3.500 viviendas

Leo este titular en El Diario: “Consumo notifica a Almeida la dirección postal de 3.500 pisos turísticos ilegales para que sancione a sus propietarios”. Y empiezo mi reflexión: ¿qué pasaría si en una ciudad como Madrid hubiese 3.500 casas más para vivir a disposición de la ciudadanía? Pero es que esos 3.500 pisos turísticos que el ministerio notifica al ayuntamiento son solo los ilegales. ¿Cuántas viviendas hay destinadas solo en Madrid para ser alquiladas por días a turistas? ¿Y qué pasaría (vuelvo al trigo) si estuviesen a disposición de la ciudadanía para vivir? Por eso urge el señalamiento social a quien especula y a quien consume Airbnb.

¿Qué tiene en la cabeza y en el alma?

“Santiago Abascal afirma que la educación en igualdad LGTBIQ+ es corrupción de menores” (Público). ¿Qué tiene Santiago Abascal en la cabeza? ¿Y qué tiene en el corazón? ¿Por qué está en contra de que a las y los niños, cuando alcanzan la pubertad y empiezan a sentir cosas diferentes a las que sentían hasta ese momento, les expliquen que esos sentimientos, sean los que sean, están igual de bien? ¿A qué tiene miedo Santiago Abascal? ¿Qué no entiende? ¿Cómo le han educado para que llegue a afirmar que “la corrupción de menores es algo que se practica en muchísimos colegios”? ¿Sabe lo que significan las palabras que ha usado?

¿Quién puede defender a Putin hoy?

En estos meses de invasión rusa sobre Ucrania hemos tenido que leer y escuchar una montaña de gilipolleces. Quienes las han pronunciado para intentar justificar a Putin, bien por una nostalgia de la URSS muy mal llevada, bien porque Putin les patrocinaba directa o indirectamente, no pueden irse como si nada, como si no hubiesen defendido lo indefendible, como si esto no fuera a pasar meses después: “Rusia lanza el mayor ataque aéreo hasta la fecha: más de 530 drones y misiles” (Euronews). Pues ha sucedido, como sus argumentos de mierda, que tienen que perseguirles. Ser gilipollas o malvado no puede salir gratis.

Todos los crímenes de guerra

Si esto que denuncian en Diario Socialista se confirma: “El Gobierno de Gaza ha denunciado el hallazgo de pastillas de oxicodona, un potente opioide, en sacos de harina repartidos como ayuda humanitaria por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), organización respaldada por Estados Unidos y el Estado de Israel”, estaríamos ante el último ítem de la lista de crímenes de guerra que podemos atribuir al gobierno y el ejército israelíes. De momento, lo ha denunciado “la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza”, lo que invita a tomar la información con precaución, pero Israel ha sido capaz de horrores mayores.

Me ha leído el pensamiento

Me gusta el boxeo, que he practicado de modo muy incipiente. Lo dejo claro antes de escribir esto otro: ni me gusta ni entiendo el atractivo del MMA. Así que cuando vi la felicitación de Alberto Núñez Feijóo a Ilia Topuria pensé algo parecido a esto que ha escrito Raquel Marcos en Bluesky de modo inmejorable: “Es un chiste que Feijóo se apunte a la macarrada testosterónica de las artes marciales mixtas, un contagio más del movimiento MAGA y su búsqueda de votantes gymbros. Hace nada esto no era un deporte, era una macarrada para entretener a los que iban a Las Vegas”.

No podemos ceder

“Menos del 30% de la población mundial vive en sistemas democráticos. Hace dos décadas era más del 50%”. Esto que dice el historiador Steven Forti en Ctxt debe preocuparnos y ocuparnos. No podemos dar un paso atrás, no cederemos, no pasarán, literalmente. Llevo años bastante seguro de que si mi hija o mi hijo participan en política tendrán a los fascistas enfrente, como los tuvieron mis abuelas y mis abuelos. Lo que no esperaba es que yo fuera a verlo de modo tan claro y evidente. Los Trump, Putin, Netanyahu, y los populistas de base fascista de mucho más cerca tienen que saber que no les dejaremos avanzar.

