Cavernícolas disfrazados

“Se aplicará el 155 las veces que haga falta hasta tener el gobierno que nos merecemos”. El titular retrata al personaje: Juan Carlos Girauta, que no duda en pasarse la voluntad de la ciudadanía catalana por el arco del triunfo hasta que el resultado de las elecciones le guste. ¡Vaya sentido de la democracia tiene el diputado! Mejor harían en Ciudadanos en dedicar su energía a responderse por qué nadie quiere pactar con Arrimadas pese a haber ganado las elecciones.

“El 80% de los españoles”

Me he tenido que ir hasta 2015, cuando una encuesta afirmaba que el 80% de los votantes del PP estaban a favor de la cadena perpetua encubierta recientemente derogada. Puede que la diputada de este partido, Lola Alba, se refiera a ese dato cuando tuiteó que “el 80% de los españoles está a favor de la prisión permanente revisable que el PP aprobó en 2015”, pero estaría confundiendo su país con su partido. En cualquier caso, ¿qué más da? ¿Todo vale para seguir saliendo en la foto?

Políticos lejanos

Una de las primeras críticas que merecen los gobiernos de Mariano Rajoy (luego vienen todas las demás) es que están formados por millonarios que viven muy lejos de la realidad. No solo eso: no son pocos los diputados del PP que llevan toda la vida con España a sus pies como describió Delibes. Entre ellos, Celia Villalobos se ha ganado que la pongamos de ejemplo de demasiado buen vivir con sus 85.000 € al año desde que en 1989 entró en el Congreso y su descaro hablando de los pensionistas.

¿Empleos?

Acierta mi compañero Roberto García en Twitter con su crítica a la base de la noticia: llamamos “empleo” a lo que no lo es y, así, llegamos a paradojas como la que leemos en Público. Agárrense: “Deliveroo amenaza a la UE con 54.000 empleos menos si se reconocen los derechos de los repartidores”. Es decir: si la UE obliga a la empresa a tratar a sus “colaboradores” como empleados de verdad, Deliveroo dejará de contar con ellos. Pero de “despedir” no puede hablar.

Jugadores árabes en la Liga

Estoy deseando ver el rendimiento de los jugadores árabes que han aterrizado en la liga española después del acuerdo que este organismo ha alcanzado con Arabia Saudí, que quiere que sus futbolistas se hagan un pequeño Erasmus. La noticia nos sirve para recordar que la Liga es una empresa privada que mete mano en las plantillas en virtud de acuerdos particulares. Este es el entorno en el que se mueven nuestros equipos, adaptarnos es una necesidad.

Ser progre hoy

“Lo valiente no es gritar sólo ‘Viva Palestina’ y ‘Sahara libre’ porque encajan en nuestro marco ideológico. Es condenar violaciones allí donde se cometan, sea eje EEUU o Rusia, Irán o Saudí, chavista o antichavista. El mundo no es un partido de fútbol, anti-imperialistas de sofá”. Firmaría este tuit de Leila Nachawati que resume, para mí, lo que es el progre actual: alguien con una posición prefijada en función de lo que le dicen sin buscar realmente quién es el injusto.

La Tabarnia derechona

La ciudadanía de los municipios que forman Tabarnia, según la banda de “liberales” (de eso van) que la inventó, no tiene nada que ver con este constructo, juguete de este grupito que elige a Boadella como presidente, al que ama Boadella como un caudillo, y que encuentra en la California conservadora que quiere diferenciarse de la progresista un espejo. Tabarnia es un invento de la derechona que utiliza sin vergüenza a quien vive y vota en Catalunya como le da la gana. Ahora y antes.

Iglesias cierra las puertas de Podemos

Una vez más, Podemos será lo que quiera Pablo Iglesias. Y si no es así, ya lo hemos visto, amenaza con irse. Lo que me sorprende es que El Independiente presente como una novedad que Iglesias abra la puerta a que Podemos no se llame así en las próximas municipales. En las anteriores ya pasó. Lo preocupante es que en estos años en Podemos sepan que la marca hoy suma menos que entonces, cuando ellos temían su propia deriva municipal. El problema es que el rumbo lo han perdido en la política nacional.

