El PP vasco empieza «fuerte»

El PP vasco ha estado promocionando un anuncio en Facebook que no cumple con las normas de la red social para este tipo de contenidos pagados. Ni siquiera ha avisado de que se trata de contenido político, como obliga la red social por un principio de transparencia. Pero es que el PP no buscaba precisamente transparencia: el mensaje era sobre los muertos durante la pandemia que, según Carlos Iturgaiz y Ana Pastor, el gobierno español había ocultado. Este es el único que incumple del total de los doce anuncios que ya ha puesto en marcha la coalición PP-Ciudadanos, con la campaña aún por empezar, según Eldiario.es.

Tebas pide menos impuestos al fútbol

El dinero que mueve el fútbol es obsceno, se mire como se mire. E insostenible. Ese torrente de millones forma una burbuja que se sostendrá mientras todos puedan abrir el grifo y dejar que salgan los billetes. Pero hay señales en esta industria que muestran fragilidad: Tebas ha pedido una rebaja fiscal para que los mejores jugadores y técnicos no se vayan a otras ligas y, como consecuencia, baje el valor de los derechos audiovisuales. Una rebaja fiscal. Hay que tener la cara muy dura para no sonrojarte mientras haces esa petición. Si ganan que paguen. Es así de sencillo. Lo sé porque lo hacemos todos.

Lo transmiten los jóvenes

Ya no soy joven ni para transmitir el coronavirus: “Adultos de 20 a 39 años están en el origen de la mitad de los focos identificados en Japón. Personas jóvenes sin síntomas inician gran parte de los brotes de Covid-19”. Esto es lo que tuiteaba Juan Ignacio Pérez junto a un artículo en La Vanguardia. Al final, parece que los niños tampoco eran los principales transmisores. Pero es inútil culpar de haberlo creído a Fernando Simón, la OMS o Nekane Murga. Seguimos averiguando cosas de esta pandemia, y pasarán aún muchos meses hasta que tengamos la vacuna y las primeras certezas sobre la enfermedad.

¿Tuitear con audios?

El movimiento es interesante: después del éxito de los audios en WhatsApp, Twitter propone tuitear con este tipo de archivos. 140 segundos para decir lo que queramos. ¿Tiempo suficiente? Yo, que ya empiezo a ser un viejales, no lo veo. Igual que no veo (u oigo) los audios de WhtasApp porque me roban mucho tiempo. Además, creo que el texto permite mantener mejor nuestras caretas. Yo tengo un leve defecto de dicción y voz nasal, si en vez de escribir la columna o los tuits, los leo, estoy seguro de que perdería la poca gracia que tienen. Así que, como a los vídeos de Flickr, le auguro poco éxito.

Libra, un año después

Todo sirve para avanzar e ir modificando poco a poco nuestras costumbres. Lo sé. Pero cada vez más, cuando veo un anuncio de una novedad que “lo va a cambiar todo” como los que leíamos hace un año por estas fechas, recelo. De hecho, un año después, muchos habíamos casi olvidado ya a Libra, el banco o moneda (o las dos cosas) que anunciaba Facebook y contaba con un consorcio de grandes empresas detrás. Sin duda, estamos más cerca de que Facebook, Google o Apple actúen casi como bancos, pero seguimos sin asistir a grandes revoluciones, por mucho que escribamos sobre ellas.

Confirmado: somos más tontos

Puede que el texto que hemos encontrado en Magnet sea un poco farragoso o puede que yo no tenga la inteligencia suficiente para comprenderlo a la primera. Pero después de dos lecturas creo que me ha quedado claro: los test de inteligencia dan resultados cada vez peores desde 1975, lo que supone que, efectivamente, nos estamos volviendo más tontos. ¿Qué significa eso? Que comprendemos y resolvemos peor que nuestros predecesores. ¿Por qué? Porque hay más máquinas y ordenadores que lo hacen por nosotros, y dejamos de hacer el esfuerzo. No seré muy listo, pero no me parece una buena noticia.

