Ha empezado otra guerra

La guerra que ha iniciado Vladímir Putin en Ucrania no es una guerra más, aunque no es la única que se libra en el mundo ni la primera retransmitida en directo (el ataque de Israel sobre Palestina de hace unos meses ya lo vivimos minuto a minuto). Y es una guerra especial porque sucede a las puertas de Europa y porque Rusia es un país enorme, con un potencial militar difícil de igualar, con un líder que no responde ante nadie, y que se ha preparado durante años, posiblemente, durante décadas, para librar y ganar cualquier guerra energética y digital (con ciberataques) que se le presente. A eso nos enfrentamos.

No, no vale todo

Cualquiera que se atreva a mirar de frente a lo que nos enfrentamos abandona de inmediato cualquier discurso bonista sobre la guerra, el diálogo y los pueblos hermanos. A un agresor siempre le para alguien, nunca para él solo. Pero tampoco vale todo: “La presencia de altos cargos con ideología neonazi y/o de extrema derecha en el seno de la OTAN” (Público) no es permisible. En una guerra hacen falta personas con inteligencia y sensibilidad, y la historia nos ha demostrado que ningún fascista lo es. El grupo de izquierdas europeo, The Left, hace bien en dirigirse a la Comisión para que intervenga a las puertas de un conflicto.

Un poco más cerca

La guerra de Rusia contra el sentido común en Ucrania ha eclipsado el gran tema español: la salida de Pablo Casado del Congreso, donde se despidió con estas líneas que también ha tuiteado: “Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores, el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros”. El sufrimiento que le generaron sus propios compañeros me pareció horroroso, pero no por ello voy a aplaudir a un Casado que ha hecho una política más de calificativos que de lo sustantivo (y así le ha ido), y que ha sido un activista del bajo nivel de la democracia que padece su propio país.

No, no facturan como “comisionistas”

La indecencia de Putin y la desvergüenza de Casado no pueden hacer que nos olvidemos de que la crisis política en España empezó por una posible comisión del hermano de Isabel Díaz Ayuso en un contrato de un proveedor de mascarillas. Que tenga precaución con la descripción de los hechos no significa que trague con cualquier cosa, como parece que hace Cristian Campos, por lo que leemos en su tuit. El jefe de Opinión en El Español cree que “comisionista” es un epígrafe para autónomos, que “comisión” se factura así, y que si no lo haces estás libre de toda sospecha (sobre todo, si eres del PP). Claro que sí, guapi.

La culpa la tiene siempre los vascos

Pablo Echenique, escarbando en el nivel político español, se ha unido esta misma semana al viejo mantra de que, pase lo que pase, la culpa siempre la tenemos vascos: el PSOE, el partido que es socio de gobierno de Podemos, tumba la iniciativa de una empresa pública de energía en España y el que fuera mano derecha de Pablo Iglesias señala al PNV. ¡Claro que sí! Porque la gente en España y en Euskadi es tonta y, total, si traga con que Casado respeta al rival y que si en una factura no aparece el concepto “comisión” no lo es, ¿por qué no va a tragar con que el enemigo de la energía barata es el principal partido vasco?

La consecuencia lógica

“Podemos asume que la guerra en el PP pone en bandeja a Sánchez un adelanto electoral” (Vozpópuli), y yo, también. En cuanto en el PSOE tengan un sondeo electoral fiable y mínimamente favorable, Sánchez disuelve el gobierno español, convoca elecciones y, luego, busca la excusa para hacerlo. En este orden. Las leyes que decaigan, los fondos europeos, el cierre de la pandemia con cierta seguridad y la recuperación económica y anímica de la ciudadanía se mantendrán en el segundo plano en el que el presidente español pone todo cuando de ganar para mantenerse en el poder se trata.

Isabel: “Me han robado”

Tengo muy claro que si para algo no puede servir esta crisis en el PP es para criminalizar a las personas que trabajan con la administración pública, sean o no familiares o amigos de políticos y políticas. Lo que hay que señalar siempre es la cara dura, por ejemplo, para estar en medio, lo que logra constantemente Tomás Díaz Ayuso. O para victimizarse, lo que intenta en todo momento Isabel, la hermana del anterior y presidenta de la Comunidad de Madrid: “Me han robado la presunción de inocencia, a mi familia el anonimato y a mi equipo tantas horas de trabajo honrado y serio”, tuiteaba ayer sin que sepamos si se reía mientras lo hacía.

¡Por supuesto!

Menos mal que Felipe VI ha vuelto ya al trabajo presencial porque se ha notado su ausencia: en el tiempo que se ha visto obligado a teletrabajar por el covid, ha ardido el PP y Rusia y EE.UU. han montado una guerra en Ucrania que va a afectar a Europa. Así que, bienvenido sea el regreso del rey de España a su trabajo sin cortapisas víricas. Evidentemente, he tirado de sarcasmo, como muchas y muchos usuarios en Twitter y otras redes sociales: “Cachondeo con la ‘vuelta al trabajo’ de Felipe VI”, titulaban en Público antes de poner varios ejemplos de chanzas y bromas que, con más o menos acierto, han pululado por las redes estos días.

