«Siempre hay un nivel más»

En su hilo sobre la preocupante situación de Brasil, una vez más, provocada por la extrema derecha, el populismo y neoliberales como Vargas Llosa o Neymar, Jorge Galindo describe “la lógica circular de la conspiración: siempre hay un nivel más de duda al que acudir”. Si Bolsonaro (después de llenar Brasil de armas) no sabe que sus dudas refuerzan la espiral y la escalada de violencia, malo. Si lo sabe, directamente, tiene que ser juzgado por algo más que la opinión pública e incluso la historia. Un Trump de Aliexpress al que no se puede blanquear de ninguna manera. Y quien lo haga tiene que ser claramente señalado.

No hay diferencia

No hay diferencia alguna entre quienes defienden a Bolsonaro y quienes defienden a Putin. Son colaboradores del fascismo contemporáneo y parecen en Twitter lamebotas del uniforme de las SS. Ricardo Marquina, periodista en Rusia, explicaba con claridad meridiana lo que hace el del Kremlin, o lo que es lo mismo, lo que justifican quienes le defienden, precisamente: “Rusia suspende los acuerdos para exporta trigo desde Odesa por el ataque de hoy a la flota del Mar Negro, ataque considerado como ‘terrorista’ por Moscú. El crucero atacado lanzaba periódicamente misiles contra infraestructuras civiles ucranianas”.

La vergüenza

Para lo de Bolsonaro, lo de Putin, lo de Xi Jinping (que tiene defensores entre comunistas y neoliberales) o lo de Trump, me vale el tuit de Diego E. Barros: “Sabíamos que la primera víctima de una guerra siempre es la verdad. No sabíamos que para alguno también era la vergüenza”. Porque algunos en el frente matan; otras y otros, en el Kremlin y en Rusia Today, arman los argumentarios, y finalmente una horda de sinvergüenzas los difunden en Twitter, las tertulias en las que ya todo da igual o en grupos de WhatsApp y Telegram en las que los más russkies aplaudirán y otros verán al primo que siempre fue medio tonto haciendo de las suyas.

Pero, ¿qué pasa?

“Tres jóvenes asesinados en la noche de Halloween, uno tiroteado en Málaga y dos apuñalados en Sevilla y Tarragona. A estos crímenes se añade una larga lista de sucesos registrados, con dos apuñalados en zonas de ocio de Sevilla y Granada, otro en Seseña (Toledo) y la detención de 18 menores por agredir a varias personas en la Feria de Abril de la capital hispalense”. La noticia es de El Periódico de España y tiene que invitar a la reflexión y movernos a la acción: algo estamos haciendo muy mal si la violencia se trata casi como una nota de sucesos y una práctica inherente a la juventud, como ya hizo Anthony Burgess.

Un gran titular

Al contrario de lo que hemos descrito en el párrafo anterior, este titular de Mikel Segovia en El Independiente es una estupenda noticia: “Los vascos creen que la inmigración mejora su economía y empleo y no daña su identidad. Un informe del Observatorio vasco de Inmigración revela que la tolerancia ha mejorado y sólo el 6% de la población ve la llegada de inmigración como ‘un problema’”. El informe refleja una visión realista que no está condicionada por los innegables problemas que pueden generar algunos grupos aislados, como pretenden algunos incluso organizados en partidos políticos, populistas y de derechas.

Una nueva realidad

Yo no voy a hacer planes para verano, ni para el próximo otoño (ni conciertos, ni grandes reuniones con familia o amigos), tampoco para la Semana Santa que viene. Creo que en el mejor de los casos, recuperaremos cierta normalidad en 2022, con dos ciclos anuales enteros superados, con más confinamientos cuando empiecen los repuntes y puede que con una primera vacuna. Creo que esto es lo que nos espera, sobre todo, atendiendo al anuncio de la OMS de que viene “una nueva realidad”. No vamos a volver pronto a la normalidad, y cuando los niños vuelvan a la ikastola no será porque el virus haya desaparecido.

