La extrema derecha sigue extendiendo bulos

El titular de la columna es universal y sirve para cualquier extrema derecha y cualquier tiempo. Pero en el caso concreto de la granada lanzada al centro de menores no acompañados de Hortaleza tienen el morro de estar propagando el bulo de que lo hizo un migrante expulsado. Para aclararnos nada mejor que ir a la web de Maldito Bulo, donde explican que el origen del bulo es una información de LaSexta que ya está rectificada. Lo que sabemos es que José María Benito, inspector de Policía y portavoz de la Unión Federal de Policía, admite los mensajes amenazantes y que no se ha identificado a quien lanzó esa granada.

Lo de Podemos se complica

Lo cierto es que lo de Podemos lo están complicando, como siempre, los de Podemos. A punto de entrar en el gobierno desplazan a varios de sus abogados y estos responden: “El motivo del cese de don José Manuel Calvente ha sido un despido disciplinario por hechos inventados y rotundamente falsos para justificar el cese, y el motivo de solicitar mi sustitución es la supuesta necesidad de ‘reorganizar los equipos’, pero la realidad de todos estos acuerdos es bien distinta”. Mónica Carmona se refiere a: “Irregularidades financieras, en materia laboral y de limpieza en la realización de las consultas y primarias del partido” (El Confidencial).

Lo de Greta Thunberg no mejora

En comunicación hay que tener mucho cuidado cuando toca elegir los iconos. Y el icono de Greta Thunberg, bien intencionado al principio porque ponía de manifiesto un interés por fin genuino por el medio ambiente en la generación llamada a sustituirnos, está acabando “regulín”. La presencia de la adolescente sueca y sus reclamaciones no generan simpatías, al contrario, y su modo de llamar la atención sobre lo que contaminan nuestros transportes suenan más a capricho que a necesidad cuando podemos hacer una videoconferencia con un móvil y una tarifa de datos sencilla.

Lo de los autónomos, tampoco

Pedir a Greta Thunberg que vuelva a estudiar o empiece a trabajar tiene tanto fundamento como si lo hiciéramos con Ansu Fati. Los problemas de los trabajadores no serán los suyos. Problemas que, en el caso de los autónomos, parecen especialmente graves: “La mitad de los trabajadores por cuenta propia trabaja, de media, 10 o más horas diariamente para sacar su negocio adelante, y casi el 40% lo hace todos los días de la semana; más de un 52% de los autónomos afirma que es difícil compaginar la vida laboral y la familiar y el 72,6% de los autónomos tiene miedo a pedirse una baja” (Pymes y Autónomos).

Todas y todos a Tiktok

Parece que Greta Thunberg no tiene cuenta en Tiktok, pero si la tuviera seguro que sería una de las estrellas de esta red social en la que se refugian millones de adolescentes de todo el mundo mientras se piensan si saltan a Instagram o YouTube. Pero Tiktok ya funciona como un ecosistema propio y restringido donde hay verdaderas estrellas de la creación audiovisual: han comprendido el modo de narrar de la herramienta y lo han aprovechado como los primeros youtubers o instagramers. En Xataka explican que estas figuras tienen entre 14 y 20 años, y que ya facturan. ¿Cuánto? ¡Ay, la gran pregunta!

Diez años después de Patxi López

Hoy hace diez años que esta columna sale publicada en DEIA cada día sin excepción. Tengo que dar las gracias a los lectores, el jefe de Opinión y los directores que han confiado en mí, y a Aner Gondra y José López, que me han suplido cuando necesitaba desconectar. Una columna que nació con el primer lehendakari blogger en Ajuria Enea, Patxi López. Blogger, tuitero, facebookero… Y lo que le echaran. Porque le montaron un tinglado que, poco a poco, mostramos en su justa medida. Al final, cuando Sánchez le puso de presidente del Congreso (porque a este hombre todo le ha salido bien), hasta le deseé lo mejor de corazón.

