unidos que han impuesto sus criterios sobre la libertad de expresión y las ‘buenas’ costumbres que ha decidido un Consejo de Dirección”. Efectivamente: son empresas como Facebook y Google las que están diciéndonos cómo deben comportarse los partidos políticos, los gobiernos, los generadores de información y contenidos culturales, etc., lo deciden unas pocas personas millonarias y estamos acatando.

Hay esperanza

Noticias como la que daba la periodista Analía Plaza casi sin querer, por medio de un escueto tuit, sin embargo, nos reconcilian un poco con el ser humano y hasta con la profesión, en este tiempo de información que se devora a sí misma y de gigantes virtuales que se han tomado muy en serio lo del empoderamiento. Plaza no da detalles, solo escribe que: “¿Os acordáis de esto? Bueno, pues pusieron una demanda y han perdido”. Se refería a la denuncia de Jesús Encinar por la información de Plaza de que el propietario de un portal inmobiliario que recomendaba alquilar invertía en inmuebles para que otros lo hicieran.

El otro fútbol

Con la liga finiquitada es el momento del otro fútbol, el que se juega en los despachos, con representantes a los que el fútbol les importa muy poco y jugadores que besan el escudo el domingo después de firmar la renovación y cuando termina la temporada graban un vídeo para despedirse de la afición. Ya sé que igual estoy siendo un poco pesado con lo de Griezmann, pero uno ya está mayor para llevarse decepciones y prefiere llamar a las cosas por su nombre. El fútbol de los mercenarios existe, incluso es el mayoritario, pero no es el que más espectáculo ni pasión levanta. Y eso es lo que alimenta el fútbol.

Involucionamos

Amazon ha hecho dos anuncios sobre su logística. El primero, el llamativo: va a construir su propio aeropuerto para no depender de otros. Y el segundo, el importante: ayudará a los empleados que pongan en marcha una empresa de transporte… Y de este modo corran con los gastos (vehículos, mantenimiento, seguridad social, etc.) y asuman la inestabilidad que supone que Amazon, como ya ha hecho con otras empresas de reparto, ponga condiciones draconianas. ¡Y a algunos les parecerá hasta moderno! Pero involucionamos: si sirve pedidos necesitará repartidores, no esclavos inducidos.

En el PP ya piensan en el relevo de Casado

Es un secreto a voces y una derivada absolutamente lógica: con el desastre confirmado de las Generales y el más que probable de las Europeas, Municipales, Forales y Autonómicas (en el caso de buena parte de España), en el PP ya piensan en el relevo de Pablo Casado. Y eso, evidentemente, debilita al líder ante su reprobación. Y más cuando las encuestas a lo que apuntan es a la certificación de un fracaso y un modelo político completamente fuera de su tiempo. Así que, en nada, asistiremos a otro proceso político en esta España sorprendente, la de la posible pasokización de un partido de derechas.

Lo que son

No es un vídeo antiguo, de un Ortega-Smith joven y enfervorecido después de haber leído alguna obra sobre Primo de Rivera escrita por algún nostálgico de las dictaduras españolas. No. Se trata de las imágenes de una cena en noviembre, con Vox subiéndose a la ola buena (luego no la surfearon tan bien como casi todos esperábamos), en las que el número dos de Abascal decía a todos los asistentes: “José Antonio Primo de Rivera para mí es uno de los grandes hombres de la historia, (…) que se enfrentó, como nos estamos enfrentando todos, a los enemigos de la patria”. Son lo que son, ellos mismos nos avisan.

Viejo, pero no como yo

Pablo Casado es un viejo dentro de un cuerpo joven y Javier Ortega Smith parece un hombre de los años 30 incorporado a nuestro siglo por alguna máquina del tiempo que Steve Bannon, fundador de la Hydra auténtica (los más frikis entenderán la referencia) inventarán dentro de 50 años. Pero el que de verdad está hecho un chaval, mucho más que yo (que tampoco es difícil) es Mick Jagger. Esta semana que hoy termina un vídeo de 22 segundos de él bailando frente al espejo después de haber sido operado del corazón habrá sido uno de los más vistos en Twitter. Criticaremos su “dieta”, pero le ha traído hasta aquí.

¿Y qué?

En contra de lo que suelen hacer, esta vez en Photolari no se han mojado calificando el “talent show” sobre fotografía que una cadena de pago va a poner en marcha con el reclamo de una de las principales influcencers española, Dulceida. Yo sí me mojo: ¿y qué? Parece que el sector fotográfico anda revuelto porque, además, en el tribunal cuentan con reputados profesionales que se han prestado al espectáculo. Insisto: ¿y qué? Se trata de foto, sí, pero para candidatos a influencers, no para profesionales ni mucho menos para los grandes artistas. Solo es entretenimiento, como los programas de cocina.

