Un peligro público

Creo que a Pablo Casado se le va a hacer de noche esperando para batirse a Pedro Sánchez en unas generales. Y si llega a hacerlo lo hará para sacrificarse y perder, salvo que medie milagro, y no sumar con Vox pero por falta de escaños. El futuro del PP es Isabel Díaz Ayuso, cada vez más voces la nombran, ella se deja querer y, sobre todo, muestra que no tiene remilgos: “Ayuso hace un llamamiento a que el PP se entienda con Vox: ‘Compartimos muchas cosas’” (El Independiente). Madrid es su escaparate, el del liberalismo y el libertinaje, ella llama a todo “libertad” pero con Vox la condena será para todas y todos.

El asalto

Nadie ha descrito tan bien como Xabier Lapitz el asalto al ayuntamiento de Lorca buscando a los representantes de la ciudadanía que discutían el modelo de explotación de las macrogranjas: “Paramilitares, fachalecos y demás calaña. Estos saben de cerdos lo que viene en la cesta que les manda el señorito ultra. Cuidado. No lo tomemos a broma. Andan buscando lío”. Es lo que son, en Lorca y en el Congreso, y es a lo que nos hemos acostumbrado sin que ya nos escandalice. Pero no podemos permitirnos la indolencia: ese ataque tiene una intención y, por lo tanto, unos instigadores. Es a ellos a los que hay que parar en seco.

Son iguales

Hablamos de fascistas españoles pero podemos hablar de la misma manera de los fascistas vascos que señalan a la Ertzaintza sin ningún pudor y, por cierto, no con poco dinero: los anuncios falsos para la OPE que ha organizado el departamento vasco de Interior, en el que aparecen agentes haciendo su trabajo pero en momentos en los que tienen que ejercer la violencia, también tienen un intención, un instigador y, en este caso, un pagador. Y como los fascistas españoles, los euskofascistas tienen la misma intención antisistema y la misma necesidad de blanquearse y autojustificarse.

Violencia directa

En solo un mes, en lo que llevamos de año, en México han sido asesinados cuatro periodistas. Roberto Toledo es el último informador, de momento, que ha perdido la vida por sus crónicas. Gracias a Luis de Vega vimos en Twitter cómo un compañero de Toledo daba la noticia “pidiendo perdón porque se le quiebra la voz. Y asegura que seguirán trabajando, denunciado la corrupción y la impunidad de los que aprietan el gatillo”. Por cierto, el asesinado también había pedido protección a las instituciones mexicanas, que asisten con una frialdad injustificable a la agresión de uno de los pilares de la democracia: el periodismo.

¡Pero si sale en la SER!

En España hay un nuevo héroe del periodismo. Y no importa lo que pensemos: es nuevo, es un héroe y ejerce el periodismo mejor que nadie. Su nombre es Pablo Iglesias y arranca espacio digital en Público para “abrir el derechizado panorama mediático a otras voces, otras ideas y otros discursos que no son habituales en los grandes medios de comunicación”. Sí, el mismo Pablo Iglesias que saltó a la fama en LaSexta, ha sido eurodiputado, diputado y vicepresidente del gobierno y, desde que lo dejó, tiene un micrófono abierto en la SER y una cuenta en Twitter con 2,6 millones de seguidores.

¿Sin Pla no hay paz?

Como periodista en Euskadi tengo una responsabilidad: que los que blanquean el relato de ETA no nos cuelen sus mierdas. Por ejemplo: “Otegi afirma que sin figuras como David Plá, último jefe de ETA, ‘la paz no hubiera sido posible’”, titula Mikel Segovia en El Independiente. Partimos de la base de que el líder de Bildu se tiene a sí mismo como el Mandela vasco. Con esos cimientos y con las manos del exjefe de ETA tienen que construir el edificio que guardará el relato de la izquierda abertzale. Una cosa es que traguemos y aceptemos que ETA sigue teniendo mando en Sortu, otra que nos guste y otra que nos tomen por tontos.

