Una semana de esto

Desconozco qué pasará mañana y el martes, cuando los parlamentarios catalanes tendrán que manifestarse donde puedan sobre la situación futura de Catalunya después del referéndum del domingo. Pero ahí quería llegar yo: no se nos puede olvidar lo que pasó en esta nación hace hoy siete días. Ni la violencia ni la dignidad del agredido antes un estado que, y el rey lo demostró el martes, no ha entendido nada y cree tener razón porque tiene fuerza para negar la evidencia.

La factura pendiente

Por cierto, y esto es importante: esta semana la resaca nos ha traído noticias interesantes que, en el sube y baja que nos encontramos, casi se nos pasan. Por ejemplo, que el Govern presentará una demanda contra Policía Nacional y Guardia Civil por los desperfectos que sus agentes generaron durante una actuación policial desproporcionada. Recordemos: la ilegalidad del referéndum anula su resultado, pero no conlleva una prohibición a golpes y empujones.

Y la que vendrá

Igual que me parece necesario tener en cuenta lo que sucedió el domingo y me parece bien que Catalunya reclame a España lo que ha roto, me parece innegable la evidencia de lo cara que está saliendo esta fiesta: evidentemente, hasta el sector turístico se resentirá, y si sale adelante la huelga general indefinida que pide la CUP, ni les cuento. A esto hay que sumar la parte del león, la de las empresas que ya han dejado de pagar impuestos en Catalunya.

La otra cara

Este proceso, tan intenso, está dejándonos momentos que se alejan de la gravedad, por decirlo de un modo suave, y que en Magnet han recopilado con acierto: el ruso que avisa a los manifestantes independentistas que la situación será irreversible cuando lleguen las armas, los gitanos que aseguran a la Policía Nacional que les protegerán cuando requisen urnas, Stoichkov (catalanista declarado) arremetiendo contra Sáenz de Santamaría, o trabajadores de La Caixa que gritan consignas de la CUP.

Fotógrafo, sigue tu pasión

En Photolari recogen un estudio de los muchos que pululan en Internet y que uno menciona cuando le van bien. Así que, como ellos conocen bien esta circunstancia y nosotros la asumimos con normalidad, vamos con el tema porque lo que cuenta nos interesa. En este caso, los autores del estudio aseguran que empeñarse en fotografiar los momentos y eventos relevantes lejos de distraernos hacen que fijemos en nuestra mente esos recuerdos con más fuerza.

Él se lo ha buscado

Me sumé al reconocimiento de Quique Peinado a Gerard Piqué porque el jugador defendía valientemente el derecho a decidir de la ciudadanía catalana y el “sí” (o eso parecía, empezando por lo que él daba a entender). Pero todo ha cambiado desde que está con “la roja”. Ahora dice que no es independentista y llora porque le pitan los aficionados de España. Pero lo más difícil de entender es su ambigüedad, su doble juego y sus intereses: él se lo ha buscado.

La Guardia Civil admite lo de Calella

Si la Guardia Civil está investigando lo que sucedió en Calella la noche del domingo, con sus agentes de paisano pero porra extensible en mano, es porque sucedió. Por lo tanto, cuando la ciudadanía y el ayuntamiento de Calella ha instado y conseguido que esos agentes abandonen el municipio (y por lo tanto el hotel en el que se alojaban, necesariamente), reclamaban algo legítimo. Es tan importante destapar todos los bulos pero como señalar las agresiones reales.

Mirar por el retrovisor

Siempre es necesario mirar por el retrovisor y tener en cuenta de dónde venimos para saber a dónde podemos ir. Porque creo en esa afirmación me detuve en el tuit de Borja Ventura que lleva a un post de este periodista de hace cinco años en el que repasa las cuatro veces desde 1641 que Catalunya ha sido un país independiente. Desde entonces hasta hoy ha sumado 12 días como estado diferenciado, la última vez en 1934 (diez horas) hasta que Companys fue detenido.

Hasta cuando tiene razón…

La irrupción de los partidos que se autoproclaman como “nueva política” (llenos de personas con más años en política que muchos de los de “la vieja”, obligados a renovarse) nos han traído muchos personajes sobrevalorados. El que más, seguramente, Pablo Echenique, pero Miguel Urban no se queda muy atrás: acepto que tiene razón cuando señala a Felipe VI como “parte del problema”, pero confundir los números romanos (la llamó “Felipe IV”) le retrata.

