Las cosas, claras

El macrocentro para personas refugiadas en la CAV que, por sorpresa, ha anunciado el gobierno español, ha sacudido a más de uno. Xabier Legarreta, director del gobierno vasco en la materia, tuiteó clara y rápidamente: “Nuestro modelo de acogida y asilo impulsa un acompañamiento individualizado desde la propia comunidad”, “trabaja con iniciativas como el patrocinio comunitario” y “propicia la integración social, huyendo de macrocentros que pueden propiciar la guetización”. Miren Gorrotxategi se ha manifestado en el mismo sentido. Y Eneko Andueza se ha descolgado porque entre el PSOE y Euskadi, él lo tiene claro.

Carmena no dijo eso

No veo ningún problema en mostrar arrojo al hacer una ley, tu primera ley importante, cometer errores y corregirlos con humildad. Políticamente eso muestra ciertos valores: audacia, reflejos y ganas de mejorar. ¿Quién que se presente a unas elecciones no quiere ser relacionada o relacionado con ellos? Lo que no entiendo es el empeño de Podemos con la ley del “solo sí es sí”, con errores evidentes que permiten la rebaja de penas a agresores sexuales, y la capacidad que han desarrollado de creerse su argumentario, saliendo a reprochar incluso a Manuela Carmena lo que no ha dicho: que estuviera en contra de la norma.

Ellos lo vieron antes

Cuando vi la noticia sobre la inspección de Trabajo en las cuatro grandes firmas de consultoría me acordé del vídeo que los humoristas de Pantomima Full dedicaron al tema: chavales con trajes que trabajan lo que les echen a cambio de promesas de mejora o poder comprarse un reloj del que fardar, mientras utilizan una jerga con la que creen que se dan importancia. Rápidos como son, Alberto Casado y Rober Bodegas relanzaron el vídeo que expone, concentra y ridiculiza lo peor del mercado laboral: la explotación que parece voluntaria y las oportunidades de mierda generalizadas vestidas como casi únicas.

¡Zasca!

Las criptomonedas han estado remontando después de escarbar su suelo. Lo sabíamos porque, rápidamente, en varias webs aparecieron recomendaciones de compra e inversión ante un nuevo ciclo alcista, según aseguraban irresponsablemente. Pero todo ha saltado con un nuevo escándalo, el de la acusaciones de lavado de dinero en Bitzlato, otra operadora de criptomonedas, y la detención de su fundador, el ruso Anatoly Legkodymov, asentado en Hong Kong, desde donde “albergaba las carteras digitales de delincuentes” (Bolsamanía). Una sospecha que siempre tuvimos de ese universo y que, por fin, parece que se confirma.

Se vende Twitter a trozos

No soy la persona que más dinero ha ganado del mundo, pero tampoco soy la que más ha perdido. Ambos récords los ostenta hoy la misma persona, Elon Musk, el dueño de Twitter que está subastando los logotipos, neveras, sillas y mesas que había en el edificio. Lo que me lleva a otro escenario: eres un desarrollador de la red social a la que todo el mundo mira y no te queda más remedio que acudir a unas oficinas desangeladas con un jefe que apareció con un inodoro el primer día y que te exige matarte a trabajar hasta que encuentra a alguien tan tonto como para darle el relevo, según sus propias palabras. Qué planazo.

Marruecos, también

No me sorprendió lo de Qatar y tampoco lo ha hecho lo de Marruecos: alguno de los eurodiputados acusados de aceptar sobornos de la dictadura que ahora alberga el Mundial también podría haber recibido generosos detalles de Rabat para influir. “El Catargate abre ya una caja de Pandora que podría ser mucho mayor”, adelantan en Público, y no les falta razón: La justicia belga ha abierto el melón sobre las posibilidades de influencia de países y, por qué no, de empresas en el Parlamento Europeo. Una cámara muy importante, decisiva, y muy alejada del control y la presión mediático necesarias.

