Es serio

El problema no lo tiene François Bayrou o Emmanuel Macron, el problema lo tienen Iparralde y Francia: en DW hablan de un “gigantesco endeudamiento del país” y de unas proyecciones económicas preocupantes para 2030. Francia “gasta 67 000 millones de euros anuales solo en intereses”. Eso asfixia cualquier desarrollo. La situación es seria, grave, y lo que proponía Bayrou no era caprichoso y, menos, ideológico: los partidos (descartada la ultraderecha, por supuesto) tienen que ser responsables y gestionar, juntos, un ajuste inaplazable. “Francia ya figura entre los países con mayor presión fiscal” por lo que necesita “reducir el gasto público”.

¿Dónde está Hamás?

Lo dije ayer y lo digo hoy: estoy de acuerdo con Pedro Sánchez de que es el momento de dar “un paso más” contra el gobierno y el ejército israelíes, pero que me indigne lo que hace y lo que dice Netanyahu con vergonzante impunidad no implica que deje de preguntarme: ¿y Hamás? ¿Por qué no vemos los pasamontañas negros en las imágenes de los bombardeos y sí los vimos durante el fallido alto el fuego? ¿Por qué retiene a las personas secuestradas? Si, como yo, Hamás “celebra las nuevas medidas españolas contra Israel e insta a otros países a que sigan el ejemplo” (El Imparcial), ¿debo de preocuparme? ¿Por qué? ¿Por qué no?

Cuando vas con ultras

Cuando la fascistada (y en Euskadi tenemos la nuestra, disfrazada de solidaria) crece los países se envilecen. Estamos rodeados de pruebas. Por eso no podemos normalizarla, como Ismael García Villarejo en Economía Digital: “PP y Vox rozan los 210 escaños: un bloque capaz de borrar el legado de Sánchez”. En su blanqueo a los ultras señala datos interesantes: hasta un 20% del voto del PP que se fuga a Vox lo hace “por cómo Miguel Tellado conduce la oposición”. Otro 40%, “por la percepción sobre el liderazgo de Feijóo”. En resumen, ya hay un “desgaste cuando el PP se encuentra en máximos de expectativas”.

No es broma

El crecimiento de la extrema derecha genera un peligro real: “Ultraderechistas instan a comprar pistolas y actuar como ‘lobos solitarios’ contra migrantes en un foro con 400 miembros”, cuenta Danilo Albin en Público. “El chat de Democracia Nacional en Telegram difunde mensajes de odio racista e instrucciones para quienes ‘se vayan a enfrentar a un moro, negro o cualquier musulmán’”. Respecto a las armas de fuego, un usuario chateaba: “Se pueden conseguir fácil desde Andorra comprando con prepago y tal sin registrar a tu nombre”. Otro miembro del grupo advertía: “Nos tomaremos la justicia por nuestra mano”.

Otro problema de verdad

Le gestión, o mejor dicho, la mala gestión, también genera problemas sociales, no hace falta mencionar todo el día a la fascistada de allí y de aquí: “Compartir vivienda en Madrid cuesta un 10% más que hace un año y un 54% que hace cinco”. Hablan en El Periódico de España solo de los alquileres compartidos que “se encarece a un ritmo vertiginoso, reflejando la fuerte tensión que atraviesa el mercado del arrendamiento”. Ojo, que el problema no lo tienen solo en Madrid: en la CAV, que sí cumple con la ley española de vivienda, “el precio de las habitaciones se ha disparado por encima de un 40%”.

El curso de ChatGPT

“No solo los alumnos, crecen los profesores que recurren a ChatGPT”, titulan en El Diario. “Me ahorra tiempo en muchas tareas”, justifican los docentes que han hablado para el digital. Pero da igual a quien preguntes en el sector y entre la chavalada: sin duda, este es el curso de ChatGPT. Su uso se ha normalizado rápidamente a ambos lados del iPad con material educativo, y da igual lo que opinemos sobre su uso. ¿Alguien se imagina hoy aprender algo nuevo sin Google o YouTube? Solo espero que seamos conscientes (y los profesores transmitan a su alumnado) del impacto que la IA tiene en el medio ambiente.

