Sí, es un motor

Con lo listos que se creen los que nos explican la vida a los demás, no comprendo que no entiendan la función del turismo como dinamizador de la economía: para quien coloca el toldo, quien imprime los menús, quien vende la ropa de los trabajadores o, evidentemente, el proveedor de carne o pescado. Todos viven también del turismo. Y muchos, muchísimos más. Por eso los 38.000 millones que han dejado de gastar los 35 millones de visitantes menos a España, Euskadi y Catalunya, nos van a faltar a todos. No solo se los queda el pirata del chiringuito que contrata en “B”, que también existe.

Y este, un charlatán

Podemos discutir todo lo que sea necesario sobre las condiciones laborales de la hostelería en general y de algún aprovechado en particular. Pero no podemos negar su importancia. Del mismo modo, podemos discutir el momento en el que cada uno se dio cuenta de cómo es Elon Musk de verdad, pero no podemos negar que se trata de un personaje sobrevalorado. Su valor real es el de hacerse rico aprovechándose del tirón de la ecología en el sector del motor. Pero nada más: ni es ecologista ni mucho menos es progresista: “Nadie ha cambiado el mundo en 40 horas semanales”, (El Diario) asegura ahora.

Los que hablan de EITB

Siempre me ha sorprendido el modo en el que hablan sobre EITB los del PP vasco. Por supuesto, como contribuyentes tienen derecho a opinar y, como representantes de la ciudadanía, a intentar mejorarla. Pero como miembros de su partido tienen mucho que callar antes de dar lecciones sobre lo que debería de ser o hacer el ente vasco. La última: El Canal Sur del trifachito rebaja sus contenidos informativos o divulgativos, aumenta el tiempo del entretenimiento, refuerza sus emisiones relacionadas con el mundo taurino y va a contratar a Bertín Osborne para la temporada de otoño, según El Plural.

Yo, también

Estoy completamente de acuerdo con este tuit de Analía Plaza: “Estoy hasta las narices de abrir cualquier localización en Instagram y encontrarme básicamente culos”. Y lo mismo pasa con los hashtags de la red social. Da igual lo que busques que las fotos que primero te muestra el famoso algoritmo es a las tías buenas y los tíos buenos que han estado allí. A poder ser, en bikini o bañador. O luciendo escotes interminables. O jugando con los reflejos para tapar un desnudo. Esencialmente, carnaza. ¿Eso es lo que buscan los usuarios? ¿Es lo único que suben? Y estamos hablando de la red social más joven después de TikTok.

¿Cuándo volveremos a San Mamés?

En Inglaterra los aficionados podrán volver a los campos de fútbol hasta un tercio de su aforo, según leemos en Palco23. En el mismo medio cuentan que en Francia el límite será de 5.000 espectadores. De momento, ni Liga, ni Federación, ni los gobiernos vasco o español se han pronunciado al respecto. ¿Vamos a estar una temporada entera sin ir al campo? Celebro que los teatros abran, por supuesto, pero, ¿por qué no los estadios? El fútbol de Primera sin público solo es industria. Pero el fútbol de bronce depende mucho más de sus taquillas y sus cantinas. Por no hablar de los locales alrededor de campos humildes.

¿Y si tenemos que teletrabajar?

No solo es lunes: para muchas y muchos es el primer día en el trabajo después de las vacaciones. Con la pandemia repuntando, no pocos menores pasarán parte del día con sus amamas y aitites hasta que empiece la ikastola. Y cuando el virus entre en los centros (que pasará, no por la ausencia de protocolos sino por la presencia de síntomas), tendremos que guardar cuarentenas familiares. ¿En qué condiciones? ¿Una baja? ¿Un falso teletrabajo? Y aunque todo vaya más o menos bien, ¿por qué no se ha iniciado la regulación del teletrabajo después de lo sufrido? El Congreso no está solo para contentar a las parroquias.

