No he sido capaz de escribir hasta ahora, porque tampoco tenía muy claro qué poner.
Lo único salvable del sábado en San Mamés fue el homenaje que se hizo en el inicio a nuestro golfista Jon Rahm. Luego, en el partido, casi casi, la nada más absoluta. No recuerdo haberme aburrido tanto en un partido de fútbol nunca jamás. La pregunta es ¿cómo es posible jugar tan mal al fútbol contra un equipo que estaba bajo mínimos? La respuesta quizá la dio Gaizka Garitano en rueda de prensa tras el partido al decir que había sacado a San José debido a que el juego el Eibar era fundamentalmente por alto y pretendía fortalecer al equipo. Es decir, viene un equipo que últimamente no sacaba ningún punto, a San Mamés ¿y tú te adaptas a su juego? Pues así nos fue. El Eibar encantado con el cambio y nosotros sin crear una sola jugada con criterio. Mal muy mal. Si el contrario no quiere jugar el balón, no hagas lo mismo. No sé. Deja a Unai López donde lleva toda la Liga y sigue dando minutos a Sancet, porque se supone que estás tú en tu campo y quieres y debes mandar en el partido y crear ocasiones de gol. Pero bueno no quiero centrar solo la crítica en el entrenador, ya que los jugadores son los que están en el campo y los que deben hacer también algo parecido al fútbol, pases con criterio, sin ser maravillosos pero que lleguen a tu compañero que está a dos metros. Hubo una jugada (digo jugada por llamarla algo), que seguro os acordáis. Dos jugadores nuestros pegados ambos a la banda de la Tribuna Este, separados entre ellos unos 8 u 10 metros, y un tercer jugador, que tenía el balón, unos 3 metros más hacia el centro del campo. Les hace un pase… no se sabe a cuál de ellos, pero el balón va justo a la mitad del espacio entre ambos, (imposible para los dos), es decir, directamente a fuera de banda. MADRE MÍA. Esa jugada es el resumen del partido. Un desaguisado. Conseguimos un punto por el empate, pero porque el Eibar tampoco hizo nada.
Por buscar algo positivo, Ibai, pone el balón parado infinitamente mejor que cualquier otro compañero y el equipo mejoró algo en el segundo tiempo con él. Y Villalibre, pocos minutos pero se notó también. Tuvo una disposición distinta. Más participativo y con muchas ganas. Pide más minutos y un poco de continuidad. Que apueste por uno u por otro, Kodro o Villalibre, pero que les dé verdaderas oportunidades.
Y luego a las 21:00 al lío contra el Intercity en Copa. Miedo me da. Miedo nos da. O mejor… ¿quién dijo miedo? A ver qué cara nos enseñan hoy. Sea cual sea ¡a por ellos! y…
¡Aúpa Athletic!