Lo confirma él

Estaba dispuesto a creer que Santiago Abascal seguía un manual de trumpismo para dummies, que unos días antes de la jornada electoral empezaba a arrojar dudas torpemente sobre el proceso y que, para provocar el caos, se le había ocurrido sugerir que quien ha votado por correo podía personarse en el colegio electoral para ejercer su voto presencialmente y anular el enviado previamente. Pero me equivoqué: el propio Abascal envió un tuit en el que aclaraba que desconocía lo más básico del proceso… Pese a llevar toda la vida viviendo de la política y ser el jefe de campaña de Vox en Madrid.

Ignorantes, pero muy organizados

Esta semana en Twitter hemos visto varios ejemplos de cómo “alguien” utiliza cuentas falsas en Twitter para colocar exactamente el mismo mensaje. Entre los mensajes que replicaban, uno precisamente era de un supuesto trabajador de Correos y votante del PSOE que alertaba de las irregularidades que advertía en el voto por correo. Un mensaje que coincide con la intención de Vox de arrojar todas las dudas que pueda sobre el proceso electoral… El mismo que Abascal ha reconocido desconocer. Así funciona esto ahora: desinformación por un tubo e ignorantes a paladas. La esencia de la extrema derecha.

Y arropados

Durante las crisis sanitaria y económica hemos perdido, por momentos, ese respeto excesivo a los jueces. Luis Ángel Garrido ya es uno de los conocidos en Euskadi por su decisión de mantener abiertos los bares, que debemos tener siempre en cuenta para explicar los números de la pandemia en la CAV. Sobre las elecciones madrileñas deberemos recordar el juzgado de instrucción número 53 de Madrid que ha considerado que el cartel de Vox que señalaba a un menor no acompañado no constituye delito de odio. “Ahora ya sabéis con quién no vamos a poder contar para la contención del nazismo”, comentaba en Twitter Pedro Vallín.

También, acompañados

Abascal es un responsable de campaña que no sabe cómo funciona el voto por correo, al que beneficia un grupo numeroso de falsos tuiteros y algunos jueces con sus decisiones. Menos mal que tienen esa ayuda externa porque la cabeza de lista de Vox, Rocío Monasterio, llega muy desgastada al final, como una caricatura de sí misma que se ha desdibujado durante los momentos en los que necesitaba marcar el trazo. Algunos tuits suenan como sentencias: “Monasterio diciendo que no se cree lo de las cartas con balas mientras un primo de su marido ha enviado una navaja a una ministra. Si es que te tienes que reír…”.

¿Qué hay enfrente?

A ver quién se salva cuando la historia haga un análisis sobre quién estuvo al lado y quién estuvo frente a la extrema derecha en este resurgir. Xavier Colás tuiteaba: “Antifascista es una persona que lucha frente al fascismo. No una persona que llama fascista a todo el que tiene en frente”, y acertaba. Muchos cantan el Bella Ciao pero pocos son dignos de hacerlo porque la mayoría de esos antifascistas de ocasión tiene en su debe el apoyo o la justificación de algún tipo de fascismo. Algunos son conscientes de su cinismo, otros son incapaces de distinguir un fascista aunque lo tengan delante soltándoles un mitin.

Siempre son los mismos

La oportunidad de tener un espacio en el que hacerlo y tiempo hace que muchos no repriman sus ganas de tuitear gilipolleces. Con todas las letras. Pero de vez en cuando aparecen expresiones genuinas como esta: “Lo de los muertos. A mí todo el que utiliza los muertos para llevarse el agua a su molino y más si son periodistas o políticos me parecen una panda de miserables. Y siempre son los mismos…”. En efecto, siempre son los mismos los que han contado muertos, los que han hablado del sufrimiento como si fuera suyo hasta la náusea, los que han querido apropiarse de los dramas… Y lo siguen haciendo.

