Dos grandes

Como dice mi compañero, Kike Hermosilla, parece que ya llueve menos: el Athletic gana y los que somos del Athletic, ya no sentimos el chaparrón sobre los hombros. Ayer se notaba en la barra de los bares y en las mesas de trabajo: hablábamos del Athletic, como después de cada partido, pero sin tanta tensión. Y en Twitter el ambiente también era otro: “13 jornadas de liga seguidas sin ganar, penalti en el 92 y lo tira a lo Panenka. Ídolo”, escribió Joseba Etxebarria, mostrando su humildad y la grandeza del delantero del Athletic, al que no le sobran años: le faltaban oportunidades.

Injustificable

Pablo Echenique casi acierta cuando apela a Antena3, Telecinco, El Mundo, La Razón, El Español y la Cadena COPE en su tuit: “Aquí os dejo este vídeo de los neonazis encapuchados que han reventado el acto de Pablo Iglesias. No os vayáis a liar y mañana los llaméis ‘jovenzuelos con banderas constitucionalistas’”. Y una carita sonriente que, precisamente, le sobra. Ningún ataque fascista puede tomarse a risa. Le sobra eso y le falta mencionar a LaSexta que, junto a otros medios supuestamente progres, también ha ayudado a blanquear a la extrema derecha sobre todo en Catalunya.

Muy bien hecho, Rufián

Fíjense lo contento que me puso la victoria del Athletic que creo que Echenique casi acierta y me parece que Gabriel Rufián lo hace de pleno cuando muestra en Twitter cómo se toma que un espabilado aproveche la corriente antinacionalista catalana para hacer negocio con aplaudidores de Boadella, Losantos y Espada: el político de ERC, que salvo excepciones como esta siempre se pasa de la raya, compró el cava que han comercializado con su apellido y la única crítica que hizo es el poco cuidado que han puesto en la etiqueta para cobrar 17 € por el producto.

Vaya cagada

Cristina Pardo se ha disculpado en Twitter, la red social en la que ella da caña… Y en la que esta vez se la han dado a ella, por la emisión de un reportaje en su programa en el que buscaban a los 44 votantes de Vox en Marinaleda. Se lo juro que, esta vez sí, lo vi venir, pero pensé que el pecado lo iban a cometer en el programa de Susana Griso o Ana Rosa Quintana donde, a cambio de señalar su valentía, iban a acabar señalados ellos. Pero, no, ha sido en LaSexta, la cadena progre, donde directamente les han buscado para señalarles en el “paraíso” comunista de Sánchez Gordillo.

Maduro, legitimado… Por la oposición

Estoy seguro de que intentarán justificarme incluso con argumentos que me parecerán bien la ausencia de la oposición en las elecciones municipales de Venezuela, pero no podré darles la razón. La obligación de los partidos políticos es presentarse a las elecciones, por mucho que intuyan un fraude, por mucho que luego azoten al gobierno, por mucho que crean que el efecto momentáneo de arrogarse toda la abstención les beneficie… La acción del partido de Maduro, que todos sabemos ya de lo que es capaz, será responsabilidad de quien le ha dejado actuar sin cortapisa.

A pesar de Rufián

Con lo que queda de CiU intentando encontrar la puerta de salida de la centrifugadora y los tirones de la CUP desde la izquierda pero hacia ningún lugar, ERC se ha quedado como opción más centrada para los nacionalistas catalanes. Se veía venir y, de hecho, habíamos avisado. Y la situación de Junqueras en la cárcel, aunque durísima, es mucho más digna que el paripé constante (y carísimo) de Puigdemont en Bélgica, Alemania o Dinamarca. Así que, a pesar de la bajura moral y política de Gabriel Rufián, ERC se prepara para liderar Catalunya y la mayoría nacionalista.