Solo el fútbol

De Marruecos me quedo con el fútbol y con las celebraciones de quienes conviven con nosotras y nosotros, y han sabido jalear a su equipo sin provocar ningún desperfecto grave en el mobiliario urbano. Pero su gobierno, lo hemos visto durante toda la vida, deja mucho que desear a casi todos los niveles. También su propaganda, con la que intenta lanzarse como líder del mundo árabe gracias al Mundial (y con el permiso de Qatar): “Durante mi paso por Qatar vi muchas banderas de Palestina, pero no encontré una sola bandera saharaui… Una causa olvidada para los propios árabes. ¿Alguien ha visto alguna?”, tuiteaba Mikel Ayestaran.

“Os creéis dioses”

Yo no sé qué se cree Pablo Iglesias, pero sí sabemos, porque no se corta, lo que va opinando del periodismo (él lo hace mejor) y algunas y algunos periodistas en concreto. Su cruzada contra la prensa, la misma que le ayudó a llegar donde está, ni es justificable ni es justa (esta vez, le ha tocado a Iñaki López). Si uno escribe, como hago yo cada día, como hace él, tiene que aprender a leer (lo que digan de mí). Lo que no resulta razonable es que Iglesias pretenda que él y las y los suyos estén por encima de la opinión, por injusta que esta sea. Por cierto, ¿cuándo hablamos de cómo ningunea él a Belarra como líder de Podemos?

Algo no está bien hecho

No dudo de las buenas intenciones de Irene Montero cuando impulsó su cambio legislativo, como no lo dudo de casi ninguna política o político. Pero es evidente que en el caso de la ley del “solo sí es sí” algo no está bien hecho: “El Supremo rebaja a la mitad la condena de un abusador de menores por la ley”. “El número de condenados que se ha visto beneficiado por el nuevo marco de penas asciende al menos a 60”. Me desagradan por completo las y los periodistas que alientan el alarmismo, pero frases como esta de El Periódico de España tienen que provocar una reflexión, por lo menos: “12 personas han sido excarceladas”.

Son de chiste

Que Vox vuelva a pensar en Santiago Abascal para liderar otra moción de censura después de no haber encontrado a una candidata o candidato no político seguro que ha dibujado una sonrisa a Sánchez o Núñez Feijóo, y a mucha más gente. Pero la que da para la carcajada es esta nota de Europa Press: “Vox votará en contra de los Presupuestos de Ayuso en la Comunidad de Madrid”. Entre sus argumentos, el partido de extrema derecha asegura que “no pueden votar a favor ni abstenerse ante ‘un presupuesto de la izquierda con el PP’”. Son de chiste, es cierto, pero también son quienes han vivido muy bien siendo fachas de toda la vida.

La tragedia en Gaza

El verano, el calor y el otoño crítico que nos espera no pueden facilitar que se nos pase la terrible tragedia que están viviendo en Palestina y que medios y organizaciones internacionales se desgañitan por contarnos: “Al menos 24 palestinos, incluidos 6 niños y una anciana han muerto y otros 215 han resultado heridos, incluidos 96 niños, 30 mujeres y 12 ancianos, desde el comienzo del ataque de Israel a Gaza el viernes, según el Ministerio de salud palestino”. El resumen en forma de tuit es de Raquel Martí, directora ejecutiva de la oficina de Naciones Unidas para las personas refugiadas palestinas.

Condena a los negacionistas oportunistas

Aunque escandalosa y lejana, la condena a Alex Jones es importante para todo el mundo: el desinformador (tiene un programa de radio muy conocido en EE.UU. por sus teorías de la conspiración y dirige una web de fake-news) había afirmado que el tiroteo en la escuela de primaria Sandy Hook, en Connecticut, en 2012, era falso y que las madres y padres de los 20 niñas y niños de 6 y 7 años asesinados, eran actores. Hook, por supuesto, también ha difundido ideas favorables al trumpismo y, lo más significativo, es que se ha hecho millonario con sus mentiras, falsedades y malas intenciones. Su derrota judicial tiene que ser revulsiva.

