“Los vascos”

A las vascas y a los vascos nos gusta parecer siempre pobres (y no lo somos), y nos gusta parecer siempre progres: “Los vascos ven más a David Broncano; los murcianos prefieren a Pablo Motos” (El Independiente). Entiendo que en el titular también entran las vascas y las murcianas. No solo pasa en la CAV: Pablo Motos obtiene sus peores resultados en Cataluña (7,9%) y Nafarroa (9,8%). Otro dato significativo: “El espectador promedio del programa de David Broncano es el de un hombre de 49 años, mientras que el de Motos, el de una mujer de 57”. Con todo, El Hormiguero sólo ha perdido una décima de una temporada a otra.

Felipe de Borbón: “¡Mecachis!”

Evidentemente, me he inventado el titular. No sé si Felipe VI dijo eso cuando se enteró de la audiencia que obtuvo su mensaje: desastrosa. De hecho, no consta que sepa el dato ni que le importe. Según El Confidencial Digital, “la Casa del Rey está ‘descontenta’”. Se ve que “descontenta” es la manera que tienen de decir en palacio: “Una hostia como un piano”. Y siguen los eufemismos: “No obstante, comentan que entienden la desconfianza de los españoles y por eso quieren trabajar para ayudar en todo lo que sea posible como Institución”. “Desconfianza” también es su manera de decir que, cada vez más, nos sobran.

Su labor

“Facebook e Instagram restringen las noticias que los periodistas palestinos publican desde Gaza”. Lo dice la BBC, que ha hecho “un análisis exhaustivo de los datos”. El medio británico ha detectado que la interacción con los canales palestinos de información es mucho más baja, ante contenidos análogos, que la de otros medios fuera de Palestina. Estas cifras confirman lo que aseguran periodistas palestinos: “La interacción quedó completamente restringida y nuestras publicaciones dejaron de llegarle a la gente”. Por supuesto, Meta dice: “Cualquier insinuación de que ha suprimido deliberadamente ciertas voces es ‘inequívocamente falsa’”.

“Botín no sufre”

No es verdad que los medios solo demos malas noticias: “Ana Botín no sufre la bajada de tipos: gana 18 millones en Bolsa en su 10 aniversario al frente del Santander” (Economía Digital). Ya tenemos una cosa menos de la que preocuparnos. Un beneficio merecido porque “Santander encamina resultados récord pese a los recortes de tipos”. Esto viene a confirmar dos cosas: la habilidad de la banquera para sobreponerse a lo que venga (con ideas geniales como el “aumento del 5% en las comisiones”), y que lo de que la banca siempre gana, que decíamos cuando jugábamos al Monopoly, nunca ha dejado de ser verdad.

¿La solución no es que haya más médicos y médicas?

Faltan médicas y médicos pero “no hay que permitir la creación de más facultades”. Lo dice Miguel Hernández, vicepresidente de la Conferencia nacional de decanos y decanas de facultades de Medicina de España, y lo recogen en Vozpópuli. Hernández está seguro de que “no tiene sentido incrementar el número de facultades de Medicina”, aunque la empleabilidad en el sector sea del 100%, los gobiernos no encuentren profesionales para contratar y acaben cayendo en una guerra de sueldos y condiciones favorables para que abandonen una sanidad y vayan a otra. Como en el caso de Ana Botín, ya no sé qué pensar, la verdad.

¿Qué es la política?

Vivo la política desde que soy adolescente y tengo claro desde hace mucho tiempo que es el mecanismo que tenemos para ponernos de acuerdo entre diferentes, por medio de nuestros representantes, y avanzar como sociedad. Así que, lo siento, pero no entiendo esto: “Junts saca pecho de su posición de fuerza en el Congreso: ‘O nuestros acuerdos o sus derrotas’” (El Nacional). Y menos lo entiendo cuando esa “derrota” impide corregir una ley de vivienda mala (la que aprobaron PSOE, Sumar, Bildu y ERC, que luego la recurrió) por medio de parches, en este caso, regulando las viviendas turísticas, que es una emergencia.

¿Presupuestos?