El gobierno más progresista de la historia

Pues es el gobierno más progresista de la historia el que quieren desangrar a las y los trabajadores autónomos para seguir contentando a los sindicatos del funcionariado, y el que “se apoyará en los expertos para justificar subidas del diésel y billetes de avión” (Vozpópuli). O lo que es lo mismo: transportistas y personas que aprovecharon las ofertas para comprar un vehículo van a ver cómo el gobierno les ha elegido para pagar una parte mayor de la fiesta. Y por supuesto, lo de viajar en avión se ha acabado: volverá a ser una opción exclusiva de quien pueda permitírselo. Los demás, hasta donde lleguemos en bici eléctrica.

Pues ya estamos en campaña

Ya estamos en campaña: Castilla y León elige su parlamento autonómico porque Pablo Casado ha decidido generar un ciclo ganador del PP que le atará a Vox mucho antes de que tenga la oportunidad de llegar a Moncloa. ¿Y cómo hemos entrado? Pues con un tuit de Pablo Iglesias en el que presumía de manejar información privilegiada del CIS. Unos números, por cierto, con una clara intencionalidad: mostrar un empate entre PSOE y PP que no refleja ninguna otra encuesta para activar el voto socialista. Es decir: ¿un organismo público está para hacer palanca y anticipa información a un ciudadano (lo que es hoy Iglesias)?

La guerra global (que pagamos los de siempre)

“La amenaza de guerra entre Rusia y Ucrania ya ha hecho subir el precio del gas el 18%: el riesgo que supone para la economía una posible contienda”. Así de claros son en El Blog Salmón. En esta época en la que todo se globaliza, también las guerras, lo que seguro que nos toca es pagar una parte de la factura a los de siempre. Lo que me gustaría saber es qué piensan del tema quienes no quieren que exploremos los recursos gasísticos que hay bajo nuestros pies y prefieren mantener gasoductos, estar en manos de Rusia o Araba Saudí y que las exploraciones se hagan el “backyard” de otros. Todo muy solidario.

¿No es un poco pronto?

Como hooligan del Atlhetic que soy me preocupa bastante el goteo de tuits que he visto esta semana, con cortes de entrevistas que han ido concediendo el entrenador y varios jugadores de la primera plantilla, todos ellos con un tono autocomplaciente que no parece recomendable a mitad de temporada, precisamente. Además, estamos despreciando un pasado reciente muy importante. Pero más importante es el partido de este jueves, porque es futuro, porque estamos llegando con más celebración que tensión y porque eso solo beneficia al Real Madrid, equipo de la cuidad donde, por cierto, más entrevistas han pedido y el Club ha concedido.

Teletrabaja tú todo el año

Brian Chesky, director de AirBnb, ha decidido demostrar que es posible unir teletrabajo y vacaciones todo el año y, además, que su empresa es la mejor para hacerlo, y va a cambiar de casa en AirBnb cada dos semanas para lograrlo. La idea me parece horrorosa: cuando uno trabaja y está de vacaciones a la vez, en el fondo, trabaja. Y esa demostración solo vale para quien viva en una burbuja en la que se piense que el trabajo se hace desde el ordenador y “olvide” que la mayoría de personas que usan AirBnb no podrían tener ese modo de vida de niño pijo que se aprovecha de las propiedades y el trabajo de los demás.

Por fin

Este titular de El Independiente es uno de esos que sabíamos que íbamos a leer, pero no sabíamos cuándo: “Anticapitalistas se constituye como partido y busca rentabilizar el descontento con Podemos”. De hecho, Teresa Rodríguez y el eurodiputado Miguel Urbán ya habían roto con la formación morada en 2020 y la creación de la nueva opción política se ha retrasado por la pandemia. Es más: ya fueron partido, pero se reconvirtieron en asociación para ayudar en la fundación de ese Podemos al que ahora acusan hasta de “neoliberal”. Mientras tanto, aseguran que “ellos no se han movido de sus posiciones políticas”. Pues eso.

Y este, ¿dónde va?

José Luis Martínez-Almeida no me gusta por su pacto con Vox, por cómo accede a barrabasadas ultras sin que parezca que le importe mucho, ni por cómo ejerce la portavocía nacional del PP, con ese tono de chulo de barrio rico. Pero me niego a llamarle “carapolla”, como hacen muchos usuarios de Twitter. Y si me parece mal ese insulto gratuito, como todos los insultos gratuitos a quienes se han metido a gestionar lo de todos, peor me parece que lo exprese en sede política un representante: lo ha hecho Alberto Cubero, concejal de Podemos en Zaragoza, al que la ocurrencia le pareció divertidísima. Pues no lo era.