La vida en Madrid

Macarena Olona se empeñó en ser la cabeza de cartel de Vox en las elecciones andaluzas pero parece que nunca pensó realmente en mudarse a la comunidad del sur: en El Plural cuentan que planteó a Abascal convertirse en senadora autonómica por Andalucía y, a la vez, portavoz parlamentaria en su parlamento. De ese modo seguía teniendo relevancia en ambos espacios y, lo más importante para ella, según la crónica: seguía viviendo en Madrid. Hoy sabemos que la dirección de Vox no aceptó el planteamiento y que la alicantina ha anunciado que abandona la política por problemas de salud. Casualidad. O causalidad.

El marco equivocado

Después del paréntesis estival los partidos estarán (o deberían de estar) volcados en las próximas elecciones municipales y, en el caso de Euskadi, forales. La elaboración de cientos de listas no es nada fácil y la campaña, se lo aseguro, es complicadísima. Pero Podemos y Yolanda Díaz siguen ocupados en la candidatura para las Generales. No lo digo yo ni Libertad Digital. Lo leemos en Público: Belarra y Vestrynge quieren evitar ser absorbidas por Sumar, pero dentro del propio Podemos hay fuerzas (IU, PCE, En Comú Podem, Galicia en Común o Alianza Verde) que invitan a pasar página al partido morado y ceder el protagonismo al nuevo proyecto.

La urgencia

“España es un coche que se dirige a toda velocidad hacia un muro y ese muro se llama ‘sequía’”, leemos con tono trágico en Xataka. Pero Euskadi no se libra: en el norte del país ya hay restricciones y en el sur puede empezar a haberlas en cualquier momento. Todos lo vemos, pero los números crudos son los que llevan a esa analogía del coche y el muro: “En los últimos tres meses ha llovido un 46% menos de lo que tendría que llover. De hecho, en julio esa caída ronda el 70%. Esto se suma a que desde el 1 de octubre de 2021 (la fecha en la que comienza el año hidrológico) ha caído solo un 25% de lo normal”.

Esto no va así

Luis Rubiales contrató a una agencia de detectives para que siguieran al subdirector del diario El Mundo y, así, saber quién era la fuente que Esteban Urreiztieta manejaba. Por lo que parece, el presidente de la RFEF no consiguió su objetivo, pero ahora sí se lleva el escarnio de parecer un tipo con actitudes mafiosas que no se entera de qué van las garantías que aseguran el derecho a la información. Y de propina, la demanda del periódico, que defiende a su empleado. Pero no es el único: en el lodazal de Twitter hay políticos que llevan años señalando a periodistas que no les gustan, al más puro estilo Rubiales.

Que alguien avise a Belarra, por favor

“Belarra contra Sánchez: ‘No se perciben objetivos políticos claros en la coalición’”, leo en El Independiente y, rápidamente, pienso en que estaría bien que alguien con mucho tacto (es decir: no sirvo yo) avise a la secretaria general de Podemos de que ella también forma parte de ese gobierno de coalición, que es la máxima representante de uno de los dos partidos y que algo tendrá que decir también sobre los objetivos de la coalición. ¿O el único objetivo de ambos partidos es sobrevivir y llegar a la siguiente curva del camino para ver qué viene después y cómo lo sortean? Porque es lo que parece desde hace mucho tiempo.

Ser concejal de Vox

Si un partido pierde casi la mitad de sus concejales en tres años, sin que medien elecciones municipales, y pese a que ese partido haya alcanzado su mayor cota de poder (el gobierno de coalición en Castilla y León), algo va muy mal en ese partido que, evidentemente, es Vox. En la pieza de El Español que ha llegado a Menéame hablan del férreo control sobre cualquier acción o comunicación municipal y de la imposición de mociones pensadas a nivel nacional, para explicar la salida de concejales (más de 200 de un total de 530) que, en su día, accedieron a representar a la ultraderecha en sus propios municipios. Ahí es nada.

Otra burbuja

Me sorprende ver la naturalidad con la que la juventud, tan preocupada por la precarización del mercado laboral al que acceden, no tenga ningún reparo en participar de esa precarización contratando servicios de envío de comida rápida por medio de “riders”. Una precarización que se autoalimenta y que, además, es un artículo de lujo, realmente (no lo puede ser menos tener esclavos por momentos): en Xataka encontramos una especie de revolución de algunos restaurantes que ofrecen precios más bajos e incluso descuentos cuando el pedido de comida es directo, sin pasar por esas apps que tanto, tanto daño hacen sin que lo parezca.

