Debería de ser delito

El portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, tuiteaba esto que, por desgracia, sabíamos que iba a suceder: “21 de junio. El Gobierno anuncia que bajará al 0 % el IVA del aceite de oliva. 24 de junio. Carrefour sube el precio de la botella de un litro de virgen extra Maestros de Hojiblanca, pasándola de 14,95 a 15,99 €. 1 de julio. Con el IVA eliminado, la vende a 15,23 €”. Por suerte, también sabíamos que Sánchez y muchas otras personas usuarias de redes sociales con menos capacidad de impacto iban a hacer estas comparaciones. Entre todas y todos achican el espacio a quien quiere aprovecharse de nosotras y nosotros, las y los consumidores.

Volvemos a Iparralde…

Esta es semana electoral en nuestro país: en Iparralde tienen que votar el fin de semana a las y los representantes que les representarán en la asamblea. De momento, en Todopolitika han hecho su análisis de la primera de vuelta: “Gana la extrema derecha en Francia. En Iparralde lo hace Frente Popular Francés, de EH Bai, Partido Socialista de Hollande, entre otros. EAJ-PNB, único partido vasco con candidatura propia, obtiene 3,51% votos, rozando 10% apoyos en varias localidades”. La apuesta de la izquierda abertzale (pudiera ser más de Sortu que de Bildu, incluso) por diluirse en lo francés les permite anotarse un tanto. Pero, ¿luego, qué?

… Y a Francia

Más allá de Iparralde, en Francia debería de ser noticia arrolladora esto que traducía María Sahuquillo en X: “El ultra Bardella, delfín de Le Pen que aspira a ser primer ministro en Francia, ha sido un eurodiputado fantasma en el Parlamento Europeo. Solo ha presentado una resolución en 5 años (condena de los atentados de Hamas en Israel) y ha hecho 5 preguntas (una por las sanciones a Rusia)”. Pero, claro, Bruselas siempre queda lejos. Por cierto, ya que hablamos de “eurodiputados fantasma” aprovecharé para recordar que Pernando Barrena ganó unas elecciones no haciendo ni el huevo por Euskadi en Bruselas.

España es así

En Francia puede ganar las elecciones un ultraderechista que ha vivido de la sopa boba. Y en España la presidencia se la disputan dos partidos que batallan en X por demostrar que en el otro hay más peces gordos con propiedades inmobiliarias de origen sospechoso. Esto es literal y no es política. Esto es campaña permanente de la cutre. Esto no es trabajar por el país. Esto es dedicar esfuerzo, recursos y energía en lo anecdótico (ojo, la corrupción no es lo anecdótico, un hilo en X y su respuesta sí lo son) en vez de en lo grave: atajar esa corrupción, colaborar por alcanzar acuerdos que mejoren la vida de la ciudadanía, etc.

Y en Catalunya, ambientazo

Las y los políticos catalanes también tienen la obligación de llegar a un acuerdo después de que la ciudadanía haya hecho su parte y haya votado. Pero parece que, una vez más, serán las urgencias de cada partido e incluso de algunas personas, las que decidirán. Además, en una de las principales formaciones debe de haber un ambientazo terrible: “Ernest Maragall señala a Tolo Moya, jefe de comunicación de ERC, como responsable de los carteles difamatorios”. Carteles que aparecieron “contra él mismo y su hermano Pasqual justo antes de la campaña de las elecciones municipales”, y que habrían sido obra de fuego amigo, según El Nacional.

El mundo se abrasa

Sé que escribir esto cuando estamos un poco cansados de este junio gris puede resultar extraño, pero lo cierto es que el mundo se abrasa, y que todas y todos somos conscientes de que la verdadera rareza es un día despejado pero fresco: en cuanto se van las nubes las temperaturas suben como llamas. Y en algunas partes del planeta, como India, ya no es noticia llegar a los 50 grados durante el día. 50 grados centígrados, sí, no se trata de una confusión o una traducción errónea. La pieza en Reuters y el vídeo que han publicado en X, de los bomberos que en Delhi combaten esta nueva realidad, son muy recomendables.