En beneficio propio

Los partidos con la ideología política más alejada a mí los forman personas honestas, unidas por un modo de ver y entender el mundo, y que intentan mejor la sociedad en la que viven. Los fachas, no (ni los de aquí, ni los de allí). Los ultras son esas malas personas que forman partidos para aprovecharse de un sistema que aborrecen, y para lucrarse personalmente. No solo no tengo dudas, es que tengo pruebas: “El Parlamento Europeo denuncia a la ultraderecha por malversación de fondos de la UE” (Euronews). “El grupo Patriotas por Europa podría verse obligado a devolver más de cuatro millones de euros”.

Solo perjudica

Airbnb solo beneficia a quien especula con viviendas y a los propietarios de la plataforma, una banda de ávaros insensibles. Al resto, como sociedad, como personas, incluso como usuarios y usuarias, nos perjudica: “El impacto de los pisos turísticos lastra la reputación del turismo en Madrid pese al éxito en la internacionalización de la ciudad” (El Periódico de España). ¿De qué te sirve desgañitarte en campañas para atraer tanto turismo como talento para sumarse a proyectos profesionales (¿dónde pueden alquilar un piso quienes van a trabajar?) si no puedes ofrecer ni un alojamiento razonable?

Dos noticias que se entienden mejor juntas

Leo en El Periódico que “el precio de la vivienda se dispara un 12,7% en el último año, la segunda subida más alta desde que hay registros”, y pienso que la ley española de Vivienda, esa que sacaron adelante el gobierno, Bildu y ERC (que luego se retractó). Pero luego leo en la web de LaSexta esto otro: “Las cifras de la vivienda: el 85% de las nuevas hipotecas son de personas que ya tienen al menos una”, y pienso que la estafa inmobiliaria continúa, que los inversores, pequeños, medianos o grandes, siguen aprovechándose del discurso de izquierdas favorable al alquiler, mientras la mencionada ley lleva dos años implementándose.

Que se vayan

Los ultrarricos son un pastiche perfecto de lo que describo en mis párrafos anteriores: sobran como los ultras y como los especuladores. A los hechos me remito: “El superyate de Roman Abramovich es una ruina incluso amarrado a puerto: 1.000 litros de gasoil al día solo para el aire acondicionado” (Xataka). El sistema de refrigeración estaba puesto permanentemente “para evitar daños en sus lujosos interiores”. Lo alucinante es que ese yate está embargado como otras propiedades de los oligarcas rusos cercanos a Putin, y que en nombre de qué se que ya, ha estado consumiendo y contaminándonos.

Después de La Gran Renuncia

La Gran Renuncia fue ese sentimiento que se intensificó después de la pandemia y que llevó a muchos a cambiar de trabajo o, por lo menos, a intentarlo. Para algunos fue un proceso de frustración, un aprendizaje: nunca fuimos tan buenos para que se nos rifaran pero donde estábamos no querían perdernos. La realidad hoy es esta que leemos en Pymes y Autónomos: “El 78 % de las empresas tienen dificultades para encontrar perfiles adecuados. El motivo no siempre es falta de titulaciones, sino una brecha en habilidades técnicas, digitales, idiomas o experiencia práctica, especialmente entre los perfiles junior y senior”.

¿Quién va a pagar la fiesta?

Llevo años advirtiéndolo: con las cotizaciones del funcionariado no da para pagar la fiesta. Necesitamos empresas, necesitamos a esas personas que van a contratar a otras personas, pagar las cotizaciones y todos los impuestos que conllevan sus actividades económicas. Pero el mensaje es otro y, además, es irresponsable. La idealización de tener un sueldo público ha llegado hasta tal punto que estamos viendo hasta un “‘boom’ de opositores famosos, de tronistas a músicos: ‘Te facilita tener tiempo libre’” (El Confidencial). Por cierto, para crear hay ya becas y subvenciones.

