No es un oasis, es negociación

Lo del “oasis vasco” es como lo de los “charnegos” catalanes, que solo lo usan quienes quieren acusar de racistas a los nacionalistas catalanes, o lo de los “maquetos”, que solo lo usan quienes quieren hacer lo propio con los nacionalistas vascos. El “oasis vasco” solo lo usan quienes quieren negar su existencia. Y así es: no existe, nadie recuerda a ningún político que lo haya usado nunca como algo positivo. Euskadi no es un oasis, pero en Euskadi sí se negocia, como tuitea Dani Álvarez: “Con el pacto presupuestario PNV-EHBildu-PSE, más de 82% del parlamento dará el visto bueno al eje de la gestión de un gobierno”.

¿Dónde están ahora los agoreros?

Si Lordo lo tuitea mejor de lo que yo lo escribiría, ¿qué puedo aportar? “Por supuesto que no se comenta que baja el paro después de la subida del SMI, ni hay papers ni tabarras desde tribunas salmón ni el Banco de España, es que date cuenta de que si se entera la peña de que es mentira que es necesario vivir en la precariedad permanente”. A esto hay que sumar la cantidad de contratos que se han consolidado gracias a una sencilla carta del ministerio. Y en Euskadi, donde el gobierno siempre ha estado a favor de la subida de sueldos, también hay que tener en cuenta el impulso económico. Las cosas bien hechas también pueden ser noticia.

Del ministerio a la campaña

El paso del tiempo nos trae a exjugadores que lo han supuesto todo en los años en los que se enfundaban camisetas y que ahora que visten traje nos han regalado algunas decepciones. Y también nos trae a políticas como Yolanda Díaz que al frente de su ministerio eran prometedoras (y al párrafo anterior me remito) y ya dejan ver que en campaña van a resultar un fiasco, sobre todo, por las altas expectativas que ella misma y su entorno habían generado. César Calderón, que de política argentina también sabe, destaca a Díaz como “estudiante de peronismo” por sus intentos de ensanchar su base a marchas forzadas.

Qué asco

Los intentos de Yolanda Díaz de mostrarse como una opción transversal anuncian el fracaso. Las formas son distintas a las de Macarena Olona, como tienen que ser, pero el fondo no es tan diferente: ambas quieren salir de sus espacios a la izquierda del PSOE y a la derecha del PP, cada una a su manera. Y la manera de Vox, por supuesto es la de siempre: insultando, cuando no es a una persona o a un colectivo concretos, es a la inteligencia de las y los votantes. La última de Macarena Olona: ‘Anguita se sentiría orgulloso de Vox’”, leemos en El Plural. El absurdo es tan grande que no encuentro ni qué buscan con semejante provocación.

Y qué insensatez

Para pactar con Vox es necesario tener unas enormes tragaderas (lo que te convierte en un colaboracionista), estar de acuerdo (lo que te convierte en extrema derecha) o ser un insensato. Isabel Díaz Ayuso da muestras de algo de una de las tres opciones anteriores constantemente, por ejemplo, esta misma semana: “Ayuso, en pleno auge del covid en Europa, dice que los ‘cierres’ de otros países crean ‘una alarma inexistente’” (Huffington Post). Es evidente que Ayuso va a por un tipo de votante irreflexivo y poco maduro, incapaz de entender, simplemente, qué es una pandemia mundial. Y es evidente que le va bien.

Hemos fracasado

Alpha Sniper tiene un millón de seguidores en Twitter y casi cinco en YouTube. Es uno de esos creadores de contenidos on-line que decidió mudarse a Andorra y que sigue negando la importancia de algo tan básico como los impuestos: “La Hacienda Española cada vez se parece más a una mafia que a una Administración pública. Te extorsionan, te roban y ahora pretenden perseguir a los que libremente deciden huir del infierno fiscal. ¿Estas persecuciones no se hacían así en los 40?”. Si un chaval que tiene tanto alcance piensa así, y no es el único, es que algo hemos hecho mal quienes lo contamos y quienes educamos.