La importancia de votar bien

El periodista Alberto Rivera denunciaba en Twitter la contradicción de la diputada de Ciudadanos por A Coruña que celebraba San Isidro con una llamativa pasión por la ciudad. ¿Es legítimo? Claro, tanto como legal. ¿Es relevante? También. Porque, ¿cómo va a defender Marta Rivera la circunscripción por la que se presenta? Los partidos de la nueva política cogen lo peor de la más vieja, aplicando un reparto de puestos en el que se sirven de la representatividad en ver de servir (o por lo menos intentarlo) a las personas representadas. Si los partidos pasan serán los votantes los que elijan.

Y Lacalle pasa de ser diputado

El resultado del PP en las anteriores elecciones, que solo puede ser superado por el desastre que se avecina en las siguientes, ha obligado a Pablo Casado a mover sillas. Así, Daniel Lacalle, el economista ultraliberal que había obtenido un escaño, lo deja para que entre Marimar Blanco. La lectura que estamos obligados a hacer es la de una derrota política, pero tengo la impresión de que a Lacalle no le ha costado: ser diputado le tiene que parecer de pobres a él, que siempre se ha movido en el mundo de la consultoría y las operaciones hechas sin escrúpulos. Otra cosa hubiera sido ser ministro, claro.

Una vida de delincuente

Cuando anunciaron la detención de Josu “Ternera” Urrutikoetxea, una persona que había pasado su vida entre asesinos, en la cárcel o huido, me pregunté si realmente su vida le había merecido la pena. Según leemos en El Confidencial, parece que sí, por lo menos por momentos: rescatan el libro de Jesús Eguiguren en el que califica como “terrorista VIP” a Urrutikoetxea porque entendía de vinos y le gustaba la buena mesa. Salvo esos momentos de tranquilidad, se trataba de una persona distante y acostumbrada a la huida y a mantener el pulso por el control de ETA dentro y fuera de la cárcel.

Negociar con nacionalistas

Si negociar con terroristas no es un delito, y el propio Eguiguren puede corroborarlo, como otros miembros de diversos gobiernos españoles, hacerlo con nacionalistas lo es menos. Pero para Albert Rivera es algo parecido al pecado. Un pecado recurrente, además, ya que lo mismo le sirve para acusar a Pedro Sánchez que a Manuela Carmena. A Carmena, sí, que se presenta como candidata en el ayuntamiento de Madrid, Albert Rivera le acusa de negociar con nacionalistas. No solo lo dice, es que lo escriben en un tuit, lo dejan ahí para que comprobemos lo poco que les importa el ridículo.

Sí, nos retrata

“Que haya miles de personas movilizándose para cambiar la ficción en vez de la realidad es como una maravillosa descripción del siglo XXI”, tuitea con acierto Antonio Martínez Ron después de haber leído que miles de aficionados a la serie Juego de Tronos se han movilizado por medio de una recogida de firmas para que rehagan la octava temporada, que está siendo controvertida. No tengo yo mucha fe en esta mecánica de las firmas, y menos cuando se hace on-line, pero no puede haber una tontería mayor que pretender que otros cambien una ficción a tu gusto. Como sociedad idiotizada, sin duda, nos retrata.

Una vida arruinada

No sé cuántos años pasará en la cárcel Josu “Ternera” Urrutikoetxea a partir de ahora. Solo sé que, hasta hoy, su vida se ha basado en destrozar la de otros, en huir y esconderse, y en contar días entre rejas. ¿Le ha merecido la pena? ¿A cambio de qué, de unas pintadas con su apodo, de unas declaraciones del mismo Arnaldo Otegi que ha terminado copiando el discurso y las campañas de EAJ-PNV? El final de Ternera, como elemento distorsionador de una campaña electoral e icono de una derrota sin honor, dolerá a muchos que nos deben explicaciones y flagelo (sí, flagelo), pero es un epílogo irremediable.

Pero, ¿qué dices?

Cristian Campos ha logrado hacer un hueco en el periodismo de parte que se sitúa entre la derecha y la pared: sus columnas en El Español y sus colaboraciones con Federico Jiménez Losantos vienen siempre caldeadas por unos cuantos tuis de “neocon” histriónico que llegan a sus casi 40.000 seguidores. Esta semana, cómo no, criticaba los fichajes en el trabajo (como buen neoliberal) argumentando que no son pocos los que pierden horas laborales a base de pausas. Sí, existen y todos les vemos hacerlo. Pero sabemos que son la excepción: la norma es el regalo de horas a la empresa, y hay que cambiarla.

Y, ¿qué hacéis?

En esta carrera por ver quién es más liberal de derechas que libran algunos (políticos y opinadores en su mayoría), la gasolina la ponen otros que se autoproclaman de izquierdas: el escrache a Begoña Villacís, embarazada de ocho meses, en la pradera de San Isidro, no es justificable por mucho que la de Ciudadanos ejemplifique, precisamente, ese liberalismo troglodita. La fotógrafa Lupe de la Vallina tuiteaba al respecto: “¿Podéis no escrachear a la gente como si fuéramos una tribu de hooligans borrachos en vez de una democracia donde podemos votar, publicar y esas cosas aburridas de gente adulta? Gracias”.

