¿Ahora, sí? Bienvenidos todos

No sé si será porque las encuestas le dan un subidón que convertiría de nuevo a España en un peligro dentro la UE pero el velo que cubría a Vox parece que por fin se ha caído, y ya solo sus socios, PP y Ciudadanos, siguen sin señalarles como lo que son: extrema derecha. El resto de partidos se ha sumado, también algunos periodistas como Susana Griso que, después de colaborar en su blanqueo, ha intentado meter las gomas a Espinosa de los Monteros (aunque le ha salido fatal). Por fin, sus discursos fachas son reconocidos por todos como tal: hasta una cita del falangista Ramiro Ledesma nos coló Abascal en el debate.

Una simple descripción

Ahora que muchos se van sumando a arrinconar al fascismo, es el momento de apretar y señalar a quien, como Pepe Reina, da alas a la extrema derecha. Sillonbowl, un usuario de Twitter interesante y que es de los que antes también llamaba a las cosas por su nombre, era así de claro: “Pepe Reina es fascista por votar a fascistas y compartir ideas fascistas. Y decir que alguien es basura por votar fascismo o por coquetear con ideas propias del fascismo, por mucho que después se haga el digno… Eso no es fascismo, es descripción”. Por el bien de todos, no podemos ceder en el marcaje.

Menos gestos y más gestas

Entiendo que para ellos será difícil admitir que cometieron un gravísimo error, pero tenemos que obligar entre todos a que el PP rompa sus acuerdos con Vox. Eso sí que es una gesta, y no los gestos de los que presume Cayetana Álvarez de Toledo: una foto en la plaza de Vic (donde los partidos nacionalistas son elegidos por una amplísima mayoría) y un vídeo de ella soltando lazos amarillos en TV3 son sus mayores “logros” contra personas que solo se solidarizan con los presos políticos catalanes. Lo verdaderamente valiente es que el PP rompa sus acuerdos con Vox. Todo lo demás es colaboracionismo.

Aunque mejor están calladas…

Solo quedan dos días de campaña y la gran metedura de pata de Cayetana Álvarez de Toledo o Isabel Díaz Ayuso no llega. Pablo Casado ha logrado retener a las líderes con discurso extremo que él mismo ha aupado y en el PSOE tienen un problema: si logran repetir sus resultados de abril lo darían todo por bueno. En cambio, la que habla es Marimar Blanco, contra la que el PSOE no va a alzarse, para asegurar que en el gobierno navarro hay un miembro de Bildu aunque no sepa cómo se llama. Jon Arrizabalaga le responde en Twitter con lo obvio: “No sabes su nombre porque no lo hay”.

Señalar a periodistas también es de nazis

Marimar Blanco, Cayetana Álvarez de Toledo o Inés Arrimadas, como Santiago Abascal, aunque sean vascas y catalanas o se presenten por Euskadi y Catalunya, comparten una estrategia: utilizar estas nacionalidades para hacer campaña en España. Por eso, cuando Arrimadas señaló al moderador del debate en TV3, que también es director de la cadena, y le dijo que cuando apliquen el 155 “lo primerito” será despedirle, se dirigía más a los votantes españoles que a los vascos. Pero es que además hizo algo muy nazi: señalar al periodista enemigo. Por cierto, que también lo hicieron algunos independentistas en la calle y está igual de mal.

Ayer era el día

Podría escribir todos los días cinco párrafos solo con lo que hacen y dicen otros tantos fachas. Están desatados, agigantados, enaltecidos. Son impunes, tienen fuerza y creen que ha llegado su momento en España, en Europa y en el Mundo. Solo así se explica que el heredero de un dictador hoy sea millonario y use las redes sociales para alabar la memoria de su abuelo, golpista y represor. Twitter debería cerrarle la cuenta y la Fiscalía del Estado actuar de oficio. Pero de momento no pasa nada y el monstruo ultra sigue engordando porque nadie impide que le den de comer.