Diez años de Twitter

Esta columna, sin duda, habría sido diferente sin Twitter. Habría sido perfectamente posible sin esta herramienta porque los políticos se comunicarían por medio de sus blogs o Facebook, y hubiéramos dado más espacio a los digitales, pero sin duda, habría sido diferente. Porque Twitter ha dinamizado mucho la comunicación de candidatos y representantes… Pero no necesariamente para bien: hemos visto más patinazos, errores monumentales y desbarres de los que necesitábamos. Y también hemos ganado mucho tiempo gracias a Twitter porque todo lo que pasa en Internet acaba siempre en esta red social.

Diez años de digitales

Otra constante en esta década han sido los digitales: hemos visto nacer a muchos, decaer también a un buen montón y triunfar a muy, muy pocos. Hemos oído y leído fórmulas mágicas sobre el cambio del modelo de negocio en la información (y al final parece que todo se ha resuelto con las tradicionales “suscripciones”). Y hemos visto grandes anuncios como el de Pedro J. Ramírez, que ha acabado publicando fascistadas tras inversiones millonarias mientras otros digitales, como El Independiente, con menos ambición le comían media tostada. En estos diez años, hay que reconocerlo, El Confidencial siempre ha estado ahí.

Los diez años que nos vienen…

Llevo escribiendo diez años esta columna y dedicándome a la observación de la comunicación política alguno más. En este tiempo, si algo he tenido claro, cada año que pasaba un poquito más, es que si mis hijos se dedican a la política será para enfrentarse a la extrema derecha. Este fenómeno ha vuelto para quedarse, por lo menos, un buen tiempo: cuenta con dinero y con mucha gente dispuesta a arroparlo, algunos de manera absolutamente irresponsable. Esto es lo que nos viene: el futuro es el peor de nuestros pasados y estamos viviendo el punto de inflexión de un fenómeno que ha catapultado Internet.

Diez años de inspiración

Pero no voy a terminar esta columna ni iniciar este domingo y esta nueva década con ese poso amargo de la ultraderecha. Prefiero arrancar recordando todas esas historias estupendas que hemos conocido gracias a Internet y que también les he intentado trasladar, y todas esas cuentas en Twitter, Facebook, Instagram o Flickr, y todos esos blogs que nos han conmovido, reconciliado con nosotros mismos o inspirado. Sin duda, quien mejor representa lo que quiero decirles es Pete Souza, el fotógrafo de Barack Obama que capturó, dentro de esta década, ocho años maravillosos de comunicación política, que es de lo que va todo esto.

Pero, ¿cuánta gente les apoya?

La explicación del colegio de arquitectos de que no puede investigar a Rocío Monasterio porque no estaba colegiada en la época en la que, según varias informaciones, realizó y firmó trabajos como arquitecta antes incluso de terminar la carrera, no hay por dónde cogerla. Pero, ¿quién protege al principal matrimonio de Vox (Iván Espinosa de los Monteros tiene hasta condenas)? ¿Cuántos hacían la vista gorda? ¿Quiénes les conseguían los locales y los clientes, algunos de ellos estrellas de la tele o productores de cine? Y sobre todo: ¿por qué? La impunidad con la que se han movido y se mueven es pasmosa.

Políticamente, ya lo sabemos

Lo de Monasterio y Espinosa de los Monteros es importante porque significa que ha habido protección mucho antes de que hubiese poder político a la vista. Lo de Ortega Smith es importante porque desprecia a quien no piensa como él. Y lo de Isabel Díaz Ayuso, como lo de todos los del PP y Ciudadanos sin excepción, es importante porque colabora políticamente en que los ultras sigan haciendo y diciendo lo que quieran: no quiso reprobar a Ortega Smith por el grave incidente con una víctima de la violencia machista y se escudó en Carmena. Quique Peinado respondió en Twitter: “Estás de atar, Isabel”.

