Euskadi, punta de lanza

Los parlamentarios de PNV, PSE y EA que aprobaron la creación de la RGI pueden sentirse estos días especialmente orgullosos porque, 22 años después, España también les da la razón. En Magnet han dado un buen repaso a lo que supone esta medida: “La ayuda no provoca que sus receptores dejen de buscar trabajo (…) La RGI tiene un impacto muy positivo estableciendo un colchón de seguridad y detrayendo de una situación de pobreza y desamparo”. Pero no basta con la ayuda, es necesario complementarla con planes: “Los beneficiarios de la RGI con cursos de formación tienden a encontrar trabajo”.

¿Patriotismo?

Para ofrecer una RGI y una formación constante a los desempleados que mantengan el tejido unido y fuerte, son necesarios muchos recursos. Muchísimos. Y para tenerlos necesitamos impuestos. Entenderlo es el verdadero patriotismo, y no las Ikurrinas o las pulseritas. Lo contrario al patriotismo es lo que leemos en El Confidencial: “Fuga de españoles a bancos de Luxemburgo por miedo a una confiscación del Gobierno”. Parece que algunos aprovechan el confinamiento para mover on-line sus capitales al extranjero. ¿Saldrán luego a las 20:00 a aplaudir a los sanitarios? ¿Tuitearán contra la RGI española?

Abascal cambia de mesa de trabajo

Después de que media España y casi toda Euskadi se choteara de la mesa de despacho de Santiago Abascal, el de Vox ha decidido mostrar otra. Hasta ellos se dieron cuenta de que con el torero, la flamenca y el bote de pimentón, pero sin ordenador o unos cuadernos, esa mesa es la de un tipo al que ponen ahí como una marioneta porque el trabajo lo hacen otros. Esta semana, Abascal ha mostrado en Twitter otra mesa de despacho: distinta, en otro sitio, llena de libros, con un ordenador, junto a la bandera española y una foto de Felipe VI. Un cambio que no cuela. Un tipo que no cuela.

No, las clases on-line no funcionan

Igual que el reiki e igual que los influencers que solo tiene su pose para ofrecer, los que han clamado por las clases on-line se han caído con todo el equipo. Las y los docentes se han desgañitado, en general, poniendo sus propios equipos y su wifi de casa para mantener las horas lectivas. Pero el sistema presencial no se puede trasladar a Google Meet o Zoom. ¿Es posible que haya cursos on-line? Sí, pero hacerlos bien es dificilísimo, no se pueden improvisar ni, mucho menos, cualquiera puede impartirlos. A eso hay que sumar que no todos los profesores ni alumnos acceden sin problemas a la tecnología.

Entonces, ¿es ético o no?

Tengo en mi ordenador una lista de compras que haré on-line… Cuando podamos ir a las tiendas. Son objetos que, que yo sepa, no pueden encontrarse en los comercios. Pero me niego a hacer pedidos ahora, básicamente, por esto que dice el decano de la Facultad de Filosofía de la UNED, Jesús Pedro Zamora: “En general, el trabajo de los repartidores me parece tan mal pagado y en tan malas condiciones, incluso en tiempos normales, que tiendo a pensar que es un poco inmoral usar sus servicios”. En Directo Al Paladar han reflexionado sobre si está bien pedir a domicilio… Pero sin llegar a ninguna conclusión.

¿De dónde sacan ellos el dinero?

¿De dónde sacan en el PP el dinero? ¿Igual se piensan que toda España se puede gobernar como Madrid, a golpe de asalto a las sedes sociales y el talento de la periferia? Porque Casado, antes incluso de la sesión en el Congreso de ayer, presentó en Twitter una batería de medidas económicas para hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus, y todas pasaban por una rebaja sustancial de impuestos. Si no se recauda, ¿qué se gasta? ¿Se emite deuda como si no costara? ¿Esa es su idea de gestión para España? Y esa deuda, ¿cómo la devuelve su Estado? No está el horno para hostias, Pablo.

