Escapada navarroaragonesa (y 2): Valle de Belagua y Sos del Rey Católico

Continúo el relato de esta escapada que dejaba la pasada semana en el Parador de Sos del Rey Católico, tras visitar el castillo de Javier, el monasterio de Leyre y las localidades de Sangüesa y Uncastillo. Para el 16 de julio nuestro principal destino era el Valle de Belagua pero, tras bordear el embalse de Yesa  y recorrer 68 km en una hora, nos detuvimos a tomar un café en Roncal, población navarra de poco más de 200 habitantes, en la que nos limitamos a recorrer el entorno de su coqueto Ayuntamiento, en el que destaca la torre del reloj. A nuestro regreso intentamos ver el panteón-mausoleo a Julián Gayarre, obra de Mariano Benlliure, pero estaba cerrado por obras.

Hace años, en diferentes ocasiones ascendí a las principales cumbres del Valle de Belagua, entre las que destaca el Anie (Auñamendi), pero para esta ocasión, como disponíamos de poco tiempo, optamos por un sencillo recorrido por la parte baja del valle. Se trata del SL®-NA 81, Mata de Haya, al que se accede desde el aparcamiento existente al final del Rincón de Belagua. Tiene 4,5 km de recorrido y 95 metros de desnivel positivo, que se realizan en hora y cuarto. Se trata de una hermosa ruta circular que discurre por hayedos y prados en la zona de La Dronda-Mata de Haya.

Tras efectuar la ruta volvimos al aparcamiento, de donde parte otro sencillo itinerario llamado “Espacio de los sentidos”, de unos 800 metros de recorrido, adaptado para personas con discapacidades visuales, pues se puede caminar por el hayedo agarrados a una cuerda que hace de guía, aunque en algunos puntos estaba caída en el suelo. El amplio aparcamiento está muy bien, pues en él existe un pequeño bar en el que tomamos un vino, aunque se puede comer algo, cosa que hicimos de bocadillo en una de las mesas ubicadas junto a donde dejamos el coche.

Por este lugar pasa el sendero GR 321.2, que nos indica que estamos a 4,1 km del refugio de Belagua, nuestro siguiente destino, aunque esta vez lo hicimos en coche. Tras llegar a su altura me detuve a tomar unas fotos pues los caballos ocupaban la carretera. Estamos en un idílico paraje en el que también vimos rebaños de vacas y de ovejas. Pronto la niebla se adueñó del lugar, pero continuamos hasta la muga con Francia, deteniéndonos en la estación de esquí de fondo de Larra Belagua y, más en concreto, en los centros de La Contienda y El Ferial. A nuestro regreso parada obligatoria en la Venta de Juan Pito, desde donde se tiene una espectacular vista del Rincón de Belagua.

De regreso al Parador de Sos del Rey Católico, donde finalizamos nuestra jornada, nos detuvimos a tomar un café en la turística localidad de Isaba-Izaba, de poco más de 400 habitantes, sorprendiéndonos verla tan vacía a mediados de julio. Su principal monumento es la iglesia-fortaleza de San Cipriano, del siglo XV, en cuyo interior, que no pudimos visitar, destacan el retablo plateresco y el órgano barroco. Cuenta esta población con elegantes y floridas casas y un coqueto Ayuntamiento.

El 17 de julio, antes de abandonar el Parador y emprender el regreso a casa, nos dispusimos a visitar Sos del Rey Católico, pues por la mañana hacía menos calor. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, presume de conservar uno de los mejores conjuntos medievales de Aragón. Accedimos al recinto amurallado por el Portal de Sangüesa, continuando subiendo hasta la Plaza de la Villa, presidida por la Casa Consistorial. Nuestra ruta continuó hasta la iglesia de San Esteban, pasando junto a la estatua de Luis García Berlanga.

Estamos en la parte más alta de la población donde se encuentra también la Torre del Homenaje del castillo, del siglo XII. Pronto iremos descubriendo otro tema que dio fama a Sos del Rey Católico, el rodaje en el verano de 1985 de la película “La Vaquilla”, dirigida por Luis García Berlanga. En 2009, con motivo del 25 aniversario de este rodaje, se colocaron un conjunto 12 sillas realizadas en bronce por el escultor José Luis Fernández. A continuación caminamos por la Judería, dirigiéndonos al Palacio de Sada. De regreso al Parador contemplamos varias de las tradicionales chimeneas de las casas. Info: http://www.sosdelreycatolico.com/turismo.

Aunque sin tiempo para poder caminar por su interior, tenía ganas de volver a ver la Foz de Lumbier (Ilunberriko arroila), que tiene algo más de 1 km de longitud, y paredes casi verticales de 150 a 400 metros de altura sobre el río Irati, así que como nos pillaba casi de camino de regreso a casa, nos acercamos al mirador existente en Liédena, topándonos con algo que no conocíamos, la villa romana de Liédena, que más bien se trataría de una casa de postas, datada entre los siglos II y IV. Es muy sencilla pero está muy bien acondicionada para su visita.

Como nos quedaba algo se tiempo optamos por dirigirnos a otra foz, la de Arbaiun (Arbaiungo arroila), desde cuyo mirador se tiene una impresionante vista de este cañón abierto por el río Salazar, que tiene unos 6 km de longitud y casi 400 m de profundidad de paredes verticales. Está declarada Reserva natural como protección a la mayor colonia de buitres leonados de Nafarroa. De camino vimos hermosos campos de girasol, desplazándonos a continuación a picar algo al Restaurante Iru Bide, ubicado en Lumbier-Ilunberri.

De esta forma concluyó esta miniescapada. Por delante tuvimos 208 km para regresar a Leioa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *