Sí, eran fachas

El ascenso de la ultraderecha en Europa se explica en parte por la colaboración necesaria de quienes no saben reconocer a un facha cuando lo tienen delante. Así, la manifestación a favor del uso del español en Catalunya poco o nada tenía que ver con constitucionalistas o el bilingüismo (que ya existe), y para comprobarlo solo había que echar un vistazo a la convocatoria que difundió Manuel García en Twitter: grupos de ultraderecha escondidos de las más diferentes formas eran quienes llamaban a concentrarse. Quien a partir de ahí les vistió de demócratas es un colaboracionista de libro.

No, no han acertado

¿Hay que hacer frente al fascismo directamente? Sí, sin duda. Pero poco favor hacen a la lucha contra el fascismo precisamente quienes le ponen en bandeja que se blanquee. Así, los CDR han propiciado la imagen que muchos medios, periodistas y contertulios profesionales necesitaban: la del boicot a “una marcha por la escuela bilingüe”. El titular de El Confidencial es de los que deja sin respiración por el modo que tiene de blanquear a una banda de fachas. Pero el error de cálculo de quienes les regalan la legitimidad es también de bulto: todas las imágenes son de un catalanismo agresivo.

Por ejemplo…

Hermann Tertsch es, como Alfonso Rojo, un fascistilla de esos que se chivarían a las SS de reuniones clandestinas de sus vecinos judíos, y también de los alemanes no suficientemente nazis. En la España de hoy son solo halagadores de una ultraderecha más peligrosa de lo que parece. Las defensas que ha hecho Tertsch el pasado fin de semana de Salvini (al que un ministro luxemburgués mandó acertadamente a la mierda) y Viktor Orbán son para tener en cuenta. Puede que Tertsch, igual que Rojo, sea justo lo que desean: que cuando por fin triunfen los Orbán y Salvini españoles les den su premio.

En tus sueños

En el otro extremo tenemos a los Valtònyc y Pablo Hasel, que se creen líderes de una revolución que consiste en rapear y tuitear con mal gusto. En este caso, los colaboracionistas son los jueces españoles rancios que han considerado que pueden decidir que el mal gusto sea delito. Y de aquellos polvos, estos lodos: “Han conseguido mucho más Valtònyc y Gonzalo Boye por la libertad de expresión esta mañana que todos los ‘Llamazares’, ‘Pablos’ y ‘Adas’ españoles en 40 años”, leí ayer en Twitter. Ni por el forro. La lucha de los raperos-tuiteros solo tiene una causa: ellos mismos.

Perio-indigno

Nunca me ha gustado el uso de la etiqueta “periodigno” que algunos utilizan a su criterio en Internet. Como si quien la pone pudiera decidir (en función de si el contenido da la razón a sus presupuestos, principalmente) qué periodismo es digno, y despreciar el resto. Pero de lo que no me cabe duda es de que hay un periodismo indigno. Y no me refiero al de Tertsch o Rojo, que no es periodismo, es contar lo que la extrema derecha quiere oír: lo que hacen en Abc (donde publica Tertsch, por cierto) defenestrando la tesis doctoral de Pedro Sánchez es sonrojante pero no por ello menos grave.

¿Tendrá el culo blanco?

Desde que conocimos que Pedro Sánchez, ya como presidente del Gobierno español, tenía intención de desenterrar a Franco de su pirámide, hemos leído todo tipo de declaraciones de amor al dictador, también una entrevista en La Razón al embalsamador que avisaba de que el cadáver estaría en perfectas condiciones. ¿Podremos comprobar si letra extraoficial del himno está en lo cierto? De momento, nos congratulamos como bien hace Íñigo Errejón de participar o asistir a la reparación de esta injusticia histórica que, como bien oímos defender en el Congreso, es urgente.

