BARBADOS, la joven república caribeña

Siempre ha llamado mi atención la cantidad de países que tienen como jefa de estado a la reina de Inglaterra. Sin embargo, desde el pasado 30 de noviembre hay uno menos, Barbados, pues ese día se convirtió en una república parlamentaria, asumiendo Sandra Mason la Jefatura del Estado tras haber sido nombrada por el parlamento. Justo habían pasado 55 años desde que el país se independizó del Reino Unido, adoptando el sistema de monarquía constitucional con parlamento, con la reina Isabel II como jefa de Estado y la gobernadora general como su representante en la isla. Con una población que roza los 300.000 habitantes (puesto 181 del mundo), Barbados se encuentra relativamente cerca de la costa de Venezuela y tiene una extensión de 430 km², siendo la más oriental de las Antillas Menores.

A bordo del MSC Fantasía, procedente de Port Castries, en Santa Lucía, el 30 de enero de 2018, a las 8 de la mañana, llegábamos a la terminal de cruceros de Bridgetown, la capital de Barbados. Estamos en una isla de tan sólo 34 km de largo y 23 km de ancho. Siguiendo al práctico, hemos llegado al puerto, en el que vemos amarrados otros dos grandes cruceros. Al bajar del barco, nos sorprende la presencia de un numeroso grupo de ciclistas, que supongo que realizarán alguna excursión por un país bastante llano. En el collage figura también la bandera y una placa de matrícula.

Para pasar la mañana nos hemos apuntado a una excursión a la principal atracción turística de esta república caribeña, la Cueva de Harrison (en inglés: Harrison’s Cave). Para acceder a ella, en primer lugar tenemos que bajar en un ascensor. Todavía en la superficie, cerca de la entrada a la cueva existe un interesante jardín botánico, que nos permite contemplar algunos de los árboles, arbustos, plantas y flores tradicionales de Barbados.

Abierta al público en 1981, la Cueva de Harrison está ubicada en las tierras altas centrales de Barbados, a unos 8 km de Bridgetown, la capital del país. A lo largo de algo más de 2 km, a bordo de una especie de tranvía eléctrico, vamos disfrutando de amplias cámaras cubiertas de estalactitas y estalagmitas. También contemplamos curiosas formaciones rocosas, una laguna subterránea y una pequeña cascada. Esta cueva se creó de forma natural por la erosión del agua a través de la roca caliza.

El puerto de Bridgetown se encuentra a un par de kilómetros del centro de Bridgetown, la capital de Barbados. Está ubicada en la bahía de Carlisle, al sudoeste de la isla, donde se asentaron los ingleses en 1628. En la terminal de cruceros existen algunos comercios y una parada de taxis, pero dado lo cerca que se encuentra la ciudad, tras concluir la excursión optamos por ir caminando por un sombreado paseo que bordea la bahía. Eso sí está prohibido andar sobre las rocas.

Llevamos caminado tan sólo un kilómetro cuando nos detenemos en el Bridgetown Fish Market, uno de los dos mercados de pescado existentes en Barbados. Aunque es un sector que da trabajo a muchas personas, este mercado no es muy grande, pero podemos encontrar diferentes especies como el pez espada, el rey o el atún, pero también un pescado emblemático del país, el pez volador. Siempre que tengo ocasión, en todos los lugares costeros que visito me acerco al puerto pesquero y al mercado, dos de los lugares en los que mejor se conservan las y tradiciones.

Un kilómetro más adelante llegamos al centro de Bridgetown, la capital de Barbados, en la que vive el 60% de la población de esta isla caribeña. Nos detenemos en primer lugar para contemplar los barcos amarrados en el Careenage. Seguidamente nos acercamos a la National Heroes Square, presidida por la la estatua de bronce del almirante Nelson, que se colocó antes que la Columna de Nelson en Trafalgar Square, en Londres. Al fondo vemos el edificio más representativo de la ciudad, el Paramento.

El centro histórico de Bridgetown forma parte desde 2011 de la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Nos acercamos al Parlamento, de estilo neogótico del siglo XIX, que nos recuerda el pasado colonial británico de Barbados, cuya bandera luce en lo alto de la torre. Estamos también en un importante centro financiero, contemplando también otro notable edificio colonial, el de la Mutual Life Assurance Society, para concluir esta apresurada visita en el Independence Arch, que en sus pilares cuenta con dos de los símbolos de la isla caribeña, el pelícano y el pez volador.

Avanzada la tarde regresamos al MSC Fantasía, el crucero en el que por segunda vez estamos navegando por las caribeñas Antillas Menores. Enseguida anochece pudiendo contemplar desde la cubierta la luna llena y los otros dos cruceros que todavía siguen amarrados en el puerto. Tras pasar 12 horas en Barbados, a las 20:00 h nuestro barco zarpa con rumbo a un nuevo destino, Port of Spain, la capital de otro estado insular, Trinidad y Tobago.

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