Ni un paso atrás

No me gusta Carlos Martínez Gorriarán. No me gusta lo que dice ni cómo lo dice. No me gusta su tono, ni su actitud, ni su trayectoria política y ni su estilo. Pero defenderé su derecho a decir lo que piensa. Yo también soy el “a ver qué ha escrito hoy el gilipollas este” de alguien, pero no porque no le guste a alguien tengo que ser señalado o censurado. Pues Martínez Gorriarán, tampoco. Lo preocupante del señalamiento es la vuelta atrás: “La bestia engorda con el miedo y la indiferencia”, tuitea el propio agredido (porque, sí, imprimir los tuits a modo de carteles e insultar en una pizarra es una agresión, llamémoslo por su nombre).

Correcto

Josean Beloqui resume en un tuit el riesgo que estamos corriendo con la trampa de excusar la violencia callejera (la de toda la vida en versión next generation) con el “antifascismo” (eso era lo que hicieron los gudaris en el cinturón de hierro de Bilbao, con una escopeta y cagados de miedo ante los nacionales, y no tu primo Garikoitz con una Londsdale y un buff negros a 300 metros de Vito Quiles). “Ser antifascista, no te hace demócrata”, “no habremos aprendido nada si no tenemos claro que el debate es entre democracia vs. Totalitarismo”. “En este país hay muchos que se dicen antifascistas y, además, son totalitarios”.

Tenemos que ver series nórdicas

El problema que tiene EH Bildu con la Ertzaintza lo resolvemos las y los vascos viendo series nórdicas. Eso es lo que planteó Arnaldo Otegi en Radio Euskadi y cazó al vuelo Aiur García en X con un vídeo en el que se ve a esas policías nórdicas debidamente armadas. “Menos Netflix. Más respeto”, pedía el tuitero. Lo más interesante, no obstante, estaba en algunas respuestas: “Es lo que tiene vivir como en una serie”, “Arnaldo solo ha justificado las armas cuando las portaban algunos” u “Otegi tiene razón y en Gran Bretaña la policía no suele usar pistola, por eso solían mandar al ejército a reprimir las manifestaciones con armamento de guerra”.

Los buenos somos más

Los buenos, esto es, quienes censuramos el acoso, quienes sabemos que el antifascismo no es nunca una excusa para la violencia, quienes respetamos a la Ertzaintza y quienes aborrecemos a un personaje como Trump, somos más. Mauro Entrialgo lo ha escrito así de claro en Bluesky, después de una semana esperanzadora en política internacional (ha amanecido, que no es poco): “Un detalle de lo de Mamdani: hacía 20 años que no votaba tanta gente en esas elecciones. Los malistas son menos, tengámoslo claro. Solo que montan más bronca porque rompen todo el rato cosas (y personas, sí, también rompen personas)”.

Gaza, esta semana

Ser viejo y no ir de joven me libra del hype que, como cuando amanece, no es poco. Así que ahora que los que se rasgaban las vestiduras por Gaza están preocupadísimos por la vivienda en Euskadi y por legitimar el antifascismo, yo sigo con lo mío: “‘No queda casi nada en pie’: la BBC entra a Gaza por primera vez desde el fin de la ofensiva de Israel en el territorio palestino”. Esta es la noticia allí (qué lejos queda hoy) esta semana. “No hay forma de ocultar lo que esta guerra ha hecho”, relata Lucy Williamson después de un tour organizado por Israel: “La visita fue breve y estuvo estrictamente controlada” y “no está claro qué sucederá”.

Así son

Agentes manifestándose con la máscara de Guy Fawkes en contra de una ley que amordaza a la ciudadanía y jaleados por sindicatos policiales que nacieron al calor de Ciudadanos y engordaron con los anabolizantes de Vox (como tantas otras cosas). Sí, amigos, en estos tiempos tan extraños lo estamos viendo todo. También en Euskadi, por cierto. El genial Mauro Entrialgo lo tuiteaba así: “Es fascinante cómo los policías españoles ultras se manifiestan con caretas que representan la cara de un terrorista. La reapropiación irreflexiva de terminología y símbolos ajenos por la ultraderecha lleva a estos disparates afterpop”.

