Negocian moquetas

Si parece que detrás de todo hay un plan lo más probable es que haya un plan, y si parece que detrás del acuerdo de Bildu con el PSOE para investir a Sánchez había contrapartidas inconfesables lo más probable es que las haya. Joseba Asiron será el alcalde de Iruña por un acuerdo con el PSN anunciado después del debate sobre la ley de amnistía en el Congreso. La ballena, a cachos. O lo que es lo mismo: Bildu negocia en Madrid el reparto del poder vasco. Y ya que estamos: en GeroaBai serán mucho más generosos que en Bildu cuando los de Asiron prefirieron que UPN tuviese la alcaldía a que pudiera ostentarla Koldo Martínez.

El juez archiva el Caso Neurona

Si en su día hablamos de los inicios del Caso Neurona ahora tendremos que contar también su final: “El juez archiva el Caso Neurona después de tres años de investigación contra Podemos. El magistrado Juan José Escalonilla cierra la causa que ha mantenido imputado al partido con una decena de piezas derivadas, desde las ‘niñeras’ de los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias hasta los trabajos de la consultora mexicana” (Público). Y esta es una magnífica noticia para la democracia y pésima para la justicia que se presta a hacer política. O lo que es lo mismo, otro caso de “lawfare” acreditado para quien quiera mirar y ver.

Bruselas no es Madrid

Pedro Sánchez no estuvo el martes en el Congreso pero sí hizo acto de presencia ayer en el Parlamento Europeo. Bruselas no es Madrid y Sánchez elige dónde aparece aunque para ello erosione las reglas más básicas de la democracia y la corrección política. Pero Sánchez también probó que Bruselas no es Madrid en el nivel del debate: “El presidente de España me ha atacado durante cinco minutos. Se ha referido a qué haría en Alemania yo. En mi país, los demócratas se reúnen y encuentran un consenso entre izquierda y derecha. Él hace lo contrario” (El País, en Twitter), le respondió Manfred Weber, presidente del PP Europeo.

La típica urgencia del populista

La de Javier Milei es la típica urgencia del populista: después de prometer hasta meter en campaña, ahora, con responsabilidades del gobierno viene jodiendo, pero de la peor manera. “Argentina devalúa un 50% su moneda y anuncia un paquete de ‘urgencia’”, titulan en República. Y si no fuese porque estamos hablando de millones de personas que van a pasarlo muy mal, sería hasta cómico. Me acuerdo ahora de aquel vídeo en el que un argentino decía que iba a votar a Milei porque un peso suyo iba a valer un dólar. ¿Qué pensará ahora de su presidente para los próximos años, sus argumentos pasados y sus políticas presentes?

Un éxito absoluto

La Real Sociedad se ha clasificado como primera de grupo en la Champions League por delante de equipos con pedigrí europeo como el Inter de Milán o el Benfica, y un nuevo rico como el Salzburgo. Un éxito absoluto del equipo, el club y el fútbol vasco. Un logro del que podemos sentiros orgullosas y orgullosos también las y los socios de otros equipos. Un nivel internacional al que han llegado con una buena gestión, con aciertos en los fichajes, con un entrenador vasco que habla claro y con canteranos entrando en el primer equipo con naturalidad. Lo que venga a partir de ahora es un regalo que debemos disfrutar.

2.0

Ser candidato a lehendakari no es fácil. Serlo con alguna posibilidad de gobernar, aunque necesites tres carambolas, es aún más difícil. Y el número de personas que se prestan a ello es muy reducido. Así que reconozco a Pello Otxandiano su valentía, pero me pareció que quien tenía miedo con la designación era Bildu y no solo por la voz temblorosa de Otegi. Otxandiano no es una apuesta ganadora: demasiado joven y demasiado de Sortu (estuvo en la dirección que dio paso a la actual, con David Pla y Elena Beloki). Y que sea demasiado de Sortu invita a pensar que la nueva deriva de americana sobre camiseta no satisface plenamente.