Pero no vale todo

Del mismo modo, no entiendo que alguien crea que vestir a la Virgen del Pilar con el manto de La Falange la víspera del 20-N no es una mala idea, empezando por los responsables directos y terminando por las autoridades del Estado. Si España ha llegado al punto (o nunca lo abandonó) de no distinguir entre la democracia y la dictadura, y los ultras y el resto, España tiene un problema que, vuelvo a insistir, alguien tiene que atajar. No puede ser que no pase nada, pero tengo pocas esperanzas en que sí suceda y se ponga pie en pared ante tanta soberbia fascista.

No, Marchena no es un héroe

Manuel Marchena ha hecho un roto al sistema judicial español, controlado en sus más altas instancias por PSOE y PP (y Podemos, que entró en el juego). Pero su acción no es heroica, precisamente: abandona el barco cuando se filtra la intención de Cosidó (PP) de manejar salas y tribunales como el que preside. Pero si conocíamos a Marchena era porque un partido le había propuesto y él había entrado en el juego. El juez juega ahora sus cartas e intenta salir airoso, pero si Cosidó hubiera sido más hábil en sus comunicaciones el reparto del pastel judicial se habría consumado.

Pedro, ¡gobierna y tira!

Muchas veces tengo la sensación de que Pedro Sánchez y su gobierno pasan más tiempo reflexionando sobre Pedro Sánchez y su gobierno que, simplemente, gobernando. El último capítulo es la amenaza (adelantada por Ábalos el lunes) de un adelanto electoral si no hay presupuesto. Cuando Sánchez puso en marcha la moción de censura y la ganó ya sabía qué escenario le esperaba, y prorrogar los presupuestos del PP era una posibilidad real. Si no lo tenía en cuenta, malo. Si lo tuvo en cuenta y siempre pensó en adelantar elecciones si no le salían, peor. Para él y para todos.

Facebook se muere

Que el artículo en Linkedin de Gina Banchini haya corrido por Twitter es solo una muestra más de que esta consultora tiene razón: Facebook cae irremediablemente y los usuarios estamos ya buscando alternativas. El post es interesante porque Bianchini demuestra conocer bien el ecosistema: no hay una red social que vaya a “matar” a la que ha reinado (y sigue siendo la más usada, ojo). Aunque Instagram tiene mucha ventaja, son varias las plataformas que existen, algunas privadas como WhatsApp, y otras, especializadas, además de las que ya son viejas conocidas.

Sí, hubo acoso en Podemos

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Cuando decidí meter en la columna de ayer el tema del supuesto acoso sexual en un círculo de Podemos de Madrid para jóvenes, solo el sensacionalista (y muchas veces equivocado) OK Diario lo tenía en portada. Ayer el tema está en casi todos los digitales partiendo de la nota de Europa Press que trasladaba que el partido había tomado medidas. De la falta de apoyo que han denunciado las agredidas, que han abandonado primero el círculo, no hay referencia en la nota.

De Trump a Revilla pasando por Estawood

Esta semana hemos sabido que Clint Eastwood votará al candidato republicano porque Clinton ha asegurado que seguirá con las políticas de Obama y eso al actor y director le parece un error. Que cada uno piense lo que quiera, pero que Miguel Ángel Revilla señale a los demás y les llame “fachas”, él, que perteneció a La Falange, me parece el último despropósito de un personaje vergonzante, chupóptero, al que los medios tratan como el primo del pueblo que dice lo primero que se le pasa por la cabeza. Y él, tan contento.

Ya han empezado los juegos en Río

Tengo la impresión de que, si hubieran podido, las autoridades brasileñas y de Río de Janeiro se hubieran echado atrás y no hubieran acogido los Juegos Olímpicos que ya tienen encima. Lo que hace ocho años parecía una buena idea hoy se vuelve una pesadilla por momentos porque está dejando ver en el mundo lo peor de Brasil: un equipo olímpico es recibido en medio de un tiroteo entre bandas, y el vicecónsul de Rusia acaba desarmando y matando a un atracador en plena calle y a la luz del día.

¿“Blogger” o “influencer”?

