¿Quién es el desleal?

La decisión de Junts de romper con el PSOE genera muchas preguntas, algunas evidentes como la manera de abordar esa ruptura y qué pasará después. Pero a mí me surgió otra: ¿quién es desleal? Lo fácil es responder que las y los de Puigdemont, pero la verdad es que este PSOE que en la cúspide tiene a Sánchez, en segunda línea, a sus ministras y ministros y, a partir de ahí, a quien triunfa aplicando la ley de la selva, es un partido en el que ha arraigado la lealtad al líder y la deslealtad a cualquier otra persona. ¿Preguntamos a las y los socios de los socialistas en los gobiernos que tienen sus sedes en Gasteiz e Iruñea, por ejemplo?

¿Cuánto importa la ciudadanía?

Un adelanto electoral en Extremadura entraba dentro de lo posible, por lo que leíamos en las crónicas. Por lo que el hecho, en sí, no resulta sorprendente. Sí lo hace que María Guardiola, la presidenta de la comunidad que se apoyó en Vox para superar al PSOE, convocase la cita electoral solo unas horas después de que Puigdemont anunciase su ruptura con Sánchez. Es decir, cuando mejor le venía a Alberto Núñez Feijóo. ¡Qué casualidad! Una casualidad de suficiente calado para que nos preguntemos si el PP está jugando con la estabilidad política extremeña, cuya ciudadanía que tendrá que votar el 21 de diciembre, Santo Tomás.

El dolor que no cesa

Lo que está haciendo Israel en Gaza pasará a los libros de historia, espero, junto a lo que no están haciendo los gobiernos con más capacidad para parar a Netanyahu. Incluso con el alto el fuego lo que vemos cada día es atroz, inhumano, injustificable y claramente denunciable: “Israel devuelve 195 cuerpos a Gaza con signos de tortura y ejecuciones extrajudiciales” (Diario Socialista). “Manos atadas, marcas de estrangulamiento, tiros a bocajarro y mutilaciones; la entrega de cadáveres palestinos evidencia la barbarie en los campos de concentración israelíes”. Cualquier futuro que no pase por Netanyahu en un banquillo será una mierda.

Hablemos de esto

Si damos por buena la disociación entre autor y obra, por supuesto, tenemos que aceptar que Mikel Antza (el mismo pseudónimo usaba como escritor que como miembro de ETA) se haya “convertido en un referente literario respaldado por ayuntamientos e instituciones” (El Independiente). Pero esto vale, entonces, para Mikel Albisu, Mario Vargas Llosa o J. K. Rowling (de los tres, solo uno cumplió condena por ser el jefe de una banda de asesinos). Yo soy incapaz de reconocer la sensibilidad artística de un fascista, pero sé que quienes eligen a Albisu como gestor cultural deberían de pasar, por lo menos, un rato de vergüenza.

Así de claro

Sobre este titular de La Voz de Galicia: “El huracán Melissa hace historia en el Mar Caribe”, Wicho apuntaba en Bluesky: “Lo malo es que no tardará en venir otro huracán que bata los récords que está marcando Melissa. Y otro. Y otro… Y cada vez con menos tiempo entre ellos. Pero nada, tranquis que no pasa nada”. Otro usuario, Gregorio Sánchez, comentaba: “En una radio fórmula he escuchado que baja la preocupación de la población por el cambio climático”. Pero el tema sigue ahí: vemos en la televisión las imágenes de la DANA del año pasado y las de Jamaica, como si hubiésemos normalizado un calentamiento global que nos mata.

«Figura estelar»

No puedo añadir nada a la columna de Javier Vizcaíno sobre Mikel “Antza” Albisu del pasado fin de semana: a mí también me provocó tristeza ver que en Euskadi sigue existiendo presión para mezclar a verdaderos intelectuales con otros más dudosos y, entre todos, que parezca que son multitud quienes apoyan al que fuera jefe de ETA. Personalmente, estoy mucho más cerca de las víctimas, como Iñaki García-Arrizabalaga: “Me parece que la chulería de Martín Villa tiene muchos rasgos comunes con la chulería de Mikel Antza. Cada uno con su estilo propio, pero los dos sugiriendo un ‘aquí estoy yo, figura estelar, y que, por mis cojones, no me toquen’”.

“Una sociedad caprichosa”

Pello Salaburu habla de “sociedad caprichosa” pero yo creo que más bien se trata de una sociedad “infantilizada” que, entre todos, medios de comunicación, incluidos, hemos construido. Y con estos mimbres hacemos cestos que podemos llenar de tontos, como quien “se ríe de los millones de torturados y asesinados en los campos de concentración. Comparaciones que banalizan el mal absoluto”. Así continúa su tuit, que ilustra con la imagen de alguien que pone al mismo nivel la vacunación contra el coronavirus con el nazismo. Quien es capaz de hacerlo y de aplaudirlo, se autorretrata y guapo y listo, no sale, precisamente.

