Llevo un cierto retraso comentando las escapadas de este año, pues se me han ido juntando. La tercera de ellas la realizamos del 27 de mayo al 7 de junio, teniendo como destino la Provenza. En total hemos recorrido 2.500 km en coche, deteniéndonos en cuatro diferentes regiones francesas, haciendo un alto en el camino el primer día para comer de bocadillo en el área Pic du Midi Sud. Poco a poco, de forma pausada iré describiendo este último viaje.
Para no realizar de un tirón los más de 750 km que nos separaban de Arles, nuestro primer emplazamiento, decidimos escalonar este primer tramo del viaje, haciendo la primera noche en Carcassonne, importante ciudad medieval que forma parte de la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997. Poco antes de llegar a este primer destino nos detuvimos en el área La Cité de Carcassonne, desde la que se tiene una impresionante vista de la ciudad medieval.
Dicho esto, hicimos un alto en el camino tras recorrer por autopista 544 km, en unas 5 h 30 min. Por cierto, el VIA-T vale hasta las proximidades de Toulouse y por el norte hasta abandonar Baiona. Para esta escala elegimos el Hotel Ibis Carcassonne Est La Cité ***, ubicado en 11, rue Camille Flammarion, 11000 Carcassonne. Cuenta con restaurante y piscina. Está situado a poco más de 1 km de la ciudad medieval, aunque el Google Maps nos indica que hay 2,8 km hasta el gran aparcamiento existente a su entrada.
El gran aparcamiento se encuentra al lado de la Porte Narbonnaise principal acceso al recinto amurallado de la ciudad medieval, la Cité, que en 1997 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por ser un magnífico ejemplo de ciudad medieval fortificada, provista de un vasto sistema defensivo que circunda el castillo y sus dependencias, así como la soberbia Catedral y el resto de los edificios urbanos. También fue escenario de prolongadas obras de restauración emprendidas por Viollet-le-Duc.
Antes de acceder al interior da la Cité, aprovechamos la tarde del 27 de mayo para recorrer buena parte del exterior del primer recinto amurallado, llegando hasta su segundo acceso, la puerta de Aude. Es uno de los recintos amurallados más hermoso de cuantos conozco. Cuenta con 52 torres y 2 murallas concéntricas, que suman 3 km. En su interior hay comercios, bares, restaurantes y hoteles, por lo que el acceso es completamente libre a cualquier hora. Es también Grand Site de France.
Llegamos justo con tiempo para poder visitar la Basílica de Saint-Nazaire y Saint-Celse, de acceso gratuito, que fue la Catedral de Carcasona hasta 1801, cuando fue sustituida por la actual situada en la ciudad baja o burgo de Saint-Michel. De estilo románico, su origen se remonta al siglo XI, siendo consagrada por el papa Urbano II en 1096, siendo ampliada entre 1269 y 1330 en estilo gótico. Resultan curiosas las gárgolas de la fachada. Cuando al salir fuimos a tomar algo, vimos que muchos bares habían cerrado y otros tenían preparadas las mesas para la cena, algo bastante habitual en Francia a las 18 h.
Antes de abandonar el hotel, el 28 de mayo volvimos la Cité, pues no faltaba por visitar lo más importante, el castillo de los Vizcondes y las murallas adyacentes. Abre a las 10 h y se puede visitar en una hora más o menos previo pago de una entrada de 11 € que adquirimos, para no hacer cola, en la Oficina de Turismo, que se encuentra nada más acceder al recinto amurallado. Fue construido en el siglo XII por los Vizcondes de Carcassonne, los Trencavels, pero ha sufrido numerosas modificaciones con el paso de los años, principalmente en la primera mitad del siglo XIII.
Dentro del castillo se encuentra el Museo Lapidario que muestra una colección arqueológica de objetos medievales, anteriores al siglo XVII, encontrados en Carcassonne y alrededores. Cuenta con varias salas en las que podemos contemplar, entre otras cosas, canecillos que representan a hombre y mujeres que vivieron en esta zona durante la Edad Media, obras de alabastro relativas a la Pasión de Cristo y una sala gótica con ventanas góticas de un palacio de la Bastida de Saint-Louis, capiteles, lápidas, esculturas y pinturas murales.
Seguimos recorriendo el castillo de los Vizcondes, cuya visita merece realmente la pena. Siguiendo las flechas, el itinerario continúa por la parte superior de la muralla interior desde donde tenemos imponentes vistas del castillo y del recinto amurallado. La muralla galorromana, de 1 km de longitud y 30 torres, es la más antigua. 1000 años más tarde, en el siglo XIII, se construyó una segunda muralla, con torres redondas, bajas y sin techado, algunas de las cuales fueron posteriormente cubiertas.
Impresionados por la visita de la imponente Cité de Carcassonne, regresamos al hotel para recoger el equipaje y continuar nuestra ruta. Por delante tuvimos 222 km por autopista para llegar a nuestro siguiente destino, la ciudad de Arles, aunque antes nos detuvimos en el Aire de Caissargues, en la A54, que conserva las antiguas columnas del teatro de Nimes. Un olivo bicentenario protege el acceso a un pequeño museo arqueológico que alberga “La Dame de Caissargues”, pero se encontraba cerrado.
Estamos en el segundo día de esta escapada. El viaje continúa, pero de ello espero hablar la próxima semana.