Así empezó “el trienio negro”

El modo en el que vienen anunciando que el tripartito de izquierdas en la CAV es posible suena cada vez más al modo en el que nos anunciaban el pacto PSE-PP de 2009: los socialistas ni confirman ni desmienten y los otros actores están encantados con la opción, y el baile de números, como entonces, ha empezado mucho antes de que se oigan las sintonías de campaña. El objetivo, en ambos casos, es el mismo: apartar a EAJ-PNV. Hoy y en 2009 la apuesta tiene otras derivadas, como la gobernabilidad en Madrid, donde Bildu ha dado un paso adelante y, como recuerda César Calderón, está Sánchez, que es un arrojado.

No es el médico o la médica: son las y los pacientes

El PNV se la juega con un PSOE que puede darle la puñalada por la espalda y en un momento en el que poner en valor su modo de hacer política no parece el más adecuado, con kamikazes al frente de los principales partidos españoles: Pablo Casado, en su infinito atrevimiento, se ha preguntado este fin de semana “¿por qué a un médico se le obliga a hablar catalán y por qué, sin embargo, un catalán puede ejercer la Medicina perfectamente en León?”. Pues porque no va de médicas y médicos, Pablo, va de pacientes y de su derecho a explicar y que les expliquen en el idioma que mejor entiendan qué les pasa y qué les preocupa.

El daño que ha hecho Ciudadanos (o el trabajo que adelantó)

Público ha presentado una “querella por falso testimonio contra el excoordinador de Jusapol en Madrid, Carlos Morales, por mentir al juez al afirmar bajo juramento que no se refería a la formación de Albert Rivera cuando dijo en su audio que ‘alguien naranja impuso al secretario nacional’”. El digital tiene audios que recogen directamente que el de Rivera “fue el único partido que colaboró económicamente en la marcha de Barcelona de enero de 2018”, por lo que “cometieron perjurio”. Algún día tendremos que hablar de cómo Ciudadanos cebó a Vox, y cómo UPYD fue clave en el auge de Ciudadanos, por cierto.

Antivacunas, las y los de siempre

El pasaporte COVID funciona: anima a la vacunación y genera la percepción de que la pandemia aún no ha acabado. Pero volvamos a quienes todavía no habían pasado por el trámite de la aguja: si antes de esta pandemia las y los antivacunas nos parecían unas y unos gilipollas, este tiempo que nos está tocando vivir y sus argumentos solo han confirmado que, efectivamente, lo son. Y también insolidarios, porque esto no va de cada una y uno de nosotros, sino de la sociedad. Imbéciles, al fin y al cabo, que generan agujeros en el escudo que, entre todas y todos, estamos construyendo y pagando.

El principio de la solución

El procés catalán ha sido muy doloroso para los políticos condenados por su ideología y para sus familias. Hoy sigue habiendo personas que, por cumplir sus programas después ser elegidas mayoritariamente para hacerlo, siguen lejos de sus casas amenazados con condenas si regresan. Y a todo esto hay que sumar la frustración de una parte muy importante de la sociedad. El procés se ha convertido en un laberinto y para salir de él en buenas condiciones va a ser muy importante seguir una hoja de ruta basada en la verdad con titulares como el que ha dado Jordi Sànchez: “¿Un segundo referéndum si no es pactado? ¿Para qué?” (El Nacional).

A ella tampoco le falta ego

Cuando vi la noticia pensé lo mismo que César Calderón: Yolanda Díaz no se va a ir del gobierno ni del entorno político que la rodea “ni con agua caliente” pese a estar “rodeada de egos”. La propia ministra tendrá el suyo bien lozano, y no le faltan razones: hace tiempo que no se ve una política en España con tanto tirón y tan honesta con sus propios principios que, por si fuera poco, conectan con una mayoría de trabajadores y no con las élites económicas, intelectuales o artísticas. Y precisamente por eso, porque sabe que su oportunidad consiste en seguir donde está, no va a abandonar. Tampoco quiere hacerlo.

¿Por qué, Pablo?