No, no es posible

Para variar, estoy de acuerdo con Elisa Beni que aplaude “al magistrado Antonio Seoane, que ha dictado hoy un pedazo de auto desestimando una petición sindical de exigencia inmediata de equipos de protección”. El juez considera la petición irreal y “para que determinados sindicatos den satisfacción a su electorado real o posible, para utilizarlos como arma propagandística”. Si fuera posible hacerlo, los gobiernos los proporcionarían, pero estamos en una crisis sanitaria mundial que, por desgracia, consiste en eso, en la falta global de recursos. Pese a la desgracia que eso supone, algunos siguen mintiendo.

La miseria de algunos…

Hay dos maneras de buscar un beneficio electoral de este drama: la de esos sindicatos y partidos que mienten cuando dicen que ha faltado previsión o formación (si son capaces de expresarlo sin sonrojarse es que tienen la cara durísima), que los recursos para mascarillas se han desviado al TAV (esto se lo he leído a un representante público, se lo juro) o que aseguran que hay que elegir entre salud pública y empleo. Y luego está el estilo Vox, capaz de acusar, como Alvise Pérez (cebado por Ciudadanos), a Manuela Carmena de tener un respirador en su casa. La propia Carmena lo ha desmentido pero el bulo ya ha sido lanzado.

…Solo está al alcance de unos pocos

Al respecto, el periodista Javier Negre también se ha posicionado: el Adjunto a la Dirección Audiovisual de Unidad Editorial (El Mundo o Marca) y contertulio de Telecinco o Telemadrid dice que él cree a su “amigo” Alvise Pérez. Estos días también hemos visto a Negre en tertulias con otros elementos del entorno de Vox y Bea Fanjul. La caverna del 2020: más jóvenes, más guapos pero más casposos y reaccionarios, incluso, que aquella de la primera década del 2000. Suelo decir de los errores en mi periódico que la cabecera nos cubre a todos para bien y para mal. Pues lo mismo en El Mundo. Ellos sabrán.

Por suerte, Vox se está retratando

Por suerte, como bien tuitea Antonio Maestre, “a Vox la crisis sanitaria le está pasando por encima. No tienen capacidad para meter sus mensajes y sus líderes están desaparecidos. Por eso han aumentado la agresividad en redes y buscan relevancia. Ni caso a Abascal. Están perdidos”. Ni caso a Abascal, ni a Alvise Pérez, ni a los periodistas que buscan su hueco entre la derecha y la pared. Están perdidos. En esta crisis ha quedado claro lo que es inútil, como la extrema derecha, el reiki, los antivacunas, la mayoría de youtubers, el sueldo de muchos jugadores de fútbol o la mermelada de ciruela.

Algo hemos hecho mal todos

Si no recuerdo mal, a Borja Sémper se lo dijo Edu Madina. Palabras más, palabas menos. Y ahora, el exconcejal de Donostia se lo dice al expresidente del PP vasco: “Tu vida va a mejorar y tu familia lo va a agradecer”. Esa frase me invita a una autocrítica: algo hemos hecho mal todos los que sabemos que, en política, la vida es dura e ingrata para que la ciudadanía tenga la percepción de que se trabaja poco, se cobra mucho y se trinca lo que se puede. Algo hemos hecho mal los que lo contamos y los que lo dicen, como Iglesias (que ahora es “casta”) pero también muchos del PP que rebotan argumentos si les conviene.

El fachómetro, disparado

La llegada de Iturgaiz, además de provocar la salida de Alonso a una mejor vida (se dedique a lo que se dedique va a vivir mejor que en política, sin duda), está provocando que el fachómetro se dispare. Santiago Abascal decía esto a Federico Jiménez Losantos: “Iturgaiz sólo tiene un problema y es que está en el PP”. Después de leer lo que dice el propio Iturgaiz es evidente que entre ambos hay química. Sus partidos en Euskadi parece que no van a entenderse pero los líderes, sí, porque vienen del mismo punto, del mismo pensamiento, de la misma ideología… Y no acabarán muy lejos el uno del otro.

