Lo que nos deja Internet

Llevo tiempo advirtiendo de que el Internet comercial (el de los buscadores, las redes y la publicidad dirigida, que es todo uno) no nos ha traído nada bueno. Y por desgracia las pruebas me siguen dando la razón: Facebook ha eliminado ya 1,5 millones de vídeos de la matanza en Nueva Zelanda que el presunto autor, Brenton Tarrant, habría emitido en directo por medio de esta red social. No creo que el acento deba ponerse en que Facebook no pudiera parar ese streaming, sino en que haya 1,5 millones de personas (y las que lo harán después) capaces de compartir las imágenes de los asesinatos.

Sí, es más grave de lo que parece

Gracias a mi amigo y compañero Aner Gondra leí en Twitter un hilo fascinante y aterrador sobre cómo algunas ideas racistas, supremacistas y de llamada a la violencia se difunden con inusitada facilidad en Internet. Puedes partir, como hace Emilio Doménech, el autor de los tuits, de un youtuber famoso, y acabar en foros xenófobos y ultras. Solo es necesario pasar tiempo delante de la pantalla para que las sugerencias de temas y vídeos te vayan llevando al pozo más oscuro de la red, que está ahí, esperando a personas frágiles para achicharrarles el cerebro. Al final, Internet no nos ha salvado de nada. Al contrario.

No hace falta ir muy lejos

Pero no hay que adentrarse en Internet para impregnarse de ideas ultras. Estas van a asaltarnos en solo unas semanas, cuando la campaña electoral sirva de excusa a Vox para lanzar legalmente su programa que, después de observar su acción parlamentaria en Andalucía, va en serio en cuanto a lo rancio y lo facha. Visto lo visto resulta especialmente preocupante que, como señalan en El Independiente, el partido de Abascal esté nutriéndose de generales del ejército español para preparar sus listas. Lo ultra no estaba en casa, como suponíamos, nunca salió de los cuarteles.

Y en Podemos no mandan los círculos

Vista la gravedad de todo lo anterior, que en Podemos no manden los famosos círculos es una ridiculez. Pero también es la constatación de un fracaso, el de la participación, y eso también es importante. Al final, los partidos de “la vieja política” que siempre han sido asamblearios siguen siéndolo, y los de “la nueva” solo sirven de ejemplo de que la participación no son más que fogonazos controlados por unos pocos. Ya no hay fotos en las cuentas de Twitter de aquellos círculos porque no se reúnen. Y cuando deciden, como en Barcelona, Iglesias y Colau alteran el orden de las listas provocando enfados y hasta renuncias.

La destrucción termina en autodestrucción

Al final, la CUP, en su espiral de destrucción ha acabado por autodestruirse. Y ahora, ¿qué? Poca cosa: la habitual sopa de nombres de la izquierda que concurren juntos a elecciones entre críticas de los que se les han escindido y forman otra ensalada de siglas, por venderse los primeros al sistema. Un sistema que no dudaron en menoscabar desde dentro, por desgracia, desde el nacionalismo catalán, haciendo rehenes a los partidos de tradición democrática y dando argumentos a Ciudadanos, PP y hasta PSC, que veían en la CUP un motivo para el ataque. Tanta destrucción no ha servido para nada. Y lo peor es que estaba cantado.

Lo que es normal… Y lo que no

Un problema político tiene que resolverse de un modo político. Y cuando uno (Rajoy) pone en marcha la maquinaria judicial el resultado puede ser disparatado, como está siendo en Catalunya. Es normal que el Supremo hable de “rebelión”, lo que no lo es tanto es activar una vía que está llevando a tragedias personales y familiares a políticos. Repito: a políticos que, de un modo bastante torpe, quisieron avanzar en un proceso independentistas absolutamente legítimo en la lógica internacional.

Sí, son dramas

No es el día para la crítica política: el intento del Parlament de investir a Turull, la decisión del Supremo de procesar a todos los políticos que lideraron el procés, y la salida de Rovira, son los capítulos más dramáticos que estamos viviendo junto con el de las primeras prisiones preventivas y las excusas para mantenerlas. La lógica hace tiempo que ha abandonado a la política y justicia españolas, y ha sido sustituida por la venganza y la incapacidad para resolver un problema.