Cristiano Ronaldo quiere, pero no puede

Sigo sin entender este titular de El Confidencial: “Cristiano se esfuerza y quiere cobrar como una estrella, pero su tiempo se agota”.¿Acaso cobra ahora como un jugador del montón? Lo malo para el Real Madrid es que cuando un futbolista inicia un pulso algún brazo se doblega (y en Bilbao también lo sabemos): Cristiano no va a aceptar que el club le deje sin sus pretensiones, así que tendrá que salir. Pero su fuerza, en la que basaba su fútbol, ya no es la misma. Tampoco para negociar.

Nos meto en el saco

Igual que en los consumos de Internet los datos en España no son muy diferentes a los que conocemos en Euskadi, y del mismo modo que hoy podemos compararnos en Educación con España sin mirar a nadie por encima del hombro, estoy seguro de que ese 40% de personas que no leen en España será muy similar al porcentaje vasco. La Federación de Gremios de Editores, sin embargo, celebra el incremento de casi 3 puntos en el porcentaje de lectores de libros. Qué desastre.

Presidente a distancia

El unionismo español en Catalunya termina la semana con cierta alegría después de ver cómo se les escapaba el control de la mesa porque Ciudadanos y PP prefieren zurrarse entre ellos. Del mismo modo, Puigdemont ha servido de salvavidas en España con una confrontación innecesaria: asegura que él sí puede ser President desde Bruselas y que no podría serlo si estuviera en la cárcel. Es decir: sugiere Junqueras de intentando de liderar el País desde Estremera sí que hubiera sido ridículo.

ERC también torpedea

PDeCat y ERC han acertado en ponerse de acuerdo pese a sus diferencias en el reparto de los puestos de la mesa del Parlament. Esta pieza es importante en cualquier sistema democrático. Ahora les queda lo más difícil: sacar un president. La dificultad, no obstante, no viene de la amenaza exterior, sino de las tensiones internas: ERC tampoco apuesta por Puigdemont ni por la fórmula del ejecutivo telemático. Y puede que en las desconfianzas, esta vez, esté el germen del cambio necesario.

Puigdemont no es el centro

Tiene que entenderlo antes o después: Carles Puigdemont no es el centro del mundo y Catalunya entera no puede estar pendiente de sus necesidades o pretensiones. Quiero decir que no puede aferrarse al puesto de president (al que por cierto iba a renunciar, según él mismo) para evitar su entrada en prisión preventiva, ni a Bruselas, ni a la política, ni a la institución para ponerla a su disposición. Ha llegado la hora de que, como nacionalista, se haga a un lado.

87 millones de la vergüenza

87 millones de euros se ha gastado el Estado español en el operativo policial en Catalunya para detener el referéndum. 87 millones para hacer un ridículo mundial, agredir a manifestantes pacíficos y no evitar la votación. 87 millones para un montón de efectivos que se han quejado de las condiciones del hospedaje en un barco con un Piolín gigante y de la comida. 87 millones que no se han invertido en pensiones, Sanidad o Educación. 87 millones de factura para una vergüenza y un fracaso.

Nota: esta columna solo tiene cuatro párrafos por necesidades de la maqueta del periódico de la fecha.

La naturaleza del Santander

Jesús Cacho ha sido amarillista en su columna: Ana Botín no está liquidando la fortuna que consiguió su padre, sino a sus colaboradores, a los que va reubicando en lugares menos relevantes del mastodonte financiero. Pero en el texto Cacho desliza una idea muy interesante: uno de los últimos en salir, Matías Rodríguez, es una excepción en la entidad por su humanidad. Lo normal en el Santander es el cuchillo entre los dientes, rebanar euros y llevarse por delante lo que sea necesario.

El modelo de negocio

Una empresa rentable parte de un modelo de negocio definido: si no sabes lo que vendes y el beneficio que sacas después de los gastos de producción, no tienes una empresa, tienes una ONG o una compañía que acabará embarrancando, como GoPro, según su propio CEO, Nick Woodman, por jugar a ser lo que no eran. Los problemas técnicos de sus drones y el fracaso de su productora de contenidos han dilapidado una marca que salió a bolsa de un modo prometedor.

Pero, ¿cómo?