Igual si lo dice Macron…

Llevo más de 30 días de confinamiento y teletrabajo (lo que significa: más de 30 días seguidos trabajando). En este tiempo no sé cuántas veces he escrito ya en esta columna, Twitter o WhatsApp que esta es una crisis sanitaria mundial para la que ningún gobierno estaba preparado. Tampoco ningún partido de la oposición. A ver si ahora que lo ha dicho Macron, con mucho más carisma que yo, alguien lo escucha: el francés, igual que todos los estados, está haciendo lo que puede, buscando el material sanitario que falta en todo el planeta y reaccionando sobre la marcha, que es la única manera.

El contexto importa. Y mucho

Lo que dice Macron tendríamos que repetirlo a diario los periodistas, en todas nuestras columnas, crónicas o noticias sobre el coronavirus, para ceder menos espacio a los bulos. Jorge Galindo también hace una aportación en Twitter: tenemos que dejar de usar las cifras sin contexto y sin sesgo. Si hay más positivos porque hay más tests hay que decirlo. Si las cifras mejoran o empeoran no hay que ocultarlo. Y todas las comparativas, todas, hay que hacerlas explicando que ninguna comunidad o estado está contando o testando igual a enfermos y fallecidos con o por coronavirus. El contexto es muy importante estos días.

No hay que dejar espacio a las conspiraciones

Si somos rigurosos, si no nos dejamos llevar por dar noticias alarmistas o por descubrir la última miseria provocada por el coronavirus, los periodistas estaremos haciendo mejor nuestro trabajo porque estaremos achicando el espacio a quienes crean y difunden bulos, y a los aficionados a las teorías conspiranóicas que, como apunta César Calderón en Twitter, parece que se han multiplicado. Primero fue que el virus había sido creado, ahora, que los gobiernos quieren muertos a los viejos para ahorrarse la pensión. Da igual la barbaridad, importa que los periodistas no estamos ayudando a pararlas.

Los que faltaban

Sí, los periodistas lo estamos haciendo mal. Pero algunos lo están haciendo peor, como los que buscan el cabreo de la gente. Y los que forman parte de la lista de periodistas que se muestran prescindibles por voluntad propia son los cortesanos: con la que está cayendo y cómo está actuando, hablar bien de la Casa Real española es hacer ciencia ficción o servilismo. Sugerir el 14 de abril que esta rancia institución tiene éxito en las redes sociales durante la crisis sanitaria que vivimos tendría que ser de juzgado de guardia. Insisto con pena: qué oportunidad está perdiendo el Periodismo de todo tipo para mostrase fiable.

Tirar una carrera por tus ideales

Suena bien, ¿verdad? Hay personas dispuestas a tirar por la borda una carrera prometedora por sus ideales. Pero hay ideales que no merecen alabanzas, precisamente: James Damore ha sido despedido de Google después de promover un manifiesto contra el trato de favor que, según él, reciben mujeres y minorías. Eduardo Arcos explica muy bien en Hipertextual cómo ha manipulado datos para darse la razón y cómo le aplaude la extrema derecha estadounidense.

Y otros te sorprenden…

Al mismo tiempo que en el epicentro de la innovación, Silicon Valley, encontramos a James Damore, en el ejército estadounidense, que uno se puede imaginar como un mundo casposo, encontramos a los “Jefes de los Marines, la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea… todos al unísono, y en contraste con Trump. Poca broma” (Jorge Galindo). Todos ellos se oponían a los nazis que se manifiestan en EE.UU. y con los que el presidente se muestra imperdonablemente tibio.

Turismo sin turistas

El humorista Miki Nadal resumía en un tuit las contradicciones que en Euskadi y en España están mostrando algunos turistas que luego se quejan del turismo, manifestaciones y pintadas incluidas: “Tenemos que encontrar la manera de que los turistas manden desde sus países el dinero que se iban a gastar aquí, pero sin venir a molestar”. Así de fácil, así de irreal y así de tonto. Sí queremos su aportación y no queremos su presencia. No puede ser. Es hora de despertar.

¿Está bien reírse del rival?