¡Es mi oportunidad!

He llegado a una edad en la que puedo leer tantas novelas al año de autores a los que conozco como clásicos de la literatura. Simplemente, mis coetáneos que soñaban con escribir han acumulado sabiduría, experiencias y contactos para hacerlo, y admiro a todos ellos. Cuando les leo pienso que mi mayor miedo si lograse escribir una novela (algo para lo que no estoy capacitado) es que me leyesen. Pero después de leer la pieza en Magnet sobre las cifras de ventas de libros he encontrado consuelo: “el 86% de los títulos que salen venden menos de 50 ejemplares al año”. “Solo el 0,1% vende más de 3.000 copias”.

¿Qué van a pedir a Podemos?

El espionaje del Estado a políticos vascos y catalanes, y de algún agente externo (varios dedos señalan a Marruecos) al presidente y varias ministras y ministros españoles, es el desencadenante de varias crisis importantes: con Cataluña, con el Sáhara y Argelia, y dentro del propio gobierno. La dualidad de Podemos habla mal, principalmente, de Podemos. Pero, ¿qué podemos pedir a Belarra y su equipo si las y los ministros socialistas están también echándose los trastos a la cabeza: Robles y Bolaños buscan la culpa en su oponente mientras Sánchez sigue buscando una cabeza que entregar.

Pero Belarra insiste

Yo no lo entiendo: no entiendo que la líder de un partido que cuenta con una vicepresidenta (por muy mal que se lleve con ella) y cuatro ministras o ministros (empezando por ella misma) hable del gobierno español en tercera persona, como si no fuera con ella, como si no fuera ella una de las que se sienta en el consejo que preside Pedro Sánchez los viernes. Pero Ione Belarra insiste en hacerlo, en jugar a ese doble papel de ser ejecutivo y oposición al mismo tiempo para desmarcarse de los hechos noticiosos complicados de gestionar. Y eso, yo también insisto, erosiona a Podemos más que a ningún otro partido.

“Refugio de delincuentes internacionales”

Evidentemente, el tuit de Niporwifi (un tuitero que explica muy bien el crimen organizado internacional, ETA, incluida) iba con toda la intención: “Salta la sorpresa. Emiratos Árabes Unidos es un refugio de delincuentes internacionales”. Porque se trata del país, precisamente, elegido por Juan Carlos I para autoexiliarse. Y aunque el titular y la estancia den pie al chiste fácil, no es una casualidad, evidentemente. El rey emérito sabía el país que escogía para alejarse de los procesos e investigaciones, y el dictador de turno (no sé si es emir o jeque pero, ¿qué más da?) también sabía lo que hacía cuando le acogió.

Ni una pandemia, ni una guerra

Antes de 2020, en esta misma columna, atribuía a la ausencia de una guerra y una pandemia que tuviéramos que sufrir a los negacionistas e idiotas similares. Hoy, con una pandemia y una guerra a las puertas de Europa retransmitida casi al minuto, seguimos aguantándoles: “Sobre los casos de hepatitis de origen desconocido en niños, me señala un colega médico que habría que preguntarse por las edades específicas de los niños que presentan estos cuadros. No están vacunados, nos dicen. Pero ¿están mamando de madres vacunadas? Interesante pregunta”. La autora de semejante memez es la recurrente Bea Talegón.

Fútbol

La temporada de regreso a los estadios nos ha dado mucha intensidad y algunas alegrías a las y los seguidores del fútbol vasco de Primera y Segunda (demasiada intensidad y pocas alegrías, de momento, para Amorebieta y Alavés). Más allá de nuestros campos el fútbol nos está regalando momentos extraordinarios, y cualquiera que disfrute del deporte y no sea solo hooligan de unos colores, puede entenderlo: lo del Real Madrid en esta Copa de Europa está siendo espectacular. El viejo rico sigue dejando en la cuneta a esos clubes agigantados con los millones de los sátrapas y, quién lo iba a pensar, se ha convertido en el faro de los románticos.