Esas juventudes de las que usted me habla…

Curiosa semana ha sido esta que empezó con Pello Otxandiano diciendo que Bildu no tiene que responder por las acciones de Ernai, y termina con Vox intentando “desligarse de la organización juvenil después de conocerse que habrían desviado fondos de las donaciones para la DANA para uso personal” (Diario Red). En ambos casos podemos tirar de ironía y cierto rajoyismo: “Esas juventudes de las que usted me habla” no les representan ahora. En el caso español, “Vox borra de su web una carta de Buxadé que ensalzaba a Revuelta y pedía donaciones por la DANA”, según el digital que dirige Pablo Iglesias.

¿Qué premio Nobel de la Paz?

Mientras Donald Trump amenaza cada día a Venezuela y su ejército asalta barcos de aquel país frente a sus costas ilegítimamente, María Corina Machado se da un baño de masas después de recibir (más bien, su hija) el premio Nobel de la paz, y se permite decir chorradas como esta: “Venezuela ya está invadida por Rusia, Hezbolá y bandas” (The Objective). No me gusta Maduro, que gobierna después de unas elecciones cuyos resultados no ha hecho públicos, pero si el objetivo del Nobel era debilitar su régimen, lo que está consiguiendo es todo lo contrario: nada bueno sale del entorno de trumpismo, y Machado está nadando en él.

El fútbol que odiamos

El fútbol es un deporte precioso que nos hace vibrar, lleno de historias apasionantes de aficiones, ciudades, equipos, jugadores o entrenadores. Un deporte perfecto si no fuera por los hooligans y quien organiza los campeonatos: Liga, RFEF, UEFA y FIFA. Lo de Infantino otorgando el “Peace Prize” de la federación internacional a Trump es un chiste. Uno de los malos. Por supuesto, es un agradecimiento por las oportunidades de negocio que el presidente de EE.UU. abre al de la FIFA, pero si lo pensamos fríamente, el modo en el que todo el mundo trata a Trump, como si fuera un niño mimado e idiota, es para echarse a reír.

Ponernos en valor

Me ha encantado este hilo en Bluesky de Elías Fraguas: “Yo lo que quiero es que vuelvan los blogs” porque “no necesito verme un vídeo de un minuto para algo que puedo leer en diez segundos”. Como él, “quiero micrositios de temas específicos” y también creo que “la gente más joven no tiene ni idea de lo que ha perdido”. Porque hubo un Internet mejor, previo a esta “mierdificación, que ahora es abiertamente fascista”, en el que leíamos, dedicábamos tiempo a buscar la mejor información, en el que todos intentábamos aportar y en el que salían adelante los proyectos con más valor. Y Fraguas ha sabido recordarlo brevemente.

Hoy se sale. O no

A finales de los 90 y en la primera década del siglo XXI no lo dudábamos: era sábado y por la noche salíamos. En mi cuadrilla éramos más de bares que de ligar, pero recuerdo reírme mucho con ella, y eso es algo que deseo que les pase a mi hija y mi hijo: que se rían hasta que les duela la tripa con sus amigas y sus amigos. Pero lo harán fuera de esos bares a los que peregrinábamos en Portugalete: “Los jóvenes se vuelven abstemios: las ventas de alcohol caen en la hostelería y se hunden un 8% en el súper” (El Economista). El ocio se ha diversificado y, ahora, ya como aita, no me parece mal.

La barra de la risa

Lo que tiene que ver Ernai con EH Bildu es exactamente lo mismo que tiene que ver Pello Otxandiano, que dejó su puesto en la directiva de Sortu (en la que entró el último jefe de ETA, David Pla), para ser el candidato a lehendakari de la coalición. Es así de sencillo entenderlo y es así de ridículo negarlo. ¿Y Arnaldo Otegi, que lleva unos días desaparecidos, casualmente, tiene más que ver con Ernai o con Gazte Abertzaleak (lo que queda de las juventudes de EA)? ¿En Google hay fotos de Arkaitz Rodríguez con las juventudes de Alternatiba o con las de Sortu? ¿La participación de Otxandiano en el ‘Gazteon Eskutik’, qué fue, sin querer?