Pese al palo en el legislativo de Junts, que ha supuesto una foto jutno a PP y Vox en la que los de Puigdemont no se sienten incómodos, y pese a que el PSOE sabe que sacar adelante las votaciones le va a costar cada vez más (porque cuando contente a Junts pedirán lo suyo ERC o Podemos, y el PNV, que nunca deja de hacerlo), no creo que haya elecciones a la vista porque hasta sacar los presupuestos le da igual al PSOE gracias a los fondos europeos, que dan hasta para torpedear a la oposición: “El ‘caramelo’ de la quita de la deuda, principal riesgo para la unidad de acción de Feijóo y sus barones” (El Independiente).

Stop pretending being poor

La foto de Paris Hilton en una fiesta con una camiseta en la que se podía leer “Stop Being Poor” se ha convertido en el meme (aunque ella asegura que es un montaje) de las ultrarricas haciendo cosas de ultrarricas. Pues vale. Más me fastidian esas y esos burgueses que van de que no lo son: la actriz Irene Escolar, de la que Alberto Elías decía en X con tino que toda su familia “está en azul en la Wikipedia”, ha dicho en La Revuelta que no puede pagar el alquiler de una vivienda, y en la misma red social o Público todo han sido elogios a ella y al propio David Broncano, como si no estuviese intentando pretender parecer algo que no son: pobres.

Otra “nepo baby”

La hija de Albert Boadella, a diferencia de Irene Escolar, no ha seguido los pasos de su padre en el teatro, sino en la política: “Se alía con el navarro Carlos Pérez-Nievas para dirigir Ciudadanos” (The Objective). Parece que el partido naranja no está acabado, solo “al borde de la desaparición”. La de Mariana Boadella (que evidentemente tiene nombre) junto a Pérez-Nievas es la candidatura “oficialista”, y la propia Boadella fue número tres en las elecciones europeas. ¿Será esta la dirección que baje la persiana definitivamente de ese partido que sigue presentándose como “de centro” y fue el que cebó a Vox?

“Un ataque sin precedentes”

El ataque sobre población civil en Líbano es una barbaridad. La maniobra terrorista (y es terrorismo, lo firme quien lo firme) es absolutamente extraordinaria, “sin precedentes”, según Simon Mabon, el catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad de Lancaster al que ha preguntado la BBC. Vale. Pero el resultado es otra masacre: a quien dio la orden y a quien apretó el botón que hizo explotar los dispositivos no les importó si las personas que los portaban estaban abrazando a sus hijos, conduciendo un coche, viajando en un autobús abarrotado o en un avión en pleno vuelo. Y eso es un crimen más grande que la maniobra.

Empieza el curso

Algunas y algunos llevamos ya un par de semanas picando tecla, otras y otros volverán al trabajo mañana y las y los más afortunados disfrutarán, por fin, de sus días de descanso. Sobre eso, precisamente, ironizaba Joseba Díez Antxustegi en X: “A ver si es que no era una tregua y lo único que querían era irse de vacaciones”. Se refería el portavoz parlamentario del PNV al regreso de Bildu, con la maquinaria a tope contra Osakidetza y la policía local en Bilbao, entre otros. Su posibilismo ha durado lo que el descanso estival de sus jefes (no hay jefas), agotados después de tanto imitar al partido, precisamente, de Díaz Anxustegi.

Si lo dice Rahola…

El curso político vasco estará marcado por el pulso que Bildu va a echar al gobierno vasco y por el proceso interno en el PNV: si no hay elecciones generales a la vista los focos se dirigirán a Sabin Etxea. Si las hay, tendrán menos lupas encima pero también menos tiempo para preparar la próxima Asamblea General. Así que todo depende de Puigdemont, de ERC, de Podemos y ahora también de Ábalos, que tendrán que seguir ofreciendo estabilidad a Pedro Sánchez. Por si acaso Pilar Rahola “advierte a Sánchez de la estrategia de Junts en Madrid: ‘Otoño será movido’” (El Nacional). ¿Siguen sin encontrar una prescriptora mejor?