El PP se retrata

Daniel Innenarity acertaba, como suele ser habitual en él, con una sola palabra: la postura de los diputados del PP sobre la moción crítica del Parlamento Europeo a Viktor Orbán es un autorretrato de los de Casado y Alonso en un espacio equidistante contra la extrema derecha europea. Y si las equidistancias siempre son falaces, en este caso no tienen cabida: al avance del fascismo, en la forma que sea, uno tiene que oponerse. Pero la mayoría de ellos se abstuvieron, tres (entre los que se encuentra Iturgaiz) votaron en contra de la sanción y González-Pons ni siquiera votó para no retratarse.

El PSOE… también

Las críticas a las industrias armamentísticas vasca y española siempre son agridulces para quien las hace. En casa, sorprende que hablen de paz algunos de los que nunca dijeron nada contra la compra, el uso y el almacenamiento de armas en el propio país. Fuera, estar en contra de esa industria es una de las marcas de la casa de los progresistas pero luego “Kichi” apoya la construcción de goletas en Cádiz y, desde el gobierno, en el PSOE reculan. José Antonio Pérez ironizaba en Twitter: “Las bombas que fabricamos en España son tan buenas que solo matan a quien se lo merece”.

Los héroes de la actualidad

Nunca me ha gustado Elon Musk ni he entendido que personas a las que valoro le hayan dado tanta cancha y hayan aplaudido, por ejemplo, el gasto millonario de poner un Tesla en el espacio. Lo último que sabemos de este “visionario” lo resumen muy bien Jorge Matías, y añade un buen corolario: “Elon Musk primero sale en una entrevista fumándose un porro, y acto seguido le declara la guerra a los sindicatos de su empresa. La posmodernidad era hacer pasar por cool a personajes que tienen la misma ideología que el dueño de un telar decimonónico. Los tontos aplauden”.

Esto de Elías Gómez

Ya sé que me contradigo y que, mientras insisto en que Twitter es una castaña, les traigo una y otra vez tuits que dan pie a mis comentarios. Vuelvo a hacerlo porque Elías Gómez retrata muy bien lo que es esta red social: “Lo mejor de Twitter es pararte a pensar y darte cuenta de la cantidad de gente que cree estar haciendo la revolución y no lleva ni los pantalones puestos”. Las de hoy (porque además son varias a la vez porque en Internet cabe todo) son todas revoluciones de sofá, y sí, aunque el 15-M salieron a la calle y algunos fundaron Podemos, la mayoría retuitea para liberarnos.

Sánchez enseña la tesis

Pedro Sánchez ha decidido poner a disposición de los medios el texto de su tesis doctoral para confirmar que sí, está hecha y publicada, y que no, no es un plagio. Para anunciarlo ha escrito un extenso post en Facebook gracias al que, si me lo permiten, me creo que este hombre ha escrito su propia tesis. Como bien apunta el hoy presidente de gobierno, escribirla es un ejercicio, sobre todo, de humildad, porque uno se enfrenta a su propio proceso de conocimiento y tiene que dejar por escrito lo ignorante que es. En el caso de Sánchez, además, a disposición de una oposición desaforada.

Y otros, su propia estupidez

Arcadi Espada opina con la firmeza de quien se tiene por leído y está orgulloso de que le hayan publicado varios libros. Instalado en esa altura moral e intelectual que, sin embargo, solo es el pedestal desde el que todos vemos mejor lo memo que es, Espada hace tiempo que es solo un descerebrado más de la derecha rancia que hace gracia a los suyos, rancios de sol y sombra y caspa cuñada que habrán aplaudido sus afirmaciones sobre cómo un doctor accede a una vida cómoda y contemplativa. No lo habrán alabado quienes se defienden, siendo doctores, entre la docencia mal pagada y la burocracia más abusiva.