No pueden esconderse

Las y los fascistas pueden disfrazarse pero nunca dejan de serlo: Santiago Abascal alertaba de que “en un momento dado el pueblo querrá de colgar de los pies a Pedro Sánchez”. Su conocimiento de la historia y su fundamento político puede resumirse en ese entrecomillado de El Independiente. En el mismo digital destacan que “el PP critica a Abascal” (con cuyos votos cuenta para alcanzar al gobierno de España) y que “acusa” a Sánchez “de buscar polémicas”. Porque Abascal tiene delito (si no lo es, debería de serlo), pero quien le critica con la boca pequeña y señala a la víctima tiene también lo suyo.

¿En qué lado estás?

Esto es muy fácil: ¿estás con Ucrania o estás con Rusia? ¿Estás con Gaza o estás con Israel? ¿Estás con la población civil agredida y masacrada o estás con la potencia militar que lanza misiles contra edificios civiles? EE.UU. está contra Rusia y con Israel. Para el gobierno del país (demócrata, no lo olvidemos) tendrá su coherencia, pero para el resto del mundo es una puta (sí, he escrito “puta”) vergüenza. No hablo del veto en la ONU a una resolución formal, es que manda 14.000 proyectiles para tanques y sin aprobación del Congreso. Ya, ni las formas. “Show must go on”, tuitea Mikel Ayestarán sobre la noticia de El País.

18.000 personas muertas

18.000 personas muertas. Lo escribo con horror, con dolor, pero no puedo dejar de hacerlo: 18.000 personas muertas. Solo en Gaza. A manos de Israel. Bomba tras bomba. Disparo tras disparo. 18.000 personas muertas. Por mucho que Hamás controle la comunicación que sale de la franja, hemos visto lo que hemos visto: niñas y niños asesinados por una maquinaria de matar liderada por un gobierno extremista que cuenta con el primo del Zumosol, ahora llamado Joe Biden. Nadie puede justificar este ataque atroz, y quien lo haga formará parte de un nuevo colaboracionismo, esta vez, sionista, sorprendentemente.

¿Esto está bien?

Me lo pregunto de verdad porque yo para estas cosas soy extremadamente cuidadoso y a veces me paso de precavido. Me refiero a la presentación del libro de Pedro Sánchez, ‘Tierra Firme’, en horario laboral de mañana, con el nombre de la editorial bien visible, presentada por Jorge Javier Vázquez y retransmitida por streaming por “la cuenta oficial del Gobierno de España”. ¿Quién saca beneficio de este sarao? ¿Podemos pensar que hay elementos de esta presentación pagados con dinero público, es decir, nosotras y nosotros, o cómo se nos ocurre hacerlo? ¿Podemos criticar lo desacertado de todo lo anterior?

Descubriendo la democracia

Me flipan algunas sorpresas sobreactuadas que empezaron en los digitales y, por desgracia, se han contagiado al papel o los medios audiovisuales: Pedro Sánchez elige para los puestos de confianza a personas de su confianza. ¡Cómo puede estar pasando esto! ¡Seguro que es la primera vez que sucede! ¡Es increíble que a nadie se le hubiese ocurrido antes algo así! Podemos tirar de sarcasmo lo que queramos para compensar cómo en Vozpópuli tiran de teatro y esperpento (que tiene su arte): “Pedro Sánchez coloniza los ministerios con cargos afines: ‘Este es el verdadero muro del PSOE’”.

Siempre fueron jefes

Es cierto que algunas personas nacieron para ser jefas. Pero creo que no tiene nada que ver con su capacidad de liderazgo o gestión de equipos. Más bien, al contrario: la incompatibilidad de su personalidad con el sencillo hecho de tener compañeras y compañeros les lleva a las alturas para evitar la turrada. Me refiero a personas como Elon Musk que si no hubiera sido la persona más rica del mundo y hubiese acabado en una desprecia a anunciantes como Disney para Twitter (“¡que les den!”), pero, ¿qué dirá a sus directoras y directores comerciales?

“¿Cómo se atreven?”

La censura de hoy, normalizada en algunos países como EE.UU., no sería posible sin el exceso con el lenguaje políticamente correcto que, sin duda, hemos abordado mal. Aquellos argumentos que extendíamos con sumo cuidado, como aguantándonos un pedo, han sido aprovechados por el populismo para victimizar a colectivos dominantes. Y aquellas maneras, que han arrinconado formas de expresarnos, han abierto la puerta a modificar discursos y proteger, como ha pasado a Robert De Niro, críticas a Trump. Cuando vio en el prompter que su discurso había sido cercenado, soltó un “¿cómo se atreven?”, sacó su móvil y lo leyó.