El papel de la CUP

La CUP también tiene su tragedia: la de lograr su máximo objetivo de descabezar a la antigua CiU y la de ocupar el espacio de la izquierda de ERC. Es lo que quería y es lo que tiene. A eso ha sumado la salida de Anna Gabriel a Suiza, con lo que ya también puede decir que ellos también cuentan con su tragedia (que lo es) particular. La CUP ha forzado y ha bloqueado a su antojo y ha sabido aprovechar su fuerza decreciente para hacer palanca, pero eso no es un mérito, digan lo que nos digan.

El dorsal de Boadella

José Manuel Monje también utiliza ese recurso de que el árbitro anota el dorsal de un jugador cuando éste recibe una amarilla después de varias faltas. Lo mismo ha hecho Boadella, un personaje que brilla ahora como bufón de Libertad Digital y ese entorno: propasarse acudiendo a Bélgica a montar un show. Incluso ha ido más allá, ocupando una sala del Parlamento Europeo para explicar su sátira que, a la luz de los acontecimientos, no tiene nada de gracia.

Madrid, PP

Y mientras miramos atónitos a este exceso político-judicial y esta ausencia de humanidad en Catalunya, escuchamos que en Madrid el PP es una fábrica de lodo. No solo ya porque las explicaciones sobre el máster de Cristina Cifuentes generan cada vez más dudas sobre su legalidad (que ya es grave): en la sede del PP apuntan al fuego “amigo” como fuente de la filtración. Francisco Granados o Ignacio González podrían estar detrás del intento de derribo de la presidenta de Madrid.

Un poquito hartos

Cuando vi la noticia de que el año empezaba bien para los autónomos con cambios en la desgravación y la ampliación a dos años de la tarifa plana para los nuevos trabajadores por cuenta propia, me eché a temblar: si todos los medios compraban la música del gobierno español es porque la letra iba a ser terrible. Y en Público leo que, efectivamente, lo es: las modificaciones en la desgravación son recortes y la cuota para la mayoría subirá otra vez como ya hizo en 2017.

Sigue la estafa

El precio de la luz en España en 2017 ha sido el más caro desde el máximo de 2008: hemos pagado más de un 30% más que en 2016 hasta llegar a los 52,2 euros por megavatio/hora. Comparemos con países del entorno: en Alemania pagan 32,4 euros, y en Francia, 44,9. Pero solo hablamos del 35% de la factura. El 25% corresponde a IVA e impuestos, y el 40%, a los peajes: esas compensaciones que estamos abonando al sector por lo que este deja o puede dejar de ingresar.

Intención de voto en la capital de Tabarnia

Tabarnia está resultando un detector de tontos muy útil: los españoles que se han inventado esta región en la que ganó Ciudadanos en las Autonómicas se golpearán contra la realidad, y los independentistas que les entran al trapo, directamente, nunca han sido los más listos de su clase. Por suerte, vienen las municipales y Tabarnia se esfumará: la intención de voto de en Barcelona sitúa a ERC como primera fuerza casi empatada con Podemos, y Ciudadanos como cuarta opción.

No son buenos compañeros de viaje

Un nacionalista catalán como Pep Guardiola está dando una lección al mundo del fútbol y al mundo, en general: el “cómo” sigue siendo importante. También vale para la política: el “cómo” importa. Y mucho. Más todavía a la hora de construir una nación: no vale hacerlo de cualquier manera ni con cualquier compañero de viaje, porque algunos te salen rana, como Oriol Ciurana, un semihéroe por enfrentarse a la justicia española que después ha dado positivo en un control antidroga de la DGT.

Tampoco será para tanto…

Puedes ser posible que en Londres haya restaurantes que estén trabajando para que sus platos sean especialmente bonitos tras comprobar que Instagram puede llevarles clientes. Pero de ahí a afirmar que esta red social está cambiando la forma en la que comemos va un gran trecho. En la restauración la presentación siempre ha sido importante, pero el cambio (necesario) de los últimos años para tener en cuenta la experiencia del cliente es lo que ha llevado Instagram a la mesa, no al revés.

Si parece que hay un plan…

Si parece que detrás de todo hay un plan lo más probable es que haya un plan. Parece un axioma sencillo pero de vez en cuando hay que recordarlo. Anoten estas líneas de El Confidencial Digital: “Altos cargos de la Generalitat serán acusados de sedición y prevaricación días antes del 1-O. La Guardia Civil está reuniendo pruebas contra representantes del Govern, funcionarios y alcaldes que serán entregadas al juez justo antes del referéndum independentista”.