Los amigos del rey

La vida de Juan Carlos I en Emiratos Árabes es una incógnita. Solo sabemos que vive como un millonario en un país lleno de lujos. Pero, ¿con quién sale a cenar, uno de sus planes favoritos? Mala señal para la Casa Real española que conozcamos a los amigos del emérito así: “Interpol busca al traficante de armas amigo del emérito y complica su regreso a España”. “Abdul Rahman El Assir, amigo cercano de Juan Carlos y a quien frecuenta en Abu Dabi (…) se enfrenta a una pena de ocho años de cárcel y el pago de una multa de 73,9 millones de euros, que se suma a una indemnización de 14,7 millones a la Agencia Tributaria” (La Política Online).

El fútbol, en abierto

En Palco 23 han hecho un repaso de los acontecimientos con más audiencia del año pasado y destaca, claramente, la Eurocopa en varios países. No solo entre los del año: este curioso torneo ha sido más visto que las ediciones anteriores por un motivo muy simple: “A más partidos, más audiencia”. Se refieren en el digital deportivo a partidos en abierto. Y es que la correlación sí indica causalidad: el fútbol pierde espectadores e interés desde que se ha exclusivizado y se ha vuelto de pago, y cada vez que se emite en abierto genera expectación y nuevos seguidores. Solo falta que los que cobran por pensar en estas cosas se den cuenta.

Mujeres y tremendamente valientes

Afganistán sigue siendo gobernado por los talibanes que recortan los pocos derechos que le quedan a la ciudadanía y son especialmente beligerantes contra las mujeres a las que, directamente, quieren anular por medio de una especie de goteo de limitaciones. En sí misma, esa es una forma de tortura. Aún así, solas, aisladas y en riesgo, las mujeres se revelan, como hemos visto esta semana en la cuenta en Twitter del periodista Hizbullah Khan, que también se la juega por trabajar en el país y mostrarnos lo que sucede. Si no fuera por los millones de gilipollas que la ocupan, realmente esta red podría ser muy útil.

Albert Luque, el cuñado

El Athletic de Bilbao puede dar un disgusto enorme a Albert Luque, a la RFEF y a los jeques árabes, eliminando a Barcelona y Real Madrid. El exjugador esta semana ha dejado entrever que el resto de clubes son extras invitados a la película que han escrito para mayor gloria y enriquecimiento de Real Madrid y Barcelona, ha despreciado a las aficiones de Athletic y Atlético, y especialmente a todas las aficionadas a este deporte y justificó el blanqueo a Arabia Saudí. Todo esto en solo dos respuestas a EFE que Javier Gallego destacó en su programa y Twitter. Una película que once leones y 45.000 aficionadas y aficionados le podemos chafar.

Rey, campechano y mago

Juan Carlos I, además de campechano, es muy buen mago, lo que pasa es que no nos habíamos enterado hasta ahora. Primero, usaría algún tipo de conjuro o hechicería para lograr que las instituciones españolas adquiriesen para él con un Rolls-Royce descapotable de más de medio millón de euros y, después, en un hábil juego de manos, logró vendérselo por más de 200.000 a un amigo suyo, Juan Miguel Villar-Mir, haciendo desaparecer el dinero, en un último destello de su prestidigitación. Porque, según leemos en Vozpópuli, nadie sabe ni cómo ese bien de la Casa Real pudo ser puesto a nombre de alguien ni dónde está la pasta.

Valiente pero irresponsable

Poco a poco vamos conociendo la hoja de ruta que ha diseñado el equipo de Pablo Casado para llegar con fuerza a las elecciones generales que busca con ahínco: “Arrollar en Castilla y León, Andalucía y Murcia como antesala al ‘asalto’ a la Moncloa” (República.com). Son cuatro procesos electorales, por lo menos, los que quiere activar con el coronavirus y sus consecuencias económicas golpeando. Más que valiente, su plan es osado y, sobre todo, irresponsable. Pero como ya he escrito en la columna: lo sorprendente es que la demoscopia lo avala y que hayamos normalizado que todo esto lo hará con Vox o no será posible.

