Continúo el relato de la escapada realizada 14 al 18 de abril, que dejaba la pasada semana en Alcalá de Henares, nuestro campamento base. Para el 16 de abril dejamos una incursión en la vecina provincia de Cuenca, encontrándose nuestro primer destino a 110 km. Se trata de un lugar que me encantó, el Parque Arqueológico de Segóbriga, de visita obligada para conocer una ciudad romana. Nada más entrar encontramos los restos de una basílica visigoda de cuando Segóbriga fue sede episcopal en el siglo VII. La Necrópolis nos introduce al principal recinto arqueológico, que en verano abre de martes a domingo, de 10:00 a 19:30 h. Precio: 6 € (mayores de 65 años: 3 €). Info: https://www.segobriga.org/
Una vez dentro del recinto romano la construcción más notable que encontramos es el anfiteatro, construido en la época de Vespasiano, que flanquea la entrada principal, con el teatro enfrente. Excavado en parte en la roca, tiene forma elíptica irregular, de 75 m de largo, una altura de 18 metros y capacidad para 5.500 espectadores. Se accede a la arena por dos grandes puertas. El graderío estaba dividido en doce sectores separados según la clase social.
Del anfiteatro nos dirigimos al edificio más notable de Segóbriga, el teatro, aunque es uno de los más pequeños de Hispania, pues su capacidad era para unos 2.000 espectadores. Se inauguró también en tiempos del emperador Vespasiano, hacia el año 78 de nuestra era, según se pudo comprobar en una inscripción aparecida entre las ruinas. Se conserva muy bien el graderío, separado también en tres sectores según la clase social de los espectadores. También se ha conservado muy bien la orchestra.
Nos acercamos hasta la ermita, desplazándonos un poco para fotografiar el mosaico que ocupaba la parte central de la vivienda de Silvano, aunque lo que vemos es una réplica. Enfrente tenemos el foro, el antiguo centro cívico de la ciudad, que ya estaba en la época del emperador Augusto, en el año 15 aC. Contemplamos las termas del foro, construidas la segunda mitad del siglo I aC con una superficie de 350 m². La última cita la tenemos en el criptopórtico del foro.
Concluimos la visita donde la iniciamos, en el Centro de Interpretación del Parque Arqueológico de Segóbriga, convertido en un pequeño museo en el que nos recibe un mapa del Imperio Romano. Un audiovisual, de 12 minutos de duración, explica la historia de Segóbriga. El resto del espacio lo completa un pequeño museo que recoge diferentes objetos encontrados en las excavaciones. Particularmente me gustó la cabeza de Agrippina Maior, nieta del emperador Augusto.
Sin salir de la provincia de Cuenca, la siguiente cita la tenemos a poco más de 13 km, en Uclés, pequeño pueblo que no llega a los 250 habitantes situado a 865 metros de altitud, en buena parte ocupado por el castillo y el monasterio, que fotografiamos antes de llegar al centro urbano. De la antigua fortaleza de la Orden de Santiago solo se conservan tres torres. Del resto pueblo destacan la Puerta del Agua, la antigua Fuente de los Cinco Caños y el Ayuntamiento, frente al que comemos en el único bar abierto, La Posada de Perico. Info: https://ucles.es/turismo/.
A las 4 de la tarde estábamos frente al Monasterio de Uclés para participar en la visita guiada, única forma de conocerlo por dentro. Edificado sobre una fortaleza árabe utilizando piedras del castillo, su construcción comenzó en 1529, durante el reinado de Carlos I, finalizando en 1735, bajo el reinado de Felipe V. En 1931 fue declarado Monumento Nacional. El ala oriental es de estilo plateresco, de mediados del siglo XVI, el ala norte, ocupado por la iglesia, y el occidental, son de estilo herreriano (siglo XVII) y el ala sur cuenta con una gran portada churrigueresca, atribuida a Pedro Ribera y realizada en 1735.
Accedemos al monasterio de Uclés por el claustro, de dos alturas y nueve arcos de medio punto por cada lado. Tiene treinta y seis balcones, en honor a los 36 canónigos que vinieron de Loyo. La parte superior del claustro está cerrada y la inferior abierta. En el centro del patio hay un aljibe en piedra caliza y decoración barroca, con el escudo real a un lado y el de la Orden en el otro. Los horarios de visitas guiadas son: 10:30, 12:00, 16:00 y 17:30 h. La entrada cuesta 12 €. Info: https://monasteriodeucles.es/
Desde el claustro accedemos al interior del monasterio por una monumental escalera. Bajo unas luces muy tenues vamos descubriendo las diferentes partes, destacando el refectorio, que cuenta con un artesonado extraordinario, con diferentes medallones. La sacristía es de estilo plateresco con cubierta gótica. La iglesia es obra de varios arquitectos discípulos de Juan de Herrera, por lo que el monasterio es denominado “el Escorial de la Mancha”. Cuenta con un buen retablo, aunque poco se conserva del original. Monumental es también la puerta labrada de la iglesia.
Nada más abandonar Uclés, nos detenemos al bordea de la carretera, en un alto, desde donde se tiene la mejor vista del conjunto monumental, pues de izquierda a derecha contemplamos la iglesia, el monasterio y las torres del Pontido y el Palomar, unidas por un lienzo de muralla con la torre Albarrana. A los pies del recinto observamos por primera vez lo que queda de la primitiva muralla. Al lado tenemos un campo de amapolas.
Estamos a 100 km del Parador del Alcalá de Henares, al que regresamos a continuación por ser nuestro campamento base. La escapada continúa.
Exquisito! Me apetece hacer el mismo itinerario. Fascinante! Gracias.