No lo creo, pero en el PSG están haciendo un arte de la venganza sobre el FC Barcelona. Y hay que reconocerlo (y disfrutarlo) Durante el pasado Real Madrid – Barça tuitearon desde su cuenta en inglés una foto de Neymar encogiéndose de hombros como si estuviera extrañado del mal resultado de su exequipo sin él. Los franceses (o cataríes) van a hacer toda la sangre que puedan de los azulgrana, que sufren el fin de un ciclo brillante. Valverde, ¿dónde te has metido?

El mérito propio, por encima

El FC Barcelona ha sido el principal rival del Athletic Club en los últimos diez años. Nos han ganado tres finales de Copa y nosotros una Supercopa, un título menor según los catalanes cuando se la arrebató el Athletic, un trofeo relevante este agosto que lo han jugado Real Madrid y Barça, según la prensa de Madrid y la de Barcelona. Miguel Ángel Puente recordó con acierto a aquel equipo rojiblanco que fue campeón contra Messi, Neymar y Luis Enrique.

Y llegaron los púnicos

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Como imaginarán, no me refiero a los cartagineses, sino a los 51 detenidos ayer en el marco de la “operación púnica” contra la corrupción en España. Entre ellos, varios altos cargos (alcaldes y un diputado provincial) del PP y un alcalde del PSOE. La reacción ante semejante escándalo se sintió especialmente en Twitter, donde quienes se suponía que debían remar a favor del PP, además, echaban leña al fuego, como quien lleva el Twitter de las Nuevas Generaciones: “No podemos permitir que haya personas corruptas que utilicen nuestras siglas para enriquecerse”.

En el PSOE miran a Podemos

La acumulación de noticias sobre detenciones de políticos y empresarios por “apañar” contratos públicos por valor de 250 millones de euros eclipsó la elección de Pablo Iglesias como jefe de Podemos gracias a la maquinaria televisiva y twittera (cada día más parecida, por cierto). Y eso es lo que preocupa al PSOE, como leemos en ‘El Confidencial’: la pérdida del segundo puesto que alcanzaría Podemos aplastaría al partido de Pedro Sánchez e Idoia Mendia. Que un alcalde suyo aparezca en “apaños” con los del PP, desde luego, no les ayuda.

Zorionak, Efrén!

Entre tanto barro da gusto que podamos hablar, también, de Efrén Vázquez, y que podamos felicitarle por su éxito en Malasia, por el que también le felicitó Andoni Ortuzar en Twitter. Un éxito que quisieron empañar quienes le criticaron por celebrarlo con una Ikurriña, a los que el propio piloto respondió en la misma red social: “Para los indignados por la foto de la Ikurrińa, es mi forma de decir GRACIAS a mi ciudad y a la gente por la que hoy he podido ganar en Malasia. Sin su apoyo, no solo moral, sino también económico de todos los bilbaínos y vizcainos… ¡GRACIAS! ¡Yo os debo mas que nadie! De corazón”. Gracias a ti, Efrén.

Ya estamos todos

La reina Isabel II de Inglaterra ya está en Twitter. Eso quiere decir que ya estamos todos y que puede empezar la fiesta… O no. El aterrizaje de “her Majesty” y la generalización del uso de esta herramienta cuyos propietarios, a su vez, quieren modificar para que se parezca a Facebook en la entrada de publicidad, nos indica lo que les he apuntado un par de párrafos más arriba: que Twitter empieza a ser como la televisión. Como la televisión y, al mismo tiempo, como un salón de casa compartido con todos los vecinos de la escalera.

Y a todos nos puede Twitter

Por medio de Twitter también se ha generalizado la expresión “ser cuñado”, que viene a ser comportarse como lo que Ramón de España llamó “truño”: el típico dominguero sabelotodo que siempre lo consigue más barato que tú. Pero el pasado domingo, como nos recuerda Jorge Galindo en su blog, muchos fuimos un poco “cuñados” por la parte de sabelotodos, cuando criticamos e hicimos chistes sobre la decisión de Renfe de parar 60 minutos sus trenes por el cambio de hora. Pues bien, es una decisión consensuada con otras operadoras de Europa y, al parecer, la más lógica. Por suerte, alguien nos recuerda que hay que mirar antes de cruzar.