Por cierto, ya nos ha pasado la factura

Les aviso desde la primera línea: es una broma. La factura que exhiben en la web de humor El Mundo Today no existe, pero realmente (y nunca mejor dicho) podría ser verosímil. Aunque me parecería bastante barato que Felipe VI solo cargara 15.000 € por un “discurso urgente” (ese es el concepto). Y si él se encarga del equipo técnico, ya, ni les cuento: ¡precio de saldo, oigan! La retranca añadida de que “se está planteando constituirse como empresa” lo redondea.

Nigel Farage, con Catalunya

¡Con todos los apoyos que está recibiendo la causa catalana por qué algunos de los que han hecho campaña a favor de la independencia eligen a Nigel Farage como compañero! No lo entiendo, de verdad. Si el líder del Brexit, el antieuropeísta que sigue cobrando del Parlamento Europeo arropa el “procés”, lo mejor que pueden hacer los que lo apoyan es alejarse de él en vez de retuitearlo, por ejemplo. Que no se empañe el buen momento internacional de Catalunya.

La atrevida

Rosa Díez tuvo que salir de Twitter por mentir: aseguraba que ella actualizaba su cuenta en esta red social hasta que fue descubierta en un acto público mientras su community manager picaba tecla. Una vez abandonada la primera línea política recuperó esa red social y ahora tuitea compulsivamente. El 80% de todo es bastante prescindible, en el otro 20% da muestras de una ignorancia inmensa como cuando compara una Irlanda del Norte en guerra con la actual Catalunya.

La cruda realidad

Con dos voceros de la incoherencia por columna yo creo que vale. Así que para compensar les muestro el hilo de uno de los mejores corresponsales en activo: Miquel Roig desde Bruselas explicaba en un puñado de tuits por qué la UE no se va involucrar en la cuestión catalana. Básicamente, lo que ya sabemos: la UE trata con los Estados porque es eso, precisamente, un club de Estados. Y no va a pisar la manguera de ninguno de ellos. La realidad es cruda y necesaria.

Aunque cueste

El escritor y guionista vasco José Antonio Pérez lleva una serie de tuits de lo más apreciables sobre Catalunya. Y uno de sus últimos mensajes me sirve para insistir en lo necesaria que es la cruda realidad. Pérez sugiere que “nos gobiernan dementes” cuando escucha que Puigdemont dice que no le consta haber colaborado en la tensión que vivimos el domingo. Todos vimos a la Policía y Guardia Civil atizar a la ciudadanía, pero a ésta alguien le empujó a un referéndum sin garantías.

Lo de Calella

Hablando de la Policía Nacional y la Guardia Civil: algunos de sus integrantes han sido expulsados de los hoteles en los que se alojaban, por ejemplo, en Calella. El Gobierno español ha salido a denunciar el atropello y por Facebook y Twitter corre un mensaje de uno de los policías lamentando el odio que ha vivido. Pero lo que no cuentan es cómo agredieron con porras extensibles a la ciudadanía, ya por la noche y de paisano, como denuncian en Asivaespana.com.

Día uno

Tenía razón ya la semana pasada el usuario de Twitter que vaticinaba grandes ridículos por la espiral de españolismo y contra la democracia en la que algunos habían entrado. La escalada ha sido sin cuerda y sin miedo: la montaña de Catalunya tenía que ser conquistada sin importar cuánta vergüenza o decencia se quedara atrás. Ayer ya vimos algunos ejemplos y esta semana veremos muchos más. La cordura se ha independizado de (una parte de) España.

La tormenta

“El destino susurró al guerrero: ‘Tú no puedes soportar la tormenta’. Y el guerrero devolvió el susurro: ‘Yo soy la tormenta’”. Este tuit lo publicaron en la cuenta oficial de la Guardia Civil, al parecer, para dar ánimos a los agentes destinados en Catalunya de cara a estos días. Y hoy, pasado ya el fin de semana, es el ejemplo de cómo se tomaron el referéndum a los lados de la línea que divide ambos países. No podemos olvidarnos hoy de lo que vimos y vivimos hasta ayer.