Y nos afectará

Ese verano abrasador acabará por llegar a Euskadi y echaremos de menos estos días grises. No solo vendrá, es que será cada vez peor, y nos afectará local y globalmente: cambios en los cultivos y las cosechas, encarecimiento de los productos… Y por supuesto, en algunas latitudes habrá una afección directa a su economía: “El turismo masivo tiene los días contados en España gracias a un fenómeno fuera de su control: el calor extremo” (Xataka). Es tan sencillo como esta conclusión del estudio que recogen: “A medida que en España se suceden las olas de calor, con temperaturas tórridas, los turistas pierden interés en visitar el país”.

¿Queremos pagar el precio?

Para no aumentar la temperatura del planeta tenemos que cambiar nuestro modo de devorar los recursos naturales. Y eso pasa por viajar menos. ¿Estamos dispuestas y dispuestos? Yo, sí. A lo que haga falta para bajar mi impacto sobre el planeta y, sobre todo, el nivel de hipocresía social. Por ejemplo: no queremos un Airbnb en nuestro edificio ni nuestra ciudad, pero sí lo buscamos cuando salimos a turistear. Mi posición es clara: cerrojazo al piso turístico, incluso siendo consciente de esto que alzan al titular en El Blog Salmón: “Ganan los residentes, los hoteles (mucho) y pierden los propietarios y los viajeros (muchísimo)”.

Venga, hablemos de política

Todo es política, lo sé, también los nuevos modelos de consumo o el límite (mejor la prohibición) de los apartamentos turísticos. Pero en el titular del párrafo me refiero a esto de El Nacional: “Illa solo ve viable un acuerdo con ERC y Comuns: ‘O pacto progresista o repetición electoral’”. Esta semana que en Euskadi el lehendakari presentaba su gobierno, en Catalunya ponían en marcha la cuenta atrás de dos meses para una repetición electoral si los partidos no se ponen de acuerdo: Illa o Puigdemont a la primera, o Illa o Puigdemont a la segunda. Solo queda saber qué hará ERC y cuándo lo hará.

Y hablemos de humanidad

Esto que denuncia la Fundación Fernando Buesa no es política, es humanidad: “Otro año más vuelve a suceder en las fiestas del barrio de Judimendi en Vitoria-Gasteiz: carteles en apoyo a los presos de ETA, entre ellos, a Diego Ugarte, condenado por asesinar a Fernando Buesa y Jorge Díez. Esta la realidad en algunas calles y fiestas populares: empatía hacia los victimarios y olvido y humillación para las víctimas”. Y ya sabemos, porque todos los actores de aquel conflicto con GKS lo dijeron alto y claro, y porque llevamos décadas viéndolo, que Bildu tiene mando en plaza directo en el control de las txosnas de las fiestas. Y lo ejerce.

Un curioso intercambio de pareceres

Me sorprendió mucho el enfoque de la noticia en EITB esta semana porque ya había visto el vídeo que comparte Mikel en X. En la noticia, un duro cruce entre la ministra y la diputada del PNV y el de Bildu. En el vídeo se ve a Iñaki Ruiz de Pinedo (el de “la vamos a petar”) muy amable con Mónica García, casi rogándole que, por favor y cuando pueda, haga algo con la falta global de médicas y médicos. Como respuesta, la ministra loaba a “la Osakidetza” de hoy. Un intercambio de pareceres más curioso (y significativo) que duro. Pero qué sabré yo.

Otra de Madrid

No me cabe duda de que el primer culpable del éxito de Alvise Pérez es el PP, por difundir los contenidos de digitales que hacían el caldo gordo al populista. Pero también tiene culpa una izquierda ocupada en sus propios pulsos, con una cantidad de temas y enfoques crecientes, una moralina que centrifuga, una incoherencia llamativa y unos personajes muy sobrevalorados como Ernest Urtasun, que ahora está a tope con OT: “una gran cantera de talento juvenil”, “artistas que ya nos emocionan”. “Cágate, lorito”, tuiteaba Diego Manrique.