Cuidado con algunos demócratas

Fascistas, aparte, no por ser demócrata voy a estar de acuerdo con alguien. Estaré de acuerdo en lo básico, pero no en el resto, necesariamente. Esto de Antonio Agredano en The Objective, sin ir más lejos, define perfectamente el rechazo que algunos demócratas pueden generarnos: “El tonito del todo mal. El tonito del aquí los listos y allí los demás. El tonito. El tonito sanchista. El tonito de sus alrededores. La caída de párpados de Yolanda Díaz. El paso acelerado del ministro Bustinduy que es el paso acelerado de esos compañeros de trabajo que van con prisa a todas partes porque en realidad no hacen nada”.

Para esto sirve Europa

Del mismo modo que no esperaba que el fascismo avanzase tan rápidamente, no esperaba que en 2025 tuviéramos que esforzarnos en explicar que la Unión Europea es beneficiosa para nuestras vidas, y menos en este contexto en el que Europa es, precisamente, una reserva mundial de la democracia. De la democracia y de los derechos de las personas consumidoras: “Los pasajeros de la UE podrán llevar equipaje de mano gratis en los aviones sin recargos” (Euronews). “Hasta siete kilogramos” podremos subir a la cabina. Por supuesto, las compañías han reaccionado anunciando subidas de precios. Europa tendrá que intervenir otra vez.

Y tendrá que hacer más

“La infraestructura digital europea está en manos de quien menos respeta nuestras instituciones y nuestros valores”, avisa Enrique Dans en su blog. Es cierto: tecnológicamente, Europa está en manos de empresas estadounidenses que, especialmente ahora, responden ante autoridades que ni siquiera entienden nuestros estándares. Por lo que urge “romper” nuestra “dependencia”. Dans considera que Europa tiene una oportunidad: su mercado interno. Y sugiere algo muy interesante: nuestros gobiernos deben ser intervencionistas si es necesario para impulsar desde lo público el desarrollo tecnológico, como hace China.

A la mierda los y las ultrarricas

Sí, me molestan porque aportan poco y porque su única habilidad consiste en convencernos de que necesitamos las mierdas con las que ellos amasan dinero que gastan sin responsabilidad. La boda de Jeff Bezos en Venecia demuestra que gravar el 100% de los ingresos a partir de los 100 millones me parece hoy una urgencia global. Amy Odell en The New York Times lo dice tiene muy claro: “Tras la segunda elección del presidente Donald Trump, la vida lujosa está a todo volumen”. “La suntuosidad y la ostentación han sustituido a la riqueza discreta. Alardear está de moda”. Y acuña el término “VIC” para referirse a las clientas (mujeres, sí) importantes.

¿Qué hacía cada uno?

Las conversaciones entre Cerdán, Ábalos y Koldo García me tienen pasmado. Hay crónicas (buenas) en algunos medios que son terribles para la democracia. Y también nos evitan que hablemos de otros temas relevantes, como los 40 años que han pasado desde que Hegoalde también es Europa. ¿Qué hacía cada uno entonces? Algunos, esto: “La jornada estuvo empañada por tres atentados de ETA que causaron cinco muertos” (Euronews). Pero según Pello Otxandiano, lo que hacía la banda no era terrorismo. Entonces, ¿qué era? ¿Cuál era entonces la posición de la izquierda abertzale sobre Europa? ¿Y ahora?

Esta peli ya la hemos visto

“Rajoy pide ‘perdón a los españoles’ por la corrupción y promete ‘limpieza’”. Sí, pone “Rajoy”, no es una errata. Se trata de un titular recuperado por un usuario de Menéame: el 28 de octubre de 2014 el entonces presidente del gobierno español quiso explicar lo que estaba pasando en su partido. De esta manera lo recogió El Confidencial: “El jefe del Ejecutivo ha perdido perdón por haber promovido, avalado o permitido los ascensos en el PP de los políticos hoy implicados y se ha comprometido a actuar para que no vuelva a ocurrir”. Cambiamos “PP” por “PSOE” y casi tenemos la crónica de lo que vimos el jueves en Ferraz.

