«Fue un bombardeo necesario»

Hoy, que se cumplen 86 años del bombardeo hispano-alemán sobre Gernika, recupero el tuit de hace unos días que escribió Xavier Colás al respecto de la imagen de Evgeniy Maloletka que acaba de ganar el World Press Photo: “Fue un bombardeo necesario, según Rusia, que aseguró que ‘dentro del hospital no quedaban pacientes sino soldados’ (del ‘batallón Azov’, que es el ‘comodín nazi’ para imitar a gran escala los nazis con el aplauso de la piara obtusa y demás criaturas pro-Kremlin)”. Casi nueve décadas después la población civil sigue siendo bombardeada y la propaganda a favor del agresor sigue siendo difundida y defendida.

“Solo un 1% más”

Este titular en El Independiente de la que, para mí, es la noticia de ayer que mejor retrata a la España de hoy, lo tiene todo: “Banco Santander gana 2.571 millones de euros, solo un 1% más debido al impuesto a la banca”. La España del pelotazo, de la banca sobreprotegida, de los que más tienen contra los que menos tienen (porque cualquiera que haya trabajado con el Santander saber cómo aprietan y a quién), de los beneficios en bolsa, de la pleitesía de los medios, de quienes ponen en duda que los impuestos son beneficiosos, de quienes son fuertes contra los débiles y débiles contra los fuertes, y de las mandangas que intentan colocarnos.

“¡Qué larga se me está haciendo la Edad Media!”

El titular no es mío: es el tuit que ha escrito Javier Durán sobre la noticia de que “Victoria Federica atropella a una joven con su caballo en la Feria de Abril y sigue de largo” (Nius). La misma España en la que los bancos dan beneficios trimestrales de más de dos mil millones de euros, la nieta y sobrina de dos reyes de España arrolla con su caballo a una ciudadana, ni se para a mirar qué ha pasado y no sucede nada. Bueno, sí, el escarnio de Twitter y de algunos párrafos como el presente. O lo que es lo mismo: poca cosa. La Marichalar y Borbón, influencer de profesión, mantiene la tradición familiar de la impunidad.

¿Y esto, cómo va?

En las imágenes en las que vemos a defensores de Primo de Rivera manifestándose agresivamente contra la exhumación no solo hay “nostálgicos” de avanzada edad: podemos ver a gente que no vivió la dictadura con el brazo en alto y la camisa apretada. ¿Y esto, cómo va? ¿Han pedido un día de vacaciones para manifestarse un lunes por la mañana detrás de una pancarta en la que pone “José Antonio, ¡presente!”? ¿Tienen todos una paguita? ¿Son todos trabajadores de La Falange defendiendo lo suyo? ¿Tal vez de otro partido o institución? ¿Qué le llama a una persona joven defender a Primo de Rivera? ¿Qué defiende en realidad?

Patxi López, desencadenado

Lo primero que tengo que decir sobre la entrevista de Carlos Alsina a Patxi López es que me gusta la gente que defiende a los suyos en cualquier circunstancia, y el exlehendakari lo hace. Lo segundo, que los cortes que hemos visto en redes, aupados por simpatizantes de la derecha y la extrema derecha, sobre todo, retratan al Patxi López de siempre, especialmente cuando desprecia la responsabilidad del PSOE en la gestión de Doñana o el planteamiento del gobierno español en la ampliación del aeropuerto de El Prat, en su defensa de la ley de Vivienda que han aprobado Bildu y ERC, o cómo se enfrenta a una periodista.

Así lo han elegido

Sobre el rifirrafe entre Iglesias y Espinosa de los Monteros en el Congreso, tengo claro que lo que dijo el de Podemos es muy parecido a la verdad: los de la actual extrema derecha española han flirteado muchas veces con el golpe de estado como para que ahora quieran pasar por demócratas de toda la vida. No tengo tan claro que un vicepresidente pueda hablar como lo hizo Iglesias pero, vaya, por eso también le votaron quienes lo hicieron, ¿no? De lo que estoy seguro es de que al fascismo hay que hacerle frente, pero no darle excusas para la victimización. Sind duda, ese fue el grave error que cometió Iglesias.