Lleva años batallando

Si Felipe VI no lo impide con su regreso a la actividad presencial, vamos a ver en directo otra guerra, como la que masacre de Israel sobre Palestina de hace unos meses. Una guerra que me preocupa, no lo oculto porque la frontera entre Ucrania y Rusia está muy cerca, y a Putin y a Biden les importa un pimiento Europa. Temores autoinfundados aparte, que tengo claro que esta guerra va a ser diferente: va a ser, en parte, digital. Y Rusia lleva años preparándose para ella, por ejemplo, convirtiéndose en refugio de casi todo el dinero estafado con el secuestro de información en el resto del mundo, como hemos sabido, casualmente, esta semana.

Qué cara más dura

Podemos contabilizar como respuestas a este tuit de la Federación española de fútbol: “Por la tolerancia, el respeto y la inclusión. La RFEF muestra su rechazo a la LGTBIfobia, en el deporte y en cualquier ámbito de la vida. Stop LGTBIfobia”, las que hemos visto (insultos, imágenes de gente vomitando, etc.), por ejemplo, en la cuenta de Instagram del FC Barcelona durante la misma campaña. Tanto Federación como clubes muy ricos hacen el agosto cogiendo el dinero del petróleo y el recorte de Derechos Humanos sin problemas, luego, ponen un tuit con la banderita arcoíris, y a correr. Pues no, no vale. Y tampoco vale a los que pagan.

Todo por la foto

Albert Rivera posaba con Lilian Tintori y Carlos Baute, entre otros, en Madrid para celebrar el éxito de la recogida de medicamentos y material de parafarmacia que enviarían a Venezuela. La foto fue usada por todos los que en ella salían. Un mes después, esos medicamentos siguen en Madrid, según Antonio Maestre, y protagonizan sin querer un verdadero entremés español: están en la sede de un digital, PRNoticias, cuyo director, Pedro Aparicio, fue condenado por chantajear con informaciones, algunos se han repartido entre venezolanos en Madrid y Ciudadanos se ha desentendido de ellos.

Idiotas con altavoz

En alguna ocasión he alertado del flaco favor que se hace el nacionalismo catalán ensalzando a “aliados” como Beatriz Talegón o representantes como Gabriel Rufián. Hoy me centro en la primera, que la ha vuelto a liar en Twitter afirmando que ya existe la cura contra varios tipos de cáncer pero que las farmacéuticas no quieren comercializarlas porque es más rentable la medicación paliativa hasta la muerte. Todo esto lo ha leído en Internet y todo lo que aporta son eso, links. No crean que ha hecho periodismo de investigación ni tiene otra fuente que unos enlaces. Solo es otra idiota con un altavoz.

¿En la sokamuturra el toro no sufre?

El toro es toreado. El toro es arrastrado por quienes tiran de la cuerda. El toro se golpea contra las barandillas y el mobiliario urbano. El toro se enfrenta a personas a las que zarandea y que le zarandean. Pero el toro no sufre porque la sokamuturra se realiza en Hernani. También es importante para que no sufra que no le claven banderillas, ni picas, ni un estoque que lo atraviese. Eso es evidente. Como es evidente la doble moral de Bildu, que incluye este espectáculo en sus fiestas, y que durante las de San Fermín también aparca el debate sobre la tauromaquia porque esos días, al parecer, el toro tampoco sufre.

La Rusia imperial

Rusia hoy puede ganar a España. Puede hacerlo porque un equipo ciertamente anárquico como el ruso, que va a ráfagas, puede desmontar con el soplido adecuado el débil castillo de naipes que Hierro ha conseguido armar como barrera más sólida ante De Gea. Y porque Putin ha hecho bien su labor, según El Confidencial, “convenciendo” desde hace años a las grandes empresas rusas relacionadas con gas y petróleo de que inviertan en clubes del país para reforzar la liga, empezando por que las estrellas locales brillen en su liga. Una estrategia que puede ser exitosa si hoy cae España.

Las ondas no producen cáncer

Todavía dudo al escribir estas líneas pero la fuente es fiable: en la web de Maldita se dedican a desmontar bulos buscando, precisamente, con confirmaciones de alta calidad sobre los hechos. Esta semana han publicado un post muy interesante sobre la acción (o mejor dicho: la no acción) de las ondas del móvil o del wifi para producir cáncer. La conclusión es clara y sencilla: este tipo de ondas de aparatos que nos rodean no produce enfermedades. Pero la duda, que es la que sirve a los que propagan bulos para lograrlo, no deja de zumbar como un mosquito en una noche de verano.