No me creo que estén discutiendo esto

Estoy muy de acuerdo con que el problema de la izquierda mundial actual es que ha ido recolectando todo tipo de reivindicaciones, que ya no se acuerda de sus verdaderos objetivos y que, en su afán de no dejarse ningún conflicto en el que implicarse, se contradice constantemente. Fruto de todo esto es el último motivo de discusión en el gobierno español: el PSOE defiende una visión del feminismo que puede dejar fuera a las mujeres transexuales y Podemos considera que todas son mujeres con reivindicaciones. Me da igual a quien pueda molestar: en el PSOE están absolutamente equivocados.

Vuelven el fútbol… Y las apuestas

Al final, la prohibición de exhibir marcas de empresas de apuestas en las equipaciones oficiales ha durado… Lo que ha durado el parón. Vuelve la Liga y el Gobierno deroga la norma que iba en un conjunto para evitar que durante el confinamiento las apuestas on-line fueran accesibles. Una iniciativa tan adecuada como insuficiente. Y no soy un mojigato: las casas de apuestas no son el diablo, pero su regulación es necesaria para que no se instalen, como lleva décadas pasando en el Reino Unido, en los barrios deprimidos. Del mismo modo, su derivada on-line no puede impactar a los más vulnerables.

Estos sí son mojigatos

Censurar Lo Que El Viento Se Llevó por racista es una mojigatada como un templo. Internet, lejos de traernos el acceso a la cultura y el conocimiento, nos está dejando un rastro de protestas dirigidas a obras culturales y autores que solo necesitan contexto para ser comprendidos. Pero señalar, protestar vía tuit y montar campañas de acoso es más fácil. La reflexión de Juan Soto Ivars al respecto es muy adecuada: los críticos solo llevan la cuenta y los creadores les justifican para seguir trabajando. Pero no creando, porque los autores tienen cada vez menos libertad ante una turba ignorante y adolescente.

Mascarilla y distancia. No es tan difícil

Los repuntes que estamos viviendo en la CAV tienen que llevarnos a no bajar la guardia ante la amenaza del coronavirus. Lo dijo el lehendakari: mientras no haya vacuna no podremos olvidar ni la mascarilla ni la distancia social. Es tan fácil como cumplir eso y añadir un poco de gel hidroalcóholico. Juan Ignacio Pérez escribió en su blog de DEIA un extenso post sobre cómo nos comportamos y los riesgos que conlleva. Por desgracia, es desolador comprobar cómo muchos ni llevan mascarillas en la ciudad ni son conscientes de que mantener una distancia mínima con otras personas salva vidas. Empezando por la suya propia.

Esto acaba de empezar

Cuanto antes nos vayamos haciendo a la idea de que el coronavirus ha cambiado ya la forma de relacionarnos en el próximo par de años, mejor para todos. Yo lo tengo claro… Y lamento comprobar que puedo estar en lo cierto cuando leo en Twitter a gente mucho más clarividente que yo, como Juan Ignacio Pérez Iglesias, que mantuvo una realista conversación pública con Antonio Martínez Ron: “Salvo que antes haya una vacuna. Es evidente. Y esa es la razón por la que (1) la gente sigue sin entender en qué consiste esto, dónde está el problema, y (2) hay que pensar en un estado estacionario sin cierre total o casi total”.

Los que sobran

Es incompatible escuchar las malas noticias sobre la deuda pública y leer en Twitter a iluminados como Spiriman, que hacen colectas on-line para comprar material sanitario básico. El problema no es el dinero: todos los gobiernos se gastan lo que no tienen para frenar la epidemia. Todos. El problema es la falta de suministros, por eso esta es una crisis sanitaria mundial. Así que el dinero tampoco es la solución: a ver qué hace Jesús Candel con lo recaudado (ha pedido 310.000 €), que antes ya presumió de conseguir mascarillas a precio de coste pero no aclara ni dónde ni de qué modo.

