El menos listo de su clase

“Si algo ha demostrado nuevamente el Estado Español con el pueblo de Catalunya es que en Euskal Herria, los terroristas no eran los de ETA, sino España que, como ahora, les negó siempre, a través de la violencia de estado, su libertad como pueblo.¡Libertad presos políticos!”. Lo dice Óscar Reina, secretario general del SAT. La respuesta es evidente: en Euskadi sí sabemos distinguir a un terrorista, aunque vaya de uniforme, y sobre todo, a los tontos que los justifican.

El Corte Inglés encuentra a un pez más grande

Soy cliente habitual de El Corte Inglés y lo seguiré siendo, conozco sus ventajas para mí, intuyo las desventajas para su competencia y algo he leído sobre sus propietarios. Así que no he podido evitar una sonrisa cuando he descubierto que este gigante pide a los organismos internacionales que regulen un poco el mercado porque, oigan, a ver si Amazon se lo va a comer todo, incluso lo suyo. Ha tardado mucho pero, otra vez, ha aparecido un pez más grande.

De Taburete a Modo Avión

Tienen que leer la pieza de Mohorte en Xataka sobre Modo Avión, el grupo de música formado por el hijo del exministro Federico Trillo, y por sus primos. “El punto intermedio entre el cuñao-guitarras del BBK y Luisito, hijo del banquero del pueblo, con sobredosis de Álex Ubago”, así los define el autor, que recuerda que el pop (en este caso, “folk lacónico”) hecho por niños bien es algo casi cultural en España, y que esta banda buscará repetir el éxito (sin paliativos) de Taburete (la del hijo de Bárcenas).

Con todas las consecuencias

De lo poco bueno que nos está dejando tanta actualidad rojiblanca es el ramillete de reflexiones de quienes, por lo general, siempre han tenido algo interesante que aportar. Hoy les traigo las de Juan Carlos Latxaga, que pide: “Si somos el Athletic, seamos con todas las consecuencias” y hace las preguntas adecuadas. Dar por buenos los millones es entrar en una lógica a la que hemos querido permanecer ajenos. Es su liga, puede que hasta su fútbol, pero es nuestra manera de entenderlo.

Qué morro

Con todos los sitios que hay en Madrid y por lo que cuesta, no creo que ni se me pasara por la cabeza ir a Diverxo, por supuesto, pagando como cualquier comensal. Lo que menos haría es pedirles una mesa gratis para recomendar su restaurante en mi página de Instagram sobre gastronomía. Y ojo al tipo que hace la propuesta: ¡qué fiabilidad pueden tener sus recomendaciones cuando no sabe lo que está pidiendo ni a quién se lo está pidiendo! A los caraduras de Internet, leña.

Así intimidan… Desde Madrid

Parece que la prensa de Madrid está encantada con la sucesión de noticias que genera Bilbao últimamente. Forma parte de su cultura: si algo va bien y de pronto, no, hacen leña. Esa evidencia (resulta pasmosa la ignorancia con la que hablan del sistema vasco en Telecinco, por ejemplo) no resta gravedad al asunto (de hecho, se la añade): el vídeo de los navajeros en el metro de Bilbao es preocupante porque existe, no porque lo publiquen también en el digital de Pedro J. Ramírez.

Así intimidan… Lo que van de buenos

Un problema no hay que esconderlo ni agrandarlo: hay que afrontarlo. Ni son hurtos menores los robos de móviles de varios cientos de euros que unos menores sustraían a otros mucho antes de que el tema saltara a los medios y en el centro de Bilbao, ni una representante pública, como la secretaria general del PP vasco puede ir a Otxarkoaga para recomendar a mujeres mayores que no salgan con oro a la calle. Lo de Amaya Fernández es falta de compromiso social.

¿Quieren anonimato sí o no?

Al parecer, uno de los azotes de la derecha a la izquierda en Twitter ha dejado de ser anónimo gracias a las propias pistas que ha ido dejando en otras redes sociales. Gabriel Rufián lanzó la piedra y alguien salió corriendo a hacerle el trabajito para que no tuviera ni que esconder la mano. Pastrana (así se llama el antihéroe) podría ser un alcalde de un pueblo, del PP. Ojalá se confirme aunque solo sea para que “uno de pueblo” haya tenido firmes a todos los progres interneteroscapitalinos, urbanos y cosmopolitas.