Influencers pero inalcanzables

¿Es Pilar Rahola una influencer en el nacionalismo catalán? En puridad, sí. Lo que no sé es si realmente tiene capacidad de influencia en quien mira el móvil. Algo parecido, pero con unas circunstancias totalmente diferentes, empieza a pasarles a las y los grandes influencers: “El exceso de lujos y frivolidad pone en riesgo su popularidad y castiga su negocio” (Vozpópuli). Una o un influencer funciona cuando llena tu hotel o tu restaurante, o agota existencias de tus carteras. Si alcanzan modos de vida carísimos, ¿quién va a poder consumir lo que anuncian? Pero lo más significativo es comprobar que la burbuja influencer sigue hinchándose.

Una “bomba atómica” sexual

En la versión en castellano de la página web de la BBC han publicado un reportaje estupendo para un domingo lluvioso sobre Alfred Kinsey, el primer científico que hizo de las relaciones sexuales su objeto de estudio. Hablamos de la década de los 40 del siglo XX, cuando “la ignorancia de sus estudiantes despertó la curiosidad científica de Kinsey”. “Terminó siendo recibido por los artistas y escritores más atrevidos”, que también ofrecieron sus testimonios sexuales para la investigación. Hoy sigue existiendo un Instituto Kinsey que sigue observando la sexualidad e incomodando a las y los conservadores en EE.UU.

Nadie ha querido ir

Ni Nico Williams, ni Luis Díaz ni Kingsley Coman, ni Rafael Leao, ni un Federico Chiesa al que la Juve daba todas las facilidades para salir: solo Dani Olmo, con especiales ganas de volver a casa, ha querido fichar por el FC Barcelona. Por eso “el Barça de las restricciones se queda con una plantilla muy corta” (The Objective). Un problema que en realidad tiene que ser gravísimo, porque es evidente que ha contado con todos los favores y facilidades para fichar… Hasta ahora. “Los dirigentes del Barça han engañado a su masa social” porque Laporta tampoco ha conseguido que Nike acceda a renegociar su contrato en vigor.

«Tiro en la nuka»

Hernani, 2024, y algunos o algunas siguen, espray en mano, amenazando a la Ertzaintza y al consejero vasco de Seguridad el día que arranca en el cargo. Imanol Lasa lo explica muy bien en X: “No son tics residuales del pasado, sino la expresión del odio y la amenaza que aún perviven”. Y estas amenazas tan concretas y conocidas no son un fenómeno atmosférico: es un modo de pensar, de vivir y de sentir que existe, y que el marketing político caro no logra tapar. Y debe de ser, también, un mensaje claro a las y los agentes, para que no duden de quién les defiende pese a todo, y quien sigue atacándoles como siempre.

¿Por qué?

La salida, por fin, de prisión de Julian Assange es una buena noticia aunque para lograrlo, “se declarará culpable del delito de conspiración” (BBC). El australiano ha pasado cinco años encarcelado en el Reino Unido y de doce refugiándose en embajadas, perseguido por acusaciones de violación que se archivaron, y claro, por conspirar y relevar secretos. Todo ha sido bastante difuso, la verdad, pero lo cierto es que Assange se ha convertido en el símbolo de que también en el mundo occidental los países persiguen a los periodistas. Tampoco hace falta irse tan lejos: Pablo González sigue en una cárcel de Polonia sin que nadie le haya juzgado.

Otro que pacta con la justicia

Otro que pacta con la justicia es Alberto González, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que admite que “defraudó a Hacienda por valor de 350.951 euros en dos ejercicios y que también se sirvió de una trama de facturas falsas para ejecutar el engaño” (El Diario). A mí esto me escandaliza, pero más lo hace aún que no sea un escándalo mayúsculo en España. Ya sé que Díaz Ayuso es responsable solo de sus propios actos, pero no es sostenible este punto de degradación tan próximo al poder. Y en Moncloa también tienen lo suyo, claro. No me imagino lo que supondría algo así en la CAV.

El horror de cada día

Almudena Ariza mostraba en X un vídeo de unos pocos segundos pero abrumadoramente angustioso, en el que se veían las consecuencias directas de un bombardeo, y lo explicaba así: “Más de 150 muertos en poco más de 24 horas en Gaza. Están siendo las jornadas más letales de la guerra. Ha habido 48 muertos solo en ataques contra tres barrios residenciales”. Ane Irazabal era igual de descriptiva en su tuit sobre el mismo ataque, pero en otro sentido: “El horror que ya no ocupa titulares”. No podemos permitirnos dejar de sorprendernos, ni por la persecución a la prensa, ni por los escándalos políticos, ni por el ataque a la humanidad.

