Escapada madrileña (1): Alcalá de Henares, Mejorada del Campo y Rivas Vaciamadrid

La segunda escapada del año la realizamos del 14 al 18 de abril, teniendo como campamento base el Parador de Alcalá de Henares ****, en el que pasamos las cuatro noches. El moderno edificio unes tres colegios-convento del siglo XVII, destacando su claustro y el Jardín Tallado. Nada más llegar el 14 de abril, me obsequié con unas ricas migas. Lástima que el aire acondicionado era muy flojo y en el acristalado pasillo, inexistente. La última noche cenamos en la Hostería del Estudiante, edificio del siglo XVI, un lugar lleno de encanto situado a unos pasos, perteneciente también a la red de Paradores.

Nada más comer empezamos a patear la localidad madrileña de Alcalá de Henares, que desde 1998 forma parte de la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Caminamos todo el tiempo en línea recta partiendo la calle de los Colegios, pasando sucesivamente ante el colegio de San Ciriaco y Santa Paula de Málaga, la Torre de Santa María, el convento de Agustinas de Santa María Magdalena, la estatua de Francisco de Quevedo saludando desde un balcón, la ermita de Santa Lucía y la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo. Antes os muestro dos imágenes que vimos todos los días, el monumento a Manuel Azaña y la fuente de los Aguadores.

En esa línea recta que recorrimos con la comida todavía en la boca y bajo un sol de justicia, nuestro destino final fue un lugar que nos decepcionó bastante. Se trata de Complutum, que presume de ser el yacimiento romano más importante de la Comunidad de Madrid. La visita incluye la Casa de Marte, la Curia, la Basílica Civil y la Casa de los Grifos, que nos muestra cómo vivían los romanos en Alcalá de Henares, además de contemplar la que dicen que es colección de pintura mural romana mejor conservada de España.

Tomamos un café e iniciamos el regreso al centro, teniendo como objetivo la Catedral de los Santos Justo y Pastor cuya construcción comenzó en 1497 en estilo gótico, por decisión del cardenal Cisneros. No pudimos visitar a gusto su interior pues se celebraba la Misa. A su entrada se encuentra el grupo escultórico dedicado a Fray Francisco Ximenez de Cisneros. A continuación pasamos de nuevo frente y a la torre de Santa María y el monumento a Luis Astrana Marín para llegar a la Capilla del Oidor, del siglo XVI, que guarda la pila bautismal en la que bautizaron a Miguel de Cervantes el 9 de octubre de 1547. También es la sede de la Oficina de Turismo

Enseguida llegamos al centro neurálgico de la ciudad, la plaza de Cervantes, dándonos la bienvenida el monumento dedicado al escritor. A ella se asoman el Ayuntamiento, la capilla de San Ildefonso y el Corral de Comedias, uno de los más antiguos de Europa. A unos pasos tenemos el edificio más notable de Alcalá de Henares, la Universidad, que se encontraba ya cerrada, así que nos conformamos con disfrutar de su fachada, construida a partir de 1537 por Rodrigo Gil de Hontañón. En su interior, que vimos en un viaje anterior, destacan sus patios y el Paraninfo. Ha llegado la hora de tomar un vino, cosa que hacemos en la animada calle Mayor, en pleno barrio judío, casi al lado de las esculturas de Don Quijote y Sancho. De allí regresamos al Parador, pasando nuevamente junto a la Torre de Santa María, resto de la iglesia Santa María la Mayor y la Facultad Filosofía y Letras

Iniciamos la jornada del día 15 de abril desplazándonos tan solo 18 km hasta Mejorada del Campo, localidad madrileña de algo más de 24.000 habitantes. Teníamos un único objetivo, visitar la conocida como Catedral de Justo, un proyecto hecho con materiales de desecho y reciclados, realizado a lo largo de 60 años por Justo Gallego Martínez, utilizando ladrillos y argamasa. Se trata de una  estructura de 4.700 m², 50 metros de altura, 12 torreones, 28 cúpulas, una cripta subterránea y más de 2.000 vidrieras. Info: https://catedraljustomensajeros.com/

Todavía no lo he comentado, pero esta escapada la realizamos con nuestros amigos de Rivas Vaciamadrid, a los que invitamos a Leioa para que vieran la Gabarra el pasado 11 de abril. Comento esto porque quedaron impresionados con el ambientazo que hubo en Bilbao, pero creo que todavía le sorprendió más a Pedro, forofo del Real Madrid, cuando cuatro días después, al ir a tomar un café a unos pasos de la Catedral de Justo, se encontró con un bar lleno de bufandas del Athletic. Lo regentan dos hermanos toledanos que ya llevan cuatro generaciones de athleticzales. Uno vio la final en Bilbao y otro en Sevilla. Por si vais por la zona, el contacto es: Bar restaurante HI-DA. Abogados Laboralistas, 1. 28840. Mejorada del Campo.

Estando con Pedro y Mariluz teníamos que ir a conocer su pueblo, Rivas Vaciamadrid, una ciudad que supera los 100.000 habitantes que se distribuyen a lo largo de 67,38 km² y que solo teníamos a 18 km. Cuenta con muchas y amplias zonas verdes, varias de ellas pertenecientes al Parque Regional del Sureste, un espacio protegido de 31.552 hectáreas situado a lo largo del curso medio-bajo de los ríos Jarama y Manzanares, que ocupa el 76% de su término municipal. Lo primero que hicimos fue un corto paseo para contemplar la Laguna del Campillo, que luego vimos desde abajo contemplado el acantilado sobre el que habíamos estado anteriormente. Muy cerca se encuentra el histórico Puente de Arganda.

Rivas Vaciamadrid carece de encanto turístico, así que nos limitamos a dar un paseo por el centro, situado en dos rutas de peregrinación, los Camino de Santiago y de Uclés. El edificio más notable es la iglesia de San Marcos, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, aunque el edificio actual data del año 1959. Eso si, tuvo el atractivo de contar con un nido de cigüeñas, una de ellas alimentando a su cría. La iglesia tiene al lado el parque de San Isidro

Tras comer en la terraza de un restaurante. decidimos bajar la comida realizando otro paseo más largo que el anterior, subiendo a pie hasta el mirador del Cerro del Telégrafo, el topónimo más conocido de Rivas Vaciamadrid, desde donde se tiene una espectacular vista con Madrid como telón de fondo. Luego tuvimos una empinada bajada por una escalera de madera de 166 peldaños para llegar a otro hermoso lugar, el mirador de las Lagunas de Velilla (El Raso, El Picón y El Soto).

Tras visitar la casa de nuestros amigos regresamos al Parador de Alcalá de Henares, distante unos 25 km. La escapada continúa.

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