Héroes en sus casas

La Taberna Garibaldi, esa que montó Pablo Iglesias con unos amigos y para cuya ampliación pide aportaciones Irene Montero, ha recibido una sanción: 4.051 euros por superar el aforo en 10 personas (de las 45 permitidas a las 55 que estaban en el local en el momento de la inspección). Pues muy bien: la ley es igual para todos por mucho que uno crea que mole. Pero tampoco mola nada (aunque él crea que sí) Borja Carabante, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del ayuntamiento de Madrid, que lo dio a conocer “durante el debate de una proposición del PSOE relativa al control de las viviendas turísticas ilegales” (EPE).

Qué risas, eh

Alvise Pérez está en horas bajas pero el populismo se alimenta y engorda con facilidad: solo necesita cosas de las que abundan como mentiras, Internet e idiotas. Ahora mismo está en guerra abierta con los otros dos eurodiputados de su agrupación que fueron elegidos: Diego Solier y Nora Junco que, que nadie se equivoque, son cuñas de la misma manera. El número uno “les acusa de votar el rearme en la UE por la influencia del PP y de ‘lobbies’”. El número dos y la número tres “le acusan de lanzar una mentira tras otra” (El Independiente). Mientras tanto, los tres se lo llevan calentito por las risas de votar a unos ultras frikis.

Una semana después

¿Siguen agotados los transistores, las linternas, las pilas y el papel higiénico o todo ha vuelto a la normalidad una semana después del gran apagón? A mí, lo confieso, la movida me pilló con la lista hecha pero casi todo por comprar. A ver, unas latas de conserva, una linterna y una navaja multiusos ya tenía en casa. Pero me faltaban otros básicos como el agua mineral y las propias mochilas. No escribo como si estuviese bromeando ni me siento un “prepper”, de esos que se reivindicaron durante las horas sin luz, pero sé que tengo que aprender mucho de ellos. Para mí, viendo las señales, la catástrofe es solo una posibilidad más.

Es una oportunidad, no un regalo

La crisis provocada por el corte en el suministro eléctrico del lunes ha generado una oportunidad (otra) para reivindicar el periodismo e incluso los transistores a pilas. Una oportunidad que las y los periodistas debemos aprovechar, sí, pero no para congratularnos y repetir: “¡Qué compañía hace la radio!”, sino para reivindicarnos con cierta mala leche. Estos días, más que nunca, debemos señalar y arrinconar a quienes hacen alarmismo porque no saben hacer otra cosa, y a quienes eligen las fuentes pensando más en la polémica que en la información. Las oportunidades no son regalos: surgen cuando hay alguien pasándolo mal.

Sánchez las desaprovecha

He empezado el 1 de Mayo reivindicando mi oficio, y lo aprovecho también para pedir a la gente que haga su trabajo: voy tarde, lo sé, pero no quiero dejar pasar la ausencia de Pedro Sánchez (otra) en el funeral del Papa Francisco, en la Ciudad del Vaticano. “No hace falta ser católico para sumarse anímicamente a la despedida a la máxima personalidad de la Iglesia, una institución presente y valorada también en nuestro país”, escribe Inma Lucas en Vozpópuli. “No puede faltar al escenario en el que se encuentra la máxima representación internacional”, concluye, y solo puedo darle la razón.

Estará en la manifestación

Doy por hecho que hoy, en la manifestación del 1 de Mayo, veremos a Yolanda Díaz. Parece que no la logrado su objetivo de arrancar con la reducción de la jornada laboral antes de tan señalada fecha, pero intentará que ese sea su hito después de aceptar (no podía hacer otra cosa) el gasto en defensa de su gobierno. Sobre la lideresa ha escrito Luis Miguel Fuentes en El Independiente esto: “Llegó despidiéndose y se despidió sin irse, no se marchará nunca de Sumar”. El autor es contundente en su columna digital: “A Yolanda no tendrían que estar buscándole una trona en la Ejecutiva, ni un sanedrín de cocolegas, sino un sustituto”.

Y ganó Carney

No tengo ni idea de política canadiense. No sé mucho más que Justin Trudeau eligió a Adam Scotti como fotógrafo y acertó, formando un dúo solo superado en fama para los frikis de la comunicación política por el de Barack Obama con Pete Souza. También sé que su heredero político, Mark Carney, ha dado un vuelco a las encuestas gracias a Donald Trump: su enfrentamiento al estadounidense (con el que su rival político, el favorito en los sondeos previos, no era tan beligerante) con el sentido común como arma ha sido un argumento suficientemente atractivo para las y los votantes. Hay esperanza.