Xavier Tomàs da en el centro

Con todo, creo que gastamos excesiva energía para explicar el éxito de Alvise Pérez. Yo la utilizaría para reflexionar sobre cómo tendrán que comunicar los partidos políticos que no basan su acción en el populismo. Y Xavier Tomás acierta: “Quien todavía piense que la televisión y los medios de comunicación lo son todo, que vuelva a analizar el fenómeno Alvise Pérez. Y quien piense que redes sociales en política es igual a Twitter o X, también”. X es la red social favorita de periodistas, políticos y jefes de prensa, e igual es el menos útil de los soportes en Internet hoy.

Solo queda IU

La verdad es que el lema de Vox es muy versátil y, en la mayor parte de ocasiones, más usable en cualquier caso que no sea el de la ultraderecha (hasta les ha salido el satélite Alvise). En el caso de IU, por ejemplo, podemos hablar de su capacidad de resistencia: Sumar ha alcanzado el ocaso más rápido incluso que Podemos. Y los de siempre están ahora en posición de reivindicar su historia y su posición como faro. Así que hace bien Maíllo cuando “presiona para que la candidata europea de Sumar renuncie y deje el escaño a su diputado” (The Objective).

Igual sí dura esta legislatura

Llevamos una semana, literalmente, hablando de cómo afectarán las elecciones europeas y las negociaciones catalanas a la legislatura española. Yo me aferro a estos dos titulares para tener, al menos, un par de años de tranquilidad: “Sánchez aguanta en las europeas pero sus socios de gobierno se hunden” (El Independiente) y “Junts, superado por el PSC, pierde medio millón de votos” (El Nacional). ¿Podría repetir el PSOE el bloque de la investidura si solo crece Bildu? ¿Le conviene a Junts arriesgarse a una repetición electoral en Catalunya?

Y llegó el día

En el debate del martes en ETB1, Pernando Barrena aseguró que Bildu estaba a favor del corredor atlántico. Es decir: el tren de alta velocidad desde Francia a Portugal pasando por la ‘Y’ vasca. Así llegó el día en el que la izquierda abertzale comenzó su viraje a favor de la alta velocidad ferroviaria. El mismo Pernando Barrena que se vio obligado a interrumpir la intervención de un compañero de grupo sueco que defendía este transporte. El mismo Barrena (porque ya suma años) y la misma izquierda abertzale que se han contradicho en todo menos en lo del terrorismo. La coherencia, ellas y ellos lo tienen claro, es para “losers”.

Estos son los fascistas

Lo confieso: solté una carcajada cuando oí a Pernando Barrena, en su minuto final, asegurar que la izquierda abertzale a la que representaba siempre había sido antifascista. Un antifascista lo es en todo momento y lugar o no lo es. No se puede ser antifascista en Gaza pero no serlo en Ucrania o, qué sé yo, en tu propio país: “Arrancan la placa en recuerdo a Miguel Ángel Blanco colocada en enero en Vitoria”, titulan en El Imparcial. ¿Quién arranca esa placa? ¿A quién vota? ¿Con quién simpatiza? ¿Ha quien ha justificado? ¿A quién ha justificado Pernando Barrena toda su vida? ¿Quién es el fascista en ese titular? ¿Dónde estarán los verdaderos antifascistas?

Aquí está igual de claro

Igual de fácil que en la noticia anterior es en esta identificar a los fascistas: “Abascal elogia la ‘firmeza’ de Israel y critica el reconocimiento de Palestina en una reunión con Netanyahu” (RTVE). ¿Qué hay que tener en el cerebro y en el corazón para viajar a Israel a sacarte una foto con el máximo responsable de las atrocidades que vemos cada día en Gaza? El que lidera un gobierno ultra que quiere arrasar a un pueblo. El que ha usado un ataque contra su propia ciudadanía como excusa para iniciar un aplastamiento indescriptible. Santiago Abascal se ha retratado con esa foto que buscaba. Que le persiga para siempre.

¿Alguien lo dudaba?

Esta noticia en El Nacional, entre otros: “La carta de Sánchez es del mismo día que el juez notificó a Gómez la condición de investigada”, es solo la confirmación de algo que ya sabíamos. Incluso que el propio Sánchez reconoció cuando habló de persecución judicial y desinformativa. Constatar que Sánchez convirtió un riesgo en una oportunidad y que volvió a manejar como quiso a un país es constatar una evidencia. De nuevo, lo que me sorprende es que una parte de la prensa se lo compre. Otra vez.

