Salvini, sin remordimientos

La Unión Europea ha dejado claro que Matteo Salvini mintió: no solo Europa no ha privado a Italia de acometer gasto público en infraestructuras, sino que le había dado una milmillonada para hacerlo. Así ha respondido el portavoz a l ministro de extrema derecha italiano, que acusó de la caída del puente en Génova a la Unión. No solo eso: después de ver la tragedia y tuitear la mentira, Salvini se fue a una fiesta con 260 personas de su propio partido que no tuvieron ningún problema en celebrar el 15 de agosto pese a que los equipos de rescate estaban sacando muertos entre los escombros.

El Rey tampoco los tiene

Parece que Juan Carlos I se ha recuperado estupendamente de la preocupación que le generó las acusaciones de Corinna sobre sus testaferros, negocios y dinero. Las consecuencias de estas afirmaciones han sido nulas en lo político y en la salud del Rey emérito: “Reaparece engullendo bogavante y en los toros”, aseguran en El Nacional, donde van más allá (y me parece bien) concluyendo que “Juan Carlos se ríe de todos”. Y de todas. El campechano pasa de su familia, de los líos con la nuera, de sus amigas especiales y de todo lo que no sea el marisquito y las corridas.

Seguimos buscando la vergüenza perdida

Damos otro paso en esta senda que nos tiene que llevar a encontrar la vergüenza perdida de algunos: los cines siguen sin bajar el precio de las entradas pese a que desde julio se aplica a los tickets un IVA reducido de un 10% frente al 21 anterior. Las salas han aprovechado esta rebaja para ampliar su margen de beneficio en lo que supone la mayor subida del precio (antes de impuestos) desde que hay registros en el INE, donde han saltado las alarmas ante este hecho. El consumidor final no nota esa subida, pero tampoco la bajada del IVA ya que la entrada sigue costando lo mismo, según El Confidencial.

Menos mojigatería

Las redes sociales no han traído una mayor apertura de mente, ni el acceso a la información que nos proporciona Internet ha servido para evolucionar a algunos propietarios de pensamientos. Al contrario, la mojigatería de Facebook y Google, absolutos dominadores de la gran red, ha triunfado, y se ha extendido hasta a una red social como Twitter, donde se puede ver pornografía: varios usuarios hacen chistes con la corriente de crítica al sexo y al deseo que se ha instalado gracias a personas muy jóvenes, sorprendentemente, a las que acusan de ser más papistas que el Papa.

La fiesta para todos y todas

Me despido una semana de esta página que ocupará, merecidamente, la Aste Nagusia que comienza hoy. Una Semana Grande que nos encanta, en la que comemos, bebemos, nos reímos y compartimos unas jornadas interminables felizmente. Pero no tiene que importar ni la hora a la que cada uno vuelva a casa, ni la condición en la que lo haga, ni mucho menos si es mujer u hombre: todas las personas tienen que poder sentirse seguras en Bilbao y disfrutar sin miedo. “No es no”. Nos lo recuerdan Juan Mari Aburto y el montón de caras conocidas de la ciudad que se han sumado a la campaña.

El negocio del contenido (que generan otros)

Si consultan con cierta asiduidad su Facebook o su Twitter es posible que sepan qué es Cabronazi, la cuenta que se dedica a difundir contenidos divertidos. Seguro que no saben que detrás hay un negocio de 370.000 euros en 2017 (casi 500.000 en 2016) que se generan “cazando” ese contenido, haciéndolo propio y relanzándolo. En El Confidencial, como muchos tuiteros, aseguran que lo roban, y ellos se defienden con que mencionan a quien se lo han visto. Una mención menor, sin contrastar si es el autor real y sin link (que es lo que vale, lo demás son milongas).

Cuando no abres la mano

En lo personal deseo lo mejor a Pablo Iglesias e Irene Montero. En lo político, deseo que les vaya como merecen. Y de momento no están haciendo las cosas demasiado bien: si el líder supremo de un partido elige como única portavoz junto a él a su pareja y, por circunstancias familiares, ambos tiene que ausentarse, ese partido se queda descabezado. Es lo que ha sucedido en Podemos, frágil castillo de naipes que se mantiene en pie porque el viento sopla donde les conviene. Así que con ambos fuera de escena, la dirección recurre a material de archivo de Iglesias para mantener la moral.

Un digital para que explique tus tuits

No sé si es por el verano o El Nacional ha decidido dar un giro para dar sentido al amarillo de su logotipo, pero el descenso en la calidad de este medio en solo unas semanas llama la atención. Algunos estarán encantados, como Gabriel Rufián, que siempre había contado con este digital como altavoz a sus tuits pero que ahora disfruta de los análisis favorables, rozando lo baboso, que hacen de sus comentarios en Twitter. El último, sobre una conversación con Dallas, un youtuber simplista, machista y encantado de conocerse. Una conversación entre pares que merece una pieza en El Nacional.