No es un tema menor

Yo lo tengo claro: no hay un solo argumento con el que esté de acuerdo para afirmar que el anonimato en Internet es bueno. Y no hablo de tener nicks, como ha habido siempre, sino de esconderte. El tema no es menor porque muchos de los que celebraban conocer la identidad de Pastrana lo hacían, ridículamente, desde el anonimato y clamando contra los globos sonda del gobierno para obligar a todo el mundo a estar debidamente identificado en las redes sociales digitales.

Un eventazo instagramer

Me he enterado tarde y mal. Mal porque estoy con gripe y no voy a poder acudir: pero la oportunidad de conocer a Phil González hoy (12:00) en la Torre Iberdrola es estupenda. No se trata del inventor de Instagram, pero sí de la comunidad más relevante de usuarios dentro de esta red social, los “igers”. Quienes se manejen en esta aplicación ya sabrán de sobra de lo que les hablo. El francés tiene nuevo libro y está hoy en Bilbao para presentarlo de la mano, claro, de Igersbilbao.

Sobre el silencio de Kepa

Comunicativamente, Kepa Arrizabalaga hace lo que tiene que hacer: no decir nada. En una situación tan complicada como la que se ha buscado, por lo menos, mantiene un silencio que puede ser lo único que le otorgue cierto beneficio y descanso. En sus redes, en las que nunca fue especialmente elocuente (siempre ha tirado de fotos sin texto), también reina una extraña calma: imágenes viejas y, sobre todo en Twitter, referencias a su debut en la selección española como últimos posts en rojo y blanco. El portero ha decidido callar, nosotros hemos decidido no hacerlo.

Tu equipo eres tú

Reutilizo este titular que escribí hace unos meses para hablar de la importancia del equipo de los políticos: solo una persona sube al estrado pero tiene que estar bien asesorado por otras que le ayuden, y no al contrario. En el fútbol es el nudo de todos los planteamientos: el equipo que salta al césped y el que elige el jugador. Cuando Kepa Arrizabalaga escogió a Bahía Internacional para representarle ya sabía lo que hacía y a lo que se arriesgaba… O lo que quería.

Lo que no podemos permitirnos

Este culebrón ha servido para algo: para desnudarnos. Kepa, Josu Urrutia, quienes les asesoran, Cuco Ziganda… Y los periodistas. Algunos, sorprendentemente, han comprado el discurso que le interesa al Real Madrid: ser el suplente de Keylor Navas es mejor que ser titular en San Mamés, y es un síntoma, al parecer, de ambición profesional. ¡Toma ya! Y algunos de los que firman estas ideas se erigirán en defensores del Athletic. ¿En serio? Tomás Roncero se lo firma.

Por supuesto, toca hacer autocrítica

Cuando una campaña sale bien es importante repasarla y saber dónde acertamos. Cuando sale mal es imprescindible examinarla palmo a palmo para aprender lo que hicimos mal. En esta operación la directiva del Athletic Club y el equipo de comunicación tienen que hacer una necesaria autocrítica: ¿cómo es posible que, otra vez, un jugador que despunta se quiera marchar? ¿Cómo no se ató antes a un portero cuya titularidad estaba pautada desde hace años? ¿Todo terminará echando a los pies de los caballos al jugador?

“Beti zurekin” no es un canto de resignación

La marcha de Kepa Arrizabalaga ha descubierto los problemas de Ibaigane pero ninguno bajo los palos. De momento, Iago Herrerín está ganándose el primer dorsal de la plantilla, pero no por ello tenemos que correr otro velo, uno más, y cantar el “Beti Zurekin” para resignarnos en comunidad. Ese grito es para acompañar al Athletic a las victorias y a los títulos. Me niego a tener una mentalidad conformista: no vale con ser un equipo único, ganamos siendo un equipo único, ¡esta es nuestra grandeza!