Y problema resuelto

Si se ha filtrado un mensaje de Cosidó que ha provocado la reacción airada (y un tantito insincera) de Marchena, y una cascada de reacciones que han generado una crisis en la cúpula de la justicia española, ¿qué remedio pone el PP? Eliminar el grupo de WhatsApp del que ha salido la filtración. Por un lado, lo entiendo (es la mejor manera de neutralizar la capacidad del filtrador de reincidir). Por otro, el tuit de EFE parece un titular sacado de El Mundo Today: “El PP disuelve el chat de Whatsapp al que Cosidó envió su polémico mensaje”. Y así la crisis de reputación galopa.

Lo que dice Aina Clotet

La ausencia de Aina Clotet de la serie de Leticia Dolera ha dado mucho, mucho que hablar esta semana. Yo me he limitado a comentarlo en un párrafo porque sí creo que la polémica está inflada. Pero quien ha llevado el globo hinchado es la propia Dolera, y la que ha insuflado ahora es la actriz. Vamos, que no necesitan comentaristas ni la latiguera ni la latigada en esta ocasión, porque ellas solas se han bastado: si una directora anuncia la realización de una película feminista y prescinde de una actriz porque se ha quedado embarazada, y esta se queja con rotundidad, lo que está sucediendo es lo normal.

Otro gigante del fútbol que lo deja

Didier Drogba ha anunciado vía Twitter que deja el fútbol. Lo hace a los 40 y en EE.UU., donde le ha llevado su aventura (Costa de Marfil, Francia, Inglaterra, Turquía y, finalmente, el país americano). Y lo hace dejando un buen recuerdo: el de un delantero que lo daba y lo peleaba todo, como nos gustan en Bilbao. Fuerte pero técnico, valiente pero noble, se recuerdan de él sus pugnas por el balón pero pocas o ninguna polémica. Un futbolista empeñado en triunfar que lo logró. Una persona empeñada en triunfar que lo logró, y todavía le queda media vida por delante.

La semana más digital… E intensa

El miércoles DEIA entregará sus Reconocimientos a las Mejores Iniciativas Digitales. En las páginas del periódico podrán ver quiénes son los premiados y quiénes participarán en el evento. Unos reconocimientos en los que tengo el honor de colaborar y que, lo confieso, me suponen un mes de trabajo intenso pero satisfactorio. Poco más se puede pedir. Bueno, sí, que la puesta en escena de la semana que viene salga bien, claro. Yo, se lo confieso, estoy encantado y, si nada se tuerce, el miércoles pienso disfrutar porque “desvirtualizaremos” a personas muy, muy interesantes.

Muniain ya es lo que queremos es

El gesto de Iker Muniain, de renovar su contrato con el Athletic sin cláusula de rescisión porque no tiene ninguna intención de irse del Club, está siendo poco valorado. Lo que nos diferencia, lo que somos y lo que queremos seguir siendo es, justo, lo que es Muniain desde esta semana: un jugador que ha madurado y que ha luchado contra sus lesiones para hacer lo que quiere, que es jugar en el Athletic. Y punto. Sin mirar qué hay fuera. Lo hicieron otros como el propio Urrutia o el inigualable Julen Guerrero. Ahora es Muniain el que forja otro eslabón fuerte en la cadena.

Rufián es la antipolítica

Solo espero que la última actuación de Gabriel Rufián en el Congreso de los Diputados sirva para que los periodistas que todavía se lo toman en serio se caigan del guindo de una vez. Para el de ERC la atención es gasolina, pero su motor no nos lleva a ningún lado que merezca la pena. Lo siento por Tardá (pero si no reacciona dejaré de lamentarlo y pensaré que está muy contento con la compañía) y es una lástima para el nacionalismo en su conjunto contar con un representante de tan bajo nivel. Sé que tiene seguidores, pero, ¿quién dejaría el ayuntamiento de su municipio en manos de Rufián?

