Sí, nos hemos pasado

Tengo clarísimo que nos hemos pasado con “lo políticamente correcto”, en Euskadi, especialmente, y así nos va. Los populistas han aprovechado nuestra autocensura para lanzar golpes mucho más directos. No es la inversión en redes, es el puñetero mensaje. Al respecto, Jacobo Bergareche hace una interesante reflexión en The Objective: “El imperio de la corrección política no es un fenómeno que haya contribuido a crear ciudadanos más respetuosos ni a arraigar valores cívicos”. Al contrario: votan a Trump “para poder exhibir su visión del mundo sin avergonzarse de ella ante los cultos, los educados, los sensibles”.

Un ejemplo

No quiero señalar a nadie porque realmente son muchos los que necesitan expresarse, votando a populistas, y liberarse de los corsés que les han colocado quienes les venden esa liberación. Pero si Álex Bernal ha dicho esto él es el responsable de que lo comentemos: el jugador del eldense “estalla contra la Agenda 2030 por la DANA de Valencia: ‘Están creando tormentas para engañarnos y promoviendo vacunas mortíferas’” (El Desmarque). Sí, esta es su conclusión después de ver lo que hemos visto todas y todos. Hay personas que venden estas ideas de mierda, pero lo peor es que hay otras que las compran y, además, hacen publicidad.

Más militarismo

No nací ayer: conozco los compromisos de los estados con la OTAN y que esta vuelve a presentarse ahora como una inversión práctica por culpa de sátrapas como Putin. Pero que sea consciente de lo anterior no significa que me guste la idea de que mis impuestos vayan a comprar armas, y menos, de esta manera que anuncian en EPE: “El Gobierno cuela otros 215 millones más de gasto en Defensa en el Consejo de Ministros por la DANA”. Suma y sigue: “Desde la vuelta del verano, las partidas destinadas a Defensa han sumado casi una décima del PIB de la economía española. Por encima de los 1.200 millones”.

El PP no “entrará en el barro”

Siempre podré decir que fuimos los primeros: al director de DEIA entonces, Iñigo Camino, se le ocurrió la idea de esta columna (yo solo fui el tipo al que se la encargó, todo el mérito es suyo, siempre lo he dicho), después el resto fue descubriendo una mecánica muy sencilla: peinar Internet para ofrecer una visión en tu medio. Público también lleva un porrón de años haciéndolo, y con notables aciertos, como esta semana: su repaso al portavoz del PP ha sido tan bueno como necesario. “Sémper dice que el PP no ‘entrará en el barro’ y las redes dicen basta: ‘Cuánta desvergüenza, golfería y falta de escrúpulos’”.

El sufrimiento continúa

La DANA y mi cabreo ante lo políticamente correcto me han obligado a arrinconar un tema que, vuelvo a escribirlo, no por recurrente debe convertirse en familiar. No podemos inmunizarnos contra el horror y el dolor: “Un mes de asedio hunde el norte de Gaza en una ‘hambruna inminente’” (El Independiente). Y en el Sur la situación es peor. El ejército de Israel, enviado por Netanyahu y su gobierno ultra, sigue masacrando a la población civil día tras día, noche tras noche, sin que el mundo haya encontrado aún la fórmula para detener esta carnicería. Qué asco da todo a veces.

Casualidad no es

Si “las 100 grandes fortunas de España aumentan su riqueza un 28% en un año” (El Nacional) no podemos hablar de casualidad, sino de un sistema construido para que las y los más ricos expriman a quienes no lo somos. En resumen: el mayor problema que tenemos como civilización es el de las personas ultrarricas. Tenemos que acabar con ellas y con ellos (vía legal). Sin dudas, sin paliativos y sin retraso. ¿Es salvaje lo que planteo? Puede. Lo que tengo claro es que es urgente e inevitable. Porque son además quienes más contaminan y quienes promueven (lo hemos visto en EE.UU.) que haya personajes ultraliberales como Trump.