Un poquito hartos

Cuando vi la noticia de que el año empezaba bien para los autónomos con cambios en la desgravación y la ampliación a dos años de la tarifa plana para los nuevos trabajadores por cuenta propia, me eché a temblar: si todos los medios compraban la música del gobierno español es porque la letra iba a ser terrible. Y en Público leo que, efectivamente, lo es: las modificaciones en la desgravación son recortes y la cuota para la mayoría subirá otra vez como ya hizo en 2017.

Sigue la estafa

El precio de la luz en España en 2017 ha sido el más caro desde el máximo de 2008: hemos pagado más de un 30% más que en 2016 hasta llegar a los 52,2 euros por megavatio/hora. Comparemos con países del entorno: en Alemania pagan 32,4 euros, y en Francia, 44,9. Pero solo hablamos del 35% de la factura. El 25% corresponde a IVA e impuestos, y el 40%, a los peajes: esas compensaciones que estamos abonando al sector por lo que este deja o puede dejar de ingresar.

Intención de voto en la capital de Tabarnia

Tabarnia está resultando un detector de tontos muy útil: los españoles que se han inventado esta región en la que ganó Ciudadanos en las Autonómicas se golpearán contra la realidad, y los independentistas que les entran al trapo, directamente, nunca han sido los más listos de su clase. Por suerte, vienen las municipales y Tabarnia se esfumará: la intención de voto de en Barcelona sitúa a ERC como primera fuerza casi empatada con Podemos, y Ciudadanos como cuarta opción.

No son buenos compañeros de viaje

Un nacionalista catalán como Pep Guardiola está dando una lección al mundo del fútbol y al mundo, en general: el “cómo” sigue siendo importante. También vale para la política: el “cómo” importa. Y mucho. Más todavía a la hora de construir una nación: no vale hacerlo de cualquier manera ni con cualquier compañero de viaje, porque algunos te salen rana, como Oriol Ciurana, un semihéroe por enfrentarse a la justicia española que después ha dado positivo en un control antidroga de la DGT.

Tampoco será para tanto…

Puedes ser posible que en Londres haya restaurantes que estén trabajando para que sus platos sean especialmente bonitos tras comprobar que Instagram puede llevarles clientes. Pero de ahí a afirmar que esta red social está cambiando la forma en la que comemos va un gran trecho. En la restauración la presentación siempre ha sido importante, pero el cambio (necesario) de los últimos años para tener en cuenta la experiencia del cliente es lo que ha llevado Instagram a la mesa, no al revés.

«Hay mucha gente en redes sociales que promociona productos que le dan las marcas pero no tiene una influencia real»

Telmo Trenado. Creador de contenido audiovisual

Telmo Trenado (Zumaia, 1995) empezó con un canal en YouTube donde explicaba los trucos de magia que aprendía antes de que conociéramos la palabra “youtuber”. Hoy tiene 90.000 seguidores en esta plataforma, 170.000 en Twitter, donde es una estrella, 22.500 en Instagram y casi 10.000 en Facebook. No ha tenido escuela: ha triunfado gracias a su intuición, la misma con la que explica como pocos en Euskadi el cambio en la industria del entretenimiento.

¿No será de esos que compran “followers”?

– Lo de comprar followers siempre se ha hecho y se hará en empresas grandes, marcas muy conocidas… Pero también lo hacen pequeños creadores de contenido. Ten en cuenta que es la primera impresión que vas a llevarte cuando ves un perfil: esa cifra. Y ves de otra manera, aunque sea inconscientemente, a alguien que tiene 200.000 seguidores que a alguien que tiene 200. Para mí es una chorrada.

¿Lo suyo es un trabajo?

– Sí lo es porque a cambio de algo que hago recibo una remuneración como en cualquier otro empleo.

¿Se definiría como “youtuber”?

– Cuando yo empecé en YouTube, en 2012, el boom actual de los “youtubers” no existía. Yo simplemente era una persona que subía vídeos.

¿Se definiría entonces como “influencer”?

– Yo creo que hay que distinguir entre “influencers” y “escaparates”: hoy hay mucha gente en redes sociales que promociona productos que le dan las marcas y ya está, pero no tiene una influencia real. “Youtuber”, “influencer”, “instagramer”… A mí el tema de las etiquetas no me convence mucho, prefiero dejárselo a la gente. Yo solo hago cosas en Internet… Pero también las hago fuera de Internet.