“Ernai hace lo que tiene que hacer”

Tuitea Eneko Compains (¿porque en X precisamente se sienten tan bien?) que “Ernai hace lo que tiene que hacer y EH Bildu dice lo que tiene que decir”. Esto es muy sencillo: no. Ernai hace lo que quiere y tiene que ser consecuente con sus actos. Y EH Bildu dice lo que le da la gana y el resto podemos opinar que en política puedes hacer muchas cosas, pero nunca puedes tomar por tonta a la ciudadanía, que es justo lo que está haciendo la izquierda abertzale. Hablando de no tomar por tonta a la gente: no creo que esté de más reflexionar sobre el cómodo acomodo que estas opiniones encuentran en la EHU.

Buen timing o mal timing

Mientras Ernai se victimizaba y Pello Otxandiano lanzaba balones fuera, Joseba Permach (otro que ha aterrizado bien en la EHU), criticaba en X (¡cómo no!) que la UE busque alternativas al gas ruso: “Europa es un barco sin rumbo que sufre las embestidas de unos y otros, mientras carece de propósito y plan alguno. Esta decisión no hará otra cosa que lastrar, todavía más, la economía europea y la gente de a pie pagará su insensatez. ¡Europa necesita un giro de 180 grados!”. Esto lo tuiteaba justo cuando Trump, Musk y Medvédev se alineaban para atacar a Europa. Yo no sé si lo buscaba, pero clavó el momento para sumarse al antieuropeísmo.

La ignorancia

Inés Hernand es una ignorante y, por tal, una atrevida. Se atrevió a ir a la televisión, a una academia (de música), a asegurar que cuando ETA mataba la izquierda abertzale era pacifista y que también ellos tenían que llevar a los muertos en sus hombros. Del sufrimiento que ejecutaba ETA y de cómo personajes como Permach, sin ir más lejos, los justificaban, ni palabra. De cómo algunos llevamos media vida enfrentándonos a quienes como Pello Otxandiano (también, sin ir más lejos) no dicen que lo que ejerció ETA es terrorismo, ni una frase. El colaboracionismo de Hernand, aunque sea por ignorancia, se señala y se combate.

¿Qué es terrorismo?

¿Cómo de mal hemos contado la historia como para que un candidato a lehendakari que no es capaz de llamar “terrorismo” a lo que hizo ETA no dimita al día siguiente? ¿Cómo de mal hemos contado la historia que la Fundación Fernando Buesa ha hecho un vídeo de cinco minutos, con dibujitos, para explicar lo que es el terrorismo? ¿Cómo de mal hemos contado la historia que la fundación ha tenido que redifundir ese vídeo por las burradas que dijo Inés Hernand, y va la tía e intenta victimizarse? ¿Cómo de mal hemos contado la historia que también intenta victimizarse Ernai al mismo tiempo que llama a seguir con su lucha?

Así, todo

Cuando Bildu dice que “rechaza sin ambages la pancarta aparecida en Vitoria-Gasteiz” (Orain) y “el ataque a la sede del PP” reivindicado por Ernai, es igual que cuando Bildu decía que era un partido nuevo con Otegi, Matute y Barrena; igual que cuando Bildu dice que no tienen nada que ver con ETA pero en la cúpula de Sortu manda David Pla y Otxandiano no puede llamar terrorismo al terrorismo; es igual que cuando sus colaboracionistas se manifiestan contra el antifascismo; igual que cuando Rodríguez y Otegi hacen una lectura solemne por la paz en Aiete y, esa misma tarde, Otegi explica a Ernai en Eibar que harán lo que toque por sus presos.

Todo lo que está mal

Puede ponerse digno Arkaitz Rodríguez (que luego acudirá a los festivales de música de Ernai, a por su foto), pero sus juventudes (que han devorado a las de EA y Alternatiba, si es que alguna vez hubo algún joven en esos partidos) son las responsables de esto que señalan desde la fundación Fernando Buesa: “Vandalizar las recientes placas en memoria de las víctimas de ETA en Durango, hacer pintadas en las sedes del  PSE-EE y el PP y colgar pancartas con dianas contra representantes políticos  y la Ertzaintza en el campus de la EHU de Vitoria-Gasteiz, son muestras evidentes de que los discursos del odio siguen presente en nuestra sociedad”.