Estamos fatal

Es un mal previo a esta crisis pero que durante la misma se ha hecho especialmente palpable: hoy, cualquier asociación o colectivo se convierte en fuente en un medio de comunicación. Y el periodista de turno reproduce lo que dice sin comprobar la veracidad o conveniencia de la reclamación de turno. Por ejemplo, ha llegado hasta El País una idea de “familias y expertos” para abrir los colegios en julio. ¿Y los profesores y coordinadores, qué opinan de que “los firmantes” decidan sobre sus vacaciones cuando ahora están poniendo su wifi y sus equipos para dar clase y evaluar como pueden? Respetémonos. A todos y a nosotros mismos.

Pero otros están peor

Como las debilidades del periodismo, lo mal que estaban en EE.UU. lo intuíamos muchos y durante la pandemia lo hemos confirmado: grupos armados se han manifestado en contra del confinamiento en varios estados, tachando la medida de comunista. El país se les va por el sumidero por la falta de red social pública, porque el despido libre ha dejado sin recursos a millones de personas ya empobrecidas (aun con empleo) y porque la sanidad privada es evidentemente insuficiente (antes también lo era, pero no era público los que se morían en sus casas por otras dolencias). ¿Modelo a seguir? Jamás.

Pues yo he encontrado un gurú

Este confinamiento ha convertido las redes sociales en un espacio plomizo. Cada vez son menos apetecibles por culpa de todos esos que ahora tienen más tiempo para decirnos lo que tenemos que hacer todos, o por los trolls organizados por el fascismo (el de allí y el de aquí). Pero entre todas las opiniones prescindibles y las que quieren colarnos, algunos se están destapando, con mayor crudeza que antes de la pandemia, como personas con principios, coherentes y un poco brutas pero absolutamente certeras: “De esta salimos más gilipollas todavía”. El humorista gráfico Juarma López es mi nuevo gurú.

Cargar con Puigdemont

Para muchos yo soy un mal abertzale porque critico a Carles Puigdemont y su estrategia. No sé qué pensarán esos de Marta Pascal, expresidenta del PDeCat, muy próxima a Artur Mas y muy crítica con las decisiones del president y la actual dirección, que no le planta cara. La entrevista a Pascal en La Vanguardia es para no perdérsela porque presenta a una política posibilista y pragmática, que sabe muy bien lo que se juega (ella misma ha sido investigada) y, precisamente por eso, cree que hay que empezar a dar pasos en otro camino, hacia la negociación, hacia los puntos comunes y hacia lo que es posible.

Pedro J. y el nuevo periodismo

Cuando Pedro J. Ramírez puso en marcha su digital, El Español, y comenzó con la campaña de captación de suscriptores, nos vendía su medio como una oportunidad, una cabecera libre de presiones empresariales, libre del peso del papel, libre de créditos y servilismos. El nuevo periodismo, por supuesto digital, llegaba a España de la mano del exdirector de El Mundo. Hoy, en su medio, además de las mismas conspiraciones que alentó en el papel, podemos leer noticias falsas como esta que publican en su división navarra: “Desvelan que Moncloa ya diseña la unión fiscal entre Navarra y País Vasco de cara a una futura anexión”.

Siniestra… Y facha

Rosa Puig, que se define en Twitter como historiadora, lanza en esta red social una pregunta sobre lo siniestra y reconocible que resulta la escenografía que utilizó Vox en su mitin de Barcelona: un fondo negro, dos cintas rojigualdas y un atril central en el que Ortega Smith gesticuló sin ningún tipo de reparo para regalar poses y fotos como la que rescata la propia Puig. La imagen es reconocible, es siniestra y es, básicamente, facha (no sabemos si buscado o no, claro). Pero no de ese “facha” que ha sobado la izquierda usándolo contra todo lo que no le gustaba, sino facha de verdad, fascista, para que nos entendamos.

La Junta de Andalucía ya comunica de otra manera

Todo servicio de community management necesita un rodaje, pero del mismo modo que antes podíamos ser permisivos con ciertos errores porque todos estábamos empezando, ahora ya conocemos los mecanismos y sabemos que, por muy nuevos que sean todos en el área de comunicación digital de la Junta de Andalucía, eso de sugerir que una birrita no es mala con un enlace a una noticia en un periódico desde una cuenta institucional, es un error. Un error que los responsables de esta comunicación no han mandado eliminar. Se ve que el estilo tuitero de los tres partidos que soportan el gobierno andaluz también se ha impuesto.