Algo más que una empresa

Según leía el relato de Analía Plaza en El Confidencial sobre cómo los fundadores de Idealista han acabado montando empresas para comprar viviendas, tenía la sensación de que esto iba más allá de una decisión empresarial, de que, realmente, se trata del relato del gran teatro de nuestro tiempo. Fernando y Jesús Encinar, después de montar el portal inmobiliario (que vendieron por 25 millones) y fomentar el alquiler, acaban reinvirtiendo en la compra especializada de inmuebles para que otros alquilen.

Un ministro que miente

En España, un ministro miente a unos representantes de la ciudadanía en el Congreso y no pasa absolutamente nada. Aznar decía que la vasca era una sociedad enferma, pero la que necesita tratamiento es la política española: después de que el propio jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Catalunya, Daniel Baena, reconociera a periodistas de Público que él estaba detrás de la cuenta en Twitter que acosaba a políticos y avanzaba decisiones judiciales, Zoido lo niega a Mikel Legarda, del PNV, que le había pedido medidas.

No fue una persecución

Hace unos días les comentaba que el fallecimiento de un mantero senegalés, según parecía entonces, durante una persecución delante de la policía local de Madrid, generaba un problema en Podemos. Pues éste se ha agravado: ahora sabemos que Mame Mbaye murió de un infarto mientras la policía intentaba reanimarle, y en Podemos, que ya habían buscado culpables y echado balones fuera, tienen que retratarse de nuevo por los disturbios que el primer bulo causó y ellos amplificaron.

Putin manda más

Tengo la misma idea de política rusa que de política venezolana, y ambas me generan las mismas preguntas: ¿aunque sea por medios aparentemente democráticos, tenemos que dar legitimidad a un dictador de facto? ¿Tenemos que atender a las denuncias de trampas durante la jornada electoral o pensar que son cosa de un malvado enemigo? ¿Damos por bueno que los discursos populistas y triunfalistas generan apoyos tan masivos? ¿Tutelamos a los votantes a distancia o les permitimos el exceso electoral?

Una influencer de verdad

Parto de la base de que nunca me gustó Snpachat (una red social en la que se compartía contenido efímero y que fue profusamente usada para el “sexting” entre adolescentes), y de que cualquier tipo de publicidad que banalice las agresiones a mujeres me parece despreciable. Así que me alegro de que Rihanna, a la que proponían “azotar” en un anuncio de esta red social, haya criticado a Snapchat en Twitter y la empresa haya perdido un 8% de su valor en bolsa, según Gizmodo.

El principio de Arquímedes, según López

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La fuerza sanchista con la que Patxi López se presenta a secretario general desplaza al auténtico Pedro Sánchez de la misma carrera. Ese vendría a ser el principio de Arquímedes según el ex lehendakari renegón: reniega del apoyo que recibió del PP, reniega de haberse abstenido ante Rajoy, y reniega de haber empujado a Sánchez un callejón sin salida. ¿O no reniega de nada en la que, posiblemente, sea la carrera más afortunada de un político que se recuerde?

Lo que de verdad importa

Tiene razón el usuario @erreharria cuando tuitea que la estupenda campaña de Chrysallis, además de para visibilizar que hay niños con vulva y niñas con pene, sirve para detectar idiotas. Las críticas al cartel, a la campaña y al mensaje son propias de personas insensibles, incapaces de comprender una problemática real que genera sufrimiento en quien no sabe expresar lo que siente aún, como son los niños y las niñas. Los ataques retratan.

Llámalo “arte”

Puede “pintarlo” como quiera, adornarlo, vestirlo con las palabras más abigarradas, las expresiones más dulcificantes y, si quiere, hasta con poemas. Pero Luis Bárcenas no puede esconder lo que realmente pasó. La “metáfora” esa de la “contabilidad extracontable” nos la tomaríamos como un insulto si, en el fondo, Bárcenas no creyese que está haciéndonos disfrutar con su arte. Un arte que bien parece de truhan sin señorío y con el que justifica su fortuna.

Política exterior tipo “cuñado”

Les propongo un ejercicio: escuchar las noticias sobre declaraciones de Donald Trump sin prestar mucha atención, haciendo algo mecánico, dejando que entren las palabras como si nada. ¿A qué les suena? A comentarios sobre política exterior del tipo que ahora se etiqueta como “cuñado”, pero de esos de derechas que dan para atrás. Un tipo listo como Garry Kasparov hace otra lectura: Trump habla por boca de Putin. Y yo no sé si da miedo o risa.

Goian beho, Eugene Cernan

Ha fallecido la última persona que ha pisado la Luna, Eugene Cernan. Reconozco que este tipo de hitos y este tipo de héroes (para mí lo son) me fascinan porque nos permiten seguir soñando con que los seres humanos somos capaces de hacer cosas grandes y superar nuestros límites. Le recordaba en Twitter el astronauta Pedro Duque, pero también Antonio Martínez Ron: “La gente a la que yo considero héroes tiene esta pinta. Cansados y cubiertos de mierda”.