Andalucía, más caricatura que nunca

Ha tenido que llegar a Andalucía el trifachito del PP, Ciudadanos y Vox (que allí sí se han entendido y han sacado representantes los tres) para que la comunidad autónoma sea una caricatura de sí misma más que nunca. No solo por el impulso a la tauromaquia o la caza: lo último de la Junta es digno de chiste de revista satírica, pero la realidad supera a la ficción una vez más. El mismo Juanma Moreno anunciaba vía Twitter que “Andalucía propone una rebaja del IVA en las sillas de Semana Santa. Su importancia religiosa y cultural y la labor social de las hermandades y cofradías lo justifican”.

Para la galería

El gran problema de Podemos en el Gobierno español no va a ser la oposición, sino la gestión de las expectativas que los representantes y agitadores del entorno de ese partido han creado. Y más difícil les va a resultar si siguen generándolas: la regulación de la publicidad de casas de apuestas que anunciaba el ministro Garzón ha acabado siendo un coladero. A la libertad para colocarla en los partidos emitidos más tarde de las 20:00 se une ahora la excepción de “los famosos” haciendo publi: durante las retransmisiones los presentadores estrellas podrán mencionar las marcas, como recuerda en Twitter Antonio Maestre.

¿Cómo pueden hacerlo?

El acto de vandalismo de esta misma semana contra el monumento que recuerda a los fallecidos en el 11-M en El Pozo me ha sorprendido, como siempre me sorprenden este tipo de ataques. No son vándalos, no son inconscientes rompiendo material urbano, son personas sin alma, sin empatía, sin sensibilidad, sin memoria… Que podemos encontrar en todos los sitios: solo unos días antes, Dani Álvarez tuiteaba que el mural en Deusto de Yolanda González, asesinada por un ultraderechista en Madrid, había sido atacado. La llamaban “zorra” y pintaban sobre ellas banderas españolas.

Valoremos lo que tenemos

Podemos mejorar lo que tenemos como sociedad y por eso debemos exigir a nuestros políticos que persigan la excelencia en los servicios. Pero no podemos perder de vista nunca que lo que hemos conseguido es también importante: Diego E. Barros recogía en Twitter el mensaje que Bernie Sanders había lanzado y también las respuestas: el político demócrata preguntó si alguna vez alguien había evitado llamar a una ambulancia para no tener que pagarla, y las respuestas son terribles. El terror de los estadounidenses a su sistema médico nos resulta angustioso pero para ellos es completamente real.

De la ignorancia y el atrevimiento

Esta semana nos han querido arrastrar a una huelga sin sentido y sin éxito: el planteamiento era capcioso y la fórmula genera cada vez más dudas en la ciudadanía. En el otro extremo ideológico de esa izquierda trasnochada, abrazándose, está la derecha neoliberal de caspa bajo la gomina. Viejóvenes en un lado y el otro. En el neocón se sitúa Aguado, el vicepresidente de la comunidad de Madrid, con perlas como esta sobre la regulación del alquiler: “Confiemos en Adam Smith, en que oferta y demanda sigan resolviendo problemas del siglo XXI” (Eldiario.es). Yo en quien ofrece soluciones tan caducadas, la verdad, no confío nada.

Y de fachas de los de verdad

Madrid, como Andalucía y Murcia y, si pueden, España entera, depende de Vox, ese partido que en el que se refugian los fascistas. No es una exageración: Antonio Maestre recordaba en Twitter esta semana que “Vox llevó en listas en El Escorial a los familiares del SS belga escondido en España León Degrelle”. Lo hacía a cuenta del tuit de Rocío Monasterio sobre el aniversario de la liberación de Auschwitz: “En su casa le podrán contar historias de nazis de primera mano porque la familia de Espinosa colaboró con ellos. Fue el embajador de Franco con Hitler”. Y anuncia que hay mucho más.

Ya no hay “pesebreros”

Cuando Pablo Iglesias dijo aquello de que la política consistía en cabalgar contradicciones se quedó tan tranquilo. Igual pensó que con esa afirmación sus contradicciones, efectivamente, estaban ahí pero iban a dejar de importarnos. Iglesias estaba equivocado: se trata de domarlas, esto es, de sufrir. Hoy, Iglesias, tendrá que explicar por qué ha llenado el gobierno español de “pesebreros”, es decir, de las personas que trabajan para un partido político. Él fue el que las definió así desde la oposición. Hoy, “Sánchez e Iglesias pasan de los funcionarios: el Ejecutivo bate récord de directores a dedo” (El Confidencial).