Esto es cosa de mayores

El regreso a ikastolas, colegios, centros de FP o universidades es un asunto serio, tanto que no podemos dejarlo en manos de los usuarios: son los adultos, desde la ministra a las amas y aitas, pasando por consejeros, técnicos, responsables y docentes, los que tendremos que decidir qué hacer. Así que la huelga de estudiantes sobra. Por completo. Solo faltaba que ellos decidan si van o no a las clases con todo lo que está costando, en recursos, en tiempo, en ideas o en desgaste, su regreso. Ojalá esta pandemia sirva para dejar de tener en cuenta opiniones no suficientemente formadas o claramente sesgadas.

Abascal, sobre Babieca

El titular en El Plural sobre cómo avanza la moción de censura de Vox no tiene desperdicio: “Vox incumple su promesa de poner un ‘candidato de prestigio’ para la moción de censura y elige a Abascal”. Sí, la idea del partido ultra abre la puerta a los chistes, las chanzas y la guasa. No puede ser de otra manera: la crisis sanitaria y económica es grave, y de igual manera que enfrentarse a ella no es una cosa de niños, tampoco es una cosa que hacer con fachas. La moción de censura dará a Vox una presencia mediática inflada, pero parece que van a tener que hinchar un globo tras otro para seguir teniendo relevancia.

50 millones menos para Hacienda

Ada Colau ha recibido muchas críticas por pedir públicamente a la junta directiva del FC Barcelona que trate de retener a Leo Messi en la ciudad y el club. Pero yo entiendo a la alcaldesa: Leo Messi no solo dejará un agujero futbolístico a su equipo, también era un reclamo añadido a la ciudad (sí, lo era, que no se pongan estupendos los de los recorridos culturales), una fuente de ingresos (desde los llaveros en los quioscos a las visitas al campo) y también un recurso de recaudación: de los 100 millones que el Barça le pagaba de sueldo, la mitad iban a Hacienda. Y el efecto dominó no ha empezado aún.

¿Pagaríamos más por ello?

El sueldo astronómico de Leo Messi se justificaba en la cantidad de gente dispuesta a pagar por merchandising del FC Barcelona, ver los partidos en televisión o entrar en el campo. En que la gente pagaba por verle o tener algo suyo, en resumen. Del mismo modo, si un músico de una banda de cinco componentes cobra, después de todos los gastos, 80 € por 8 millones de escuchas de un tema suyo en Spotify es porque no pagamos más por hacerlo. ¿Estamos dispuestos? Esa pregunta es extensible a todos los servicios “gratuitos” on-line, empezando por las páginas webs de periódicos como este, por supuesto.

Esto va de gestión

Cuando el gobierno español anunció que iba a poner en marcha el Ingreso Mínimo Vital sin observar primero si había invasión competencial (y la hubo) en comunidades autónomas que ya lo gestionaban, tenía que habérselo pensado mejor: si hoy solo el 1% de las solicitudes son atendidas pese al ruido mediático es que su implementación fue más para la foto que para gestionarlo. Suelo recordar lo que me dijo en una ocasión Emilio Olabarria: “Gobernar es fácil pero hacerlo bien es extremadamente difícil”. Y si no has pensado cómo hacer que tus medidas funcionen, no gobiernas, haces otra cosa: publicidad.

Fue por amor

Juan Carlos I, con el que nos estamos metiendo como nunca, es una víctima. Una víctima del amor. Y por amor el Rey Emérito español esté metido en un embrollo semejante. Por amor donó 65 millones de euros a Corinna. Un dinero que, por amor, en este caso, por amistad, es una parte de los 100 millones que recibió de un amigo saudí. Todos ellos se trataron con generosidad y afecto, que de eso va el amor, y somos nosotros los que nos empeñamos en ver otra cosa (comisiones, testaferros, amantes…), por pura envidia, porque ellos tienen amigos y, como dice el refrán, por lo tanto, tienen un tesoro… Que se reparten.

Somos de puta madre

El coronavirus y lo que cuesta perder peso a partir de los 40 me empujan a diario hacia el pesimismo. Nos hemos vuelto muy buenos encontrando a quien lapidar cada día pero nunca nos miramos en el espejo. Y titulares como estos dejan poco margen a que recupere la esperanza: “Un positivo en COVID se salta la cuarentena para ir a una fiesta y contagia a 14 personas” (Vozpópuli) o “la mitad de los citados no acude al primer día de test aleatorios en Madrid” (La Información). Y en Euskadi, perdemos el tiempo discutiendo si la de no juntarnos más de 10, menores incluidos, es una recomendación o una prohibición.