Vale, pero lo de “creador de contenido” yo creo que también necesita una explicación.

– “Creador de contenidos” siempre me ha parecido una manera formal de llamar a la gente que hace algo en Internet: creador de contenido puede ser un músico que hace “covers” y los muestra en Internet o un ilustrador. Simplemente es una manera más bonita de llamar a estos instagramers o youtubers que, precisamente, crean contenido diferente.

Su aita suele salir en los vídeos pero, ¿entiende a lo que se dedica?

– Aita entiende que hago cosas en Internet que disfrutan muchos seguidores, pero creo que no es del todo consciente de la cantidad de personas que puede llegar a verlo. Él se lo cuenta a sus amigos así: “Mira, mi hijo graba unos vídeos que ve mucha gente, se ríen y le escriben”. Es divertido y me parece que está orgulloso como lo estoy yo del rollo que tenemos, que seguramente será envidiable para muchos.

¿Y cómo lleva él la fama?

– Muchas veces me ha venido: “Oye, Telmo, que me han parado en la calle”, y mi madre se ríe. Se le hace un poquito raro, pero tampoco te creas que le paran como pueden pararme a mí o a otros youtubers un fin de semana. La verdad es que es curioso que solo porque le vean en mi Instagram luego le hablen en la calle.

¿No le da un poco de pudor que desconocidos como yo sepamos tanto de su vida y conozcamos su casa, por ejemplo?

– La verdad es que no. Es más, que sepa cómo vives o quién eres te convierte virtualmente en una especie de amigo de quien lo ve. Te conocen, saben muchas cosas de ti y, al final, se crea como una conexión, un vínculo que es bonito y que luego deriva en que te quieran de alguna manera, que te tengan alguna especie de aprecio o cariño. Obviamente siempre tienes metido en la cabeza: “¡Joder, saben dónde vivo!”, pero es a lo que te expones, y sin esta exposición no está ese cariño. Hay que valorarlo, pero a mí no me preocupa.

Su charla antes de los V Reconocimientos de DEIA a las Mejores Iniciativas Digitales se titula: “Ama, aita… Quiero ser youtuber”. ¿Cómo se lo dijo usted?

– Yo no tuve que decírselo porque no existía ese concepto. Yo simplemente subía vídeos a YouTube sin todo este mundillo que, poco a poco, se fue generando. Cuando mi ama lo veía en televisión decía: “Anda, pero si mi hijo hace esas cosas y gana un dinerillo”, pero en mi caso fue algo mucho más normal porque ya estaban acostumbrados a que hiciese vídeos antes de ese boom.

¿Se considera una celebridad?

– Es verdad que tengo una gran cantidad de seguidores y sé que me conoce mucha gente. Si eso es “una celebridad”, puede ser.

ElRubius, Wismichu, Haplo Schaffer, Dalas… ¿Tienen algo que ver con usted? Porque muchas veces metemos a todos los youtubers en el mismo saco.

– Tengo la impresión de que se nos mete a todos los youtubers en el mismo saco siempre que pasa algo malo. Entonces es cuando se dice: “Ay, los youtubers”. Pero cuando surge algo positivo se individualiza.

¿Se conocen entre ustedes?

– Sí tengo relación con otros youtubers y empatizo mejor con unos que con otros del mismo modo que cualquiera en su trabajo tiene a gente con la que se lleva mejor y con la que se lleva peor. Pero no nos relacionamos con muchos de esos personajes que nos dejan en evidencia.

En YouTube, un profesor de magia; en Twitter, un gamberro; y en Instagram, un seductor. No me creo que le haya salido sin querer…

– Ha sido sin querer, créeme, porque cada red social muestra un poquito de mí. Cuando empecé en YouTube hace cinco años era un chaval pero todo lo que he hecho en mi canal ha sido siempre muy serio, muy correcto. Esa es una faceta mía: tengo mi saber estar y sé hacer las cosas bien cuando hay que hacerlas. Pero gran parte de mí también es ser gamberro, un poquito cabroncete, incluso, en un ámbito de más confianza, con mis amigos, en un círculo más cerrado… Gracias a Twitter e Instagram lo he podido mostrar y parece que a la gente también le ha gustado, es más, diría que ha tenido incluso más éxito que la magia. Son las dos facetas de mí complementarias y que muestran cómo soy realmente.

