Pese a llevar poco más de 30 horas en Australia y estar con el jet lag, nos ha tocado madrugar, pues teníamos que estar a las 06:15 en la estación de autobuses de Adelaida para canjear el billete sacado por Internet. A las 06:45 sale el autobús de SeaLink a Cape Jervis, que enlaza con el ferry que lleva a Penneshaw. Unos 45 minutos de travesía y para las 09:45 estamos en Isla Canguro.
Nos ha costado mucho reservar coche para recorrer la isla, pues en los buscadores habituales no había, pero finalmente lo conseguimos en Hertz. A las 10 de la mañana estábamos con el coche dispuestos a pasar dos intensos días en Kangaroo Island. Lo primero que hacemos es dirigirnos al centro de la isla, al Kangaroo Island Wildlife Park. Queremos ver koalas, pues no tenemos claro que vayamos a verlos en libertad, cosa que sucedió tres días después.
Si algo abunda en el Kangaroo Island Wildlife Park son los canguros, de todas formas y tamaños, aunque ya habíamos visto un par de ellos desde el autobús. Con la entrada te dan una bolsita con una especie de bolitas, para alimentarlos. Resulta curioso con qué cuidado comen de tu mano.
También nos detuvimos con los emúes (izda), que vimos al cabo de tres días en libertad, y con los curiosos casuarius (dcha), que no encontramos en libertad en ningún sitio.
Pasamos unas 3 horas en el Kangaroo Island Wildlife Park, para amortizar los 25 dólares australianos (algo más de 15 euros) que habíamos pagado por la entrada y disfrutar de las 150 especies de fauna nativa australiana y 600 animales con que cuenta: koalas, pingüinos, canguros, wallabies, dingos, echidnas, serpientes, cocodrilos, reptiles y aves. Si algo llamó nuestra atención fue un canguro blanco con su cría. Aprovechamos para comer un bocadillo en el pequeño bar con que cuenta.
Por la tarde comenzamos a recorrer la costa, que es lo que más nos ha gustado de la isla. Accedemos al Flinders Chase National Park para dirigirnos a nuestra primera cita, Remarkable Rocks, un conjunto de rocas de granito con formas curiosas.
Continuamos la ruta hacia el faro de Cape du Couedic Hike, construido entre 1906 y 1909 y situado encima de nuestro siguiente destino, Admiral’s Arch, un magnífico arco natural esculpido por el mar.
En la zona de Admiral’s Arch pudimos disfrutar de la presencia en las rocas de un buen grupo de focas neozelandesas, algunas con sus crías.
Estamos en el otro extremo de la isla y tenemos que regresar al hotel, situado en Kingscote, la capital de la isla. Hemos apurado el día a tope y tenemos por delante 115 km, así que tenemos que darnos prisa pues es peligroso conducir de noche, sobre todo por los canguros. En nuestro viaje por Australia hemos visto más canguros muertos en las cunetas de las carreteras, que vivos. Eso si, nos detenemos un momento para fotografiar a estos dos canguros muy cerca de la carretera.
INFO: Una buena forma de llegar a Kangaroo Island desde Adelaida es con la compañía SeaLink (www.sealink.com.au). El autobús sale a las 06:45 y enlaza con el ferry de las 09:00. Para el regreso, el ferry sale de la isla a las 19:30 y enlaza con el autobús de las 20:30, llegando a Adelaida sobre las 22:30. Por ello, en Adelaida nos alojamos en The Franklin Hotel (www.thefranklinhotel.com.au), ubicado frente a la estación de autobuses.