Esto va en serio

No me cansaré de decirlo: lo de la extrema derecha en el mundo (porque Trump les ha dado alas en Norteamérica y Bolsonaro, en el Sur) va en serio. Incluso en países que han combatido en todas las líneas a la extrema derecha los ultras se ven reforzados: en Alemania observan cómo resurge la extrema derecha en los campos de fútbol, cómo los líderes nazis vuelven a las gradas cuando cumplen sus condenas y cómo vuelven a liderar a sus grupos. Lo leemos con preocupación en la web de la Revista Líbero, donde también descubrimos un brillante spot del Borussia Dortmund ridiculizando a los fascistas que ocupan sus campos.

Rubiales también quiere ir en serio

El lamentable show que ha dado la federación española de fútbol con el enésimo cambio de su seleccionador ha eclipsado una noticia importante: Luis Rubiales ha decidido sacar de nuevo el cañón para intentar matar una mosca, aunque en este caso la mosca le ha birlado una millonada. El presidente de la RFEF ha enviado una carta a Rosa María Mateo amenazando con emprender acciones legales y calificando de “irresponsable”, “hipócrita”, “inverosímil” e “inaceptable” que RTVE no puje por emitir la Supercopa de España que se celebrará en Arabia Saudí porque en este país no dejan entrar a las mujeres en los estadios.

Y Telecinco, ¿de qué se queja?

Después de décadas emitiendo telebasura, Telecinco se ha visto acorralada después de permitir, grabar y esconder durante años un abuso sexual en uno de sus programas estrella, Gran Hermano. El escándalo, que es para tomar muy en serio, ha llevado a los anunciantes a vetar su publicidad en este espacio provocando pérdidas de hasta 400.000 €, según El Confidencial. Esto no debería de quedarse aquí y deberíamos de mantener la exigencia como consumidores y televidentes. Sin embargo, el debate del propio concurso obtuvo una audiencia magnífica una vez más. Algo estamos haciendo mal.

Siempre se movieron bien

No me creo que Arturo Valls llegara al estudio de arquitectura de Rocío Monasterio por casualidad en 2005 como tampoco es casualidad que hoy esté entre los denunciantes a la arquitecta no solo porque no hizo su trabajo (según leemos en El Plural no pidió las licencias más básicas) sino porque ejerció como arquitecta cuatro años antes de licenciarse en 2009. La segunda “casualidad” se explica rápidamente: la ola de denuncias. La primera solo puede explicarse porque tanto Monasterio como su marido, Iván Espinosa de los Monteros, siempre estuvieron bien relacionados. Eso es lo terrorífico.

Y siempre contarán con colaboracionistas

Aunque en 2019 parezca una locura hablar de colaboracionismo con los fascistas, lo hay. Y lo ha habido desde que la democracia ganó, es evidente. Y seguirá habiendo mientras los medios den espacio a personajes como el neoliberal Juan Ramón Rallo y resuman sus textos de esta manera: “Vox promueve un sistema de pensiones distinto del actual y del que defienden el resto de formaciones políticas. Ahora bien, ¿es Vox el verdadero culpable de enterrar el pacto o más bien este ya estaba muerto desde hacía años?”. Si esto no es blanqueo de la ultraderecha, ¿qué lo es?

Ya le gustaría…

Me sorprendería muchísimo si no veo a Inés Arrimadas cerrar la persiana de Ciudadanos. Aunque también existe la probabilidad de que pase la cuchara de palo a otro y salga corriendo, claro. Pero que Inés Arrimadas no remonta el río lo tengo clarísimo. Si las encuestas a la baja acabaron de lapidar las expectativas electorales de los naranjas, la sensación de abandono será la que acabe con el partido. Nadie se suma a un proyecto perdedor. Y por eso me resulta raro que encuestas como la que ha lanzado El Independiente (para eso ha quedado, para ser carne de clic) todavía les den cierta esperanza.

¿Es Elon Musk un tipo fiable?

¿Compraría usted un coche a alguien que le asegura que es irrompible y lo rompe en la primera prueba que hace? Pues ahí sigue Elon Musk fascinando a un montón de gente, como si su empresa ruinosa fuera viable, como si sus proyectos fueran interesantes, como si sus estrategias de marketing (lanzar un coche al espacio con un muñeco y la radio puesta) fueran acertadas y como si no hubiera roto un cristal irrompible de su prototipo más duro durante su presentación. Sigo sin entender la fascinación por Musk y personajes similares, que no sería posible sin Internet pero, ¿qué sabré yo?