¿Ha tenido algún problema con alguna asociación de magos por revelar trucos?

– Sí. De hecho, llevaba varios meses yendo a la de Gipuzkoa, Xixka, y cuando se enteraron de mi actividad en YouTube me advirtieron: o dejaba de hacer los vídeos o no podría seguir acudiendo. Yo sabía entonces que no hacía las cosas del todo bien en YouTube porque aprendía algo y lo compartía, y algunas cosas no tenía que haberlas enseñado. También pienso que estas asociaciones tienen una mentalidad todavía un poquito arcaica y me parecen elitistas, incluso. No obstante, van evolucionando porque he estado con gente que pertenece a otras asociaciones y parece que, paso a paso, la mentalidad va cambiando.

En Instagram actúa casi como un modelo.

– Aunque no lo parezca viendo mi Instagram, no me gusta que me saquen fotos. De hecho, me gusta la fotografía, y grabándome a mí mismo para YouTube estoy muy cómodo, pero que me saquen me cuesta un pelín más. Aun así, me animo: “Venga, que luego salen cosas guays”. Solo intento tener un Instagram bonito para complementar mi perfil. Pero de Instagram en lo que me centro es en los “stories”, los vídeos cortos que solo duran un día, para contar cosas y mostrar mi vida.

¿Le invitan a todos esos viajes?

– En el último viaje que he podido hacer, junto a una pequeña start-up de Valencia que se llama Airhopping, sí me invitaron con todos los gastos pagados, y se lo agradezco. Además, fue una propuesta mía porque me gustaba el concepto de su empresa, que mediante un algoritmo, relaciona destinos muy, muy guays. Yo les hice promoción, me fui de Italia a Dinamarca durante cuatro o cinco días y la verdad es que fue estupendo.

¿Facebook es para los de nuestra generación la primera red social pero para usted y sus seguidores es la última?

– Así es. Facebook para mí es esa red social tan perfecta que tiene de todo… Y que por eso no me gusta. No me gusta su algoritmo ni me gusta visualmente. Mi red social favorita ha sido y es Twitter: en ella me he pasado muchísimas horas y en ella he explotado y he sacado mayor partido a mi faceta de humor y cachondeo… Incluso casi todas mis relaciones con grandes youtubers que ahora son buenos amigos las he hecho en Twitter. Facebook es lo contrario: no nos gusta nada a ninguno. De hecho, cada vez que entro a Facebook veo vídeos y posts que me dan ganas de salir. Mi perfil personal lo uso para poner algo de vez en cuando: una vez al mes, como mucho. Y mi página de Facebook ahora ni la utilizo y antes la usaba para subir contenidos porque tenía contacto con algunas páginas importantes desde las que me decían: “Sube que te lo compartimos”. Pero ahora mismo lo tengo un poquito abandonado porque Facebook no, no me gusta.

¿Cuántos “inputs” recibe cada día en sus diferentes redes sociales, incluyendo WhatsApp?

– La verdad es que WhatsApp no lo utilizo mucho: tengo a mis amigos y amigas, familiares, cosas de trabajo… Pero no le doy mucha caña, le doy más caña a Instagram o Twitter. Durante un día recibo miles de inputs y, obviamente, no llego a todos aunque casi siempre intento responder a las menciones o los mensajes. En Twitter en verano puedo alcanzar a los doce millones de impresiones, que es una barbaridad, porque todo el mundo está con el móvil en la mano por el día y por la noche hasta más tarde.

¿Vas a acabar viviendo en Andorra por la velocidad de conexión? Ya sabrá que algunos youtubers se han mudado a ese país y, de paso, pagan menos impuestos

– Entiendo pero no comparto por qué se han ido muchos youtubers a Andorra. En mi caso no es una posibilidad: ni me lo planteo ahora mismo, para nada.