El más impopular

En El Nacional han disfrutado redactando esta noticia: en el alemán Süddeutsche Zeitung, el segundo diario más leído tras el Bild, su corresponsal en Madrid, Thomas Urban ha publicado una columna sobre “la casa real más impopular de Europa”. De Felipe VI dice que “incluso sus seguidores admiten que no tiene carisma’”, “el referéndum sobre la Constitución de 1978, redactada en gran parte por los seguidores de Franco, no dejó ninguna alternativa: si querían la democracia, tenían que aceptar al rey Juan Carlos. Si Felipe aparece ahora como ‘defensor de la constitución’ es porque defiende sobre todo su trabajo y su vida de lujo”.

Hay que conocer la historia

No viví la Transición, así que solo la conozco por los pastelosos vídeos de Victoria Prego y las crónicas que quienes sí estuvieron allí han ido componiendo durante los años posteriores. Pero sí llego a un mínimo que Armuño, un conocido tuitero, quería recordar a Juan Carlos Monedero. El de Podemos, insistiendo en su línea argumental básica, defendía: “La transición no la trajo ni el rey ni Suárez ni González: la trajo la gente común, la que hoy sigue protestando por unas pensiones dignas”. Armuño le respondió: “Para nada, todo fue una cosa de las élites políticas”.

Ojo con las redes

El atrevimiento de Monedero en Twitter casi coincidía en el tiempo con la publicación de un informe de hábitos de consumo mediáticos en EE.UU. en el que, por primera vez, las redes sociales superan a los periódicos como fuente de información. Según el gráfico que entresacaba José Manuel Rodríguez, los estadounidenses se informan sobre todo por la televisión, después (y a gran distancia) por los medios digitales, tras ellos aparecen la radio, las redes sociales y, finalmente, los periódicos. La traslación a Europa de estos usos y costumbres puede darse en cualquier momento.

Facebook no habla de Facebook

Permítanme la maldad, pero cuando leí el titular en Trecebits de que “Facebook publica los temas que serán tendencia en 2019”, entré en el artículo solo para buscar uno de esos posibles temas: la desaparición de Facebook. No está en la lista, ya se lo adelanto. Pero sin duda el que viene va a ser el año más difícil para esta red social y, por extensión, para la empresa, que compensará pérdidas con el crecimiento de Instagram y la globalidad de WhatsApp, pero que se verá resentida por la pérdida de su buque insignia: aunque no se le puede dar por muerto, Facebook agoniza.

El ranking sobre el Athletic que importa

Avanza el calendario para el Athletic. Por un lado, el de los candidatos a presidente, y por el otro el de la afición, que ve que por fin llega el lunes, día de partido, otra vez. Hoy nos enfrentamos al Alavés y podemos dar otro paso para salir del pozo. Para eso necesitaremos goles, y sobre goleadores ha publicado recientemente la Adurizpedia un ranking muy interesante, el de los máximos goleadores, teniendo en cuenta a chicos y chicas: Zarra (355 goles), Erika Vázquez (256), Bata (208), Dani (199), Gorostiza (196), Iraragorri (179), Arieta (170), Panizo y Aduriz (169) y Nekane Díez (153).

Lo que ha dicho Bolsonaro

Cuando decimos que ha ganado la extrema derecha en Brasil, evidentemente, lo hacemos porque leemos las crónicas y, gracias a Internet, porque podemos acceder a vídeos y, lo que es más importante, a personas que están informadas y nos informan: McShine ha elaborado un hilo estupendo con vídeos de declaraciones de Bolsonaro a favor de la tortura, en contra de las minorías culturales o políticas, en contra también de los derechos indígenas, declaraciones homófobas, racistas, sexistas o defendiendo a dictadores como Pinochet. A eso tenemos que enfrentarnos.

Europa también es esto

Hace solo un par de días les mostraba mi estupefacción por la desvergüenza de la Fundación Francisco Franco, que ha vuelto a sacar participaciones de lotería de Navidad (con donativo, claro) finalizadas en 36 y 39. No solo por eso, evidentemente (aunque ya es suficientemente escandaloso), el Parlamento Europeo ha pedido al gobierno español que ilegalice a la citada fundación, pero también a Falange y otras asociaciones o agrupaciones fascistas. Porque el auge del fascismo hoy, lo acabamos de ver en Brasil, tiene mucho que ver con todo lo que se ha permitido.