Esto, tampoco

Hay varias explicaciones para el fenómeno de las cuentas indias que han estado relanzando mensajes populistas sobre la DANA, en beneficio, en general, de la extrema derecha. La primera es precisamente que sean bots contratados por algún grupo ultra para generar mal rollo y sacar tajada política. Otra es mucho más espuria: son cuentas que se meten en todos los temas del mundo para ganar miles de seguidores y luego ser vendidas con un público global. Y otra relacionada con esta: X premia económicamente a las cuentas de pago más activas y con mejores datos. Una “ideaza” de Musk que permite darnos cuenta del tipo de red social que quería (y ha utilizado para aupar a Trump) y que ha provocado hacer negocio con la tragedia.

Son ultras legitimándose

Sigo hablando de las consecuencias de la DANA y de la poca vergüenza de la extrema derecha. Cada noticia como esta en The Objective: “Revuelta, la asociación juvenil ligada a Vox, recoge 1.000 toneladas de ayuda para Valencia”, es una acción de intento de legitimización de los ultras. No podemos dejarnos engañar: han ido a prender chispas de odio, han ido a agitar el populismo antisistema, han ido a sacarse fotos para blanquearse, han ido a ayudarse a sí mismos y a Abascal, no a la ciudadanía afectada. Simplemente, algo tenían que hacer con lo recogido para su campaña de legitimización. No deben despistarnos.

Las lecciones de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias paso un mal final de semana: antes de promocionar una actuación musical en su bar le pillaron en X lanzando un bulo sobre la nueva portavoz de Sumar, Verónica Martínez, a la que acusaba de ser alto cargo de Feijóo. En las propias redes aclaraban de que el Consello Galego de Relacións Laborais es un órgano consultivo y que su nombramiento es de consenso entre el gobierno y los agentes. Y en su medio, Diario Red, mantenían otra fake-new: el PNV no tiene nada que ver con el acuerdo entre PSOE y Junts “para bajar los impuestos a las energéticas”. Él, que venía a salvarnos con sus informaciones veraces y sus medios alternativos, abraza bulos.

¿De quién es el fracaso?

Como en Euskadi, en EE.UU. hablan de la falta de capacidad de movilización de opciones moderadas frente al populismo de base fascista. Visto con otra perspectiva, este titular en El Independiente me genera una pregunta: “Los demócratas fracasan en su intento de movilizar el voto contra Trump”. ¿Quién fracasa? No resto ni una brizna de responsabilidad a las opciones políticas que no consiguen activar a su electorado, pero creo que es la sociedad la que fracasa (y de nuevo los partidos tendrán una parte de la culpa) cuando resta importancia a lo que puede perder y se deja llevar por quienes se limitan a decir lo queremos oír.

Cinco claves sobre EE.UU.

Me pagan por leer cosas que me interesan, sacar alguna conclusión y escribirla. Y sobre el texto en El Independiente titulado: “Trump y el poder de la movilización”, la conclusión que saco es que es de lo mejor que he leído esta semana. Xavier Peytibi ofrece varias claves: “La ‘ola Kamala’ se quedó en la orilla”, y ni siquiera fue capaz de movilizar el voto femenino o joven. Y las más valiosas: “El enfado vence al miedo”, la apelación constante a la economía, pero a la del “bolsillo” de cada persona, y la apelación al “cambio” en un momento (global, en mi opinión) en el que a la ciudadanía le apetecen aventuras y no le importan las consecuencias.

Trumpismo español

Donald Trump miente, promete y no hace, exagera, delinque (probadamente) y gana las elecciones de una manera arrolladora. También lidera a la extrema derecha en el mundo en lo moral y en lo estratégico. Y sus alumnos son, por cierto, muy aplicados: “El secretario general del grupo parlamentario Vox, José María Figaredo, ha acusado sin pruebas al Gobierno de Sánchez de estar ocultando el número real de muertos en Valencia como consecuencia de la DANA. ‘Son cientos de ellas (las víctimas) que el Gobierno está ocultando y escondiendo”, ha sentenciado en su comparecencia, sin aportar prueba alguna’” (El Diario).