Y así hizo el día

Toni Cantó ha tenido una semana de esas que a todas y todos nos gusta tener en el trabajo: una tarea sencilla pero relevante, de las que lucen. En un tuit ha justificado su sueldo: “Cataluña: si quieres español, paga. Vaya, lo que hacen las élites nacionalistas y de izquierdas con sus hijos. Los demás, los que no se lo puedan permitir, a tragar”. Lo escribía después de la sentencia que obliga a Catalunya a formalizar una educación en castellano y de que Colau plantease que fuera la privada la que completara la oferta. ¿Serían concertados esos centros? ¿No son las élites de derechas las que eligen esos centros privados en español?

Nos lo traerán los reyes

Entre distopías materializadas a golpe de porra y tuits desde Madrid a precio de oro, menos mal que podemos contar siempre con titulares como este de Vozpópuli: “La Infanta Elena transmite al Rey el deseo del Emérito de pasar las Navidades en España”. ¿Vendrá? ¿No vendrá? Si viene, ¿dónde dormirá? ¿Celebrará la Nochebuena con sus hijos y su nuera? ¿Irá Urdangarín? ¿Y Elena de Grecia? ¿Cuántos cubatitas se tomará Froilán? ¿A qué hora empezarán a pimplar? ¿Irá el novio de Victoria Federica a conocer al abuelito? ¿Pondrá música después de cenar? ¿Qué regalos traerá? ¿Y cuánto nos costará el convite?

¿Qué sabían en Bildu?

Me sorprendió muchísimo la posición de Bildu cuando el Gobierno Vasco anunció su idea de implementar el pasaporte COVID: la defensa de los derechos de las personas no vacunadas que hizo Maddalen Iriarte me sonó muy extraña porque si algo no me esperaba era esa pesca en un caladero tan minúsculo y revuelto. Esta semana leíamos en Eldiario.es “el perfil de los no vacunados, según el CIS: jóvenes, de Vox o abstencionistas”. Voxeros aparte, que están ya radicalizados, lo de los abstencionistas no lo vi venir, pero sí lo hicieron, está claro, en de Bildu. Nadie les negará el olfato. Tampoco el mal olor.

Hoy es Black Friday

Hoy es el Black Friday, pero también puede ser el día del tocomocho: “Un estudio español revela que el precio del 73% de los productos vendidos online es incrementado antes del Black Friday para ofrecer un mayor descuento” (Cagencia.es). No solo sucede eso, que lo hemos visto casi todos: es que el Black Friday es una máquina de asfixiar al pequeño comercio. Un invento no solo americano, que eso no es malo en sí mismo, sino a la americana: las grandes empresas son las que compiten entre sí, las de las grandes cadenas de distribución que acaban con el cartón y el planeta, y lo local sufre por sumarse sin apenas retorno positivo.

Intoxicadores

Desde la humildad de esta columna y los foros en los que se me pida la opinión voy a poner todo de mi parte para que no nos den gato por liebre los que salían de caza con la pistola al cinto. Pero tampoco voy a tragar con el relato que quiere imponer (con toda su maquinaria mediática pero también editorial y de producción audiovisual) el nacionalismo español, ni siquiera el más soft. Y Así que, sí, los resúmenes tuiteros (y por definición, intoxicadores) de Gaizka Fernández, responsable del Archivo del Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, tienen que ser escrutados y señalados.

Insuficientes

Los 15 euros al mes que va a subir el SMI, ¿para qué creen algunos que dan? En La Información han hecho un reportaje muy interesante en el que personas que cobran ese sueldo mínimo explican a qué dedicaran el aumento: a pagar el recibo de la luz, el transporte público, y los más optimistas intentarán darse un capricho en forma de helados para sus hijos o una cena en pareja humilde pero fuera de casa. Los más pesimistas simplemente no ven diferencia alguna en su salario. Esta es la puñetera realidad, que hay gente que necesita 15 euros extra al mes para disfrutar de la vida por un rato, que algunos creen que los trabajadores somos esclavos.

