Siempre son los mismos

La oportunidad de tener un espacio en el que hacerlo y tiempo hace que muchos no repriman sus ganas de tuitear gilipolleces. Con todas las letras. Pero de vez en cuando aparecen expresiones genuinas como esta: “Lo de los muertos. A mí todo el que utiliza los muertos para llevarse el agua a su molino y más si son periodistas o políticos me parecen una panda de miserables. Y siempre son los mismos…”. En efecto, siempre son los mismos los que han contado muertos, los que han hablado del sufrimiento como si fuera suyo hasta la náusea, los que han querido apropiarse de los dramas… Y lo siguen haciendo.

No, no es posible

Para variar, estoy de acuerdo con Elisa Beni que aplaude “al magistrado Antonio Seoane, que ha dictado hoy un pedazo de auto desestimando una petición sindical de exigencia inmediata de equipos de protección”. El juez considera la petición irreal y “para que determinados sindicatos den satisfacción a su electorado real o posible, para utilizarlos como arma propagandística”. Si fuera posible hacerlo, los gobiernos los proporcionarían, pero estamos en una crisis sanitaria mundial que, por desgracia, consiste en eso, en la falta global de recursos. Pese a la desgracia que eso supone, algunos siguen mintiendo.

La miseria de algunos…

Hay dos maneras de buscar un beneficio electoral de este drama: la de esos sindicatos y partidos que mienten cuando dicen que ha faltado previsión o formación (si son capaces de expresarlo sin sonrojarse es que tienen la cara durísima), que los recursos para mascarillas se han desviado al TAV (esto se lo he leído a un representante público, se lo juro) o que aseguran que hay que elegir entre salud pública y empleo. Y luego está el estilo Vox, capaz de acusar, como Alvise Pérez (cebado por Ciudadanos), a Manuela Carmena de tener un respirador en su casa. La propia Carmena lo ha desmentido pero el bulo ya ha sido lanzado.

…Solo está al alcance de unos pocos

Al respecto, el periodista Javier Negre también se ha posicionado: el Adjunto a la Dirección Audiovisual de Unidad Editorial (El Mundo o Marca) y contertulio de Telecinco o Telemadrid dice que él cree a su “amigo” Alvise Pérez. Estos días también hemos visto a Negre en tertulias con otros elementos del entorno de Vox y Bea Fanjul. La caverna del 2020: más jóvenes, más guapos pero más casposos y reaccionarios, incluso, que aquella de la primera década del 2000. Suelo decir de los errores en mi periódico que la cabecera nos cubre a todos para bien y para mal. Pues lo mismo en El Mundo. Ellos sabrán.

Por suerte, Vox se está retratando

Por suerte, como bien tuitea Antonio Maestre, “a Vox la crisis sanitaria le está pasando por encima. No tienen capacidad para meter sus mensajes y sus líderes están desaparecidos. Por eso han aumentado la agresividad en redes y buscan relevancia. Ni caso a Abascal. Están perdidos”. Ni caso a Abascal, ni a Alvise Pérez, ni a los periodistas que buscan su hueco entre la derecha y la pared. Están perdidos. En esta crisis ha quedado claro lo que es inútil, como la extrema derecha, el reiki, los antivacunas, la mayoría de youtubers, el sueldo de muchos jugadores de fútbol o la mermelada de ciruela.

La democracia de la derecha española

La derecha española puede disfrazarse de moderna pero, al final, se le acaba viendo que por debajo tiene el alma que nunca le ha abandonado: PP y Ciudadanos van a pasarse por el arco del triunfo la decisión de la mayoría en el Congreso y evitarán la derogación de la cadena perpetua encubierta en España. Para eso sí parece que hay entendimiento entre los de Rajoy y los de Rivera: para dar pasos hacia atrás, para dejarnos sin garantías y para saltarse el sistema democrático.

Los dueños de las víctimas

Otro rasgo característico de la derecha española es que en cuento pueden se apropian de las víctimas. Al respecto, la periodista Elisa Beni recuerda acertadamente en Twitter que “Quer está haciendo política y tiene derecho. En ese plano debe aceptarse que le sean discutidos sus argumentos y refutados los datos inexactos que invoca. Su terrible pérdida no le confiere un ápice más o menos de razón. Y hay que decirlo”. Las víctimas no pierden su capacidad de darse cuenta, y no pueden dejar que les manipulen con su propio dolor.

La fascinación de los verdugos

Estoy disfrutando Fariña, la serie; y estoy deseando leer el libro, sobre todo con la esperanza de que Carretero sea mucho menos benevolente con Sito Miñanco, al que en televisión están convirtiendo en un icono pop. Vale, sí, era muy carismático y hacía que mucha gente ganara mucho dinero, pero era un traficante con cuya droga entró la desgracia en muchas casas mientras él escondía billetes. Este fin de semana hemos visto en Twitter hasta camisetas con el personaje.

Finlandia es el verdadero paraíso

Y mientras todo esto sucede, Finlandia sigue con sus tradiciones y su ciudadanía pensando que viven en el mejor país del mundo. Lo cierto es que para lo que los finlandeses es normal para la mayor parte del mundo sigue siendo un objetivo cuando no una quimera: en el país mejor valorado por sus habitantes la brecha de género es la menor, la educación básica es su gran tesoro, todas las universidad son públicas y el de profesor un puesto reconocido. Nos llevan siglos de adelanto.

Me pongo friki

Están avisados desde las negritas que preceden estas palabras: me voy a poner friki para animarles a que busquen el fascinante hilo de Álex Riveiro sobre Interstellar, la película de ciencia ficción que más me ha fascinado en los últimos años. Se lo resumo: el premio Nobel Kip Thorne participó en la elaboración del guión para que éste se atuviera a las leyes físicas. Es decir, todo lo que nos hizo asombrarnos del peliculón de Nolan es absolutamente posible en términos físicos.