Luis Arroyo explica bastante bien el éxito actual de Ciudadanos, que sigue creciendo en las encuestas mientras Podemos, que en la corta historia de estos partidos en el Congreso siempre le miró por encima del hombro, cae. Apunta a dos motivos: la lucha contra la corrupción, que Podemos desgastó más deprisa en la calle, y la cohesión territorial, donde los morados se pierden y los naranjas se manejan bien, de cara al electorado, incluso criticando el Cupo y Concierto vascos.
Y el dónde
Tan bien les va a los de Ciudadanos que Albert Rivera, su líder, ha decidido mudarse a una de las urbanizaciones más pijas de Pozuelo de Alarcón. Tanto que compartirá vecindario con Cristiano Ronaldo y Borja Thyssen, según Vanitatis. Rivera ya forma parte (y por derecho propio, no lo discuto) de la clase alta política y económica española, lo que lleva años persiguiendo. Y todo apunta a que su carrera, aunque la política se desinfle en unos años, solo acaba de arrancar.
Un poco sobre Uber
Me sorprende que José Antonio del Moral sea tan crítico con una empresa como Uber en su blog, Gananzia. Pero por lo que parece, los excesos de esta marca le han agotado hasta a él, que se declara capitalista en el mismo post, pero precisamente por eso exige como consumidor que las empresas sean honestas. Lo que no es Uber. Sí es machista, retrógrada (su creador apoyaría a Trump), se aprovecha de los momentos de la peor manera y hasta capciosa.
Facebook obliga a hacerse selfies
Parece que Facebook empieza a utilizar lo que hasta hace unos meses solo era un rumor: el reconocimiento facial. La empresa dice que así se evitará la proliferación de cuentas falsas y reducirá el riesgo de fenómenos muy dañinos como usar imágenes pornográficas como venganza cuando se terminan las relaciones. Pero déjenme pensar, basándome en la trayectoria de Facebook, que habrá una línea comercial a medio plazo de estos “selfies” por obligación.
Debutante a los 14 años
Parece que, por lo menos en la liga de Irlanda del Norte, Conner Byrne sí ha establecido un récord debutando en un partido de Copa con el Glenavon a los 14 años y 245 días. Un niño bajo los palos enfrentándose a jugadores que le doblarían la edad. Al final del partido, Byrne solo encajó un gol y los suyos marcaron dos, así que, además, debutó con victoria. Lo siguiente es seguir sus pasos y comprobar si tanta precocidad ha sido solo una anécdota o una señal prometedora.