No da para más

Es un error pensar que Rufián es la voz del pueblo y el azote del stablishment. Porque Rufián solo habla en su propio beneficio (acumula más de 7.000 euros al mes de sueldo) y se aferra al escaño porque fuera de él solo tendría sitio en las tertulias radiofónicas que no pagan. Y no en todas. Borrell, que no es ningún santo, le acusó de llevar únicamente estiércol y serrín al Congreso. Pero lo cierto es que Rufián mancha todo lo que toca. Y punto. Porque sus formas y su fondo nunca serán palanca de cambio: no tiene fuerza ni intención. Solo descrédito, una enorme ola de descrédito.

Ninguna sorpresa

El humorista gráfico Ferrán Martín muestra hábilmente en un tuit que no, no es ninguna sorpresa que PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias se hayan abstenido en la votación en el Senado para condenar al franquismo. Dirán que no han votado en contra, pero contra el fascismo solo cabe una posición: el enfrentamiento activo. Dejar hacer te convierte en colaboracionista directamente. Lo que son los de Casado, Rivera (¡vaya con la nueva política!), los navarros de la caverna y los de Cascos. Abstenerse hoy contra Franco les retratará mañana. Ya lo recordaremos.

Cuando lo privatizas todo

Cuando te has acostumbrado a mercantilizarlo todo, a hacer de tu capa un sayo cuando aprietas a distribuidores y acabas utilizando a personas desesperadas como repartidores, y a obligar a productores a pasar por tus estándares, es lógico que pienses que la policía está para lo que te salga de los huevos. Perdónenme si he sido gráfico, pero es que la situación invita al exabrupto: en Madrid, Amazon pretendía que la Policía Nacional accediese a sus instalaciones y velase porque los trabajadores, declarados en huelga, hiciesen su trabajo. Pero los más modernos nos recordarán hoy todo lo que mola Amazon.

Todo está mal, y Rufián, peor

Estoy absolutamente de acuerdo con Alberto Elías: en la secuencia que ya todos hemos visto protagonizada por Gabriel Rufián y Beatriz Escudero todo está mal… Empezando por un personaje como Cascos, que comparecía. Está mal el presidente de la misma, Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, que no es capaz de detener al de ERC. No está bien Escudero, que insulta, es cierto. Pero el que peor está es Rufián, que regala el calificativo de “palmera” (la que da palmas) a la del PP antes de guiñarle un ojo. Dos decisiones absolutamente equivocadas y necesariamente censurables.

Lo que consigue Rufián

Antonio Cartier y el popular Javier Gallego Crudo coinciden en su diagnóstico, que en mi opinión es acertado: no importa el motivo de la comparecencia de Cascos ni las formas del ex ministro de Aznar hasta el momento de la trifulca. Rufián ha logrado lo que siempre busca: centrar toda la atención en sí mismo, hacerse el gallo, quedar por encima de todas las personas y todos los temas. Montar un show, en definitiva, porque para hacer política de momento no ha demostrado que sirva. Algunos, sorprendentemente, están encantados con sus espectáculos.

Es machismo y, por lo tanto, da asco

Guiñar el ojo a una mujer que está trabajando y a la que unos segundos antes has sugerido que su labor es la de acompañamiento servil de un hombre mayor es machismo. De libro. Se pongan como se pongan los que, por otro lado, se pasan el día señalándonos qué es la heteronorma y el patriarcado. Luego, cuando tienen la viga en su ojo, ni se enteran o, peor, ni se quieren enterar (y en Euskadi lo hemos visto bien con el caso de aquel fotógrafo y pirata). Una mujer del PP puede sufrir a un machista que se define como de izquierdas. Y el que no lo vea está ciego porque quiere.

¿Y la causa catalana?

Con actuaciones como las del martes, y todas las anteriores en el Congreso, la tele y Twitter, uno acaba por pensar que la causa de Rufián no es la catalana, ni siquiera la de sus compañeros políticos en prisión preventiva. La causa de Rufián es Rufián. Y allá quien le soporte aquí, en Madrid o en Catalunya, donde tienen cosas peores que aguantar, como ver muñecos con la bandera estelada ahorcados de postes eléctricos. Como tuitea Jaume Asens, ¿alguien se imagina lo que hubiera pasado si los monigotes colgados llevasen la bandera española?