Y Steve Bannon, el peor

El gran hombre de los medios digitales de extrema derecha en EE.UU., el gran hombre de la campaña de Trump y sus primeros seis meses en la Casa Blanca, el gran hombre de los partidos ultras en Europa (Vox anunciaba sus visitas con boato y honores), ha sido acusado y detenido por haberse apropiado, supuestamente, de parte de los fondos de los donantes de la campaña “Nosotros Construimos El Muro”, para separar México de EE.UU.. La fiscal acusa a Bannon y tres colaboradores de quedarse con cientos de miles de dólares después de haber recaudado, agárrense, 25 millones con motivos xenófobos.

Depender de nosotros mismos

Criticar el turismo en Euskadi me ha parecido siempre una catetada, y pedir que en el centro de nuestras ciudades poco menos que haya VPO, de una falta de realismo importante. Pero también creo que el modelo turístico hay que trabajarlo y no puede desplazar a la vida real en nuestros municipios. Con la crisis generada por esta pandemia lo hemos visto: los comercios y tiendas en los barrios con vida propia, autóctona, han tenido oportunidades más claras de recuperación. En Magnet leemos el ejemplo más representativo: el centro de Nueva York sufre una crisis alarmante de alquileres… Porque faltan los turistas.

El jefe de Estado

Esta columna se va a dividir en dos bloques. El primero va de lo realmente importante: de cómo un jefe de Estado recibe una comisión de 100 millones de euros y ordena “crear una estructura” (Público) para ocultarlos a Hacienda, en Suiza. El dinero, además, proviene de una dictadura, la de Arabai Saudí, y es por las gestiones que hizo ese representante de los españoles para las licitaciones y obras del AVE a La Meca. Esos 100 millones, según la dictadura, fueron “un mero regalo” ante el que Juan Carlos I, que así se llama el jefe de Estado, exclamó: “¡Oh Dios mío! Han sido muy generosos” (El Plural).

Y su amiga especial

La generosidad, al parecer, es contagiosa: de esos 100 millones que Juan Carlos I, en el ejercicio de su jefatura de Estado, recibió como un regalo, dio 65 a una amiga suya, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Desconocemos el motivo que propició ese regalo al Rey (¿un ahorro de más de cien millones en la factura de las empresas que recibieron el encargo?) y desconocemos el motivo que propició ese regalo a Corinna (si escribo entre estos paréntesis lo que me pregunto puede que la fiscalía actúe de oficio), pero estas cosas, entre esa gente, se ve que suceden. Son cosas de jeques, reyes y sus amigas.

El pueblo opina

Todo esto que les cuento sacudiría los cimientos de un estado con un poco de vergüenza y amor propio, en España, por lo menos, da para un puñado de tuits como estos: “A ver, encuesta. Si te sobran 65 millones que no te vas a gastar en tus cosas de yates y tal: opción 1. Los evado del fisco ingresándoselos a una testaferro en Mónaco o Suiza o así. Opción 2. Se los regalo a una pilingui que me pone”. Y otro: “Por cierto, la que lo tiene que estar flipando muchísimo con los 65 millones de euros que le regaló el Émerito a Corinna, en gratitud por los servicios prestados, es Bárbara Rey…”.

El otro robo

El Athletic de Bilbao sufrió el domingo otro robo. Con todas las letras. Porque lo que dice Dani García en Twitter es indiscutible: “¡No se puede decir que uno es intencionado y otro no! (…) ¡Si uno se pita el otro también! ¡El VAR se está cargando el fútbol!”. También la afición se quejaba, ¡cómo no!, y algunos hilaron fino: “El problema más gordo del VAR es que antes pensabas que se equivocaban, ahora con estos medios tu cabeza se va a que te están robando a la puta cara”. En Bilbao, esta semana, no podemos pensar otra cosa. Por lo menos, los nuestros levantan la voz, y si el capitán mete un empujón, para mí, mejor.