El laberinto de la izquierda abertzale

A la izquierda abertzale se le están haciendo largas todas las legislaturas. Como Podemos, sin elecciones (es decir: sin confrontación) no son nada. Pello Otxandiano no puede ocultar más el tremendo muermo que han elegido y Otegi habla como el señor mayor que es. Y por si todo esto no fuera suficiente, la miríada de marcas y asociaciones que han creado les meten en laberintos. La manifestación por Donostia de los sin techo desalojados de Martutene que no quieren pasar por el aro de las ayudas institucionales les retrata. ¿Qué les mueve? La solidaridad, no, porque instrumentalizar políticamente la pobreza no es ayudar. Es ayudarse.

El diálogo, como siempre, vencerá

El atrevimiento de Tamara Yagüe ya no es un hecho espontáneo: la ciudadanía empieza a cansarse de la confrontación por la confrontación, y eso es un problema para quien solo sabe vivir de ella, como Mitxel Lakuntza. La de Confebask dijo la verdad: hay muchos más casos de éxito fruto de la negociación en los conflictos laborales, que fruto de las huelgas. Pero estos son más sonados, claro. Hay que empezar a romper tabúes y a decir en voz alta, como hizo Yagüe, como cada vez hace más gente, que esa confrontación lo que consigue es retraer la inversión. Y si nadie invierte, ¿cómo vamos a pagar los servicios sociales que tenemos?

Alfombra roja al gobierno español

Lo que cada vez entiende menos gente en Euskadi, también, es la alfombra roja a este gobierno de Pedro Sánchez. Que nos guste todavía menos un gobierno de Núñez Feijóo condicionado por Abascal no es motivo suficiente para ser acrítico con el PSOE, como Bildu en el Congreso y el Senado. Mientras tanto, Sánchez hace lo que le da la gana: “Una semana, 16.700 millones en armas: el mayor acelerón militar del Gobierno”, denuncian en Diario Red, el digital de Pablo Iglesias. Que yo soy de los que cree que la amenaza del Este es real y que tendremos que defendernos pero, quienes creen lo contrario, ¿qué hacen? ¿Callarse y seguir?

Yo, en el equipo de Argiñano

Cuando hablo de Argiñano hablo de Karlos, el padre, que ya tengo una edad. Hace ya mucho tiempo le oí decir, palabras más, palabras menos, que de poco o nada sirven los títulos académicos o los másteres, si no sabes hacer una tortilla de patatas o unas lentejas. Pocas sentencias habrá más acertadas. Me acordé de esa frase cuando leí este titular en Euronews: “Los ultraprocesados alimentan la crisis sanitaria mundial: los expertos exigen su regulación”. El “consumo de alimentos ultraprocesados, como aperitivos envasados, platos preparados y bebidas azucaradas, constituye una grave amenaza para la salud pública”.

Ya, ni el teletrabajo

De la pandemia ya solo nos queda una sociedad dramáticamente individualizada y egoísta. Ni el teletrabajo llegó para quedarse (por lo menos, en la empresa privada y en Catalunya): “El boom deshinchado del teletrabajo: sólo un 10% de las vacantes dan la opción de hacerlo” (Ara). Sin embargo, “la combinación entre presencialidad y trabajo a distancia está ganando terreno al formato 100% remoto, que ya ha caído ligeramente por debajo del 8%”. “La opción de hacer teletrabajo es un privilegio barcelonés. De todas las vacantes que mencionan esta modalidad, un 92,3% se concentra en la demarcación de Barcelona”.

Recuérdese

En mi humilde opinión, hace bien Andoni Serrano en recordar que algunos tienen menos credibilidad al quejarse de la deriva de la vivienda en España y, por extensión, en Euskadi y Catalunya: “Saltarse la competencia autonómica con una ley dictada desde Madrid era un plan sin fisuras. Lo de Rufián y Otxandiano hablando de vivienda es para mear y no echar gota”. De esta manera tan brusca comenta un corte de Pello Otxandiano en Radio Euskadi, en el que se desentendía de su pasado reciente, otra vez, y la noticia de que la ley española de Vivienda fue pactada y aprobada con los votos de EH Bildu y ERC.

Voy a reparar una injusticia aquí y ahora

“La prensa española ignora el viaje de Pablo Iglesias a China, mientras que los medios del gigante asiático cubren su discurso”, leo en Diario Red, el digital que dirige Pablo Iglesias. Y pienso: esto tengo que arreglarlo, ¡cómo no voy a hablar yo de ese periplo y de que fue vestido para rendirse ante un régimen mejor que cuando era vicepresidente y ministro! Pero no voy a tirar de sarcasmo: Iglesias viajó a alabar la dictadura china exactamente igual (incluso en sus motivaciones: gustar para que caiga algo) que hizo Pedro Sánchez y hacen los líderes mundiales que olvidan el detalle de que estrechan la mano de un puño de hierro, y no de oro.