Implacable

La convención del PP está pasando bastante desapercibida incluso pese a la presencia de Mariano Rajoy porque Pablo Casado básicamente solo tiene una cuestión que dilucidar: ¿con Vox o sin Vox? Y mientras no diga que se aleja de Vox y que va a intentar tender puentes hacia otras opciones, no hay noticia. Y sin noticia no hay interés. Es cierto, como leemos en Nius, que algunos de los pesos pesados del PP (los que no necesitan a Vox para gobernar, claro) le piden “no caer en la trampa” de la extrema derecha, pero no es menos cierto que los actos delatan a Casado y su organización. Es con Vox y será contra todos los demás.

Impresionante

En el PP saben de sobra que se van a apoyar en la extrema derecha para gobernar y que el suyo va a ser un caso único en Europa. Saben lo que significa y no importa ni a Pablo Casado ni a su guardia de pretorianos ni patrocinadores. Saben que tienen y, si los votos les dan, van a tener más relación con quien justifica una serie de ataques y con quien cobija a antivacunas convencidos y hasta agresivos: Mauro Entrialgo recopila con deleite los ataques tuiteros a Jiménez Losantos, Luis del Pino y hasta un Girauta cada día más desnortado desde posiciones extremadas no solo en lo político, también en acientífico.

Importante

Por la acción de Ángela Merkel, apenas conocemos las tradiciones políticas de los partidos alemanes, poco sabemos del sistema electoral, y menos de las necesidades del país. Pero ahora todo ha cambiado, sentimos la incertidumbre del motor de Europa y estamos obligados, por lo tanto, a conocerles mejor en lo político. Al respecto, esto que explica César Calderón es importante: “Los alemanes tienen la extraña costumbre de poner por escrito y con un detalle insoportable sus acuerdos de gobierno en documentos que son verdaderas obras de orfebrería política y jurídica. Y además sorprendentemente los cumplen. Vamos, que va para largo”.

Una luz encendida por Escocia

Eso es lo que piden desde The National, el principal periódico independentista escocés: que los europeos mantengamos una vela encendida por Escocia desde anoche, momento en el que entró en vigor el Brexit. Las pretensiones del gobierno escocés parecen claras y no se cortaban en trasladarlas ayer, último día como europeos, de momento: regresar como estado independiente. El reto se va a topar evidentemente con un Boris Johnson empoderado por los votantes y la situación de ebullición. Todos sus esfuerzos se volcarán en mostrar lo bien que le va al Reino Unido fuera de Europa… Sea o no verdad.

Los problemas de la ciudadanía

Aunque hayamos empezado esta columna hablando del “lejano” Brexit que solo afecta directamente a quien esté haciendo negocios en el Reino Unido o tenga familiares allí, quiero aplaudir la actitud de la señora que interrumpe unas declaraciones de la portavoz del Gobierno en Málaga sobre Catalunya. La anónima ciudadana quería atención sobre lo suyo, sobre las consecuencias del temporal. Catalunya queda lejos para quien ha visto afectada su casa o su negocio, como los políticos que solo saben hablar del Procés (también los catalanes de uno u otro signo), que viven alejados de las necesidades reales.

Más gráfico, imposible

El colmo del monotema catalán está ya servido: el gobierno andaluz de PP, Ciudadanos y Vox ha decidido abrir una delegación en Catalunya “para combatir el independentismo”. Mauro Entrialgo lo definía perfectamente en Twitter: “Ente, político, superfluo: chiringuito”. Los que se quejaban de los chiringuitos y los que denunciaban las embajadas catalanas abren una oficina que tiene mitad de cada cosa. ¿Y a quién colocarán ahí? Porque el componente ideológico es tan importante que un funcionario no tiene por qué defenderlo. La cara dura de algunos es inagotable y por eso les veremos superarse.