Los besaescudos

Igual Courtois siempre ha sido del Real Madrid y es el primer besaescudos que nos cuenta la verdad, pero lo más probable es que el portero belga sea, simplemente, otro jugador que declara su amor por unos colores después de firmar un contrato millonario con ese club. Yo prefiero a los que besan el escudo en el campo, después de unos años (incluso me valen unos meses), después de un gol o una parada que sirven para pasar de ronda o vencer al eterno rival, después de conocer Bilbao y a la sociedad de Bizkaia, después de saber qué representa ese escudo y para quién juegan.

La aseveración de Sagan, confirmada

Siempre que surge la oportunidad hay que recordar a Carl Sagan, que aseguraba: “El número total de estrellas en el universo es mayor que todos los granos de arena en todas las playas del planeta Tierra”. En la BBC han resuelto esta aseveración… Y tenía razón: en el programa “More or Less” de la radio BBC4 han calculado el número de estrellas basándose en las investigaciones de Gerry Gilmore. “Hay diez sextillones de estrellas en el universo”, aseguran. Y de un modo más sencillo del esperado, con la ayuda de Gennadiy Donchyts, han concluido que “hay menos de cuatro sextillones de granos de arena”.

La serpiente del verano

Estamos en la época de la información que se difunde antes de contrastar, el titular grueso y la tontería supina. Eso en verano se transforma en “serpientes” que cada año son peores: menos fundamento y menos veracidad de quienes las lanzan y de quienes las replican. Sí, los periodistas tenemos mucha culpa en que se “viralicen” temas y, sobre todo, enfoques, que no lo merecen o, directamente, son capciosos. Por ejemplo, la supuesta invasión de inmigrantes y sus efectos. Ni hay una oleada de ilegales llegando al sur de Europa, ni su impacto es negativo en ninguna economía.

Sigue, Casado

Pablo Casado ha sido uno de los que ha agitado esos argumentos tan racistas como falaces sobre la inmigración. Pero en su haber tiene y tendrá muchas tardes de gloria periodística que algunos elevarán (allá con su conciencia) y a otros nos tocará poner en su punto. Pero sin pasarnos. Jorge Moruno le acusa en Cuarto Poder de tener “ideología del millonario”, como si no supiera que muchos de los que integran la clase media, en cuanto se vienen arriba, piensan como Casado. Moruno sí acierta en ubicarlo en esa derecha de manipulación informativa y argumentos llenos de dobleces.

¿Falta cultura o sobran museos?

Ni lo uno ni lo otro: creo que los turistas somos abiertos y perfectamente capaces de entrar en un museo y, hasta que me demuestren lo contrario, parto de la base de que cada euro invertido en divulgar conocimiento está bien gastado. Pero es evidente que margen de mejora para acompasar nuestra demanda a la oferta: en El Confidencial alertan sobre la cantidad de museos a los que no va nadie, literalmente, en España. Aunque los ejemplos vascos en el texto sean positivos, no descarto que haya edificios y exposiciones sin visitantes en Euskadi que hay que dar a conocer.

El veraneo

Cada día me gusta menos Twitter. Pero casi cada día leo un tuit por el que merece la pena el tiempo que le dedico, como este: “Todos somos molestos en ocasiones: los niños, los perros, las palomas, los del taladro, los que tocan el bracito, los que tienen el cabecero de la cama flojo, los que gritan, los que dicen: ‘¿Sabes?’. Todos. Menos los que piensan que solo molestan los demás, esos son gilipollas”. Y cuando uno tiene hijos pequeños, de esos que se bajan de la silla en la terraza, como los míos, solo puede adelantarse a pedir perdón. Por suerte, esos gilipollas son minoría.

¡30 años!

Un error flagrante que hemos cometido entre todos es hacer creer a los nuevos usuarios que son los que descubren la tecnología (o la democracia). El marketing, el relato de los medios, la juventud de los prescriptores… Pero quienes se incorporan a Twitter no inventan la conversación global ni la búsqueda de atención desde un teclado: como recuerdan en Retrochenta, esta semana se cumplen 30 años de la invención del chat, esa caja de texto básico con la que podíamos “hablar” en aquel Internet rudimentario y falto de recursos. Hoy sigue habiendo chats, pero reinan las redes sociales.

Y Corinna pió

Tendremos que poner todo lo que diga Corinna zu Sayn-Wittgenstein en cuarentena porque pueden ser solo las acusaciones de una amante despechada. Ese pecado sí se le reconoce y concede a Juan Carlos I: hacer de Sofía de Grecia la cornuda de España. Pero dudo mucho de que la prensa cortesana española vaya con todo, como debería de pasar, y que la justicia española actúe en consecuencia ante las graves acusaciones de “la amiga especial” del rey de España emérito. Negocios, testaferros, capital fuera de España sin declarar, estructuras opacas… Todo lo que necesita un campechano.

Sí, es por hacer política

En anteriores ocasiones he traído a esta columna las reflexiones de Iu Forn en El Nacional por el sentido común del autor, el mismo motivo que me obliga a trasladarles la última: colige Forn que, si Llarena admite que cierra la causa abierta contra los políticos catalanes después de la reunión de Torra con Sánchez para no intervenir en el reinicio del diálogo político, las causas de la suspensión, procesamiento y cárcel de los representantes de la ciudadanía catalana es política. Así de fácil y así de grave. Porque se juzga, no lo olvidemos, un gesto: todos tuvieron cuidado de no independizar Catalunya.