El enésimo autorretrato

Iván Espinosa de los Monteros representa a todos esos que hacen y dicen lo que quieren porque sus familias están bien relacionadas desde la época de Franco. Y tanto dice el diputado, porque tanto puede, que, al final, se pasa de frenada. Así, intentó retratar a Iglesias con un tuit… Y acabó haciendo el mejor selfie de Vox: “Los que no están capacitados para gobernar ni una comunidad de vecinos difícilmente pueden gobernar España. De esa frustración surge la necesidad constante de generar fuegos de artificio para distraer la atención. Pero cada día engañan a menos gente”.

Quién os ha leído y quién os lee…

El espectador VIP del intercambio de machadas entre Iglesias y Espinosa de los Monteros fue Patxi López que, como presidente de la comisión en el Congreso asistió en primera fila. Después, ha rectificado reconociendo que también tenía que haber intervenido. Como suele concluir uno que sabe de política mucho más que yo: “Tarde, amigo”. Pero no creo haya que reprochar nada a López. Más discutibles me parecen las opiniones de quienes nos intentaron colocar al exlehendakari y ahora le atizan como hace Jorge Bustos: “Patxi no puede levantarse porque Patxi en realidad no existe. Nunca ha existido”.

Hablemos de nacionalizaciones

El primer gobierno español de coalición tiene que hacer frente a una crisis económica que se recrudece con el cierre de Nissan. Habrá que ver cómo se defienden PSOE y Podemos ahora que no pueden echar la culpa a Rajoy. De momento, algunos (Iglesias, Errejón, Rufián…) hablan de una nacionalización para mantener el empleo. ¿Y con qué marca van a vender los coches? ¿Piensan nacionalizar cada empresa que caiga? ¿Cuáles sí y cuáles no y por qué? ¿Y el plan de negocio? No es menos cierto que los gobiernos ya inyectan dinero de todos en empresas sin modelo de negocio rentable que pertenecen a unos pocos.

De predicar y dar trigo

Tuiteros como Carlos Malpartida han recuperado la noticia de hace solo un mes en la que Janet Sanz, considerada la “número dos” de Coalu, proponía “evitar que se reactive” la industria del automóvil después de ver cómo había evolucionado la pandemia y el confinamiento. Sí, es posible contextualizar la noticia en ese momento y en el modo de pensar supuestamente progresista del entorno de Colau. Pero también es cierto que podemos recuperar las declaraciones en cinco segundos en Google y comprobar que son un desacierto total. Como las de quienes “luchan” contra el turismo cada verano.

Diez años después de Patxi López

Hoy hace diez años que esta columna sale publicada en DEIA cada día sin excepción. Tengo que dar las gracias a los lectores, el jefe de Opinión y los directores que han confiado en mí, y a Aner Gondra y José López, que me han suplido cuando necesitaba desconectar. Una columna que nació con el primer lehendakari blogger en Ajuria Enea, Patxi López. Blogger, tuitero, facebookero… Y lo que le echaran. Porque le montaron un tinglado que, poco a poco, mostramos en su justa medida. Al final, cuando Sánchez le puso de presidente del Congreso (porque a este hombre todo le ha salido bien), hasta le deseé lo mejor de corazón.

Diez años de Twitter

Esta columna, sin duda, habría sido diferente sin Twitter. Habría sido perfectamente posible sin esta herramienta porque los políticos se comunicarían por medio de sus blogs o Facebook, y hubiéramos dado más espacio a los digitales, pero sin duda, habría sido diferente. Porque Twitter ha dinamizado mucho la comunicación de candidatos y representantes… Pero no necesariamente para bien: hemos visto más patinazos, errores monumentales y desbarres de los que necesitábamos. Y también hemos ganado mucho tiempo gracias a Twitter porque todo lo que pasa en Internet acaba siempre en esta red social.