La verdad es que no les importa

Hemos sobado la palabra “facha” y ahora nos quejamos de que muchas y muchos jóvenes no sean capaces de distinguir entre un fascista de verdad y una castaña. Roro, la influencer conocida por ser una versión del siglo XXI de una mujer entregada a los deseos de su marido (por supuesto, heterosexual), “ha colaborado con la organización Revuelta en la Comunidad Valenciana” (Diario Red). Y lo ha hecho sin taparse: “Nos comentaron que era una organización financiada por VOX, y la verdad no me importó”, admite, porque la sociedad (no solo la juventud) no entiende lo peligroso que es el fascismo. Tampoco el fascismo vasco, por cierto.

Así, sí

Doy por hecho que no es cosa solo de Óscar Puente, doy por hecho que le han asesorado bien (y dejarse asesorar también es mérito del ministro) antes de virar el tipo de mensajes y el tono con los que estaba comunicando, especialmente en X. Ahora muestra el trabajo sobre el terreno que su ministerio está llevando a cabo para poner en funcionamiento la red española de transportes tras la DANA, en un tono positivo, poniendo en valor tanto a las y los trabajadores como a quienes pagamos impuestos para hacerlo posible. Los parabienes que está cosechando con ese cambio me parecen todos merecidos. Así, sí. Ojalá, siempre.

Chimy, guapo

Voy a San Mamés con mi hija o mi hijo siempre que La Liga no nos jode con los horarios, y celebro estar en una zona bastante tranquila. Evidentemente, estoy absolutamente en contra de los insultos homófobos o machistas en los estadios. Pero también creo que hay que llamar a las cosas por su nombre: Chimy Ávila demostró tener una cognición por debajo de la media cuando intentó lesionar de gravedad a un compañero (de otro equipo, sí, pero compañero), como hizo en aquella entrada salvaje que esquivó Nico Williams, o cuando pisó con mala intención a Berenguer. Que lo resumamos en una palabra no debería de escandalizar a nadie.

Más periodismo

Si algo está dejando clara esta gota fría es que hay una gran distancia entre el periodismo y el barro. Hemos visto coberturas informativas muy buenas y hemos visto a imbéciles queriendo ser protagonistas en nombre de “la información”. Y hemos notado con claridad la distancia entre las fuentes fiables y los intoxicadores, por mucha popularidad que tengan. En El Diario han recopilado algunos bulos, pero si sumamos los que van denunciando el resto de medios (medios de verdad, digo) la lista sería larguísima. ¿Quién gana con esto? Quien aprovecha para engordar sus audiencias y, por supuesto, los populistas de mierda. Sí, he escrito “de mierda”.

Y menos masajes

Llevo una semana enganchado a los informativos. Por supuesto, el 24h de RTVE es uno de los canales que más he consumido y sé de lo que hablo: una cosa es informar y otra hacer un masaje mediático. Y creo que el ente público español ha pasado de la una al otro: es evidente (y lo digo como espectador tras muchas horas con espíritu crítico) que el “mood” general, especialmente en las tertulias, tiene un sentido concreto. Y este no es otro que exonerar al gobierno español de la mala gestión tras la DANA. Si fuera del PP estaría tremendamente enfadado. La batalla del relato es inevitable, pero puede librarse de muchas maneras.

Salvad al soldado Felipe

Tengo puesto constantemente el 24h pero como siempre delante de El Mundo (el primer periódico que leo por la mañana, por supuesto, es DEIA), por lo que sé también cuál es el argumentario para intentar salvar a Carlos Mazón. Y por supuesto, asisto con pasmo (por lo inoportuno) a la operación de casi todos los medios para salvar al soldado Felipe de Borbón: “Sánchez se dio a la fuga mientras el rey y la reina se mezclaron entre la indignada multitud”, titula Luis María Ansón su columna en El Imparcial que es, como cabía esperar, el epítome de lo monárquico. Pero, ojo, porque compiten con él en otros digitales.

Uno que lo ha hecho todo mal

No necesito verlo en ninguna tertulia en el 24h, ni hay columna que lo salve en El Mundo o en los digitales en los que se anuncia con alegría la Comunidad de Madrid: el que peor está haciendo las cosas después de que la DANA llene de barro Valencia es Alberto Núñez Feijóo. Desde aquella rueda de prensa convocada por Mazón que fagocitó para quejarse de que no había sido informado, a cualquiera de sus declaraciones quejicosas o contradictorias (pide a Sánchez que tome el mando pero ponga todo a disposición de Mazón). “Irresponsabilidad, oportunismo y toxicidad”, así resume Carlos Barra en Nueva Tribuna la acción del líder del PP.