Así es la ley. Que la cambien

Alfonso Jesús Cabezudo, conocido como “el militar de La Manada”, disfruta ya del levantamiento de su suspensión aunque no vayan a asignarle destino. Tanto él como el guardia civil, Antonio Manuel Guerrero, esperan a la sentencia firme para saber si son expulsados. Todo esto es perfectamente legal y tiene que servir para que seamos conscientes de a qué nos exponen algunas leyes o aplicaciones. Al respecto, lean este párrafo en El Confidencial: “Cabezuelo también cuenta con antecedentes por lesiones, riña tumultuaria y desorden público, delitos que se explican en parte porque forma parte de la peña Biris”.

Quítate tú para ponerme yo

Cuando Pedro Sánchez se lanza sin red a la moción de censura y logra asirse al siguiente trapecio empieza a tener que tomar decisiones. Posiblemente la más importante por el tiempo y recursos que ocupa es la de sustituir a todo el personal del gobierno o hacer virtud de la transitoriedad y no enfadar demasiado al PP. Es evidente ya que opta por lo primero y en un tiempo récord está moviendo todas las sillas, algo que en Politikon critican con su habitual rigor pero obviando, creo, un aspecto clave: los años que Rajoy tuvo para generar y ocupar puestos, y que en el caso de Sánchez solo son semanas.

Si lo pago es mío

José Manuel Rodríguez hacía público en Twitter el malestar de los usuarios de Spotify que, habiendo pagado por un servicio Premium, esto es, sin anuncios entre canciones, veían cómo les colaban publicidad del nuevo disco de Drake. Se ve que el “Premium” del rapero es más importante que el de esos millones de usuarios que reclaman, con razón, que les devuelvan el dinero. No es el único caso: las marcas nos cuelan anuncios constantemente aunque hayamos pagado por dispositivos (me ha pasado ya dos veces en mi móvil Samsung en menos de un año) y aplicaciones que, en teoría, son nuestros.

Los emoticonos no comunican

Es necesario hablar claro: los emoticonos usados diariamente son una herramienta inútil para comunicar. Solo algún elemento como un punto rojo o un “tic” verde de vez en cuando, que haga ese tuit llamativo por diferente, pueden resultar útiles, pero llenar los mensajes en Facebook o Twitter de dibujitos resta más que suma. También (o especialmente) en Moncloa, y aunque lo haga Carolina González, la community manager fichada por Pedro Sánchez de la Policía Nacional para hacer su comunicación on-line más… ¿Fresca? ¿Joven? En serio, ¿a quién quieren engañar?

Para un público imaginario

Moncloa (y no solo Moncloa) arriesga con la decisión de incorporar a González y sus métodos. Arriesga una partida económica tal vez innecesaria (una comunicación más conservadora suele ser más barata) y, sobre todo, arriesga su marca. ¿Para qué? El público que se encuentra en Twitter posiblemente sea el más sobrevalorado de la actualidad. Y sé de lo que hablo porque formo parte de él. Por no hablar de que millones de esos potenciales clientes son directamente irreales: la propia red social ha eliminado 70 millones de cuentas falsas solo en dos meses, según Público.

Y demasiado acrítico

Además de ser un target sobrevalorado, el público de Twitter está bastante dirigido por unos líderes que, en su mayoría, no han logrado triunfar antes o fuera de esta red social. Líderes que ni siquiera dan la cara, que mienten, que manipulan, que hacen lo que sea necesario para seguir liderando y que sus intereses salgan bien parados. Una muestra de la cantidad de gente que hay en Twitter dispuesta a ser manipulada son los miles que han reclamado que “protestona”, una tuitstar de izquierdas, pueda seguir usando una imagen de Mafalda. Y a eso han dedicado sus horas por su líder anónima. O anónimo.

Los negocios de Rosell

Lo sé: puede que ni siquiera sea noticia que un empresario del mundo del deporte se beneficie de su posición privilegiada al frente de un club deportivo de máximo nivel (también en lo económico). Pero me niego a dejarlo pasar: es necesario denunciar la gravedad de la acusación de la Guardia Civil a Sandro Rosell, cuya empresa (que seguía controlando por medio de testaferros) se benefició del generosísimo contrato entre el Barcelona que presidía y Qatar, utilizando para su beneficio directo recursos del club y del país petrolero, según la misma acusación que desgrana El Confidencial.

Cualquier equipo en el que no juegue Neymar

Dice Neymar que después de la eliminación de Brasil en el Mundial no tiene fuerzas para seguir jugando al fútbol. Obviamente, exagera y miente, como cuando rueda por el campo ante cualquier roce y provoca vergüenza ajena a quienes disfrutamos con el fútbol. Ante un deportista como él solo vale, por lo tanto, la contundencia del VAR, la de algún defensa que, ante el previsible teatro, le dé una patada de verdad, y la de los comentaristas de la actualidad como El Mundo Today: “Científicos descubren que el aleteo de una mariposa en Taiwán puede tirar al suelo a Neymar en Moscú”.