Ojo a la historia que leemos en Magnet: un periodista, Oobah Butler, ha conseguido colocar un restaurante ficticio como el mejor en Londres según TripAdvisor, la web en la que encontrar referencias de establecimientos dejadas por sus usuarios. Lo que no cuenta, tampoco en la fuente original del post, es cómo logró colar reseñas falsas que tuvieran tanto impacto o verdaderas si nadie había acudido al lugar. Yo veo dos burbujas aquí: la gastronómica y la de los periodistas avispados.

¿Nanoinfluencer?

Esperen, que hay más aire en esta burbuja internetera que, al final, acoge la gastronómica, la de periodistas avispados o la de políticos como Rufián. No hemos acabado de demostrar la capacidad de influencia real de los influencers y ya tenemos que empezar a pensar en los “nanoinfluencers”, esos usuarios de redes sociales que impactan a poca gente. Vamos, si esperamos lo suficiente, es cuestión de tiempo de que a todos nos paguen por nuestros tuits o fotos en Instagram.

Trump también va de farol en lo de la Luna

Según Antonio Villarreal en El Confidencial, Donald Trump también va de farol en su jugada para relanzar la carrera espacial y colocar en la Luna una base estable que sirva de salto a Marte. Solo es el último intento hasta ahora de un presidente americano de obtener notoriedad gracias a la NASA. Yo albergaba una esperanza pequeña de que la brabuconería de Trump llevase de nuevo al hombre a la Luna y que, de paso, el presidente se enredara en esta historia dejando al mundo en paz.

Rechaza el cupo porque no lo entiende

Agárrense: Susana Díaz rechaza el cupo como modelo de aportaciones de las autonomías al Estado español porque, según ella, se rompería la caja única de la seguridad social y eso supone romper un país. O la líder socialista no ha entendido nada… O sabe muy bien que con lo que pagamos los vascos (más de lo que nos corresponde por población y PIB) se genera el excedente que tan bien le viene a su comunidad, Andalucía. Que recauden, gestionen y aporten, o que callen.

Nos toman por tontos

Podría abrir una serie con los párrafos que llevo titulados de la misma manera: “Nos toman por tontos”. He recurrido a esta fórmula cada vez que he visto a un político decir una mentira tan flagrante que, o nos toma por tontos, o el tonto es él. Por ejemplo, el portavoz del gobierno de Madrid y secretario general del PP de esa comunidad: “Nuestro código ético es el más duro de los que existen. Creemos que en este momento tenemos que dar ejemplo y estar en la cabeza de la lucha contra la corrupción”.

Crisis de liderazgo

Ni Puigdemont, ni Rovira, ni Arrimadas, ni Iceta, ni Domènech, ni mucho menos Albiol. Los líderes de la política catalana, permítanme la opinión, son bastante flojos. Así que la pieza en Vozpopuli sobre la fragilidad de la de ERC, que hace que la fortaleza con la que salía el partido en las encuestas se resquebraje, es extrapolable al resto. Sí, también a Puigdemont, el líder al que le temblaron las piernas cuando tuvo que convocar las irremediables elecciones. ¡Ay, los rescoldos del procés!

Podemos vuelve a pinchar

Ayer les contaba que Bescansa se desmarcaba de Pablo Iglesias y que había iniciado su propia gira para dar a conocer un proyecto político (suponemos que dentro de Podemos) alternativo al del líder morado. Parece que lo hace con un éxito muy escaso. Pero no es menos cierto que el propio proceso iniciado por Podemos, oficial, para dar a conocer su visión de una España plurinacional (justo lo que enfrentó a Bescansa con Iglesias) pincha también. En La Rioja solo asistió una docena de simpatizantes.

No, no es por Angelina

Igual esta semana han leído que una caprichosa chica iraní ha deformado su aspecto para parecerse a la actriz Angelina Jolie y ha acabado convirtiéndose en la viva imagen de la muerte. Pues bien, no es cierto. En Magnet lo explican, como siempre, muy bien: se trata de una artista, Sahar Tabar, que ha querido reflejar con operaciones, maquillaje y Photoshop, la degradación del aspecto por las modas. The Sun cazó una foto, amarilleó la historia y el resto hicimos el eco.