Los autónomos seguiremos pagando

No me considero un liberal, precisamente, y cuanto más oigo o leo a los abanderados de ese movimiento, más ganas tengo de alejarme de ellos. Pero sí sé de primera mano que la intervención del estado en el escalón más bajo de los generadores de riqueza, los autónomos, está mal enfocada. En El Blog Salmón alertan de la subida en las cotizaciones que se nos avecina, y en Pymes y Autónomos recuerdan que incluso cuando el gobierno ha querido beneficiarnos hemos acabado pagando lo mismo o más. Todo ello sin contar la presión fiscal y laboral que ya aguantamos.

Fichajes de la crónica negra

Cada vez tengo más claro que, como escribía Pedro Vallín, para debilitar a la extrema derecha el debate no puede centrarse en si hablamos de ella o no, sino en no hablar de los temas y con los enfoques que le benefician. En el PP deberían de tomar nota de esta reflexión para dejar de hacer, precisamente, lo que quiere Santiago Abascal: Pablo Casado se empeña en competir contra ellos agrandándolos y, si Vox ficha en Andalucía al padre de Marta del Castillo, el PP andaluz corre para reincorporar al de Mari Luz Cortés. El propio Casado lo anunció en Huelva. Y Abascal, encantado en Madrid.

El campechano pero machista

No sé qué está pasando pero bienvenido sea: el velo sobre la monarquía española parece finalmente rasgado y quienes siguen defendiendo la institución cada día parecen más cavernícolas y ridículos. Allá ellos. Pero hace solo un par de años parecía impensable que pudiéramos hablar durante el cumpleaños de Sofía de Grecia de “las humillaciones e infidelidades” a las que le sometía Juan Carlos I, el campechano. Desprecios que todos conocían pero que casi se excusaban con que el tío era un pichabrava y qué se le va a hacer. Eso sí que es “machirulismo”.

“6.000 euros por foto”

En La Información han publicado un extenso y didáctico reportaje sobre “el negocio del influencer” con cifras, algunas de ellas, escandalosas: para empezar, se considera “influencer” en Instagram a quien tiene más de 5.000 seguidores. A partir de ahí se puede empezar a capitalizar tu contenido: hasta 6.000 euros por una sola foto (aunque la cifra más normal sea 400 o 500 euros por actualización), las prendas se las quedan (y luego las venden), y si el instagramer pincha o acude a eventos saca más tela (hasta 25.000 euros por amadrinar un acto).

Facebook se reinventa

Facebook está en crisis por primera vez en su historia. Y es una crisis de reputación severa: los usuarios no acceden a la plataforma porque desconfían y, como no lo hacen, cada vez hay menos contenido y menos interés. Así que Facebook actualiza su aplicación para hacerla más atractiva y empieza a añadirle nuevos usos, como Lasso. ¿De qué va eso? Es el sustituto de Musical.ly (rebautizada como Tik Tok antes de fracasar estrepitosamente), la App para grabarse haciendo playbacks y poniendo morritos que tanto gustaba a las adolescentes. ¿Levantará el vuelo el Fénix?

Sí, Gmail lo permitía

La noticia no es que haya dejado de hacerlo: espero que para muchos el sobresalto lo provoque que lo haya hecho hasta ahora. Por eso lo traigo al inicio de la columna: sí, unos robots leen nuestros e-mails y por eso cuando planificamos un viaje nos asalta la publicidad después. Google siempre ha asegurado que esos programas no leían nuestros correos, que no comprendían lo que decíamos y que solo buscaban palabras y combinaciones clave para mandarnos publicidad. ¿Y si esa tecnología la usan también para espiarnos a otros niveles? Ahora en Gmail no podrán leer nuestra bandeja de entrada.

El “enemigo”, en su “casa”

No es una cuestión de vascos y catalanes insatisfechos con la gestión y la tutela de una España que solo sabe sacar la fusta: casi la mitad de los españoles ve necesaria una reforma profunda de la Constitución, según Público. Esto va mucho más allá en número y en concepto, porque está claro que la transición y la democracia bipartidista infectada con los gusanos de la corrupción ha generado una gran insatisfacción. Jubilado Juan Carlos I hasta la figura del Jefe de Estado por herencia genética está en duda. Lo más sorprendente es que todos en España prefieren negar la evidencia.

Menos excusas

“Si por culpa del independentismo catalán te has vuelto de extrema derecha y vas a votar a Vox, igual es que un poco bastante fascista ya venías de serie, amigo”. Con este clarísimo mensaje, Iván Payá ha conseguido más de 6.000 retuits. Casi tantos como seguidores tiene en la red social. Todo un éxito basado en una verdad como un templo porque vamos viendo ingresos en Vox como el de Sigfrid Soria (un tipo demasiado friki hasta para el PP) que no corresponden ni a perfiles moderados ni a posiciones centradas. Los que van son ultras, son extremos y son de derechas.