“Impresionante”

En las sociedades infantilizadas viven los individuos incapaces de renunciar temporalmente a una parte de sus derechos (la mayoría, sin embargo, sí lo hemos hecho porque entendemos lo que es la solidaridad y un objetivo común) podrían pasarse un rato por China, donde la libertad es algo permanentemente supeditado al régimen: “Impresionante este campo de cuarentena que China construye a lo largo de una autopista de Anyang, en el centro del país. No parece que vaya a abandonar la estrategia de Covid Cero con estas infraestructuras, aunque sean temporales”, nos muestra Zigor Aldama en Twitter.

“Se venga”

Estamos tan pendientes de las fiestas de Boris Johnson que casi nos olvidamos de que ha llegado la fecha en la que el Prime Minister pretende acabar con una de las instituciones del Reino Unido: “Boris Johnson, a punto de eliminar al completo el canon de la BBC, que supone tres cuartas partes de su financiación. Si lo logra, habrá destruido la mejor televisión pública de la historia. Se venga por, a su entender, haber mantenido una postura proeuropea ante el Brexit”, tuitea Héctor Llanos. Parece que, de momento, ese canon se congelará, lo que es un evidente intento de presión a un sistema audiovisual modélico.

“Sensacionalistas”

La sociedad infantilizada de la que formamos parte no se explica sin unos medios infantilizantes. ¿Qué fue primero, el comportamiento de la ciudadanía o la oferta informativa? Realmente, da igual: es evidente que Internet nos ha idiotizado como personas y como periodistas (y lo dice uno que escribe únicamente de lo que ve on-line), y el último ejemplo de momento es el de la cantidad de noticias sobre un segundo temporal de nieve previsto por un método acientífico y que, como es evidente, no se ha dado. Que sí, que de algo hay que hablar más allá del covid, pero o nos ponemos serios o no tendremos donde ponernos.

El fantasma de las navidades pasadas

La solidaridad que Bildu, no solo de Sortu, ha querido hacer pública con Mikel “Antza” Albisu, dirigente de ETA entre 1993 y 2004, es una muestra relevante de que en la gran coalición no conocen el país que pisan o de que, si lo conocen, les damos igual quienes lo pisamos junto a ellas y ellos. Porque Bildu no es solo el partido de Arkaitz Rodríguez, que posó junto a Otegi en Aiete, muy afectados ambos. Bildu es también Jon Inarritu, Oskar Matute, Eba Blanco y Carlos Garaikoetxea, que asiste a sus actos. Y Bildu estuvo con quien aplaudió a un jefe político de ETA en su paseíllo hasta el juzgado. Allá a quien se la cuelen.

El fantasma de las navidades presentes

La fantasmada, más que el fantasma, de las navidades presentes es la que ha hecho el PP, devolviendo al Congreso los PGE después de apoyar una enmienda que va contra su naturaleza en el Senado. Primero, ya es triste que vaya contra lo que defiendes la protección a lenguas y culturas de lo que ellos entienden que es su país. Lo segundo, han dejado claro quién es el tramposo en la partida y que van a intentar reventar la legislatura. Tercero, con la que está cayendo no es responsable, más bien al contrario, maniobrar para retrasar la aprobación de unos presupuestos que contienen los millones de Europa para la recuperación.

Los fantasmas de las navidades futuras

Las y los fantasmas de las navidades venideras serán los de Ciudadanos: algunas y algunos se integrarán en el PP; otras y otros, en alguna tertulia; y la mayoría tendrá que buscarse la vida fuera de la política porque de su partido solo quedará el recuerdo. Y este, únicamente durante un tiempo. Dice Arrimadas, a la que siempre señalamos como la que cerraría esa persiana, que “fue un error que Rivera regalara todo el poder al PP en 2019”. Lo cierto es que ni Rivera ni Arrimadas han tomado una sola decisión acertada desde que han tenido que hacerlo como abanderados, junto a Podemos, de una nueva política bastante estéril.

El fantasma de siempre

Me limito a copiar y pegar lo que comenta César Calderón sobre la noticia en El Mundo de los abucheos que ha recibido Donald Trump por ser un antivacunas de boquilla y jeringuilla: “Hasta Trump se ha vacunado, amiguitos. Primero dijo que no se iba a vacunar, se vacunó. Después dijo que no iba a ponerse la dosis de refuerzo, se la puso. Eso es el nacionalpopulismo”. Así de fácil: las y los antivacunas (y ahora los negacionistas de las medidas) han sido y son unos engañados. Y se la han colado los más histriónicos, los menos recomendables y a los que desde más lejos se veía venir buscando un beneficio propio.

Tenía que decirlo

Definitivamente hoy se acaban las clases en las ikastolas por este año y quienes tenemos hijas o hijos entramos en “modo vacaciones” incluso aunque tengamos que seguir trabajando o teletrabajando. Todas y todos sabemos lo difícil que es conciliar, por eso me he sorprendido esta semana con el absentismo escolar que C-5 ha descrito mucho mejor de lo que yo seré capaz de hacer: “Padres: ‘Uy, han confinado a la clase de mi hijo. A ver qué hacemos ahora con él en casa’. Mismos padres: ‘Uy, pues esta semana dejó al niño en casa no vaya a ser que los confinen y nos jodan las navidades’”. Pues eso.