Estoy seguro de que Pedro Sánchez creerá con firmeza que la sentencia de los ERE no va con su PSOE porque no es el de los barones, ni el de Susana Díaz, ni el de las viejas glorias socialistas. Pero está equivocado: su PSOE es el PSOE, y las condenas a las que fueron grandes figuras de su partido le salpican, aunque no se hayan enriquecido directamente (pero sí hubo quien se lucró, ¿o a dónde fue el dinero?). Pero no es menos cierto que para algunos, más concretamente, para algunas, la salpicadura es una ola. ¿Qué va a hacer Susana Díaz, que fue la sucesora de los condenados para levantar su imagen y la de “su” PSOE?
Pero, ¿esto cómo va?
Podemos, IU y su entorno van a consultar a sus bases si ratifican o no el acuerdo que Pablo Iglesias alcanzó con Pedro Sánchez en tiempo récord. Yo pensaba, básicamente porque ellos lo dijeron, que esto iba al revés y que su afiliación (los famosos “círculos”) tomaba las decisiones y no se limitaba a “ratificarlas”. También pienso son las direcciones de los partidos las que tienen que liderar y los militantes y simpatizantes seguirles… O no, por lo que me parece bien lo que hicieron Iglesias y Sánchez (ojalá lo hubieran hecho sin repetición electoral, eso, sí), pero el problema de Podemos, una vez más, va a ser la gestión de la expectativa.
Sí, va a suceder
No sé si Alberto Olmos está tirando de ironía, como aseguran algunos en Twitter, o aprovecha su columna para reflejar y alentar esa tipología de español que se echa a temblar ante la idea de que el estado de las autonomías vaya esta vez en serio: “Como es obvio, la culpa de este modelo de política dependiente de los señores la tiene el PNV, un partido enervante en su pequeñez y en sus seis señores. Que la vida de un país dependiera de seis vascos era malo, pero que dependa ahora de un señor de Teruel es ya una broma macabra fruto de tantas elecciones consecutivas”.
Incluso con los datos…
Incluso con el desglose de los datos que hace Miquel Roig el rescate bancario parece un atraco a mano armada: de los 65.000 millones que costó, 23.000 los puso el fondo de garantía de depósitos de los bancos… Y las cajas de ahorro (por lo que también hay dinero público). Los otros 42.000 millones largos los pusimos directamente los contribuyentes, según las últimas cifras. No estoy en contra de este rescate porque la alternativa de un desastre financiero era claramente peor, pero sí creo que cualquier abuso posterior de la banca a sus clientes es más doloroso, sangrante y sinvergüenza, y que tendría que haber un control “social”.
Sí, se trata de repartir el pastel
Fíjense en este tuit del periodista Mateo Balín. Voy al grano que la ironía, en este caso, creo que sobra: “Robert Moreno va a cobrar medio millón de finiquito por cinco meses de trabajo (…) Por 1,5 millones, por ejemplo, la Liga femenina ha ido a la huelga por un convenio digno”. La huelga de las futbolistas, como les he dicho desde que se anunció, no es solo por el fútbol, es por la igualdad que se consigue repartiendo el pastel de un modo más equitativo. Todo lo demás son brindis al sol y fotos con fondos rosa. Todo se arregla repartiendo mejor la tarta, ni nuevos patrocinios, ni futuros contratos televisivos, ni otras excusas.