Díaz Ayuso, icono del PP de Casado

Aunque Pablo Casado intente salvar el desastre de su partido por todos los medios, incluido el de cambiar a Aznar por Rajoy como padre político, lo va a tener difícil precisamente porque él mismo ha puesto en marcha la maquinaria que va mascando la tragedia lentamente: Isabel Díaz Ayuso está empeñada en demostrar su torpeza en Madrid, como ya hiciera Cayetana Álvarez de Toledo en Barcelona, y en el PP, claro, están desesperados. El viraje que quiere dar Casado, por lo tanto, es imposible con el equipo y las candidaturas que él mismo diseñó. La noche de los cuchillos jamoneros está por venir.

El norte

En esta misma columna he criticado el documental que Piqué produjo para que Griezmann diera calabazas al FC Barcelona (el nivel de “impresentable” del capitán blaugrana llegó a cotas insuperables), he alabado el vídeo con el que Ibai Gómez agradeció al Alavés su confianza y anunció que volvía a casa fichando por el Athletic y, si se confirma, criticaré nuevamente a Griezmann por el documental que parece que estaría grabando para anunciar su salida del Atlético. No es que me importe más el quién que el cómo, es que algunos futbolistas se gustan demasiado y no entienden que ellos pasarán y los aficionados seguiremos.

Pablo Casado se supera

Sobre la obligación de fichar en el trabajo se han escrito y dicho muchas tonterías cuando no tiene nada de malo controlar el exceso de horas que le dedicamos. De hecho, la mayor crítica que yo hago a la normativa es que es claramente insuficiente. Pero por mucho que se haya dicho, escrito o tuiteado, todo es superable por Pablo Casado: en un tuit avisa de que el gobierno socialista en vez de generar empleo quiere repartir el que ya hay. En efecto, la cantidad de horas que regalamos suponen jornadas laborales para personas desempleadas. Y Casado admite ese desajuste que, literalmente, nos roba la vida.

Irene Montero es la clave

No entiendo la obsesión de tocar poder que tienen en Podemos: ahora reclama ministerios y desprecia la presidencia del Congreso siendo la cuarta fuerza en España. Pero lo que se desprende de la pieza de Vozpópuli me resulta más interesante: Irene Montero es la clave de toda la negociación. Todo depende de su papel: puede entrar en un ministerio siempre que sea fuerte, puede quedarse como líder del partido si Iglesias entra en el gobierno español, y en Podemos temen que Sánchez (conocedor de la “debilidad” por la pareja del líder) quiera forzar la situación ofreciéndole ser presidenta del Congreso.

Ciudadanos no hará acto en Renteria esta vez

Ciudadanos no hará ningún acto en Renteria durante la presente campaña porque no tiene candidatura en el municipio. De hecho, solo en nueve de la CAV presentarán listas: las tres capitales, Getxo, Barakaldo, Irun, Pasaia, Iruña de Oca y Ribera Baja. Esa es la penetración del partido que más ha despreciado y utilizado a los vascos. De hecho, sigue haciéndolo: parece que en Galicia, Canarias, Baleares o Valencia su mejor argumento para las europeas es que la encabeza de lista de CEUS es del PNV. Cero propuestas y un mensaje negativo es todo su bagaje. Como en Renteria, como en Euskadi al completo.

Infravivienda para acabar con nuestra dignidad

He dedicado un rato a comprobar que el vídeo de Vice no es simulado, que Marc Olivé no es un actor caricaturizando a un empresario cutre que se cree visionario. Pero parece que es cierto, que Haibu 4.0 existe y que, detrás de ese pretencioso nombre, se encuentra una empresa que usa pantallas legales para convertir naves en infraviviendas: espacios comunes y un cajón de metro y medio de alto y ancho, por 2,40 de fondo, a modo de habitación. Todo por 200 € al mes. Por esa cantidad uno puede perder la dignidad. Olivé demanda ahora que la legalidad se ajuste a su idea, en vez de al revés.

El fútbol de los mercenarios

No me da ninguna pena y por la parte que le toca a la Real (unos cuantos millones como resultado de la venta) me alegro, pero la decisión de Griezmann me entristece porque no es buena para el fútbol: el protagonista de aquella película que produjo Piqué, en la que anunciaba que no dejaría el Atlético para ir al Barcelona, menos de un año después anuncia que deja el club que le ha cubierto de millones. Ese fútbol en el que no importan los escudos ni la vinculación con una ciudad o un proyecto no solo es el que menos me gusta, es el que da pie al negocio puro que lo ensucia todo. Agur, Antoine!