Esta misma semana comentábamos en la columna que la convención del PP obligaba a Casado a posicionarse entre alcanzar un gobierno contra la extrema derecha o articular una oposición de largo recorrido. En vez de resolver la duda ha llamado a políticos de derechas europeos con bastante cartel que, sin embargo, tampoco le han funcionado. Más bien, al contrario: “La convención del PP va fenomenal. Primero la lió Vidal Quadras disparando contra el Estado Autonómico, luego las quejas internas de machismo y ahora la condena por corrupción a Sarkozy, el invitado estrella. Pablo Casado, oro en timing”, tuiteaba Ícaro Moyano.

Y mientras tanto, esto

En lo único en que ha acertado Pablo Casado es en convocar esta convención cuando Isabel Díaz Ayuso está fuera de Madrid. Así se ha evitado, además de todos los bochornos, que la líder de facto del PP de Madrid le hiciera sombra. Pero precisamente en la capital española también se la han liado a Casado: su portavoz nacional, en su segundo trabajo, el de alcalde Madrid, se enfrentaba a los grupos de izquierda en el ayuntamiento y les acusaba de ser quienes sembraban odio y división. Lo hace Martínez-Almeida con su cara bien dura después de ver cómo en su ciudad, en Chueca, se manifestaban ultraderechistas homófobos.

Fallarás era de las que tenían para cubatas

Me hago viejo y me parece que la generación más joven que la mía es de cristal. Ya sé que no puede ser una coincidencia, pero también creo que aciertan tan poco como yo quienes soplan las mismas velas (o más) pero defienden a la chavalada con argumentos infantiles. Escribe Cristina Fallarás en Público que “la fiesta y el ocio nocturno son cosa de ricos” y apela a que ella, cuando era joven, podía tomarse unas copas o ir a una casa con unas cervezas. Fallarás, entonces, era de las que sí podían, porque a los demás nos daba para unas cañas y poco más. Y nadie ha necesitado nunca soplarse una botella de ginebra y tres redbulles para socializar.

Intoxicadores

Desde la humildad de esta columna y los foros en los que se me pida la opinión voy a poner todo de mi parte para que no nos den gato por liebre los que salían de caza con la pistola al cinto. Pero tampoco voy a tragar con el relato que quiere imponer (con toda su maquinaria mediática pero también editorial y de producción audiovisual) el nacionalismo español, ni siquiera el más soft. Y Así que, sí, los resúmenes tuiteros (y por definición, intoxicadores) de Gaizka Fernández, responsable del Archivo del Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, tienen que ser escrutados y señalados.

Insuficientes

Los 15 euros al mes que va a subir el SMI, ¿para qué creen algunos que dan? En La Información han hecho un reportaje muy interesante en el que personas que cobran ese sueldo mínimo explican a qué dedicaran el aumento: a pagar el recibo de la luz, el transporte público, y los más optimistas intentarán darse un capricho en forma de helados para sus hijos o una cena en pareja humilde pero fuera de casa. Los más pesimistas simplemente no ven diferencia alguna en su salario. Esta es la puñetera realidad, que hay gente que necesita 15 euros extra al mes para disfrutar de la vida por un rato, que algunos creen que los trabajadores somos esclavos.

Implacable

La convención del PP está pasando bastante desapercibida incluso pese a la presencia de Mariano Rajoy porque Pablo Casado básicamente solo tiene una cuestión que dilucidar: ¿con Vox o sin Vox? Y mientras no diga que se aleja de Vox y que va a intentar tender puentes hacia otras opciones, no hay noticia. Y sin noticia no hay interés. Es cierto, como leemos en Nius, que algunos de los pesos pesados del PP (los que no necesitan a Vox para gobernar, claro) le piden “no caer en la trampa” de la extrema derecha, pero no es menos cierto que los actos delatan a Casado y su organización. Es con Vox y será contra todos los demás.

Impresionante

En el PP saben de sobra que se van a apoyar en la extrema derecha para gobernar y que el suyo va a ser un caso único en Europa. Saben lo que significa y no importa ni a Pablo Casado ni a su guardia de pretorianos ni patrocinadores. Saben que tienen y, si los votos les dan, van a tener más relación con quien justifica una serie de ataques y con quien cobija a antivacunas convencidos y hasta agresivos: Mauro Entrialgo recopila con deleite los ataques tuiteros a Jiménez Losantos, Luis del Pino y hasta un Girauta cada día más desnortado desde posiciones extremadas no solo en lo político, también en acientífico.