Italia como referencia

Cuando digo (y soy consciente de que lo repito mucho últimamente) de que el peligro de la ultraderecha en el mundo es real me refiero a dos cosas a la vez: es real que es un peligro al que tenemos que enfrentarnos ya. Y es real que la extrema derecha supone un peligro para el sistema democrático que hoy conocemos. En Italia la influencia del partido de Salvini ya se nota: con sus amenazas a Europa logra que la Unión se desestabilice y, en el caso de que el continente decida dejarle caer le da igual. Volverá la lira, disparará la inflación y el descontento… Y seguirá ganando.

El tacto del papel

Desconozco si están leyendo esta columna en el periódico o en Internet. En cualquier caso, gracias. Por suerte, ya no supone ninguna diferencia y los periodistas vamos asimilando nuestra convivencia con las pantallas con cierta dignidad. Pero el papel sigue teniendo ese “algo” que lo hace diferente al resto de soportes: mientras el CD y el DVD han desaparecido, los libros siguen imprimiéndose y distribuyéndose en librerías, como recuerdan en Xataka. Y el periódico, por mucho que ahora todos cambien la fecha, ya estaría muerto según muchas predicciones. Ya sabíamos que el papel lo resiste todo.

Debatamos

Sigo la recomendación de María José Canel de mantener vivo el debate sobre la posverdad preguntándome: ¿no es hora ya de que dejen de meternos goles a los periodistas con este término y volvamos a hablar, de una vez, de “mentira”? Porque no conozco a nadie que le haya venido mejor la creación de este nuevo concepto que a Donald Trump o Nigel Farage, que mintieron en sus respectivas campañas para ganar asumiendo las consecuencias de la “posverdad”, que nadie ha definido. Si les señalásemos como mentirosos y tramposos, ¿no cambiaría algo a mejor?

Y hablemos claro

Lo más fácil para mí sería que en esta columna les trajese constantemente la opinión de los tuitstars como Gerardo Tecé, pero reconozco que me gusta complicarme la vida y rebuscar. No obstante, a veces los más seguidos, los más retuiteados, llevan toda la razón y la exponen muy bien. Lo ha hecho el mencionado periodista en Ctxt, donde alerta de que los grandes medios españoles no avisan de que Vox es un partido fascista ni de que PP y Ciudadanos no están muy lejos de los de Abascal. Al contrario, según Tecé, esos mismos grandes medios seguirán haciéndoles el peligrosos juego.

Seamos también precisos

Vox no solo es un partido que basa su política en las mentiras que vierten sobre la inmigración, Catalunya o la alarma social. Vox es un partido que ha presentado un programa económico que no aguanta ni media lectura crítica. En El Blog Salmón lo han expuesto en su crudeza: se trata de una serie de soflamas sin base firme, tales como mantener el estado de bienestar bajando los impuestos o ser liberales recentralizando las transferencias de las Autonomías. Por supuesto, también contemplan la supresión del Concierto vasco y el Convenio navarro, como en Ciudadanos.

Si mezclas ganan ellos

Me ha sorprendido para mal la relación de ideas que tuiteó hace unos días un tuitero tan interesante como Don Mitxel Erreaga. Sugería que, como Santiago Abascal y Ortega Lara habían sido víctimas de ETA, hoy eran los buenos de la película en los medios (supongo). Por medio de algún retuit vi que le respondían con acierto: su condición de víctimas es indiscutible. Lo discutible son sus posiciones políticas actuales. Y lleva razón. De hecho, nadie más contento que ellos, que necesitan la notoriedad, de que sea un tercero el que relacione su ideología con la tragedia de ETA.

Zabalgarbi, desde dentro

Tengo a Josean del Moral por un buen amigo y por un tío crítico con su entorno. Así que tengo dos buenos motivos para leer su blog en el que, por su condición de crítico y porque le conozco, me he encontrado un post especialmente destacado: el de su visita a Zabalgarbi. Un relato meramente descriptivo en el que expone el funcionamiento de la planta de valorización: “Gracias a este sistema, Zabalgarbi produce actualmente un tercio del consumo eléctrico doméstico de Bizkaia”, y pone en valor su existencia, recomendando, a la vez, más sencillez en el acceso de los datos vía web.

¿Hay criptoburbuja?

Según El Blog Salmón la de las criptomonedas es una burbuja que está a punto de estallar si no lo ha hecho ya después del estancamiento y pérdida de valor, en contra de las afirmaciones que aseguraban que se trataba de una inversión segura porque la demanda nunca iba a decrecer. Ya saben que la demanda era solo lo que aseguraba su valor, a falta de nada más (lo que entra de lleno en la especulación). No solo eso: la opacidad del acceso a estos recursos permitía el blanqueo de capitales. Pero meto la información en la nevera porque los entusiastas siguen diciendo que esto es imparable.

Que lo arreglen

Santiago Carcar ha rebuscado en el pasado para averiguar quién puso el freno a las energías renovables en España, cuyo escaso crecimiento es importante para explicar el ascenso imparable de la factura de la luz hoy. Adivinen: PSOE y PP en los sucesivos gobiernos (parece que el punto inicial es Rato en 2002) han ido apretando a este sector para regocijo de las empresas que, con un modelo de negocio inalterable, seguía y sigue haciendo una caja gordísima gracias a lo que paga el consumidor con el consentimiento de los gobiernos españoles. Quien no lo pare también colabora.

