Como ya comenté, tras recorrer los 112 municipios de Bizkaia, empecé a visitar los limítrofes con esta provincia, por lo que el 5 de marzo de 2019 me desplacé a 31 km de Leioa, al alavés valle de Ayala, donde se encuentra el municipio de Laudio/Llodio, que tiene una superficie de 37,7 km², una población de 18.169 habitantes y una altitud que oscila entre los 120 metros de la vega de Areta y los 722 del monte Pagolar. Aunque el centro urbano se encuentra a orillas del río Nervión, a 126 metros de altitud, está rodeado de montañas tan conocidas como el Kamaraka (797 m) y Goikogane (702 m). Estamos en el segundo municipio más poblado de Araba tras su capital, Vitoria-Gasteiz. Es también el principal núcleo de servicios de la zona.
Nada más abandonar la autopista AP-68 en la Salida 3 (Laudio/Orozko), me detuve para realizar las primeras visitas, pues a un paso, cerca del barrio de Areta, tenemos el puente de Anuntzibai, mandado construir por el marqués de Falzes y obra del arquitecto Martín de Larrea, quien lo realizó en el año 1741 para unir la casa-torre, la ferrería y el molino del marqués, situados en la margen derecha del río Altube, con la ermita de San Miguel, ubicada en la margen izquierda. Tiene una longitud de 28 metros y destaca su arco de sillería rematado por un calvario. Junto a la ermita de San Miguel de Anuntzibai se encuentra el Restaurante Palacio de Anuncibai, que ocupa una antigua casa solariega.
Paso de largo el casco urbano de Laudio y me dirijo directamente a una zona rural situada a unos 500 metros de altitud, en la que fotografío un buen rebaño de vacas. Allí se encuentra el santuario de Santa María del Yermo, del siglo XV, construido en estilo gótico vasco. Para mí este lugar siempre será Santa Lucía, santa titular de la ermita anexa al santuario. En mis años mozos era habitual que realizáramos hasta aquí una ruta mañanera caminando desde Bilbao, pasando por el monte Pagasarri. Hamaiketako y 5 km de descenso hasta Laudio, para coger el tren de regreso a Bilbao. A un paso, en la carretera que desciende a Laudio, me detengo ante el humilladero de Santa Apolonia y San Antonio.
Nada más llegar al centro urbano de Llodio, me dirijo a ese remanso de paz que es el parque de Lamuza, que cuenta con una extensión de 8,5 hectáreas y una gran variedad de árboles, incluso exóticos, en alguno de los cuales se empieza a percibir la cercana primavera. Camino por los antiguos jardines de la finca del Marqués de Urquijo. Los edificios del palacio y demás dependencias acogen en la actualidad la Casa de Cultura. En el parque se encuentran también un estanque, un frontón y el edificio del Casino.
A un paso del parque de Lamuza se encuentra el centro neurálgico de la población, la porticada Herriko Plaza, presidida por el moderno edificio del Ayuntamiento, inaugurado el 3 de marzo de 2001. Cerrando la plaza se encuentra el edificio más notable de Laudio, la iglesia de San Pedro de Lamuza, construida en el siglo XVI sobre un antiguo templo del siglo XI, aunque fue reconstruida con posterioridad, concluyendo las obras en el siglo XVIII. Destaca su torre campanario y las imágenes que guarda en su interior.
En el paseo por el centro urbano hubo tres esculturas urbanas que llamaron mi atención. Comienzo de izquierda a derecha con la que se encuentra en la Herriko Plaza, “Reposo en el mercado”, de Enrike A Zubia Elordui. En la confluencia de Araba kalea con Zumalakarregi, encuentro la segunda escultura, obra del mismo autor, dedicada a la “Amatxu”. La tercera se encuentra a la entrada al parque de Lamuza desde Zumalakarregi kalea. Se trata de “Homenaje a Ruperto Urquijo Maruri”, poeta local (27/03/1875-10/01/1970), que compuso “En el Monte Gorbea”.
Fotografiado lo que más me interesaba, camino ahora sin rumbo descubriendo otros dos edificios que llaman mi atención, comenzando por el antiguo Museo Vasco de Gastronomía, situado cerca río Nervión, en Zubiko Etxea, junto a una amplia zona ajardinada. El otro se encuentra muy cerca. Se trata de la coqueta estación de RENFE. Concluyo este recorrido urbano contemplando algunas llamativas pinturas murales.
Un precioso recorrido y poder hacerlo a pie,como pudiste hacerlo. Un abrazo.
Excelente descripción. Tenemos también junto a la Iglesia una fuente con unos tritones, atribuida erróneamente al taller de Benlliure, bien estudiada, y la mejor estatua del pueblo, está escondida en el antiguo asilo, dedicada, a principios del S XX, por el pueblo de Llodio al primer marqués de Urquijo.
Hay también una preciosa iglesia románica del S XII en el barrio de Larra dedicada a San Bartolomé.
Muchas gracias, José Luis. Un saludo.