No hay crisis migratoria

Los buenos periodistas son los que, como Miquel Roig, saben extraer la esencia de la noticia: “En la UE de 2018 no hay una crisis migratoria por la llegada masiva de inmigrantes. Hay una crisis política que toma como rehén el tema migratorio”. A su tuit todavía le sobran caracteres para mostrar que en el primer semestre Europa solo ha recibido 50.000 inmigrantes. En todo 2017 fueron 185.000; en 2016, 375.000; en 2015, más de un millón; y en 2014, casi 230.000. Estas cifras, sin embargo, nada tienen que ver con los mensajes que lanzan desde la extrema derecha o los alarmistas por conveniencia.

El tema es serio

Ya sé que divertido es lo contrario de aburrido, no de serio, como me solía recordar un buen amigo. Pero no creo que tenga que ser divertida ninguna comunicación sobre “La Manada”, incluso cuando uno de sus integrantes muestra sus pocas luces al intentar sacarse el pasaporte en una comisaría de la guardia Civil, pese a la prohibición de salir de España que pesa sobre él. La Policía Nacional ha decidido que este titular le valía para tuitear un dibujo animado de Batman negando con la cabeza. Porque, como todos sabemos, un policía siempre aprovecha para hacerte un chiste.

¿Qué tal estará Cifuentes?

Han pasado solo un par de días y ya nadie se acuerda de Cristina Cifuentes. Es lo que les sucede a las líderes que han caído. ¿Qué tal estará? ¿Se habrá recuperado de la dolencia que, esta misma semana, le ha impedido acudir al juzgado en el que iban a intentar esclarecer si su título de máster se había extraviado o le había pasado algo peor? Sea lo que sea, que sea para bien, pobre, porque para Cifuentes han trabajado muchos equipos con jornadas imposibles, como siempre en política, formados por personas que tienen que sentirse hoy más decepcionados que nunca.

Esto es peor

Cristina Cifuentes ya ha pasado la pena del Telediario, la política y ahora veremos si le toca algo en la pedrea judicial. Peor me parecen esas personas que, con todo su cuajo, aparecen cada año en la lista de morosos que deben más de un millón de euros a Hacienda. Algunos de ellos luego nos dan lecciones sobre el mercado (Rodrigo Rato, un millón), contra la piratería (Miguel Bosé, 1,8 millones), la moral (Mario Conde, 14,9 millones), los medios (Kiko Matamoros, otro millón), los negocios (Agapito García, 16,9 millones) o nos amenazan (Emilio Rodríguez Menéndez, 3,6 millones).

Las adicciones de Maradona

Javi Sánchez anduvo rápido describiendo magníficamente los regates de Maradona en el mundo de la droga y el fútbol para la web de Vanity Fair. “El Pelusa”, que ha aparecido, cuando menos, borracho durante un partido de Argentina en el Mundial, ha reconocido varias veces que ha consumido droga. No solo eso: en Nápoles llegó a estar relacionado con el tráfico de cocaína, y aunque él asegura que empezó a consumir cuando jugaba en el Barcelona con 24 años, lo cierto es que abandonó el club catalán con 23. Desde entonces ha dado tumbos y nosotros hemos hecho “actos de fe” cuando dice que está limpio.

La «true left»

El periodista Miquel Roig cogió carrerilla en Twitter y denunció varios casos previos en los que integrantes de esa “true left” o “verdadera izquierda” como Espinar o Monedero han apelado al fin de sus ganancias para excusarlas. Esta vez el desencadenante era la excusa de Joan Ribet, al que han pillado con un piso turístico. El exconcejal de la CUP dice que con lo que saca paga la hipoteca. Como si todos menos ellos fuéramos especuladores y su piso turístico una ONG.

Nacidos para amasar

Otro que nos toma por tontos es Pablo Iglesias, que defiende los 12 millones de beneficio de Podemos asegurando que es porque gestionan mejor. No, no lo hacen: Podemos gestiona de una manera diferente, gestiona para amasar. Y si malos son los políticos millonarios, no son mejores los partidos ricos. Los microcréditos, las mordidas a los representantes y el beneficio por voto materializado dispara a Podemos, que en el último CIS gana solo entre los votantes de clases altas.