Importante

Por la acción de Ángela Merkel, apenas conocemos las tradiciones políticas de los partidos alemanes, poco sabemos del sistema electoral, y menos de las necesidades del país. Pero ahora todo ha cambiado, sentimos la incertidumbre del motor de Europa y estamos obligados, por lo tanto, a conocerles mejor en lo político. Al respecto, esto que explica César Calderón es importante: “Los alemanes tienen la extraña costumbre de poner por escrito y con un detalle insoportable sus acuerdos de gobierno en documentos que son verdaderas obras de orfebrería política y jurídica. Y además sorprendentemente los cumplen. Vamos, que va para largo”.

No es la fortuna, es la impunidad

La serie de noticias que ha arrancado Público sobre Juan Carlos I es fascinante. Cómo ha conseguido tanto dinero es importante, por supuesto, pero más elocuente resulta la impunidad de la que disfrutó desde el primer minuto el Jefe del Estado español designado por Franco y sostenido por una Constitución que solo buscaba contentar a los del régimen. Porque eso de que “el rey reina pero no gobierna” esconde que hay un cargo institucional que, ahora de Felipe VI y antes de Juan Carlos I, requiere cierta ejemplaridad. Y si no cumplen, porque ha habido un enriquecimiento descarado, no tiene sentido no abrir el debate.

¿Todo por su batalla?

César Calderón ha aportado un dato en su columna de Economía Digital muy interesante para comprender los cambios de Pedro Sánchez: “Sánchez de forma tan hábil como sibilina, ha introducido en su gobierno a tres políticas locales bien conocidas en sus territorios como son la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pilar Alegría, y a las alcaldesas de Puertollano, Isabel Rodríguez y a la de Gandía, Diana Morant. (…) Todas ellas suponen una amenaza para los presidentes autonómicos de sus territorios: Javiar Lambán en Aragón, Emiliano García-Page en Castilla la Mancha y Ximo Puig en la Comunidad Valenciana”.

Sí, lo ha dicho

Ninguna impunidad es ni será nunca comparable en España a la que ha sentido Juan Carlos I, pero la de Pedro Sánchez tampoco es pequeña: está tan seguro de que la oposición de PP y Vox no va a alcanzar la mayoría absoluta y que él podrá contar con los votos suficientes, que puede dedicarse a sus batallas internas. Pero es que tiene razón: frente a Sánchez está un Casado capaz de decir que los nuevos ministros “han sido elegidos a dedo” (InfoLibre). “A dedo”. Que alguien diga al líder del PP que pare… O que alguien le explique la política más básica porque el hombre lleva años viviendo de algo que desconoce o que le da igual.

Todo pasado por le freidora

Otro que necesita que alguien le diga que pare es Juan Ignacio Zoido que, desatado por la oportunidad de atacar al ministro Garzón, tuiteó la foto de un escalope nada apetecible al grito de “yo como carne”. La foto y el aspecto del filete empanado eran tan preocupantes que tuvo muchas respuestas, la mayoría con gran sorna. Poco después, el eurodiputado tuiteaba la foto de una ensalada de tomate y unas puntillitas… Pasadas por la misma freidora que hace que todo tome un aspecto desazonador. No sé si Zoido necesita que alguien le haga unas vainas, que alguien le enseñe a sacar fotos o que alguien le quite Twitter.

Temas preocupantes de verdad

Ni la dieta de Zoido, ni la batalla artificial de la derecha contra el ministro español de Consumo, ni la poca altura política del líder de la oposición en el Congreso, ni la política cortesana del presidente del gobierno, ni siquiera cómo ha podido enriquecerse el Jefe de Estado en el ejercicio de su cargo: lo verdaderamente preocupante es la “segunda agresión homófoba en València en cinco días a una pareja que se besaba” (Levante). El repunte de la homofobia y la xenofobia, no solo en España (que Basauri está muy cerca) es lo que tiene que preocuparnos y ocuparnos, con prioridad máxima, y no una política española muy ramplona.