Diez años de digitales

Otra constante en esta década han sido los digitales: hemos visto nacer a muchos, decaer también a un buen montón y triunfar a muy, muy pocos. Hemos oído y leído fórmulas mágicas sobre el cambio del modelo de negocio en la información (y al final parece que todo se ha resuelto con las tradicionales “suscripciones”). Y hemos visto grandes anuncios como el de Pedro J. Ramírez, que ha acabado publicando fascistadas tras inversiones millonarias mientras otros digitales, como El Independiente, con menos ambición le comían media tostada. En estos diez años, hay que reconocerlo, El Confidencial siempre ha estado ahí.

Los diez años que nos vienen…

Llevo escribiendo diez años esta columna y dedicándome a la observación de la comunicación política alguno más. En este tiempo, si algo he tenido claro, cada año que pasaba un poquito más, es que si mis hijos se dedican a la política será para enfrentarse a la extrema derecha. Este fenómeno ha vuelto para quedarse, por lo menos, un buen tiempo: cuenta con dinero y con mucha gente dispuesta a arroparlo, algunos de manera absolutamente irresponsable. Esto es lo que nos viene: el futuro es el peor de nuestros pasados y estamos viviendo el punto de inflexión de un fenómeno que ha catapultado Internet.

Diez años de inspiración

Pero no voy a terminar esta columna ni iniciar este domingo y esta nueva década con ese poso amargo de la ultraderecha. Prefiero arrancar recordando todas esas historias estupendas que hemos conocido gracias a Internet y que también les he intentado trasladar, y todas esas cuentas en Twitter, Facebook, Instagram o Flickr, y todos esos blogs que nos han conmovido, reconciliado con nosotros mismos o inspirado. Sin duda, quien mejor representa lo que quiero decirles es Pete Souza, el fotógrafo de Barack Obama que capturó, dentro de esta década, ocho años maravillosos de comunicación política, que es de lo que va todo esto.

Rivera, presidente

Paso por alto el hecho cierto de que en Ciudadanos no sepan colocar las comas y me centro en el spot en el que demuestra lo poquísimo que les importamos los vascos: ridiculizan la opción política principal de la ciudadanía, ridiculizan nuestra forma de hablar y ridiculizan lo que hemos logrado peleando por lo que es nuestro. Porque a nadie se le tiene que olvidar que lo que reclamamos es lo que nos corresponde. Ni más ni menos. Hace bien Aitor Esteban en coger el guante en su blog como principal aludido porque Pedro Sánchez ya ha empezado a hacer sus sumas con esos Ciudadanos. Así nos quieren, y así tendrán que ser correspondidos.

Patxi López, el inmortal

Ya estaba allí, en el Congreso, mucho antes de ser lehendakari. Después, en el Parlamento, cuando PSOE y PP intentaron por primera vez desplazar a Ibarretxe. Ahora, continúa. Incluso después de ser el presidente del Congreso más breve y de ser el submarino del sanchismo (aunque con su conocida habilidad estratégica acabó siéndolo del susanismo), Patxi López sigue ahí: en las listas al Congreso y, la próxima legislatura, en la cámara baja. Porque puede pasar lo que sea en el PSOE moderno, que López se mantendrá a flote. Suerte o instinto de supervivencia, no hay PSOE sin López… Ni lo que representa.

El PP tampoco cambia

En Euskadi, Patxi López simboliza el pacto con el diablo después de haberlo negado, y el desastre de aquella legislatura que, a los resultados posteriores de los partidos que pactaron me remito, nadie quiere repetir. Más allá del marketing y las necesidades políticas, la verdad es que poco han cambiado PSE y PP, con Mendia y Alonso al frente. Sobre el partido de Casado, Antonio Cartier lanzaba un certero dardo en Twitter: “Estamos descubriendo que el PP es machista, usa a las víctimas de ETA en campaña electoral y que se aferra a la bandera como excusa de todo. Podría ser 1996 pero no, amigos, es 2019”.

Vox es violencia

Varios de sus miembros han sido condenados por palizas cuando eran neonazis declarados, Ortega Smith ha apelado varias veces a su condición de Boina Verde y experto en artes marciales, Santiago Abascal va armado por la calle sin motivo que justifique la renovación de su licencia de armas, y allá donde va Vox deja un reguero de enfrentamientos. Ya no solo en Euskadi (aunque los medios españoles se lo compraron sin mirar ni la etiqueta), también en Oviedo la semana pasada y, como recoge Miguel Ángel Garrosa en Twitter, en Tenerife, donde la Policía parece que sigue sacando la porra por el armado y el militar.