Pone en peligro otra cosa

elimparcial.es “¿Está poniendo en peligro Trump la celebración del Mundial 2026 de fútbol?”, se preguntan en El Imparcial después de que el presidente de EE.UU. haya amenazado con retirar las sedes de las ciudades regidas por los políticos más progresistas de su país. Lo que pone en peligro Trump no es el mundial de fútbol, en el que tendrá intereses (si no, ¿qué hace Infantino en todas las fotos?), sino algo más profundo e importante: ¿qué es eso de boicotear desde el poder a quien tiene un pensamiento diferente pero legítimo? Por desgracia, “eso” tiene un nombre y da miedo. Pero aunque dé miedo, pie en pared.

Tal día como hoy

El 22 de noviembre de 1993, ETA hería mortalmente a Joseba Goikoetxea. Hasta dos balas le dispararon a la cabeza. Cuatro días después, falleció y dejó huérfanos a tres hijos. Durante estos años he participado de diferentes formas en los homenajes que le han hecho, por eso hoy, 22 de noviembre de 2025, tenía presente la fecha. Goikoetxea era un antifascista de verdad, que militó en el partido heredero de los gudaris que defendieron Euskadi en inferioridad ante los franquistas, que formó parte de la Ertzaintza y que fue asesinado por una banda fascista solo porque no pensaba como sus asesinos.

¿Memoria?

He recordado a Joseba Goikoetxea porque no puedo no hacerlo, y porque me entristece profundamente que hoy algunos quieran abanderar el antifascismo por el morro, como si nadie lo hubiese hecho antes en este país. “Euskal Herria volverá a demostrar este sábado en las calles de Bilbo que es profundamente antifascista y tiene memoria”, ha dicho Pello Otxandiano en Radio Euskadi esta semana. Él, que no es capaz de llamar “terrorismo” a lo que hizo ETA pero hoy se sacará las fotos en una manifestación que es un enorme ejercicio de desmemoria, desconcierto y colaboracionismo (del que, por supuesto, tomamos nota).

“El fascismo es el mal”

Yo me acuerdo de aquellos a los que ETA mató mientras otros quieren que hablemos del fascismo como si en Euskadi no lo hubiésemos sufrido recientemente. “El fascismo es el mal y no podemos permitir que arraigue en nuestras sociedades”, escribe Pablo Honrubia en Diario Red. Y concluye: “Si para sentirte unido a la tierra que habitas necesitas sentir que eres más que otros en ella, y que solo quienes tú aceptes y permitas con tu voluntad tienen derecho a estar ahí, lo que buscas no son raíces, son cadenas que te aten a tu propia maldad”. Más claro, difícil.

El mal hecho persona

Nuestra civilización va a colapsar porque no somos capaces de lo más básico: distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, y actuar en consecuencia. No podemos quedarnos impasibles ante lo que hace y dice Trump, aunque nuestra indignación nos parezca inútil: “Trump defiende a Bin Salman del asesinato de Khashoggi: ‘Son cosas que pasan’. El presidente estadounidense ha elogiado al príncipe saudí en materia de derechos humanos y ha señalado que ‘es un hombre muy respetado en el Despacho Oval’” (Público). Hemos llegado a un punto en que reconocer la barbaridad parece un gran paso. Demos ese paso para empezar.

Terrorismo de estado

Otra muestra de que esta civilización está jodida la encontramos en que hasta la BBC usa eufemismos en sus titulares sobre el terrorismo sionista en Cisjordania, anterior al genocidio en Gaza: “La ONU denuncia el aumento y la severidad de los ataques de colonos israelíes contra palestinos en Cisjordania”. ¿“Severidad”, “ataques”, “colonos”? ¡Al guano! Son terroristas armados, que deshumanizan a quienes van a echar de sus casas y de sus tierras para ocuparlas después, y tienen el apoyo del estado de Israel que cuenta, por su parte, con el silencio cómplice del resto del mundo. ¿No se entiende mejor así?