¿Es un youtuber un empleado de YouTube?

Como trabajador autónomo que soy lo tengo claro: no. Si montas tu negociete de generación de contenidos y los comercializas en varias plataformas, es tu movida. No vale querer cambiar las condiciones sobre la marcha (de hecho, nos quejamos si lo hacen quienes nos contratan) o renegar de las que aceptaste con la libertad que te daba tu negocio por bandera. Así que entiendo la postura de Google, de negar que sea despido improcedente cancelar la posibilidad de monetización de un canal de un youtuber. “Jota” es el que ha demandado a la plataforma de la mano de UGT, según cuenta El Chapuzas Informático.

¿Netflix reinventa la tele (pero de pago)?

En Genbeta han puesto por escrito la reflexión que todos hemos hecho de alguna manera: si Netflix pone publicidad en sus emisiones, además de cobrarte una cuota, ¿en qué se diferencia de la televisión convencional? Vale, puedes elegir contenidos, pero también puedes hacerlo en las webs y aplicaciones, como Primeran, que están desarrollando los canales tradicionales de televisión. El paso atrás de Netflix, sin embargo, es absolutamente lógico: su modelo de negocio no era sostenible y eso, que algunos hemos puesto también por escrito desde su eclosión, también lo intuíamos muchas y muchos.

A veces, las cosas son sencillas

Entiendo las ganas de parecer informada e informado, de ser quien descubre los tesoros y enseña los caminos. Pero a veces las cosas son sencillas, mucho más de lo que quieren hacernos creer para parecer interesantes o para buscar el perjuicio ajeno, directamente. El relevo de Iñigo a Imanol, de Urkullu a Pradales (si lo ratifican las bases) es la historia de quien se veía con fuerzas y se había ganado el derecho a postularse, y de quienes consideraban que era el momento de un relevo y podían tomar la decisión. A partir de ahí, la literatura, las intenciones y la venta del tema propio. Todo, absolutamente legítimo.

Y siguen siéndolo

De la misma manera, detrás de la renuncia de Arnaldo Otegi lo que hay es la necesidad de un relevo generacional evidente. ¿Se parte la izquierda abertzale? ¿Otegi carecía de aspiraciones, ambición o energía? No y no. Lo que no entiendo es por qué se empeña Bildu en tratar a la ciudadanía como si fuera idiota, cuando no hacerlo es lo primero que tendría que aparecer en su sobadísimo manual de marketing político. ¿Quién se cree que Bildu inicia ahora la búsqueda de un o una candidata? ¿Alguien cree acaso que el PNV eligió a Pradales del viernes al sábado? ¿Alguien lo ha dicho o sugerido?

Otro globo para pinchar

Además del globo de las crisis de los partidos vascos por relevos bastante naturales y naturalizados por la sociedad vasca, tendríamos que pinchar el globo de la iluminación navideña de récord. Klkautsky hace el cálculo por nosotros en Twitter: “11 millones de luces en Vigo. Unos 330 millones de vatios por hora. Pero tú mejor que sólo tires la cadena una vez a la semana, que hay que salvar el planeta, pobre de mierda”. Porque una cosa es la iluminación navideña, que me parece muy bien porque anima a salir a la calle y comprar, y otra cosa es el exceso. Y lo de Vigo y otras ciudades que buscan empatar es solo eso: un exceso.

El PP sí que pinchó

Seguí en directo el debate en el Parlamento Europeo sobre la amnistía promovido por el PP, y quienes lo hicimos lo vimos claramente: el PP pinchó como el sindicato de Vox y su huelga general. Tenemos que hablar claro, tenemos que contar las cosas como son, sin intenciones políticas permanentes que te llevan a hablar de crisis inexistentes (porque no la hay), sin operaciones de marketing que te obligan a decir que empiezas ahora un proceso (que tienes decidido), y sin maniobras para tapar un pinchazo (que describen bien en El Diario) como el del PP en el Parlamento Europeo. Y por supuesto, de pinchazos no está libre ningún partido.