¿Quién va a alegrarse?

Escribo esta columna sin saber quién vivirá en la Casa Blanca los próximos cuatro años: ¿una demócrata (a la que podremos poner muchos “peros”, pero siempre será mejor que un ultra) o el peor de los republicanos? En El Independiente han hecho un ejercicio muy interesante reflexionando sobre “qué país de la UE está mejor preparado para un Trump II”. Pues bien, Polonia, Hungría, Italia (aunque Meloni ha sabido relacionarse tan bien con Biden como con Elon Musk) pero también la Eslovaquia de Robert Fico, un “populista”, según el digital. Y aunque no gobierne, brindará Marine Le Pen, claro (y Abascal, pese a que no lo citen).

El alcalde también es «el pueblo»

Es muy importante que abandonemos la adolescencia emocional e intelectual porque, si no la superamos, si no nos convertimos en adultos funcionales capaces de pensar dos veces las cosas, ganan los malos. Es tan fácil como darnos cuenta de que el “solo el pueblo salva al pueblo” que agitan desde la izquierda y la derecha es profundamente capcioso. Porque las instituciones también son “el pueblo”, de hecho, son del pueblo. Porque las alcaldesas y los alcaldes que hacen lo que pueden también lo son. “El pueblo puede salvar al pueblo… pero a través de la administración”, atina Javier Cavanilles en El Diario.

Podían haberlo hecho mejor

Ninguna gestora ni ningún gestor está preparado para hacer frente a una DANA como la que ha arrasado Valencia. ¿Tal vez deberían estarlo, tal vez deberían someterse a formación y entrenamiento? Ese es otro debate. Pero lo que sí tendremos que abordar cuando todo empiece a normalizarse es una investigación para saber quién falló. “España se retrata como un país ineficiente ante su mayor tragedia en muchos años”, dice Rubén Arranz en El Independiente. Sí, será importante aclarar qué decisiones fueron desastrosas y, por extensión, quién las tomó. Y no, no es suficiente con la batalla de las tertulias. Evidentemente.

No vengas

La visita de Felipe VI, Letizia Ortiz, el presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, y el del gobierno español, Pedro Sánchez, a los municipios más afectados por la DANA, fue un enorme error. ¿Qué pintaban? El rey de España llegó a decir a una persona afectada y que protestaba por su presencia: “Si quieres no vengo y me quedo en Madrid” (El Nacional). En efecto: no vayas si no vas a llevar en tu convoy de vehículos ayuda de primera necesidad. No vayas si vas a provocar que la gente deje de trabajar. No vayas a dejarte ver sino a tirar de pala, cubo y escoba. La verdadera utilidad de la Casa Real quedó clarísima el domingo.

Intolerable

La agresión a Pedro Sánchez el mismo domingo, en el mismo acto en el que Felipe VI respondió así a un ciudadano lleno de barro, es intolerable absolutamente. Y la condena es indiscutible. No podemos normalizar las agresiones a las y los políticos, pero sobre todo, el PP no puede seguir normalizando que Sánchez sea el objetivo de la ira, de los insultos (el famoso “me gusta la fruta” de Díaz Ayuso), de los desprecios y de las agresiones. Alberto Núñez Feijóo, concretamente, es clave y debe ser contundente para frenar la escalada. Si se empeña en seguir de perfil podremos señalarle como responsable de lo que ya está sucediendo.

Es necesario hablar claro

Esa agresión a Pedro Sánchez es consecuencia de la intoxicación permanente, lo de “solo el pueblo salva al pueblo” lo van a aprovechar populistas de un lado y del otro, y estamos leyendo bulos y declaraciones irresponsables que, simplemente, deberían de ser delito. Necesitamos hoy más que nunca hablar claro, y dejarla votando para que la chute otro tampoco vale: “Durísimo comunicado de los bomberos de Euskadi contra el Gobierno valenciano”. En El Plural cogen el vídeo de los bomberos y lo sacan por donde quieren. En Euskadi incluso algunos (interesados) han señalado a las instituciones vascas. Quiero creer que fue un despiste.