Ni un paso atrás

Me parece una buena noticia que el ayuntamiento de Gasteiz haya reclamado la subvención para la publicación de una revista a quienes usaron el soporte para loar a tres condenados por pertenencia a ETA y obviar el daño que habían hecho. Uno de los “ensalzados” era nada menos que Diego Ugarte, condenado por el asesinato de Fernando Buesa y Jorge Díez. No podemos dar un paso atrás, y los que no lo hicieron con las pistolas no pueden ganar el relato con las palabras capciosas, ni mucho menos, hacerlo con dinero público. Si a algunos les gustaría que su pasado fuera diferente… Es su problema.

Facebook sigue siendo útil

Facebook está en crisis, es evidente. La red está agotada y la marca, gastadísima. Pero sigue siendo una buena herramienta para el pequeño comercio según el blog Pymes Y Autónomos… Y según el que les escribe estas líneas. En la bitácora animan a cuidar la página en Facebook de esos establecimientos familiares o de autónomos, a modo de página web gratis y sencilla de manejar pero con muchos recursos para contar novedades, ubicar el local o proporcionar un modo de contacto. Es, como siempre hemos defendido desde estas líneas, la web más barata que se puede crear.

El chocolate, ¿en peligro?

Eso sugieren en Xataka fijándose en dos factores clave: el primero, la apertura de mercados (en China era considerado un producto muy minoritario y ahora su consumo se está popularizando rápidamente); y el segundo, que las áreas del mundo productoras están siendo afectadas por el cambio climático. Por lo menos, parece que el chocolate sí verá incrementado su precio en los próximos años debido a la escasez generada por estas circunstancias, y el asunto, en mi caso, no es menor, porque soy de los que disfruta con un postre de chocolate y una onza furtiva de vez en cuando.

«Las putas urnas»

Ya no se trata de vídeos que grabaron con sus móviles los voluntarios que el pasado 1 de octubre se jugaron su integridad y una denuncia para ejercer su derecho a voto, o la visión de TV3: en Eldiario han publicado las imágenes que tomaban las cámaras que algunos agentes de la Policía Nacional llevaban pegadas a sus trajes. Mazas para romper aulas en los colegios al grito de “cerrajero 24 horas, ¿dónde están las putas urnas?”, y ataques directos a personas que formaban barreras pacíficas en torno a los espacios electorales. Estaba en juego la democracia y perdió la partida el Estado.

Los audios de Villarejo

Es el factor común entre los audios que rasgaron el velo del juancarlismo y estos más recientes, con la ministra española de Justicia en el disparadero: el comisario Villarejo, el de las cloacas del Estado, el que, según leemos aquí y allí, mercadeaba (¿y mercadea?) con archivos que guardan pruebas, documentos incautados en investigaciones, vídeos y audios que hacen que un jefe de Estado se quede sin hambre de langostas y una ministra de Justicia se coma con patatas lo que nunca debía de haber dicho. Porque este problema lo generaron ella y Baltasar Garzón, otro que siempre está.

No nos libramos ninguno

El periodista Fernando Pérez avisa en Twitter de que: “Nadie –nadie en absoluto– saldría indemne de la grabación y publicación de sus conversaciones privadas. No distinguir entre la esfera pública, la privada y la íntima nos conduce al Gran Hermano. Y eso vale para cenas de ministros, correos de jueces o chats de policías”. Y tiene toda la razón. Pero creo que un periodista tiene que ser más precavido: su periódico o el mío pueden airear una grabación mañana mismo, y solo su contenido demostrará si es por interés periodístico o por chismorreo. Esa es la línea, no la divulgación.

Allá en Canadá

La última crisis de su gobierno ha pillado a Pedro Sánchez en Canadá, donde, de no ser por estas grabaciones, habría generado otra noticia recurrente de su breve presencia en Moncloa: una contradicción más. Ahora, Sánchez sí avala el CETA, el tratado comercial entre Canadá y Europa ante el que obligó a los suyos a oponerse como líder del PSOE que buscaba marcar perfil. Es decir: Sánchez rectifica porque, como ya dijimos en su momento, el CETA no era un mal acuerdo, para empezar, por las partes que lo firman. ¿Cuándo Canadá es un socio poco recomendable?

Cuando en “las redes” te atrapan

Aunque logró empatar contra el Athletic, el Betis ha empezado mal la temporada y parece que hay mar de fondo en la masa verdiblanca. Euskadi está muy lejos para conocerlo de primera mano y, además, está más que claro que las aficiones vasca y sevillana no tienen casi nada en común. Pero hasta aquí llegan los ecos y, gracias a las redes sociales, vemos que precisamente estas plataformas (Instagram o Twitter) están sirviendo para que algunos “aficionados” ataquen a los jugadores de su equipo, hasta el punto de que algunos, canteranos para más gravedad, han cerrado sus espacios.