Y el enemigo, en casa

Mientras el gobierno catalán intenta poner en marcha un proceso de independencia con todas las trabas posibles desde un estado que ve que pierde una parte muy importante de su potencia económica, quienes abanderan el apoyo a este “procés” no dejan de poner palos en las ruedas: la campaña cavernícola contra el turismo de Arran y Ernai que permite a quien quiera hacerlo asociar independentismo con xenofobia no ayuda a ningún nacionalista. Al contrario.

Los apoyos tienen que sumar

Hay formas de hacer política que no entiendo. No entiendo, por ejemplo, que la lista unitaria de Junts pel Sí haya acabado echándose en manos de la CUP. Y mucho menos entiendo la manera de hacer política de esta formación. Su última “aportación” al “procés” es un cartel que imita a uno leninista (y otro franquista) en el que una mujer barre (una mujer barre, sí) a quienes sobran en su modelo de Catalunya. ¿De verdad creen que así van a sumar a una causa que lo necesita?

En resumen…

“Me dicen en los 90 que íbamos a estar discutiendo en 2017 sobre las vacunas o si las vacaciones deben ser voluntarias y me río en sus caras”. Este tuit guarda una gran verdad y, al mismo tiempo, ignora una realidad todavía mayor: esas discusiones ocupan mucho tiempo y mucho espacio en Twitter pero fuera de esta red social no son tan comunes. ¿Tienen más sentido común los no-tuiteros? Por lo visto yo creo que es al revés: hay demasiados tontos con Twitter.

El gran Bielsa

A Bielsa no le gusta que los periodistas le alabemos y a mí no me gusta lo que opina de nosotros. Pero hasta ahí lo que me separa de este genio. Lo que me une al “loco” es mucho más, es una pasión por el fútbol que, en la versión en castellano del New York Times, Ezequiel Fernández ha descrito deliciosamente. Su visión de este deporte y de la vida me parecen fascinantes: “Ética, ataque y belleza” y “no me quieras porque gané, necesito que me quieras para ganar”.

Huevos de oro

Un ataque a tu puesto de trabajo te asusta, te hace sentirte inseguro, te genera ansiedad y preocupación… Pero no te aburre. Arnaldo Otegi decía por la mañana que la ofensiva de Ernai contra el turismo se estaba magnificando. Acto seguido, las juventudes de Sortu atacaban la sede de Basquetour en Bilbao. Por la noche, el presidente de la formación tuiteaba: “Dejad de alimentar falsas polémicas para no hacer debates constructivos sobre el modelo turístico. Dejad de manipular. Dejad de aburrir”.

¿Y esto no es cinismo?

El circuito de izquierda con moralina me aburre soberanamente. El de defensores de causas nobles señalando a los innobles, también. Pero hay un circuito, el de las respuestas que invitan a buscar en Google, que me sigue atrayendo a la herramienta: ¿quién es Mireia Boya? Agárrense: una parlamentaria catalana de la CUP a la que, en plena ola de ataques de sus juventudes contra el sector turístico, le han destapado la copropiedad de un hotel rural.

Verdad o irresponsabilidad

La deriva de las izquierdas vasca, catalana y española empieza a ser preocupante. Además de que se están pasando de rosca en algunos temas, rozando posicionamientos medievales y excusas de primero de EGB, Twitter les ha hecho mucho daño con esa búsqueda permanente del titular. Ojo, si lo que denuncia IU en Asturias es cierto, que las socorristas sufren acoso, el tema es grave. Si solo lo dicen por la famosa foto de la socorrista y por llamar la atención es una irresponsabilidad.

¿Y esto no es machismo?

He celebrado en esta columna que Andrea Levy lea a Lorca, y desde que lo hizo público se ha empeñado en demostrar que no por leer más se llega, necesariamente, a conclusiones más inteligentes. Pero de esa evidencia a este tuit de Máximo Pradera va un trecho: “Me imagino a @ALevySoler comprándose un vestido en una boutique pija de Génova y luego yendo a la Antonio Machado a por un libro que combine”. ¿Y este no es un comentario machista? ¿O es progre?

¿Por qué nos importa ahora Guam?

La respuesta la dan en Magnet: Guam es la isla menor que EE.UU. le ganó a España en el lote con Cuba, Puerto Rico y Filipinas en el siglo XIX. En el XX fue ocupada por Japón y, desde entonces, EE.UU. tiene 6.000 militares desplegados que le permiten sobrevolar varios países de Asia como China o Corea del Norte. Al mismo tiempo, es el único territorio estadounidense que Kim Jong-Un podría atacar, lo que ha destapado una ira infantil en Trump y nos pone a las puertas de una guerra.