Nunca hubo plan

Estoy seguro de pocas cosas en esta crisis, una de ellas era que sabían que íbamos a pasar una auténtica cuarentena… Pero nos la han ido colando quincena a quincena. Y a este paso pasamos el verano como los de “Aupa, Etxebeste”. También tengo claro que el gobierno español carece de hoja de ruta. Es cierto que nadie estaba preparado para una pandemia así. Pero no es menos cierto que algún “experto” podría aportar algo de previsión. Orden y contraorden: desorden. Como dicen en Vozpópuli, la salida de niñas y niños está siendo el ejemplo más claro de que en Moncloa no hay plan.

Si esto es lo que les importa…

Me da igual si Pedro Sánchez ha comprado seguidores en Twitter, como sugieren en el Abc, o si lo ha hecho el ministerio de Sanidad en Facebook y ahora quiere que cargue con el muerto otro. Me da igual si Abascal, Casado o los dos están echando mano de “bots”, o si tienen a un puñado de prescriptores y una legión de acrítcos dispuestos a todo. Todo esto sirve para hacer ruido, no para ganar la batalla del relato, como dicen ahora. Si el problema de Moncloa es que no hay plan, como he expresado en el párrafo anterior, el de la política española es que construyen las realidades con artificios, no con hechos.

Dijo lo que hay

La batalla por lo que dicen en las redes, sea verdad o mentira (la mayoría), útil o absolutamente inútil (también, la mayoría), está ocupando demasiado tiempo en la gestión de la crisis. Tanto que en España hay una tercera vertiente: a la sanitaria y la económica, añaden la comunicativa. Insisto: qué mal están. Hasta los uniformados con galones hablan de ello en las ruedas de prensa y algunos, como José Manuel Santiago, meten la pata… Porque dicen la verdad: pasan los días y las pruebas confirman que lo que admitió en rueda de prensa es cierto, que su labor es minimizar las críticas on-line al gobierno español.

Lo manda Marlaska

David Bravo ha hecho una preocupante enumeración de antecedentes del ministro Marlaska, el responsable de mayor rango de ese dispositivo para cazar bulos y, de paso, opiniones negativas a la gestión del gobierno en el que lleva la cartera de Interior: una sentencia condenatoria suya por quemar fotos del Rey fue anulada por Estrasburgo, que lo consideró libertad de expresión, después emitió un voto particular en otra absolución precisamente porque consideraba excesiva esa libertad de expresión, otro voto particular contra una sentencia que amparaba la libertad de manifestación, etc.

Vale, ¿qué puedo comprar on-line?

Como al periodista Miguel Ángel Garrosa, llamó mi atención lo acertado que estuvo un repartidor en el Teleberri del lunes que se quejaba de que la gente compraba on-line cosas que no necesitaba y que, encima, trataba como un apestado a quien se lo llevaba a casa. Llevo semanas reflexionando: ¿qué puedo comprar on-line? Y no me refiero a lo que es legal. Si no a lo que dicta la policía de la moral: veo en las redes sociales a muchos comer y beber bien con productos de primera que les llevan a casa (de empresas que necesitan que les compren) y leo críticas (con las que coincido) sobre lo egoístas que somos.

La mayoría de los empresarios son trabajadores

Sigo. Con el que coincido plenamente es con Borja Barba: “Aquí hay gente que cuando habla de ‘empresario’ se imagina a un señor orondo, encendiendo un habano con un fajo de billetes, mientras aprieta el acelerador de su Maserati Quattroporte y tiene 400 empleados explotados”. Todos los empresarios a los que conozco personalmente son trabajadores. Pero la policía de la moral esta vez también impone su visión contra una realidad fácilmente comprobable. “Los productores” no son Amancio Ortega, son gente con sus pequeñas empresas y a los que les tiemblan las piernas ante el parón.