Ana Rosa Quintana y los plagios

Inda, el colega de Espada que se pasea por los platós porque, oigan, alguien tiene que salir a hacer el ridículo cada día, ha tenido unos segundos de gloria esta semana hablando del supuesto plagio de Pedro Sánchez en su tesis delante, nada menos, que de Ana Rosa Quintana, la que firmó “Sabor a Hiel”, una novela escrita por un “negro” que a su vez plagiaba otro libro para acabar antes. Se cree el ladrón que todos son de su condición… Y el menos listo que los demás son más tontos y que no tienen memoria. Por lo logrado, la tesis de Sánchez ya es una de mis favoritas.

Rivera, da la cara

Otro que piensa que la vida es Twitter, es Albert Rivera. Convencido, como Inda, como Espada, que solo importa lo que dicen en un momento dado y que nadie observa su trayectoria directa al precipicio del vacío moral y ético, pide que Sánchez responda a las acusaciones de plagio (que solo él y los suyos vierten) mientras él no responde a su increíble currículum menguante: en 2015 era doctor y tenía dos másteres, en 2016 solo tenía dos másteres, y hoy es solo licenciado. Sin embargo, el examen para tener la cara dura algunos lo aprueban con nota cada curso.

Se lo avisamos

Pero el sistema académico está lejos de la excelencia que, sobre el papel, siempre persigue. Hay inflación de “cum laude”, hay doctorandos que defienden con sonrojo sus flojas tesis para poder acceder a un puesto, las subvenciones a los grupos de investigación se gastan en que las editoriales publiquen los libros, mercantilizando aún más la difusión del conocimiento, y las facultades asumieron que sus propias licenciaturas no eran suficientes para estirar del modelo de negocio a los másteres, donde lo público, lo privado y lo interesado, se mezclan demasiado. Pero que quede claro: nadie regala nada.

La humanidad debe ser la norma

Repito casi un titular que utilicé cuando el Aquarius sí fue acogido en un puerto español y los inmigrantes que portaba, rescatados de una muerte segura en el mar, atendidos como personas. Entonces Pedro Sánchez acababa de llegar a la Moncloa y necesitaba marcar distancia con su predecesor, Mariano Rajoy, que, como con todos los problemas, esperaba que el de la inmigración ilegal se resolviese por sí mismo aplicando su recete mágica: no prestarle atención. Hoy la realidad es otra: Sánchez sigue al frente y todas esas personas no son bien recibidas.

“Una persona transexual”

Bien haría Lucía Méndez, cuyo tuit he elegido para ilustrar el párrafo anterior, en fijarse en la falta de humanidad de la que adolece su periódico a veces: “Agreden a una persona transexual en Valladolid y ‘El Mundo’ titula con ‘un hombre disfrazado de mujer’”. Ya sé que ningún periódico es perfecto y que los periodistas tenemos la mala manía de poner en portada nuestros errores y nuestras miserias. Pero una persona transexual no es un hombre disfrazado de mujer ni en el más abultado de los fallos, y el planteamiento del titular parece intencionado. Así, no.

Si no hay sangre no hay delito

Es una lógica cavernícola y, sin embargo, es una lógica inducida por la justicia en 2018: “El abogado de Ángel Boza pedirá su libertad por las ‘lesiones prácticamente inexistentes’ a los vigilantes” (El Español). Ángel Boza, por si no lo han reconocido aún, es el miembro de “La Manada” acusado ahora de robar unas gafas de sol y, en su huida, embestir a unos vigilantes jurados con su coche cuando, al parecer, tenía el permiso de conducir retirado. El sevillano ha aprendido lo que le han enseñado: para que hubiese delito los vigilantes tenían que haberse dejado atropellar.

El nuevo negocio del ladrillo

Permítanme que desde mi infinita ignorancia ponga en duda las conclusiones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que asegura que los alquileres turísticos no han provocado un efecto de contagio que ha hecho subir el precio de los alquileres habituales. Seguro que la afirmación de Competencia, que me parece casi un insulto a la inteligencia, ha sentado muy bien a todos los que tenían liquidez, compraban pisos a tocateja durante la crisis mientras la mayoría carecían de crédito bancario, y ahora sacan beneficio a sus inversiones no solo revendiendo al alza.