Patadas policiales

Desconozco qué método tenían que haber seguido los agentes que se vieron desbordados en Ceuta por el paso masivo de inmigrantes ilegales, pero el vídeo de los policías a porrazos y patadas contra esas personas no me parece defendible. En algunos medios incluso el agente con la tibia y el peroné fracturados parece una víctima, pero en las imágenes se le ve soltando patadas a los inmigrantes hasta que en una de ellas se rompe la pierna. Por lo menos, esta vez no les han disparado.

Miguel Bosé se equivoca

Miguel Bosé se equivoca cuando compara los currículum de Nicolás Maduro y Lepoldo López: que el actual presidente de Venezuela condujera un autobús y el líder de la oposición tenga un título por Harvard no es significativo. De hecho, me hace recelar más la biografía de López que la de Maduro. El chavismo y su líder hoy son suficientemente déspotas como para limitarnos a contar la verdad que seamos capaces de extraer de las montañas de mierda informativa que nos llegan.

¿Más que un club?

Evidentemente, no soy objetivo: el FC Barcelona ha sido el rival más importante del Athletic en los últimos diez años. Pero soy capaz de empatizar con parte de esa afición que siente que uno de sus mejores jugadores se ha marchado traicionándoles: en Bilbao también nos pasó. Lo que no me parece excusable es que el lunes cantaran “Neymar, muérete” en una parte de las gradas, y menos cuando el rival era el Chapecoense brasileño, que enterró a 19 jugadores en noviembre.

De lo mejor y lo peor

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Para ilustrar estas líneas solo voy a elegir el mensaje que Miguel Bosé ha dejado en Twitter a su sobrina, Bimba, fallecida por culpa del cáncer. No les trasladaré ninguna de las respuestas inexplicables e injustificables que ha recibido. No sé si han sido muchos los tontos que han pensado que sabían hacer humor negro, o los malvados (y tontos) que escondidos en el anonimato se han lanzado a hacer daño por deporte. Otros, como el columnista de Abc, Antonio Burgos, han sido capaces de demostrar también su tontería a cara descubierta.

El ciego mayor

No hay mayor ciego que el que no quiere ver. Eso es justo lo que demuestra Pepe Castro, presidente del Sevilla, que intenta quitar hierro al grave incidente que ocurrió en Iruña cuando un aficionado o un grupo de ellos, del Sevilla, mostraron una bandera de apoyo a José Ángel Prenda, detenido por protagonizar una violación múltiple. Castro va más allá en su ceguera, ya que ha eludido, además, responder por qué esa misma bandera ha estado en el Sánchez Pizjuán varias veces sin consecuencias.

¿Sí se puede?

Reducir los impuestos en un 75%, eso es lo que estaría barruntando Donald Trump para alborozo inicial de las empresas y las clases medias, a las que dice defender. Y luego, ¿qué? El corto plazo, el golpe de efecto que el presidente de EE.UU. maneja tan bien puede suponer un medio plazo terriblemente negativo. Pero ya vendrá otro a arreglarlo. Es la cultura del pelotazo con la que se hizo rico llevada a la política, con la que pretende hacer América grande… reduciendo su capacidad de maniobra.

#FreeMelania

Como a mi amiga Patricia Gutiérrez, el hashtag me parece el mejor en lo que llevamos de 2017: #FreeMelania, en referencia a la actual Primera Dama estadounidense, es en lo que ha decantado las muchas fotos y los muchos vídeos en los que se ve a una esposa (la de Donald Trump) sumisa, dispuesta a ir cinco pasos por detrás de su marido, y que le ríe las gracias cuando mira (y se entristece cuando no lo hace). En Twitter hay quien está acertando en la acidez de los chistes sin olvidar que asistimos a un tipo de machismo.

Apagón informativo, ¿el de quién?

Cuando uno toma este tipo de decisiones se retrata. Me refiero a lo que hizo Inés Arrimadas, que canceló el domingo una entrevista para el lunes en Catalunya Radio… Para atender a Antena3. ¿Está en su derecho? Por supuesto. En el mismo que estamos los demás de denunciar esta falta de respeto a unos compañeros y a una audiencia, la catalana (y de una radio pública) en beneficio de la audiencia española (de un medio privado). Ciudadanos está para lo que está.