Gana Madrid

La de “así gana el Madrid” fue la afirmación más correcta del domingo de la campaña, y bien hicieron los compañeros de deportes al titular con este axioma la crónica post-partido. Iñaki Garcinuño lo tuiteó con mucha gracia: “En economía y en el fútbol, en caso de duda se lo lleva Madrid”. Y Growtxo ponía negro sobre blanco lo que muchos pensamos: “Lo que no entiendo es cómo pueden disfrutar los aficionados de estos títulos adulterados”. Pero hoy empieza otra jornada, así que no hay mucho tiempo para pensar ni para penar. Y, sí, los del Athletic también tenemos derecho a quejarnos y pegar puñetazos en la mesa.

Pero, ¿es una crítica o no lo es?

El Confidencial y Vozpópuli intentaron generar una opinión contraria a la gestión de la pandemia del gobierno vasco con dos piezas muy similares. Ambos digitales se quejaban de que el ministerio español de Sanidad no pusiera ningún “pero” a lo hecho por Osakidetza y ofrecían una serie de datos. Más allá de los titulares y preámbulos: Euskadi está siempre presente en los ránquines positivos junto a otras comunidades, pero era la única que está en todos. Entonces, ¿qué va “dirigido”, el informe del ministerio o los discursos de políticos que coinciden con estas informaciones para echar balones fuera?

Aquí, uno de los quemados

Durante esta crisis he sido progubernamental en todos los casos: he defendido que políticos, técnicos, asesores y funcionarios estaban dando lo mejor de sí para informar y cuidar a la ciudadanía. En el caso del gobierno español, la primera vez que levante una ceja fue cuando Fernando Simón reconoció que no habían recomendado el uso de mascarillas porque no había suficientes. Sentí que me habían tomado el pelo y que yo mismo había colaborado en la mentira. Ahora, con el descenso en el número de muertos por Covid, vuelvo a sentirme engañado y empiezo a ser uno de los quemados que describe César Calderón en Twitter.

La extrema derecha, liberada

La extrema derecha ha salido del armario en España. Los simpatizantes de esta ideología siempre han vivido bien, como demuestra la cúpula de Vox, muy bien relacionada, o Javier Tebas. Ahora, además, se siente empoderada para dar palizas, reivindicar a Franco y sus símbolos, o mostrar su ideología con libertad. Joaquín Urias, exletrado del TC y conocido tuitero, alerta en una entrevista a El Plural: “Hay demasiados jueces presumiendo públicamente ideas cercanas a la extrema derecha”. Es el titular de la pieza pero también lo más destacado, porque de la independencia judicial, ya, ni hablamos.

También en Europa

Pero el caso español es solo uno más. Por supuesto, cómo la clase acomodada durante el franquismo ha llegado aún más acomodada a 2020 destruye cualquier teoría sobre una transición modélica. Por desgracia, Europa y el mundo entero (Trump, Bolsonaro) sufren a los fascistas: en Polonia, los neonazis “han declarado 30 municipios ‘zona libre de LGTB’, queman banderas arcoiris y agreden a activistas”, tuitea Toño Abad. Shine McShine apostilla que “todo esto está pasando en el seno de la UE sin que la UE haga nada”. Acabar con la intransigencia ideológica es tarea de todos. También de los que pueden.

Twitter aguanta… Sorprendentemente

WhatsApp no es lo mismo hoy que al principio de la cuarentena: seguimos recibiendo imágenes, links, mensajes sin firmar con evidente intención electoral disfrazados de buenismo (consejo para los de Podemos: por lo menos, elegid un fondo que no sea morado), chistes… Pero muchos menos que hace 70 días. Era de esperar. Sin embargo, Twitter resiste y sigue ampliando su lodazal (lo de Tiktok es un basurero, directamente). Antonio Agredano, uno de los que sí merecen el tiempo que dedicamos a sus tuits, advierte de la tentación de imitar a Sergio Cortina y abandonar esa red social que cada día aporta menos.