¿Y de esto, tenía dudas alguien?

“El movimiento socialista” vasco denuncia “el veto” que les hacen “las comparsas de Bilbao y en la comisión de txosnas de Gasteiz”, y que ha generado la adhesión de “150 artistas de la cultura vasca”, Más concretamente, “estos vetos se producen por parte de la Izquierda Abertzale” (Insurgente). Hablando claro, como adultos funcionales que somos: la izquierda abertzale maneja estas fiestas, da y quita permisos para poner txosnas (con todo lo que eso supone), y es el colectivo al que hay que rogar por un espacio. De nuevo, sorpresa, poca. De nuevo, tratarlo como si no fuera así es comprar mercancía averiada.

Escribo lo que quiero

Valoro los periódicos (en papel y en Internet) por sus columnistas y cronistas. Soy “old-school” y soy consciente de ello. Y leo con el mismo placer a quien piensa parecido a mí y a quien decide colocarse en la trinchera de enfrente. Solo les pido que escriban bien (algo que sé que yo no hago) y que sean honestos (algo que intento ser con todas mis fuerzas). Y esos rasgos los encuentro en Antonio Agredano, capaz de plasmar así de bien su búsqueda de la libertad de opinión: “Digo lo que pienso y siento lo que digo. A partir de ahí, que cada cual encuentre su nube en el paraíso, lo más cerquita de Kapuściński que pueda”.

Y leo a quien me aporta

No coincido con lo que suele opinar Bernat Dedéu y menos me gusta su pose en X, pero es otro de esos que escribe bien y va desarrollando sus pensamientos de un modo coherente en sus columnas, por eso lo leo y lo recomiendo. Y desde su posición “antiprocesista” en El Nacional, explica de un modo descarando qué sucede en el nacionalismo catalán (y de paso, en el vasco): “Desde que Pedro Sánchez lo nombró virrey de Catalunya y Esquerra se disfrazó de la Convergència más pactista, a Junqueras solo le queda una tarea pendiente: que Salvador Illa tenga la presidencia y que Puigdemont vuelva al país bien jubilado”.

Casi todo vale

Tengo mucha suerte: una parte de mi labor diaria es leer lo que publican diferentes medios y escriben sus columnistas, y me gusta pensar que complemento, más que contrasto o enfrento, las informaciones y opiniones. También me gusta mucho encontrar esas noticias que parecen versos sueltos. Así, como si nada, en Business Insider abrían con esto: “Nuevo récord de deuda pública: aumenta hasta los 1,61 billones en marzo”. Solo en un mes “creció en 10.401 millones”, y así “España es el cuarto país con la deuda más alta de la UE”. A mí esto me preocupa, y que la ciudadanía dé por hecho que no tiene consecuencias, me azora.

¿A alguien le sorprende?

No puedo acabar la semana sin hablar de la Inteligencia Artificial con voz que ha presentado OpenAI. Enrique Dans titulaba su crónica con precisión: “’Her’ ya está aquí”. La película en la que Joaquin Phoenix se enamoraba de un asistente virtual con la voz de Scarlett Johansson anticipó lo que vimos. Esta vez, sin embargo, parecía real. Y más de una y uno mostró su asombro… Para mi sorpresa. No pretendo enredarme en un juego de palabras: igual es porque he leído y visto mucha ciencia ficción, pero lo que nos demostraron cabía en cualquier mente. Solo nos faltan los coches voladores… O los de Mad Max.

Nuevos autores en no tan nuevos miedos

Hoy X, aunque Elon Musk le haya cambiado el nombre, no es un nuevo medio. Forma parte desde hace años de nuestras fuentes de información y, aunque no es lo que era aquel primer Twitter en el que nos conocíamos todas y todos, sigue siendo una plataforma estupenda para conocer nuevas maneras de estar informados: el hilo de Endika Río sobre Iker Muniain es un ejemplo estupendo para hoy, que nos despediremos en San Mamés del capitán de la última década. Las suyas también son columnas, además, con vídeos fotos y GIF que nos permiten recordar por qué hemos querido tanto a Muniain y, por supuesto, a Raúl García.