La televisión que vemos

Esta semana, un viejo conocido de los bloggers y tuitero vascos, Mikel “Eztabai” tuvo su rato de éxito merecido en Twitter por este acertado mensaje: “Algún día se analizará el daño intelectual y moral que hace Telecinco a la gente preadolescente y a la adolescente. En la escuela y el instituto del pueblo estamos muy preocupados con los modelos de relaciones personales que se ven y con la forma de debatir que tienen”. Personalmente creo que el canal tiene todo el derecho del mundo a emitir su mierda: la responsabilidad es de quien lo pone en casa y naturaliza el consumo de telebasura cosificadora.

Lo energúmenos que somos

El fútbol en directo es emocionante y liberador. Tanto que a veces tengo que luchar contra mí mismo por no insultar ni al árbitro ni a algún rival de esos que van a San Mamés a perder tiempo sin vergüenza desde el 0-0 inicial. Pero a veces se me escapa y hasta puedo entender el desahogo de algunos. Pero lo que no me explico es el modo en el que unos imbéciles aficionados del Muleño (Murcia) insultasen y humillasen a una operadora de cámara para divertirse. La muestra de machismo es imperdonable y el club debería de encontrar y expulsar a quienes la han perpetrado. Sin excusas ni retrasos.

Epílogo

Pablo Iglesias e Irene Montero no han acertado intentando justificar su decisión de adquirir un chalet de 600.000 euros. Tal vez es que no hacía falta esa justificación como nunca fue necesario señalar a “pesebreros” ni “casta” con tanta alegría antes. Lordor lo resumía en Twitter: “Lo moderno es elegir un líder y luego asumir todo lo que diga, sea lo que sea, dé los giros y volteretas que dé, por absurdas contradicciones que se cometan hasta la gran y definitiva megahostia final”.

Y epitafio

Mientras Rivera y Rajoy se ponían de barro hasta las orejas intentando enfangar al otro, Pedro Sánchez pretendía seguir con su camisa blanca impoluta. Sin embargo no ha tardado en verse ridículamente limpio y rebasado por PP y Ciudadanos. Así que ha intentado meter a su partido en la pelea… ¡Haciéndose el duro con Catalunya! Declaraciones como las de Ábalos son sorprendentes: “El PSOE, sobre el 155 en Catalunya: ‘Cuesta más la primera vez que la segunda’”.

Un temita…

“La publicación de una versión policial sin contrastar de ninguna manera no es una noticia, es propaganda”. Mauro Entrialgo tuiteaba refiriéndose a la explicación de los guardia civiles atacados, siempre según su versión, por narcotraficantes que estaban en una comunión, en un parking. Tiene razón el dibujante: parece que a algunos medios se les ha olvidado eso de dar dos versiones para enriquecer la información, y la “oficial” (que no es tal, sino de parte) se queda como única, aunque se trate de una pelea.

Maximachismo

Lo que denuncia Bego Beristain en su blog no es un micromachismo de esos necesitamos poner de manifiesto cada día para promover una igualdad entre sexos real cuanto antes. No, es algo mucho peor: la federación argentina de fútbol en su manual de recomendaciones para el Mundial, que han recibido los periodistas, incluía una página para ligar con rusas llena de tópicos y pretendidas dulcificaciones escritas por una menta retrógrada y abiertamente machista.

Sí, va en serio

Pero entre los grandes temas de la semana se ha colado una imagen de hace 10 años: la portada del New Yorker en la que, por medio de un dibujo, se ve a una mujer recogiendo un paquete (supuestamente de Amazon, que entonces vendía, sobre todo, libros) al tiempo que un vecino abre su librería. Marta García Aller tuiteaba: “Como si acabáramos de entender que lo de Amazon iba en serio”. En efecto, algunos acaban de darse cuenta de lo que pasa. ¿Y de lo que sucederá?