Y los políticos, también

La policía on-line de la moral también señala y ha señalado cada error en las declaraciones de una o un político como si fuera el desencadenante de la pandemia. Por cada benevolente han aparecido mil justicieros. Pero la mayoría no aguantarían la presión, los casi dos meses trabajando sin descanso por culpa de una crisis como un tsunami, las horas sin ver a la familia, que tiene tanto miedo como todas las familias… Fernando Simón apelaba a la comprensión ante los errores humanos de personas agotadas. E Ícaro Moyano añadía lo que algunos pensamos: “Hay opciones. O lo entiendes o eres un gilipollas”.

Que lo haga

El mayor valor político de Pablo Iglesias es que cuando todos le decían: “Pues monta un partido”, lo hizo. Así que otorgaré el mismo mérito a Spiriman si al final crea el partido que ha anunciado. El médico granadino Jesús Candel, conocido por sus gritos en Internet y por cómo pide dinero para comprar equipos que ya suministran otros, ha decidido (ahora que la famosa curva desciende) saltar a la política. Me parece muy bien: que lo haga. Y que lo hagan todos esos que se han quejado tanto de la gestión de esta crisis, que supieron lo que venía y saben lo que hay que hacer. Y que comprueben lo jodida que es la política.

Lo que nos quedará

Esta crisis ha machacado sin piedad al periodismo. Tenemos nuestra parte de culpa, no me cabe duda: Ana Rosa Quintana, Pablo Motos, Javier Negre, Iker Jiménez… Han difundido basura por el clic, el espectador y su propio ego. Los ERTE han llovido sobre un suelo enfangado por la precariedad (solo es posible el buen periodismo con mucho dinero, todo lo demás es mentirnos para aguantar un día más). Y la infantería se ha dejado arrastrar por las olas del populismo, de las asociaciones que llamaban para contar sus ideas felices y por el dato sin contexto. Daniel Bernabé tiene razón: nos hemos quemado.

Pues yo creo que lo dijo a propósito

He reproducido varias veces el vídeo y en todas veo al general de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, decir con total aplomo que están trabajando para atajar el clima contrario a las decisiones del gobierno español. No puedo evitar pensar que dijo lo que quiso decir, como lo quiso decir y delante de quien lo quiso decir: estaba informando de lo que le habían mandado hacer… Y que juzgue el público. Por eso precisamente el PP y Vox, sobre todo, se lanzaron con todo a criticar esa acción del gobierno. Porque es criticable lo que dijo, por supuesto, y porque lo dijo uno con galones y de la manera más adecuada para la oposición.

El fondo es otro

Lo que intenta perseguir el gobierno son los bulos sobre la actualidad relacionada con el coronavirus. Bulos que tienen un origen y un fin político. Por eso es lógico que si se atajan los bulos se interrumpa una acción contra el gobierno. Pero las formas importan y el general de la Guardia Civil lo dijo de la más criticable. Antonio Cartier lo explicaba mejor en Twitter: “Si te parece bien que se difundan bulos es porque te dedicas a generarlos, te dedicas a compartirlos, responden a tus intereses o todas las anteriores”. Igual una manera de mejorar la comunicación es quitar a uniformados y poner a expertos en redes.

¿Qué buscan?

No he mencionado en esta columna el ingente trabajo que están haciendo varias webs para explicar los bulos que circulan porque es imposible mencionar uno solo. Son tantos, la mayoría con una intencionalidad política clara y unas formas tan burdas, que nadie da abasto para numerarlos y explicarlos. Pero hay otro tipo de bulos, como el falso calendario de “desescalada” del gobierno español. Mi pregunta es: ¿quién lo genera y para qué? Porque esto no es una barbaridad contra e ejecutivo que toque. Pero la respuesta está en la pregunta: confusión, eso es lo que necesitan para colocar las mentiras.

A nadie se la cuelan

Lo que hace Podemos no son bulos (ahora) pero tampoco cuela: su intención de ser gobierno y oposición al mismo tiempo es un tan incomprensible… Que no la entiende nadie y solo la aplauden los que ya están convencidos. Su última idea, de denunciar con un vídeo los recortes en Sanidad, es buena. Pero cuando uno está en el gobierno tiene que tener mucho cuidado de no escupir hacia arriba: una vicepresidencia y cuatro ministerios son una cuota de responsabilidad importante, vienen presupuestos y en el menú del día de cualquier gobierno siempre hay sapos más veces de lo que todos desearían.