Para la campaña de Navidad

A Pedro Sánchez no solo le ha dado tiempo a escribir un libro sino que ha escrito dos. Su segunda obra, basada en sí mismo como la primera, sale a la venta a principios de diciembre y para la campaña de Navidad. Pues muy bien. Pero me sorprendo, claro. Unos llevamos persiguiendo una novela durante décadas que se nos escapa y otros tienen tiempo, energía y, ojo, vida como para llenar dos volúmenes con poco más de cincuenta años y, eso, sí, los cadáveres de sus adversarios amontonándose en la orilla. De “Manual de resistencia” a “Tierra firme”. 384 páginas de sanchismo para las y los más sanchistas.

La gente quiere aventura

Argentina ha decidido que quiere aventura y por eso ha elegido a Milei. Antes demostraron que la querían en EE.UU., Brasil, Hungría, el Reino Unido con el Brexit, y hasta Bizkaia, eligiendo como presidente del Athletic una tercera vía alternativa, por lo menos en apariencia, a medios y centros de poder tradicionales. La gente quiere aventura, por eso la mayoría de quienes votamos el 23 de julio optamos por un gobierno en España de concentración contra la extrema derecha con un equilibrio imposible. Quien se presenta como antiestablishment, aunque forme parte de ese establishment, tiene hoy más opciones de ganar.

Llamaron a tu puerta y abriste, Oskar

En Euskadi, el populismo antiestablishment lo lidera hoy la izquierda abertzale sin rubor, a la que reconoceré su capacidad de convocatoria pero no cederé en sus intentos de reescribir el pasado. Por ejemplo, tuitea Oskar Matute a propósito de la manifestación del sábado que “cuando los fascistas llaman a la puerta, no hay otra prioridad que pararlos”. Pues cuando llamaron a la puerta de Oskar, este se la abrió. Porque quien defiende y justifica los asesinatos a personas que pensaban diferente por el mero hecho de hacerlo son fascistas. No voy a entrar ni a discutirlo. Y quien les blanquea es un colaboracionista. Y tampoco me parece discutible.

El “antiestablishment” oficial

Yolanda Díaz, Ernest Urtasun, Mónica García, Pablo Bustinduy y Sira Rego serán las y los ministros españoles de Sumar. Y se presentarán, por supuesto, como antiestablishment. Pero no lo son, al contrario: son sangreazules de la izquierda. ¿Tiene algo de malo? No, pero como en otros casos, lo negativo es el engaño, o el intento de engaño: que nos intenten convencer de que estas y estos van a ser las y los ministros que mejor nos representan a quienes no hemos pisado nunca un ministerio o un escaño como elegible. Todos los partidos son libres de escoger a las personas que quieran, pero no hay obligación de  quererlas.

¡Veintidós!

Lo reconozco: me ha sorprendido la cifra porque 22 ministras y ministros me parecen muchísimos. Y quien me lea o me conozca sabe que no soy de los que tienen remilgos o entren al trapo populista: la democracia es cara (más cara es su alternativa), las y los equipos son necesarios para llevar adelante políticas, y todas y todos tienen que estar bien pagados para no ser accesibles a quienes quieran conseguir ventajas a cambio de prebendas. Pero 22 ministras y ministros, con toda la maquinaria que corresponde a un ministerio, proyectan una sombra nada recomendable, la de una torre de marfil.

De Microsfot me fío un poco más

Me ha parecido muy buena noticia esta de República: “Microsoft ficha a Sam Altman, exconsejero delegado de OpenAI”. La repentina salida de Altman el viernes fue una sorpresa que nos trajo cierta zozobra, ¿hacia dónde quiere ir la compañía a la que no le vale la visión de quien nos ha descubierto las posibilidades de la IA? Y la reacción de Microsoft ha supuesto cierto alivio: la empresa que fundó Gates es hoy una roca que nos da más certezas que muchas otras marcas, y su camino en la IA me resulta, desde estas primeras etapas por lo menos, bastante más fiable. Lo que está claro es que es la apuesta de todas las tecnológicas.