Oiga, mire, no

No me creí la cara de Sánchez en Ferraz, oí con cierta incredulidad sus palabras, y tampoco sentí una pizca de emoción cuando vi las lágrimas de María Chivite. Oiga, mire, no. Conozco la política vasca lo suficiente como para saber que los partidos en Nafarroa son siempre pequeños, que se conocen todos, y muy bien. Así que cuando leo esto en El Diario: “Navarra, el ‘laboratorio’ de la presunta trama de Santos Cerdán y Koldo García desde hace una década”, me surgen preguntas. Preguntas que la gran decepción que escenificó la presidenta del gobierno foral, una mujer fuerte, claramente, no responden.

Las y los médicos

Justo antes de que estallará lo de Santos Cerdán, leí un tuit interesante sobre la necesidad de cuestionar el papel de los jueces. Sin embargo, cuando los hechos te arrollan opinar sobre quien dictará sentencia parece una mala defensa. Con todo, rescato la idea: hay sectores que tenemos que poder cuestionar. Para mí, el colectivo de médicas y médicos es uno de ellos. Esos que “se rebelan contra Mónica García y van a la huelga contra el Estatuto Marco: ‘No nos va a engañar’” (El Debate). Pero también quienes no han participado de esa huelga pero sí presionan de otras maneras, a veces, para no hacer frente a su propia responsabilidad.

¿Dónde están los latinos?

Saltamos el charco: Bernie Sanders ha vuelto a denunciar en Bluesky que Trump lleva a EE.UU. hacia el autoritarismo, esta vez, después de la retención del senador demócrata de Álex Padilla en California. Sanders es la voz más valiente de aquel país estos meses. Pero sobre el conflicto migratorio echo de menos otras: las de los latinos más mediáticos del país. Jenifer López, Salma Hayek, Alfonso Cuarón, Eva Longoria, los Estefan o Jimmy Smits, que además encarnó en El Ala Oeste al que, en la ficción, era el primer presidente latino del país. ¿Por qué no dicen nada? Me temo que por miedo. Y justo eso da la medida del problema que tienen.

No podemos apartar la vista

“Una bebé de 5 meses que pesa 2 kilos: aumenta la desnutrición en Gaza en el tercer mes del bloqueo de Israel”. Así titulan en la BBC la crónica diaria del horror en Gaza. Se llama Siwar y debería de pesar 6 kilos. Su madre, Najwa, explica que “no había comida cuando di a luz”. Y tampoco podía amamantarla porque no podía alimentarse. Siwar “solo toma leche de fórmula, y no sabemos cómo vamos a poder proporcionársela”. “El hospital está intentando encontrar más suministros, pero Siwar está débil y sufre diarrea constante”. Esto pasa porque “Israel interrumpió la entrada de toda ayuda humanitaria y otros suministros a Gaza el 2 de marzo”.

No es “antisemitismo”, es la impunidad

El mundo está cada vez más harto de la impunidad. Eso es lo que debe cambiar: las y los ultrarricos no deben sentirse capaces de lo que quieran, y los presidentes de los países con los ejércitos más poderosos (Rusia, EE.UU., Israel), tampoco. En Euronews titularon: “El dramático aumento del antisemitismo en Europa ensombrece el aniversario de la II Guerra Mundial”, pero erraron. Esto no va de antisemitismo (yo mismo diferencio siempre que puedo entre el gobierno y el ejército israelíes y el país), esto va de impunidad. La de Netanyahu, la de sus socios en el gobierno, la de su ejército y, por supuesto, de quien los apoya y defiende.

Debemos ser responsables

Sí, debemos ser responsables con lo que sucede en el mundo, con nuestra inacción y nuestra acción: “Durante milenios, la humanidad ha comido lo que tocaba. Ahora ha empezado a comer lo que quiere y eso tiene consecuencias”. Pocos titulares serán más redondos que este de Javier Jiménez en Xataka, que sigue igual de bien: “El mercado y la globalización ha conseguido algo increíblemente difícil: poder tener productos estacionales durante todo el año. A veces, trayéndolos de otras zonas del mundo (como en el caso del aguacate); otras veces, buscando macrovariedades que permitan su cultivo durante todo el año”.