“Niños de escudos humanos”

En una cuenta no oficial del cuerpo de “la benemérita” también antes del referéndum alertaban del posible uso de menores de edad como “escudos humanos” ayer. El ridículo no conoce fronteras espacio-temporales, por lo que se ve, y el nivel alcanzado en el “lenguaje del conflicto” sirve hoy para retratar adecuadamente a cada actor en este proceso. Pero ahora nadie se hará responsable ni de lo sucedido ni de lo que hubiera podido pasar. Internet es efímero.

¡Oh, no!

El argumentario contra la expresión pacífica de la voluntad de un pueblo alcanzo su cima con la campaña de “hispanofobia” que lanzó el PP. Para su vergüenza tiene que quedar. Pero no hicieron menos el ridículo los medios que insistieron con que el Barça saldría de la liga española o, como Vanitatis, los que alertaron que con la independencia están en riesgo los títulos nobiliarios de la infanta Leonor. El concurso al mayor ridículo sobre Catalunya ha sido peleado.

Termino

Finalizo ya mi repaso a los mensajes que nos trajeron a días tan señalados como el de ayer y el de hoy con una corrección de Josean Beloqui a Gaspar Llamazares. Porque hasta los más aparentemente razonables han patinado con Catalunya: ¡por supuesto que una república puede tener bases nacionalistas! Por ejemplo, como bien le recordaba el de Geroa Bai: Francia, sin ir más lejos, es un buen exponente. Y esto es solo un adelanto de todo lo que nos queda por leer.

¿Esperan violencia?

Esta semana he leído en Twitter una pregunta intrigante: ¿las fuerzas policiales están siendo enviadas en masa a Catalunya porque hay violencia o para que la haya? La pregunta adquiere relevancia, insisto, porque toda la semana también hemos asistido a cómo algunos pedían a la Guardia Civil unas “hostias” a los catalanes mientras otros les jaleaban e incluso hemos visto el envío de tanques con cañones de agua a Catalunya donde, de momento, no ha habido motivo.

Hablemos de la policía

No sé cuánto tiempo llevo recordándoles que la que les ofrece Catalunya es una cortina de humo estupenda para el PP y el Gobierno español. Ayer leíamos en Público: “El Congreso dictamina que el Gobierno creó una policía política para atacar a sus rivales. Las conclusiones acreditan con una fuerte base documental, que el Ministerio de Interior que dirigía Fernández Díaz utilizó recursos públicos para crear investigaciones falsas contra catalanes, Podemos y el PSOE”.

Zorionak, Mikel!

Mikel Ayestarán se ha enterado de que ha recibido el premio Manu Leguineche lejos de casa, en una zona caliente de Oriente Medio, sobre el terreno y dispuesto a contar lo que ve y a explicar las respuestas que recibe en Kurdistán. No se me ocurre mejor manera de demostrar que es un periodista que se merece ese reconocimiento por su labor como reportero, como cronista de una realidad lejana que tenemos que conocer. El suyo es el periodismo con mayúsculas.

La vuelta

El suicidio de Celia Fuentes, una instagramer que pese a lucir una vida idílica ante 300.000 seguidores padecía una fuerte depresión, ha encendido una luz de alarma sobre el sector de los “influencers”, que se ha elevado como una burbuja y que se pinchará con bastantes daños. Son muchos los jóvenes que quieren ser eso de “mayor”: influcencer. Pero la competencia, la rentabilidad del negocio y la presión son altas sin que nadie cuide formas, fondos ni personas.

Sí, Hugh Hefner se merece un homenaje

La cuenta de “Dios” en Twitter lanzó un tuit estupendo: “Hoy ha venido Hugh Hefner y no sé que le puedo ofrecer para convencerle de que ha pasado a mejor vida”, después de que conociéramos el fallecimiento del fundador de Playboy. Sí, Hefner se merece un homenaje, y más de los que nos dedicamos a Internet. El porno que él ayudó a popularizar con sus revistas y televisión es un motor económico y tecnológico en la gran red, que sigue además consumiendo su arte.