También hay que serlo para cerrar

Ciudadanos no hizo nada para aprovechar su momento. De hecho, parece que sus líderes se empeñaron en despreciar el viento de cola que tuvieron, como si nunca fuera a terminarse. Ahora, de aquel instante de grandeza en el que Rivera rechazó ser vicepresidente de Sánchez solo queda un recuerdo lejano y borroso. Por no quedar, no quedan ni sobras en la mesa y, directamente, tienen que vender el mobiliario: “Ciudadanos cerrará en 2022 la mayoría de sus sedes locales y provinciales para recortar gastos”, leemos en El Independiente. Una situación triste en cualquier caso pero que pocas veces es tan merecida por cómo gestionaron su éxito.

Su problema, nuestra decisión

Enfoca bien Mikel Segovia en El Independiente el problema de los presos de ETA. Partimos de la base de que solo quedan en la cárcel quienes tienen penas más altas y, por lo tanto, más asesinatos en sus conciencias, vemos en cada “ongi etorri” y similares la falta de arrepentimiento que muestran y sufrimos la nula colaboración para el esclarecimiento de los atentados. Con estos ingredientes la sociedad vasca, cansada de tanto soniquete que no queremos oír más, no puede empatizar lo más mínimo con “los presos”, ese ente que algunos usan como medidor de sensibilidad y solidaridad de las y los vascos.

¿Nos toman por tontos?

Afrontar una crisis sanitaria y otra económica con la inflación disparada no parece el mejor de los escenarios, pero ese es el español. En El Blog Salmón repasan los motivos, como el precio de la electricidad, el más alto de Europa. Además, “pagamos una factura más elevada porque el Ejecutivo tiene menos poder de maniobra para controlar los precios finales”. Y eso implica otro motivo: como consumidores finales pagamos esos precios altos y los de los productos y servicios con ese incremento repercutido. “Por otra parte están los salarios, que son menos competitivos que en la Eurozona”, seguimos leyendo con desesperanza.

Odio eterno a la banca on-line

Creo que soy una persona que se maneja con cierta soltura en entornos digitales, pero reconozco que hay dos tipos de webs o apps que me vencen. Por un lado, las de facturación electrónica, el peor de los inventos de la humanidad. Por otro, la banca on-line. Toda la banca on-line. Si sirviese para algo firmar en Change.org sumaría la mía a esas “más de 150.000 firmas piden una ‘atención humana’ en los bancos: ‘Los mayores nos sentimos apartados’” (InfoLibre). No hace falta ser demasiado “mayor” para sentirse desatendido. Lo peor es que este cambio se ha hecho para recortar gastos: ningún “mercado” lo ha pedido.

Al final, el PC tampoco murió

En el ámbito de la informática doméstica, como en otras áreas, la pandemia ha agudizado una tendencia, en este caso, la del ordenador en casa. Obviamente, la generalización del teletrabajo ha impulsado el uso de este electrodoméstico que nunca abandonó nuestros hogares. Y eso que no fueron pocos gurús los que avisaron de su obsolescencia: las tabletas nos iban a cambiar la forma de trabajar, como tantas otras cosas que iban a cambiarnos hasta la vida. No solo ha sobrevivido: el PC doméstico se ha adaptado y ahora lo reclaman las y los aficionados al gaming, al diseño, a la foto o al vídeo.

El móvil sí lo fue

Me acuerdo de la primera vez que vi un iPhone de cerca. Aquello sí que olía a salto hacia delante. Y eso que me resistí y me aferré a mi BlackBerry todo lo que pude. ¡Ay, qué jóvenes éramos! Hoy los smartphones no son excentricidades, ni juguetes caros, ni herramientas para workaholicos, son los objetos con los que más contacto tenemos: “Pasamos un tercio del tiempo despiertos mirando el móvil”, leemos en Trecebits. En concreto, “4,8 horas al día. Ese es el tiempo medio que pasa una persona mirando la pantalla de su teléfono móvil según un estudio de App Annie, una empresa de análisis de datos del mercado de las apps”.