Rusia, igual

En Ucrania también continúan las agresiones sobre población civil: “Rusia ha atacado hoy, como ya es habitual, el centro de Járkiv. Ha vuelto a bombardear el barrio donde siempre me alojo. Esta vez con una bomba aérea; su capacidad de destrucción es tremenda. Conozco al dedillo el lugar y allí no hay nada militar. Es una salvajada rusa más”. El tuit es del periodista Cristian Segura. Ya sé que no son los únicos lugares del mundo donde hay guerra, destrucción y muerte, pero sí sé que los presidentes de Israel y Rusia son los responsables de sus guerras, la destrucción que ejecutan sus ejércitos y la muerte de civiles.

Ya sabrán ellos y ellas

Supongo que ya lo sabrán las y los de los tractores: la extrema derecha en España y en toda Europa está arrimando el ascua que encienden las y los agricultores a su sardina. Esto es una evidencia, y que medios digitales que alaban los discursos de Vox en el Congreso, como Edatv, dediquen casi toda la portada de su web al tema, con el debido enfoque, es una prueba clara. ¿Es lo que quieren? ¿Es lo que buscan? Pues si no es así que se desmarquen también con claridad, porque los populistas están jugando su juego pero la capacidad de mover el tablero la tiene el sector primario. No puede perder la sociedad y ganar la extrema derecha.

Cada populista, con su tema

Y después de que la extrema derecha marisquee en el campo, lo que queda en el cedazo lo aprovechan en el lado contrario del arco: “La CUP busca capitalizar la tractorada en Cataluña con ataques a la agro-industria” (El Independiente). Cada populista, con su tema. Pero lo importante, lo vemos en casa, lo vemos fuera, y lo vemos todos los días, es que no se quede ninguna reivindicación laboral o social por politizar. ¿Es esto normal? Aquí y ahora, sí, pero no tiene por qué serlo: los consensos básicos no deberían retorcerse o, simplemente, omitirse, por un cálculo electoral. Y quien pase de ellos, por lo menos, que se sonroje.

Tenemos que decir (y asumir) la verdad

Estamos mucho más cerca del colapso del planeta y de nuestra civilización de lo que creemos. O de lo que queremos creer. Y ante una situación de emergencia es urgente que digamos y, sobre todo, asumamos la verdad. Por supuesto, cualquier restricción tiene que empezar por los ultrarricos, nuestro cáncer. Pero todas y todos tenemos que asumir la culpa: pedir una moderación de las exigencias medioambientales como si pudiéramos permitírnoslo solo da otra oportunidad a la extrema derecha para rebañar. De lo más realista que leí ayer fue este tuit de Tony Tornado: “No a la agenda 2030, sí a la agenda de mis santos cojones gordos”.

Qué tuit más triste

Algunas filtraciones que está haciendo Podemos del maltrato al que, según su relato, le somete Sumar, están muy mal medidas. Por lo que cuentan, Yolanda Díaz no tiene piedad con los morados como no la ha tenido antes con otros compañeros de viaje. Pero este tuit de Pablo Iglesias no aporta nada: “Entrar en el despacho de una diputada sin su consentimiento y arrojar sus informes médicos al pasillo es un delito. Tanto quien ejecutó la acción como quien la ordenó, debe rendir cuentas de inmediato. Si esto pasara con diputados del PP o del PSOE hoy no se hablaría de otra cosa”. El problema es que hablemos de ello, Pablo.

Contémoslo todo

La elección de Michelle O’Neill, “la primera mujer católica al frente del gobierno de Irlanda del Norte” es, como bien titulan en la BBC, “un hito”: que la vicepresidenta del Sinn Féin sea la “ministra principal” supone una novedad y una oportunidad para la comunidad irlandesa, siempre en peores condiciones y minorizada por la británica. Pero O’Neill no podrá hacer lo que quiera: en Irlanda del Norte existe una cohabitación forzosa que coloca como viceministra principal a Emma Little-Pengelly, del unionista DUP. El hito es el cambio de roles (y no es un logro menor), pero los límites siguen existiendo.