Todos somos potencialmente peligrosos

Tengo una anécdota en la frontera entre México (donde viví) y EE.UU. (que quise visitar). Un pinche policía gringo nos retuvo y quiso extorsionarnos. Nos hizo sentir como potenciales delincuentes (negándose a devolver nuestros pasaportes europeos). De esto ha pasado alguna década, pero me temo que solo ha ido a peor: según The New York Times, JD Vance y Kristi Noem instaron a quienes acudan a EE.UU. a ver la Copa del Mundo de fútbol a que no se queden más tiempo de lo que marcan sus visas. Es decir: tratan a todos menos a los estadounidenses como potenciales delincuentes. Se merecen que les aislemos. Desde siempre.

El puto amo. O no

Quien pone a Elon Musk como ejemplo de empresario lo que quiere es ponerlo como ejemplo de sociópata, lo que quiere es demostrar que dañar es legítimo. Pero no lo es. Y por cierto, Musk tampoco es un gran empresario: gana más dinero con su falta de escrúpulos que con su visión para invertir. Porque la realidad es esta: “Twitter España registró sus primeras pérdidas en España en una década, tras la compra de la red social por parte de Elon Musk” (Economía Digital). Eso a él le da igual: ya ha preparado una ingeniería de compra-ventas (sin que el gobierno estadounidense le moleste) para hacer rentable X aunque pase lo que vemos.

El primero

Hay muchos fascistas en el mundo, cada vez más con mucho poder entre sus manos, aupados por personas que creen que sus derechos son inalienables y vienen de la naturaleza, como si no los hubiesen conquistado quienes nos precedieron y no tuviésemos que defenderlos quienes estamos. Pero entre los fascistas destaca Benjamín Netanyahu, al que estamos viendo ejecutar un genocidio (según Amnistía Internacional) en directo que ahora incluye “el corte del suministro de electricidad a la Franja de Gaza. Esta medida se produce después de que la semana pasada cortara la entrada de suministros de bienes de primera necesidad” (Euronews).

Va de fascistas

No puedo poner “el segundo” porque creo que Putin es bastante más fascista que Trump. El presidente estadounidense es solo un aprovechado que se apoya en la extrema derecha de su país porque es más fácil, y que se amiga con Putin porque le genera menos problema que ser su enemigo. Pero también hace cosas de fascistas, como anunciar el arresto del estudiante palestino Mahmoud Khalil por protestar contra Israel en la universidad de Columbia. Sí, esto acaba de pasar, y sí, lo ha comunicado el propio Trump en sus redes sociales como un logro más de su administración. Lo del fascismo, por convicción o pragmatismo, va muy en serio.

Y el otro

Cuando Elon Musk tuitea, que nadie se despiste, lo hace pensando en que X no pierda valor. Por eso es tan salvaje, para generar atención y, con ella, precio. Y como él no las sufre le dan igual las consecuencias: ha llamado “traidor” al senador demócrata Mark Kelly, que ha visitado Ucrania y ha mostrado su apoyo al país invadido por Rusia. Según su página en Wikipedia en inglés, el “traidor” Kelly combatió en la guerra del Golfo como piloto antes de ser astronauta. Como político, claro, está en las Antípodas de Musk, no solo por valiente y patriota (quien despedaza el sistema público de un país no lo es), también por solidario con el agredido.

La versión española

Leo en El Diario que “Vox ha aupado al frente de su sindicato ‘Solidaridad’” a un “neonazi y prorruso”. El ascenso de Jordi de la Fuente “supone un paso más en la toma de control del partido por parte del sector más radical y favorable a los intereses de Vladímir Putin”. En el digital lo consideran parte del “núcleo radical de dirigentes fogueados en Catalunya (como Ignacio y Juan Garriga o Jorge Buxadé)”. De la Fuente está imputado por el “asalto” a un centro de menores y, según El Diario, es “uno de los máximos representantes en España de la ultraderecha prorrusa, también conocida como nacional bolchevismo”.

Van sacando la pata

Pueden intentar venderlo como quieran, pero los que han creado el mal ambiente en San Mamés solo por echar un pulso a quienes les empoderaron (de esto también tendremos que hablar por responsabilidad) solo están sacando la pata del charco de barro en el que la han metido. Por supuesto, quien comete varios errores sigue cometiéndolos: llamar “infierno” al ambiente de San Mamés es una hooliganada, pero puede tener un pase. Lo que no lo tiene es el cartel que estamos viendo en redes con supuestos aficionados del Athletic con la cara tapada y bengalas. Esto también es fascismo, el que se esconde en el fútbol, concretamente.