Rooney, un verdadero futbolista

Con la liga a punto de empezar para nuestros equipos, me atrevo a recomendar a jugadores y aficionados que vean el vídeo que ha cazado Roque Arambarri: Wayne Rooney no ha ido a EE.UU. a jubilarse. Al contrario, con un 2-2 en el marcador y en el último minuto del partido, el portero de su equipo, el DC United, decide subir a rematar un córner. La jugada sale mal, el equipo contrario recupera la pelota e inicia el contraataque para marcar a puerta vacía… hasta que aparece Rooney como una bala, recupera el balón como el mejor defensa, y saca un centro que acaba en gol y victoria.

La mujer del César

La mujer del César en esta ocasión es gasolina para el PP, y eso que Begoña Gómez ha fichado por una fundación del Instituto de Empresa que, según la propia institución, tiene una financiación pública para sus proyectos (los que va a manejar la esposa de Pedro Sánchez) inferior al 5%. Entonces, ¿dónde está el problema? Tal vez la agostosidad usada para el anuncio haya jugado en su contra y, sobre todo, está la obsesión del PP de acusar a otros de sus propios pecados: ¿es enchufismo lo de Gómez? No lo sé. Tampoco sé si la defiendo en estas líneas ni si debería de hacerlo.

No puedes defender solo a Gómez

Dicho lo anterior, hasta donde yo sé no me parece mal la incorporación de Gómez. Pero es evidente que los nuevos contratos de los familiares directos de los presidentes han dado, dan y darán que hablar. Así que lo más recomendable es tener cuidado con las aseveraciones, y si no tienes cuidado más te vale contar con un digital para que te eche cremita. Es lo que hace El Nacional con Gabriel Rufián, que ha defendido a la mujer de Pedro Sánchez en Twitter: “Rufián tiene unos principios claros y si una mujer tiene currículum para acceder a un cargo entiende que las críticas son interesadas”.

Internet es así

Internet, sobre todo Twitter, está lleno de estrellas que necesitan que les acaricien el lomo, de historias que no valen ni un breve en un periódico cuando son veraces y de historias que necesitan ser falsas para llamar nuestra atención. La noticia de los dos ancianos que se escaparon de un geriátrico para ir a un festival de heavy metal no es cierta. En Magnet lo explican: los mayores alemanes se desorientaron y abandonaron el centro, acabaron en ese festival y cuando las autoridades les localizaron se negaron a abandonarlo porque estaban aturdidos, no porque su rollo fuera el metal.

O peor

Una foto de un delicado y pequeño plato de fabes junto a sus sacramentos, seleccionados y proporcionados al bocado de legumbres, ha rebotado en las paredes de Twitter y ha acabado en varios digitales como muestra de la indignación: ¡la nueva cocina llama fabada a una ración enana! ¡Anatema! El autor real de la imagen, gestor de Debocaaccion, ha contado en Twitter que esa foto (bastante buena, como todas las de la cuenta) está cogida de su Instagram sin permiso y pretendía ser un homenaje al autor del plato, Casa Gerardo. Luego, Internet ha hecho el resto.

Menos Kepa, más Athletic

Tal y como está el patio bilbaíno, creo que me va a tocar hablar de Kepa Arrizabalaga más de lo que me gustaría. Se ha ido porque ha querido. Ya está. No le demos más vueltas: el club seguirá adelante incluso cuando el portero acabe su carrera profesional que, por lo visto en las fotos y su propio mensaje de despedida del Athletic, empezó ayer. Me quedo con la sabia reflexión de Borja Barba: “Estáis como demasiado preocupados de que un futbolista de veintitantos años os mienta. No sé. Me parece todo muy inocente. Muy naíf. O igual es simplemente un pataleo”.