¿Y usted, qué prefiere que le llamen, “blogger” o “influencer”? Gala González lo tiene claro: ella es lo segundo porque le pagan (hasta 4.000 euros por una foto en Instagram, según El Mundo) por enseñar su estilo de vida. Pero, esperen, si le pagan, ¿no será el estilo de las empresas que ponen los euros? Y entre el negocio de la “influencia” y el de la “publicidad” más burda, ¿cuál es la diferencia, negar que haces lo segundo escondiéndote en lo primero? Ojalá se pinche cuanto antes esta burbuja.

Pues a mí no me gusta

Instagram se ha actualizado y ahora tiene una nueva herramienta: es posible grabar y editar vídeos que se publican de un modo destacado en la cuenta y que solo duran 24 horas. ¿Por qué? Porque Snapchat, la gran competidora de la primera herramienta por el público más joven, consiste justamente en eso. A mí, la “copiada” no me ha gustado (también es cierto que no tengo edad para entender Snapchat), pero en Hipertextual están seguros de que Facebook, la empresa propietaria, ahogará a su competidor como ha hecho antes con otros.

La vida sin Varoufakis

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¿Y ahora, qué? Esa es la gran pregunta, en general, sobre la cuestión griega. Sin tener muy claro qué implica el “no”, salvo un mensaje de los griegos de que están ahí y no son solo los daños colaterales de las imposiciones de la troika, Yanis Varoufakis anuncia que se va para no entorpecer las negociaciones. ¿De verdad que el futuro de toda una nación depende de la presencia de un solo hombre? ¿O como decía ‘Mono Molón’ en Twitter: “Los políticos van y vienen pero las deudas permanecen”?

Otra que se va

Lo de Grecia va de la ciudadanía griega, no de que Tsipras y Varoufakis escriban con letras de oro su nombre en la historia. Solo con un poco más de tiempo veremos si su recurso a un referéndum sirvió para algo más que para mayor gloria suya. Sin duda, este conflicto griego está sirviendo para que emerjan egos: el de quien apoya a Syriza desde la distancia, día sí, día no. O el de Beatriz Talegón, que nada más finalizar el recuento anuncia que se dará de baja del PSOE y que siente “alivio” por ello. Yo creo que es en el PSOE donde lo sienten.

La actualidad en un tuit

‘Petete Potemkin’ lanzó un mensaje a sus casi 70.000 seguidores (a los que hay que añadir más de 200 retuits) que nos hizo pensar a muchos. Simuló un diálogo que creo que fue el que hubo en numerosas casas delante de la televisión: “–¡Ha ganado el NO! –¿Y eso qué significa? –¡No tengo ni idea!”. Hasta ahora, por lo que hemos visto, significa que una parte de europeos se siente superior moralmente a la otra. Pero en términos económicos todo está por ver. El referéndum era un acto sin consecuencias concretas ni implicación suficiente para abrir un puerta a algún sitio.

Adivinen

Si todavía no han reparado en la imagen que acompaña a este párrafo, no la miren. Sigan leyendo y díganme si son capaces de adivinar quién ha escrito esto en Twitter: “#OXI Grecia en su soberanía, orgullosa, ha sabido rechazar las medidas injustas impuestas por la actual y anti social ‘Unión Europea’” (sic). ¿Habrá sido algún dirigente de Podemos? ¿Tal vez de Bildu? ¿Será la traducción de las palabras de Alexis Tsipras? Pueden mirar ahora quién firma el tuit: La Falange española que, como anunció Primo de Rivera, no es de izquierdas ni de derechas.

Un error “magnífico”

Quiero pensar que solo es una anécdota, pero no puedo dejar de ver un error sintomático. Goyo del Sol lo ilustraba muy bien, precisamente, en Twitter: “¿Os dais cuenta de la cutrez de que el hashtag sea gre… f e n d e r u m ?”. Es decir: en esta red social los usuarios etiquetaban los tuits sobre la cuestión mal. “Grefenderum” en vez de “Greferendum”, como sería el juego de palabras correcto. ¿Un error de copiado o el síntoma de una moda solidaria pero efímera?