Un poco de historia

La aplicación de una renta mínima universal en España ha servido para que a muchos se les caiga la careta. En un país que obliga a toda la ciudadanía a pagar peajes eléctricos para compensar posibles pérdidas a las compañías eléctricas, evitar que familias enteras caigan en la exclusión levanta ampollas. Vaya. En Euskadi sabemos lo que es y para lo que sirve. Y aunque algunos ahora saquen pecho del trabajo de sus entonces parlamentarios, es necesario recordar quiénes votaron a favor de la RGI en 1998: PNV, PSE y EA. ¿Importa? Sí cuando se quieren colgar la medalla los que entonces bloqueaban el país.

Casado, da ejemplo

Me sorprende la capacidad que tiene Pablo Casado de escupir hacia arriba una y otra vez para ver si alguna no le cae. En esta ocasión, el líder del principal partido de la oposición en España, del que se espera algo más que lo que ofrece, dice que va a pedir a Sánchez que reduzca el número de ministerios para que siga habiendo diálogo entre ellos sobre el coronavirus. Ni es momento para los chantajes ni para vetar conversaciones. Pero si para él es verdaderamente importante, que dé ejemplo y adelgace los gobiernos que el PP comparte con Ciudadanos y el apoyo de Vox. Si no lo hace, ¿qué es?

Y dejad de hacer el ridículo

Da la causalidad de que tanto en España como en Euskadi, todos los que vieron venir esta pandemia y hoy saben exactamente qué hay que hacer están en la oposición. Y en ambos gobiernos, según la oposición y sus medios, están justo los que actuaron tarde y en todo momento hacen mal las cosas. Pero la realidad es tozuda: estos días se ha viralizado una pregunta en el Congreso de varios diputados del PP que demostraban no tener ni idea de cómo funciona Twitter… Ni de lo que es una búsqueda en Google o la vergüencita. La pregunta corresponde a febrero. A eso estaba él PP entonces.

Este es el nivel

El humorista gráfico Juarma López está aprovechando muy bien el confinamiento, por lo que se aprecia en Twitter: es un tío coherente cuyos comentarios sobre la actualidad son igual de salvajes y certeros que antes. El pasado fin de semana tuiteaba: “Los hashtags de la derecha parecen títulos de canciones de una banda punki kalimotxera de un Viñarock: Trampa de la Moncloa, Gobierno Criminal, Prohibido Olvidar, Sánchez El Sepulturero, Bulos Gubernamentales, Medios Vendidos, Gobierno de Inútiles”. No, no son exageraciones. E incluso se ha dejado alguno fuera como “Paguita”.

Ojalá no vuelva a suceder

Si el PP está haciendo un papelón durante esta crisis, con un comportamiento irresponsable e infantil (como otra oposición más próxima), el jefe de Estado español está haciendo el papel de su vida: nunca antes había quedado tan claro lo prescindible que es esa figura y, por extensión, su dotación y gastos. El Peláez, otro tuitero recomendable en esta crisis, daba la puntilla: “No. No hay ahora una ‘campaña mediática antimonárquica’. Lo que hubo fue una ‘campaña mediática promonárquica’ durante muchísimos años. La imagen actual de la institución es ni más ni menos el resultado de la ausencia de esa campaña”.

Otra semana de teletrabajo

Para mí, el sonido del teletrabajo es el de los dibujos animados de fondo. El guionista portugalujo Raúl Díaz, mucho más certero que yo, definía la conciliación durante el confinamiento de esta manera: “Si trabajo mis hijos se pasan todo el día pegados a una pantalla. Y si no se pasan todo el día pegados a una pantalla no puedo trabajar”. A raíz de su tuit, varios comentaron su realidad… Que es la de todos: jornadas interminables, videoconferencias y peticiones como si todo el tiempo en casa estuvieras a disponible o la imposibilidad de comprar papeles y pinturillas.