El fin del modelo

En este camino me he encontrado a “youtubers” e “influencers” muy buenos que no lo eran: eran personas inteligentes que sabían aprovechar sus potencialidades y las oportunidades que les brindaba la tecnología y las tendencias del mercado. Cuando caigan YouTube o Instagram estas personas ya estarán haciendo otras cosas. Y me he encontrado a personas tan poco capaces que solo podían ser youtubers e influencers. Ahora que los modelos de negocio tradicionales basados en estas herramientas tocan a su fin veremos qué hacen, pero no van a tenerlo nada fácil. Y me alegro.

Vox no quiere declaraciones contra la violencia de género

Ese es el titular y la esencia de la noticia en Vozpópuli: Vox no quiere declaraciones institucionales contra la violencia de género en la Comunidad de Madrid. Allí ha podido vetar la del 25-N (es necesaria la unanimidad) y lo ha hecho. Según el mismo digital, no es la primera vez que Vox ejerce ese derecho a veto, lo preocupante es que ya sabemos cuál es su obsesión: romper los consensos más básicos de la democracia y la sociedad como el de la violencia de género, el derecho al aborto o la libertad sexual de las personas. Esto es Vox y por esto es por lo que hay que combatir su ideología.

Gracias, Pablo

No es la primera vez que tenemos la sensación de que a Pablo Casado le asesora el enemigo. Bienvenidos sean esos deslices como el que ha cometido en Croacia, calificando al catalán como “un problema de toda Europa”. Ojo, para variar ha dicho la verdad: la independencia de Catalunya o Euskadi afectaría negativamente a le economía española y, como segunda derivada, abriría la caja de los truenos en los estados europeos ya que la mayoría de ellos tiene sus propios conflictos territoriales, desde los bávaros al norte de Italia pasando por Córcega y, cómo no, Irlanda, entre muchos otros.

Hablando del norte de Irlanda…

Irlanda del Norte ha vuelto a las noticias gracias al Brexit. Esta vez, la violencia no es el problema, sino la frontera con la república de Irlanda, que sí es Europa. Pero la violencia sigue ahí, directa (todos los años hay varias agresiones entre comunidades y hasta noticias sobre los “habituales” disparos en las rodillas) o simbólica: ha aparecido un nuevo mural (sí, nuevo, en 2019) con dos paramilitares dibujados con sus capuchas y sus armas, y firmado por un “batallón” en el Este de Belfast (una zona tradicionalmente protestante pero con bastantes menos “troubles”). Cuidado con los modelos que tomamos.

El Pequeño Nicolás, detenido

“El pequeño Nicolás fue detenido este martes en un restaurante de la zona madrileña de Azca por agredir e intentar apuñalar a un camarero”, leemos en La Información, entre otros digitales. Aquel niño que viajaba en coches oficiales, se sacaba fotos con Aznar y hacía negocios como un estafador de película, hoy provoca altercados en restaurantes “muy borracho”, según el relato que recogen en el digital. El cuchillo estaba sobre una de las mesas y en el forcejeo uno de los camareros resultó herido en las manos y la cara. El futuro de Francisco Nicolás Gómez cada vez parece más cierto.

¿El negocio se termina?

El modelo de negocio de los youtubers está cambiando y me temo que a peor para los creadores y para los consumidores. Sin duda, la sobreexplotación del fenómeno es el culpable, así hemos llegado a contenidos de peor calidad y más salvajes que han hecho reaccionar a YouTube (porque antes reaccionaron los anunciantes). Ahora hay más problemas para colocar publicidad, menos ganancias, más para repartir… Y algunos youtubers, para asegurar sus ingresos, han empezado a promocionar webs de apuestas sin licencia y radicadas en paraísos legales, según El Confidencial, entre otros medios.