Así de sencillo

Los grandes problemas tienen soluciones muy complejas. Y en el caso de la eutanasia, cuyo debate se ha abierto parece que de un modo definitivo, por fin, la solución también será compleja, con debates, acuerdos, legislación, interpretaciones y juzgados, pero su enunciación es muy sencilla y cabe en un tuit como ha demostrado Juan Ignacio Pérez: “Ni sedación ni cuidados paliativos son alternativa a la eutanasia. Mi vida es mía o, si acaso, de mi mujer y mis hijos también. Si algún día decido dejar de vivir, espero que quien me ayude, si no puedo hacerlo solo, no tenga que asumir riesgo alguno por ello”.

Y Junqueras, el mejor valorado

Los defensores del mesías y el propio mesías tienen que pararse a pensar. Y el que no lo haga es un fundamentalista. Pero lo cierto es que la ciudadanía catalana elegiría a ERC mayoritariamente, y su líder, Junqueras, es además el mejor valorado. Por su parte, Puigdemont y Torra suspenden. ¿Por qué será? Porque la ciudadanía no es tonta y encuentra sus maneras de expresarse: crece el nacionalismo pero cae la simpatía por quienes pueden actuar con más libertad que un líder injustamente encarcelado. Blanco y en botella: el PDeCat tiene que reaccionar.

Esto sí me da miedo

No me creo las teorías apocalípticas: al final, nuestra necesidad de subsistencia hace que cada uno de nosotros corrija lo suficiente para que el mundo siga girando. Pero la noticia que lleva Juan Ignacio Pérez a su Twitter, lo confieso, ha hecho que sienta cierto miedo, una sensación de que esta vez sí, podemos irnos a la mierda: una clínica de fertilidad de Nueva York permite a los padres elegir el color de ojos y el embrión. Y como bien resume el catedrático, hemos abierto como especie la puerta a la eugenesia y el desastre que podemos generar puede ser irrecuperable.

¡Y dale!

No tenía pensado volver a escribir sobre cómo Leticia Dolera ha prescindido para su serie feminista de Aina Clotet por estar embarazada. Pero algunas reacciones pueden conmigo: dicen en “La Réplica” que las mujeres tienen que perdonar a la directora por la decisión que ha tomado. Que esa capacidad de perdón, de hecho, es un ejemplo de sororidad (solidaridad entre mujeres). No me río porque uno prefiere poner cara de póquer ante ciertos asuntos, pero tiene tela el tema, el enfoque, el tuit y la capacidad de análisis de quien pone el chiringuito antes que la playa.

En Euskadi nos gusta hacerlo en español

No es la primera vez que traigo a esta columna noticias de Pornhub, una de las principales páginas web de contenido pornográfico que, además, cuenta con una estrategia de comunicación fantástica. Siempre conseguimos que hablemos de ellos cuando nos ofrecen resultados de los hábitos de consumo. Han publicado un mapa de búsquedas más habituales en su web por comunidad autónoma y en Euskadi (CAV + Nafarroa) parece que nos gusta el porno “en español”. También en Catalunya, por cierto. En Madrid les va el “anal” (datos de Pornhub).

Instagram es el futuro… Y el presente

Twitter ha sido un fogonazo y la llama de Facebook se apaga. Pero ya está aquí Instagram, la red social que más crece y a la que más gente joven se incorpora. De hecho, ya hay mil millones de cuentas activas (hemos entrado en ellas por lo menos en el último mes). La cifra y, sobre todo, la curva, en cualquier caso es abrumadora y sintomática: nos estamos mudando de red social, que tiene que ser lo más parecido a cambiarnos de planeta. Atrás queda ya Facebook y por delante, sin embargo, aparece también Facebook, que es la propietaria de Instagram.