Lo que más se parece a uno de derechas…

Hace solo unos días de la coincidencia de dos tuits muy parecidos: Pablo Iglesias y Donald Trump tuiteaban con apenas unas horas de diferencia sobre su preocupación ante las fake news que afectan negativamente a su ideología (cada uno a la suya, claro) y a la calidad de la democracia. Y yo coincido con ellos, claro. Pero tiene tanta gracia que Trump se queje de la proliferación de noticias falsas como que lo haga Pablo Iglesias de mensajes que afectan negativamente a una opción política. Ambos han crecido beneficiándose precisamente de lo que ahora critican.

Microsoft regala Windows y gana

Hace ya tiempo que aviso de que una de las más firmes señales de la verdadera revolución digital es que Microsoft ya no cobra por el uso de su sistema operativo, Windows. Desde que no lo hace, además, no ha parado de crecer (también su reputación) y hoy es una de las tecnológicas más importantes y que más dinero gana. ¿Cómo? Gracias a su Office y, sobre todo, gracias a sus hábiles inversiones: ha acabado participando en muchos desarrollos y cuando ha tocado repartir dividendos ahí estaban los de Microsoft, con las dos manos haciendo la forma del cuenquito.

El gol de Cristiano Ronaldo

Después de un comienzo difícil, Cristiano Ronaldo ya empieza a ser el mismo de siempre ahora en la liga italiana: marca goles a pares, bate registros (es el debutante más goleador de la historia de la Juve) y su popularidad se dispara. Una muestra de ello es que es el más seguido en Instagram. Igual que conquistó la Premier, la Liga y ahora el Calcio, ha ido conquistando las redes sociales y ahora barre en la que más crece (y posiblemente la que más dinero mueve para sus estrellas). Solo falta que se aclare el caso de violencia sexual que tiene pendiente para que sea alguien admirable.

Semana uno, después del acuerdo

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Ya ha pasado la celebración y las críticas (ataques a batzokis y escrache a Sabin Etxea incluidos, que muestran más desesperación que otra cosa). Han pasado las respectivas resacas. Y ahora toca empezar a aplicar el acuerdo que el PNV ha arrancado al Gobierno español. En La Información, José Luis Roig lo tiene claro: es mérito del primero, un partido “que lo controla todo y domina las apuestas de futuro”, y cree que los políticos catalanes (los que primero despreciaron cualquier nexo con “lo vasco”) se han quedado atrás.

Compra ya su libro

Eduardo Garzón, hermano de Aberto Garzón, asesor en el ayuntamiento de Madrid (¿esto no es “trama”?), doctorando en Economía, ha fijado en su cuenta en Twitter un enlace para que podamos comprar su libro en el que desmonta, cómo no, lo mitos económicos de la derecha. Los de la izquierda pasan, claro, por no criticar nunca el negocio editorial, muy suculento para los de Unidos Podemos, que siempre se cobra aparte y que nunca falla. Por eso van siempre todos a las presentaciones de los libros de los suyos.

Pero siempre hace falta leer más

Pero no es cuestión de libros, se trata de leer. Hábito que, lo confieso, entre las obligaciones familiares e Internet, he perdido parcialmente. Tampoco lo tiene, al parecer, Ramón Espinar, defensor a ultranza de lo que diga el jefe y, por lo tanto, de la moción de censura ahora mismo. La periodista Luz Sanchís, sin embargo, le afea en Twitter: “‘Yo no me he leído el manual sobre mociones de censura’, es toda la respuesta de Ramón Espinar a cómo lo van a hacer. Pues vale”.

También tenemos nuestra culpa

Les he dicho antes que Internet tiene que ver con que haya perdido parcialmente el hábito de leer. Añado ahora que los medios no ayudamos: el “clickbait” o la lucha por el “clic”, por que el lector de redes sociales siga nuestro enlace, nos está empobreciendo. Recientemente, la cuenta de la CNN en español tuiteaba: “En este país ya no puedes consultar Wikipedia”, obligando al lector a seguir el enlace para ver qué país era (Turquía). El usuario @Armuño en Twitter se quejaba: “En este país ya no puedes leer un titular normal”.

Sí, WhatsApp se cayó

Me sorprende que, a estas alturas, todavía estemos leyendo comentarios sobre aquella noche de la semana pasada en la que se cayó WhatsApp. Algunos no dudaron en hacer chistes moralizantes sobre la oportunidad de que hablemos con el que está a nuestro lado, ¡como si la mayoría de conversaciones en WhastApp no fueran con los más cercanos! Lo que tiene que servirnos este error en el servicio es para recordar que solo se trata de una empresa que no, no controlamos nosotros.