El mayor impacto

Como con la ausencia de Pedro Sánchez y la presencia de Yolanda Díaz, voy tarde con este post en Microsiervos por el Día de la Madre Tierra (22 de abril). Sin embargo, lo rescato por el ranking de las actividades que podemos hacer con un ordenador, de más contaminantes a menos. Cero sorpresas, pero necesitamos recordarlo: lo que más impacto tiene en el planeta es minar criptomonedas, luego, ver vídeos en alta resolución, usar la IA generativa (para generar imágenes por las risas, una y otra vez) y jugar con juegos “exigentes” para los equipos. En el amarillo del semáforo aparecen googlear, visitar webs o programar.

Pues no vamos

La semana pasada, los aranceles rándom e injustos que anunció Donald Trump taparon otras noticias interesantes de aquel país, como la filtración de que Elon Musk abandonará el gobierno en breve (una vez obtenidos todos los contratos públicos que perseguía, así de rápido ha sido todo), o como esto que leíamos en EPE: “El Gobierno de Trump extiende su agresiva cruzada antiinmigrante a los legales y turistas”. Yo lo tengo claro: si no nos quieren no vamos. EE.UU. también depende, como Cuba, como España, como Euskadi, de las y los turistas y del dinero que dejan. El nacionalismo empieza por la cartera. Para bien y para mal.

Correcto

Jugar con medias verdades para que parezca que está mal algo que, en realidad, es normal, también es trumpismo. Por eso me parece que en El Debate se confunden haciendo noticia de esto: “Alberto Garzón y Ángela ‘Pam’ Rodríguez siguen cobrando la indemnización por cese 16 meses después”. Esa indemnización es un derecho que garantiza que no solo los ricos pueden dedicarse a la política y, por lo tanto, gobernar para otros ricos como ellos. Ese principio democrático deberíamos de tenerlo todas y todos claro, a la derecha pero también a la izquierda que no se resiste a la tentación del populismo.

¿Qué hiciste tú?

Reconozco que no puedo con ello: esos que han practicado el periodismo o la política, por ejemplo, y luego critican lo mal que está. David Jiménez desde que abandonó la dirección de El Mundo, David Cantero desde que ha salido de Telecinco, más recientemente, y ahora Manuela Carmena: “El discurso político es tan pobre que no me extraña que los jóvenes se decepcionen de la democracia” (El Diario). Todos y todas vieron venir los desastres sobre su sector pero ninguno explica qué hizo para impedirlos. La que fuera alcaldesa de Madrid, de hecho, decidió abandonar si no gobernaba, ¿y ahora da lecciones? A mí, no.

Señores que nos explican la vida

Cada día visito Diario Red, el digital de Pablo Iglesias, confiando en encontrar alguna reflexión interesante desde la orgullosa izquierda. A veces lo hago y me alegro, pero la mayoría de jornadas me encuentro con textos como: “El riesgo armado que enfrentará Europa después de Ucrania”, en el que no mencionan a “Rusia” ni una sola vez. Milagros zurdos. O leo epopeyas como la que dedica Raúl Solís al jefe: “Pablo Iglesias retrata en su nuevo libro a una veintena de políticos, jueces y periodistas claves en la derechización de España”.

¿Qué estamos promoviendo?

Me enteré la semana pasada de que existía Hacoo, “la última aplicación viral que arrasa en España” y que “es un mercadillo de réplicas baratas”, según 20 Minutos. Es decir: después de acostumbrar a las generaciones más jóvenes a tener esclavos vía Uber o Justeat, y a que todo puede ser barato y venir de China (pero cómo les preocupa el medio ambiente, eh), ahora, ya, van a por las réplicas. ¿Este es el mundo que queremos y quieren? ¿Nadie entiende el valor del diseño? ¿Y cuando les toque a ellos tener ideas y cobrar por ellas? ¿Y cuando les toque a ellos negociar sus sueldos y la generalidad sea lo cutre-salchichero?