El fútbol que da asco

El rival en Copa del Athletic está siendo uno de los protagonistas de la temporada por el modo en que encadena sainetes: fichó a Griezmann después del desprecio que filmó Piqué. Intentó fichar a Neymar, que tiene una denuncia contra el club. Despidió a Valverde y, con Setién, se despidió del liderato. Finalmente, he hecho un gran ridículo en su búsqueda de un delantero: Cédric Bakambu esperó en el aeropuerto de Hong-Kong y se volvió finalmente a China. Antes, el club fue manipulado por Jorge Mendes para encarecer a su representado Bruno Fernandes que ha acabado en Manchester.

Quince minutos de «cortesía»

Los de Bildu siempre podrán decir (y apuesto a que lo dirán) que informaron antes al Gobierno Vasco que a los medios de su propuesta para los presupuestos de la CAV. Pero hay cortesías que son desafíos y por eso hay que desenmascararlas, como hizo Pedro Azpiazu en Twitter y Facebook. Las propuestas de Bildu, además, solo responden a la lógica televisiva: ni a la social ni a la política. Y cualquiera que tenga un mínimo de experiencia parlamentaria lo sabe igual que en Bildu lo saben. Entre el beneficio de los vascos y el “suyo político”, como diría Rajoy, en la izquierda abertzale lo tienen claro.

El PP no quiere excluir a Vox

Ya pueden ensayar la pose de dignos todo lo que quieran que ninguno del PP podrá defender con la cabeza alta que ellos no facilitan el acceso de la extrema al poder. El último episodio de este serial de cesiones va sobre la mesa del Congreso y cómo el PP ya ha dejado claro al PSOE que no permitirá llevar a término su plan con Podemos para excluir a Vox. Los gobiernos de Andalucía, Murcia y Madrid no se sostienen gratis, claro. Y que nadie me venga con que el juego democrático le da a Vox ese puesto porque Vox de juego y de democrático tiene poco. Y lo del PP de justificable tampoco tiene nada.

No fue por unos tirantes

Si algo le sobra a Vox es manos echadas. Es sorprendente cómo mientras en otros países la extrema derecha va siendo arrinconada en España es ayudada por el principal partido de la oposición y muchísimos medios que, como en el caso de los tirantes de España de Víctor Laínez, le compran el tema y el enfoque. Queda probado en la sentencia que Rodrigo Lanza no le mató por eso pero sigue siendo la manera en la que muchos periodistas describen el caso y muchos miembros de Vox encuadran el motivo del asesinato, como hemos visto en Twitter. Blanco y en botella. Pero parece que hasta las evidencias dan igual.

Y no les hables de trabajar…

El argumento que ha dado la dirección de Vox en Murcia para anunciar su dimisión en bloque de que el partido ha crecido mucho y hay exceso de trabajo, al principio, genera la risa. Pero al final te das cuenta de que es de primero de democracia: a la política se va a trabajar. Y es un oficio muy ingrato, además está mal visto (gracias a los de Vox que surfearon la ola indignada de los de Podemos) y no es nada, pero nada fácil. Pero reconocer que tú no estás para currar, ya, es de matrícula de honor de cara dura: es que no han pensado ni la excusa. Les daría pereza. Como para organizar a la afiliación y a los representantes elegidos…

¿O mejor no les hablamos de dinero?

Mientras todos estábamos riéndonos en Twitter de la pereza de los de Vox en Murcia, Antonio Maestre nos recordaba su investigación en La Marea, del pasado abril, sobre cómo en Vox en Cartagena, precisamente, incumplió la ley de partidos al usar una cuenta personal para ingresar fondos a la que llamaron “la hucha”. Además, hubo un manejo inadecuado de los datos de los afiliados para seguir solicitando aportaciones y cuando le pidieron explicaciones y ver las cuentas, “Luis Armada no accedió a ninguna de estas peticiones con el conocimiento y apoyo de Pascual Salvador Hernández, coordinador de Vox en Murcia”, según el digital.