Por eso somos del Athletic

Esta semana los medios que quieren demostrar quién manda en Bizkaia ya han desplegado su último movimiento para traer a Llorente al Athletic. ¡Qué verano nos espera si Elizegi no detiene rápidamente esta invasión a su propia capacidad de decisión (que al final, es de lo que va esta campaña a favor del riojano, no de fútbol)! Pero no, no solo importan los goles: el Athletic está construido sobre valores. Tenemos que recordárnoslo cada día con tuits como el de la Adurizpedia: “El Athletic lleva 2.523 partidos consecutivos jugando con al menos un canterano, todos los disputados en los últimos 55 años”. Más de 30 años más que el Ajax.

Sí, lo son

Linus Torvalds, creador del sistema operativo Linux, ha sido muy claro: “Detesto absolutamente las redes sociales modernas. Twitter, Facebook, Instagram. Son una plaga. Parecen fomentar el mal comportamiento” (Trecebits). Y solo puedo darle la razón. Insisto últimamente mucho en que el Internet comercial, el que conocemos vía Google o estas redes, no nos ha traído ningún beneficio como sociedad. Ninguno. Lejos de extenderse el conocimiento ha prosperado la desinformación, y no nos ha mantenido más conectados, sino de un modo diferente (porque el tiempo es limitado) y no siempre mejor.

No nos toman en serio

Ninguna marca en Internet nos toma en serio como sociedad ni como individuos. Para todas, sin excepción, somos consumidores que pueden decantarse por su oferta, así que somos objetivos con los que usar cualquier artimaña digital para atraer nuestra atención, nuestro dinero o nuestro voto. Marcelino Madrigal lo ha escrito en Twitter mucho mejor que yo: “¿Se imagina que usted va a una manifestación por la causa que quiera y se encuentra allí rodeado por maniquís? ¿Qué pensaría? Pues amigo, en la red con los bots es lo mismo: le faltan el respeto a usted y a su causa”.

¡Ni siquiera conocen el sistema!

Los políticos que aprueban el uso de artimañas digitales desprecian a los votantes, precisamente a quienes hay que tomar como el elemento más valioso de las elecciones. Pero, ¿qué podemos esperar si los líderes ni siquiera conocen los rudimentos de la democracia española? Albert Rivera asegura que, cuando sea presidente del gobierno, cambiará la ley electoral… Como si eso no fuera potestad de Congreso y Senado y con amplias mayorías que, por supuesto, requieren negociaciones con quienes querría laminar, precisamente. ¿O Rivera se toma el poder al modo “tradicional” y caudillista español?

¡Y vaya lemas!

Espero que a todos los partidos esta campaña les haya pillado con el paso cambiado y, por eso, han tenido que tirar de “plan B” después de haber elegido ya el cartel electoral de mayo. Porque si los lemas que presentan todos son sus mejores opciones… O las agencias están en crisis de creatividad o las cabezas pensantes de los partidos están agotadas. Pero el que se lleva el premio a claim peor elegido es el PSOE, que es el único que sabía cuándo iba a haber elecciones generales: “Haz que pase” (supongo que para no poner palabra por palabra el “haz que suceda” de Patxi López) es una mala idea que puede girarse fácilmente.

Barro, para la foto

Y vaya ideas, así, en general que estamos viendo esta campaña. No solo los discursos de los líderes, que sorprenden sobre todo en los partidos españoles y catalanes por su falta de solidez y medidas. Cuando uno sigue un poco a esas estrellas emergentes que marcan los partidos que han querido renovar sus listas a golpe de fichaje con efecto, se topa con chorradas como la de María Muñoz, en Ciudadanos, que se ha sacado una foto a su bota con un poco de barro en un Cercanías. ¡Ay que ver lo que se esfuerza esta chica, que se ve obligada a hacer cosas de pobres por un puñado de votos!