La normalidad es lo extraño

El Manchester City ficha a Pep Guardiola, el mejor entrenador de fútbol en la actualidad, y decide abrir una cuenta en Twitter de información en catalán. Una muestra de sensibilidad absolutamente desconocida en España, por ejemplo. Más de un año después de su funcionamiento, además, sirve para mostrar al entrenador catalán luciendo un lazo amarillo minutos antes del inicio de un partido, con total naturalidad. Una naturalidad que el Estado Español ha conseguido que se nos haga extraña, como tantas otras muestras de simple solidaridad y democracia.

Un año de una gran victoria

Hace un año les hablábamos de violencia policial en Catalunya y escribíamos emocionados sobre un pueblo que había hecho frente a una ilegalidad injusta con un aplomo ejemplar. Hoy, doce meses después, podemos expresar con total seguridad de que el 1 de octubre de 2017 asistimos a una victoria inapelable del pueblo catalán contra los gobernantes españoles y también los propios, que no tenían ni idea de qué hacer a partir del día dos, y así lo hemos comprobado. Nada, en cualquier caso, ni los errores de los políticos catalanes ni la vergüenza española justifican los meses de prisión o exilio.

La vergüenza de España

Ni Mariano Rajoy ni su equipo, ni el juez Llarena y sus ganas de hacer la justicia por su cuenta, supieron gestionar el 1 de octubre y las jornadas posteriores, cuando la vergüenza les invadía mientras les desbordaba en Europa. Las imágenes de una policía que maltrataba al pueblo catalán, que solo quería votar y, para hacerlo, había burlado la prohibición haciendo aparecer las urnas de tal manera que hoy sigue siendo una incógnita. Para la vergüenza española, insisto, quedarán esas imágenes de violencia directa ante una ciudadanía pacífica y de provocación policial.

La violencia sigue

Gabriel Rufián denunciaba en Twitter el acoso que recibe del que parece ser un Guardia Civil. Así, en Instagram estaría recibiendo insultos y amenazas (“te tenían que fusilar, cabrón, y tu familia de mierda que tienes, hijo de puta”) de un usuario que se hace llamar Aaron y que, en otras fotos, muestra su gorra de la Guardia Civil y a sí mismo en una manifestación por la equiparación salarial entre cuerpos policiales. No hemos podido encontrar al usuario, que podría haber cambiado su identidad porque a Rufián le seguimos muchos y se habrá sentido atosigado entre la curiosidad y los justicieros.

No cabe la equidistancia

El 1 de octubre hizo un año también de la paella que organizó Miquel Iceta. Puedo entender que el del PSC quisiera intentar entonces hacer algo simbólico, algo que significara un momento compartido mientras daba la espalda a una actuación policial desmedida y un protagonismo ciudadano inapelable. Pero entonces, y más hoy, la equidistancia no es una opción: o se está con el pueblo catalán y se exige la excarcelación de sus líderes presos, o se justifica la violencia de Estado y de una justicia desaforada. Simplemente, no hay un término medio posible.

Pero hay que leerlo todo

Que hoy haya políticos presos en Catalunya me parece de extrema gravedad, que el Estado no haya pedido perdón a los catalanes y a toda Europa por sus decisiones es una vergüenza, pero que algunos sigan estirando el chicle del proceso independentista cuando ni ellos mismos hacen se lo creen tampoco es positivo. Y esto también hay que escribirlo. Por eso creo que, aunque fastidie porque dice lo que no nos gustaría leer, hay que dedicar unos minutos a la entrevista en El Confidencial a Bernat Dedéu, que ha apoyado el independentismo pero se ha alejado de este falso procés.